El Clan Hyuga

"Cuando una persona tiene algo que proteger puede volverse verdaderamente fuerte"

Hoy se cumplen tres meses desde que volví a Konoha, Tsunade-obasan dijo que debía volver ya que mi entrenamiento había acabado antes de lo previsto y que cierta persona me entrenaría. Suspiré, todavía no sé quién es esa persona. Traté de interrogarla, ¡hasta llegué a sobornarla con sake! Pero no tuvo caso, no me dijo nada.

Salí de casa, y comencé a caminar por el pueblo. Habia mucha gente comprando cosas, me llamó la atención una tienda de armas. Me acerqué al lugar pero estaba cerrado. ¡Qué suerte tengo! Me di media vuelta para seguir paseando cuando vi a un hombre que vendía máscaras agrediendo a Naruto. ¡Maldito!

− Pero, ¡¿Qué le pasa, dattebayo?! - gritó Naruto

− ¡¿Qué estas haciendo aquí?! ¡Peste! - le insultó

¡¿Cómo puede decir eso?! ¡Él no es Kyubi! ¡Maldito viejo!

− ¡¿Qué?! Solo estaba mirando las máscaras - miró al suelo con tristeza

− ¡¿Tú en mi tienda asqueroso?! ¡Aquí tienes! - gritó el hombre tirándole la máscara a él - ¡puedes llevarla pero lárgate!

¡No pienso quedarme parada sin hacer nada! Me acerqué corriendo y le di un puñetazo con chakra. El hombre salió volando y estrellándose contra la pared de su negocio. Las máscaras salieron disparadas por doquier.

− ¡Estúpido, él no estaba haciendo nada malo! - le grité enojada

Los aldeanos me miraron. Les gruñí.

− ¡¿Y ustedes qué miran?! ¡Si le vuelven a hacer algo se las van a ver conmigo! - los amenacé

− Misato-chan... - susurró Naruto - ¿Qué les pasa? ¿Por qué me miran así? - gritó frustrado

− ¡No les hagas caso Naruto! - lo tomé de la mano sacándolo del lugar

Lo llevé hasta el parque y nos sentamos debajo del árbol donde lo conocí. Lo miré, se veía tan deprimido. Nos quedamos allí un largo rato, a veces las palabras no pueden arreglar nada.

− Naruto - comencé pero un anbu apareció de repente

− Senju-san, Hokage-sama mandó a llamarla - informó, asenti y se fue en una nube de humo

− Seguramente, me preguntará lo que pasó - miré a Naruto, quise sacudirle el pelo pero apartó mi mano

Suspiré, esto es mas difícil de lo que pensaba. Quizás es mejor que esté solo por ahora, así podrá pensar. Me levanté del suelo y corrí hacia la Torre Hokage.

Luego de esquivar a cada transeúnte que se me cruzaba llegué al lugar. Toqué la puerta, Hokage-sama dio permiso y entré. Estaba sentado con las manos cruzadas, sin pipa. ¡Sin pipa! ¡Es un milagro!

− Misato, haz golpeado a un civil y destruido parte de su local. ¿Por qué lo hiciste? - preguntó serio

− ¡Por que el viejo insultó a Naruto! - exclamé con furia

− ¡Esa no es razón para agredir a un civil de Konoha! - cortó rudamente, lo miré impresionada - por esa razón lo ayudarás a construir lo que rompiste

− ¡¿Qué?! ¡No pienso hacerlo! - me crucé de brazos

− Sí, lo harás - ordenó Hokage-sama, refunfuñe

− Ten este pergamino, necesito que se lo entregues a Hiashi Hyuga - explicó

− Hai - tomé el pergamino

− Ve, y mañana te diré cuando ayudarás al civil - explicó, asentí con la cabeza

Salí tranquilamente de la Torre Hokage, pero por dentro estaba furiosa. ¡No puedo creer que tengo que ayudar al vejete! Me dirigí hacia el Compuesto Hyuga. Cuando llegué lo observé, ¡Genial! Tiene clase y elegancia. Mmm, cómo será por dentro. Quise abrir una de las puertas de la entrada pero dos guardias me detuvieron.

− ¿Quién eres? ¿Y qué necesitas? - preguntó fríamente

− Soy Misato Senju y vengo a entregar este pergamino a Hiashi-sama, me envió Hokage-sama - expliqué un poco enojada

− Está bien, puedes entrar - abrió la puerta - y ve por ese camino - señaló un pasillo de la casa

Me introduje en la casa, guau es muy bonita. El piso es de madera, normal. La decoración es hermosa. Cuando entré a la casa pude ver un estanque de peces, se veían de muchos colores. Más tarde voy a verlos, bah si es que puedo. Escuché ruidos extraños, me acerqué a una puerta y vi a Hiashi-sama de pie con un anciano. Al parecer observaban entrenar a dos personas, abrí un poco más la puerta. ¡Eran Neji y Hinata Hyuga! Entré a la sala de entrenamiento haciendo que se detengan.

− Hiashi-sama, Hokage-sama me envió este pergamino para usted - me acerqué entregándole el pergamino

− ¿Y tú quién eres? - aceptó el pergamino y me miraba

− Misato Senju - me presenté

− Aa, me parecías familiar. Eres la hija de Kenji-san y Kasumi-san - dijo Hiashi leyendo el pergamino

− Hai - estaba a punto de irme pero me detuvo

− Quédate hasta que termine de entrenar, tengo que darle una respuesta a Saidaime-sama - explicó

− Está bien - acepté

Neji y Hinata retomaron su entrenamiento. Era increíble. El Byakugan es un kekkei genkai tan poderoso, me impresiona su poder. Hinata estaba practicando su Jūken, al parecer a Neji no le gustaba mucho este entrenamiento. Lo miré fijamente. Ahora recuerdo que él cree en el destino odiando a los miembros de la rama principal Hyuga. ¡Y todo por el sello maldito! ¿Habrá una manera de quitarlo? Mm, podría investigar. Es una posibilidad. Vi a una niña pequeña de cabello castaño espiando en la puerta. ¡Qué linda! Neji suspiró enojado, y se detuvo.

− ¿Neji-niisan? - preguntó Hinata

− Lo haría igual de bien aunque yo no fuera su rival. Dejen que siga mi entrenamiento - explico Neji

− No, todavía no. ¡Continúen! - ordenó Hiashi

− Por favor, Neji-niisan - pidió Hinata, él la miró con odio

− Está bien - dijo entre dientes

Esto no me gusta nada, la actitud de Neji en este momento. Planea hacerle daño. Su chakra está agitado y oscuro. ¿Cómo fue que sentí eso? No tuve tiempo para pensar sobre eso porque Hinata corrió hacia él. Neji la detuvo con una palma en su brazo empujándola hacia atrás. Lo miró sorprendida.

− ¿Qué sucede, Hinata-sama? No estamos jugando - sonrió con maldad Neji

Hinata lo miró asustada pero corrió hacia él para atacarlo pero falló. Neji como contraataque comenzó a utilizar su Jūken sin parar, bloqueándole gran parte de sus puntos de chakra. ¡Hiashi-sama debe detenerlo! Miré hacia él pero observaba la pelea con el ceño fruncido sin hacer nada. ¡Si sigue así voy a detenerlo!

− Con este nivel insignificante - habló Neji mientras la golpeaba - ¿crees que puede llevar el destino de la rama principal de los Hyuga?

En ese instante la tiró al piso, levantó su palma planeando dar su golpe final. ¡Estúpido Neji! Corrí hacia él con rapidez bloqueando con mis dedos sus puntos de chakra en su brazo derecho, y luego empujándolo unos metros con chakra hacia atrás, para alejarlo completamente de Hinata. Hiashi-sama intervino haciendo una seña de mano, y activando el sello maldito de Neji. ¡Oh no! Observé como Neji gritaba desesperadamente de dolor, las venas de sus ojos se habían salido hacia afuera. Se arrancó las vendas de su frente mostrando su sello maldito que brillaba. Gritó y se revolcó en el piso de dolor hasta que Hiashi-sama se detuvo, haciendo que quede inconsciente.

Me acerqué hacia él, se veía tan pálido. Me arrodillé al lado suyo, coloqué mis manos sobre su cabeza y comencé a utilizar ninjutsu médico. Por lo menos con esto calmará su dolor. ¡Por Kami! Abrí mis ojos con horror. Las células de su cerebro, una porción de ellas fueron destruidas. ¡Así que esto es lo que hace el sello maldito! ¿Cómo pueden hacer esto a su propia familia?

Unas horas más tarde

Luego de que Neji fuera atendido por ninjas médicos y enviado a su habitación. Hiashi se encerró en su despacho para supuestamente preparar un mensaje para Hokage-sama. Estaba sentada esperándolo fuera en el patio. Miré el cielo, ya estaba atardeciendo. Me pasé todo el día aquí, intenté hablar con Hinata pero se escapaba corriendo. Suspiré con cansancio.

− Tu eres la niña que estaba con ese chico rubio - dijo la niña de pelo castaño que estaba espiando el entrenamiento

− Hai - la miré, se me hace parecida a alguien

− Soy Hanabi Hyuga, la hermana pequeña de Hinata - dijo sentándose a mi lado

− ¡Por eso se me hacias parecida! ¡Eres igual a Hiashi-sama! - exclamé triunfante

Hiashi apareció caminando por los pasillos.

− Toma, es la respuesta para Hokage-sama - explicó entregándome el pergamino

− Hai

− Senju-san, ¿eres un ninja médico? - preguntó dudoso

− Asi es, se realizar todas las técnicas y procedimientos pero no soy un ninja - expliqué - en unos años me voy a graduar

− Ya veo - se dio media vuelta y se fue

Bueno, eso fue raro. Miré a mi costado y Hanabi se había ido. Mmm, supongo que tendré que irme.

Torre Hokage

Mientras subía las escaleras pensé en lo que Hokage-sama me diría, probablemente enviarme a ayudar al vejete. ¿Hiashi le habrá dicho del incidente? Espero que no. ¡No quiero más castigos! Al llegar toqué la puerta.

− Pase - dio permiso Hokage-sama

− ¡Buenas tardes! - saludé jovialmente

− Hai, ¿tienes el pergamino? - preguntó fumando su pipa

− Hai - le entregué el pergamino

Sandaime Hokage abrió el pergamino y comenzó a leer. Al principio leía tranquilamente, luego frunció un poco el ceño y me miró. Continuó leyendo, suspiró y lo guardó. Firmó un par de papeles. ¿Acaso sabe que estoy aquí? ¿Me está ignorando?

− Misato-chan, el civil al que agrediste dijo que no quería tu ayuda al parecer está asustado por tu puñetazo - explicó sonriendo Hokage-sama

− Más le vale - me crují los puños y sonreí con maldad

− Otra cosa, Hiashi-san quiere que vayas a su casa a las cinco de la mañana - informó con seriedad

− ¿Qué? ¿Y por qué quiere que vaya a su casa a la madrugada? - pregunté confundida

− No lo sé - dijo misteriosamente

− Está bien, adiós - me despedí

Ahora que por fin estoy tranquila, voy a ver a Naruto. No quiero que esté triste. Esta anocheciendo, corrí por la calle rápidamente para llegar a su casa.

Las luces estaban apagadas, parece que no hay nadie. Golpeé la puerta. Nada. Espere allí unos minutos pero no había nadie. ¡Ya sé! Fui por la ventana, apoyé las manos en el vidrio, acerqué mi cara e intenté ver si estaba dentro. ¡Sí! ¡Está dormido! Abrí la ventana, dormía tranquilamente pero me di cuenta de que en su cara había unas manchas de lágrimas. Se las limpié suavemente, lo cubrí con una manta y acomodé su cabello. Se supone que lo ayudaría con su soledad pero parece que no logro nada. Será mejor que me vaya, mañana tengo que ir al Compuesto Hyuga.

Al día siguiente

¡Tengo sueño! ¿A quién se le ocurre levantarse a las cinco de la mañana? Solo al loco de Hiashi. Me senté en la cama y tiré de mis mantas. Estaban tan calentitas, quisiera seguir durmiendo pero tengo que ir al Compuesto. Suspiré cansinamente. Me duché y desayuné unas tostadas con té. Me miré en el espejo, tendría que cambiar de aspecto. Chasqueé los dedos, ¡Ya sé! Me peinaré al igual que Tsunade-obasan pero en lugar de coletas, me haré dos trenzas. Separé mi cabello rojo en dos partes, en una parte me hice una trenza y la até con una gomita negra, y repetí lo mismo con la otra porción de pelo. ¡Me queda genial! Agarré mis llaves, cerré la puerta y me dirigí hacia el Compuesto.

Al llegar los guardias no me preguntaron nada, parece que les avisaron que vendría. Caminé por el pasillo, pero estaba confundida. Creo que fui por otro lado.

− Senju-san, ven por favor - llamó Hiashi

− Hai

¡Qué vergüenza! Me guio por el pasillo correcto hasta la sala de entrenamiento de ayer pero seguimos de largo. Todavía puedo recordar la escena de sufrimiento y dolor de Neji. Pobrecito.

− Emm, ¿Cómo está Neji? - pregunté un poco nerviosa

− Esa es la razón por la que te llamé - explicó Hiashi - quiero que lo examines

− Hai - acepté

Llegamos a una habitación de color crema, Neji estaba dormido en su cama y vendajes en su frente.

− Quiero saber si puedes regenerar sus neuronas que fueron quemadas por el sello maldito - dijo un poco afligido

− Por supuesto, pero ¿por qué me pide a mí esto? Es decir, tengo experiencia como médico pero no mucha gente está convencida de mis habilidades - pregunté mirándolo

− Lo sé, yo tampoco estaba muy convencido cuando lo escuché pero luego cuando te vi detener a Neji de posiblemente matar a Hinata me di cuenta el potencial que posees - explicó serio

− Hai, gracias por confiar en mí - agradecí feliz - ¡Manos a la obra!

Me acerqué a la cama de Neji, se veía pálido. La habitación estaba a oscuras, solo una lámpara alumbraba un poco el lugar. Puse ambas manos sobre la cabeza de Neji, en ese momento una luz verde comenzó a brillar de mis manos. El cerebro de Neji estaba dañado pero no en gran cantidad, parece que restos de neuronas destruidas vagaban por allí. Cerré los ojos e infiltré cadenas de chakra para regenerar más neuronas y de esta manera recuperar las perdidas. El proceso duró un par de horas, para cuando haya terminado seguramente habré quedado sin mucho chakra. Este proceso es complicado y requiere de mucho chakra. Luego de regenerar las células, curé otros daños en el cuerpo de Neji. Finalmente terminé de curarlo, abrí los ojos. Hiashi estaba allí mirando atentamente con su byakugan encendido todo lo que hacía. Lo miré cansada, estuve a punto de decirle lo que hice pero el cansancio me consumió. Me desmayé.

A la mañana siguiente

Me desperté, recuerdo que estaba curando a Neji y luego me había desmayado. Miré a mi alrededor, estoy en una habitación del Compuesto Hyuga. Estiré los brazos y me levanté. Abrí la puerta, había un pasillo. ¿Por qué hay tantos pasillos? ¡Parece un laberinto! Caminé por el pasillo hasta encontrar el patio. Está bien, esta parte la conozco. ¡Ya sé! ¡El despacho de Hiashi! Me dirigí hacia allí y toqué la puerta.

− ¿Se puede pasar? - pregunté

− Hai - contestó Hiashi

Abrí la puerta, miré alrededor. Estaba solo. Pasé adentro. Hiashi estaba escribiendo en unos papeles, levantó la vista hacia mí.

− Hiashi-sama, vengo a explicarle el tratamiento que realicé en Neji - expliqué - iba a decirle antes pero como sabrá me desmayé

− No hace falta, lo vi con mi byakugan. Estoy agradecido con tus servicios y el Clan Hyuga siempre estará abierto para ti - agradeció Hiashi

− Oh, gracias Hiashi-sama. Y no fue nada, es el deber de un médico - sonreí felizmente

Luego de retirarme de su despacho, decidí que era tiempo de irme a casa a tomar una caliente ducha. Sonreí. Iba caminando hasta que alguien gritó con furia.

− ¡Oye tú! - gritó un chico mientras corría para alcanzarme

− ¿Qué? - contesté, no me gusta su tono

− ¡Pelea conmigo! - gritó enfurecido Neji

− Neji, no estás en condiciones de pelear - dije con calma

− ¡Dije pelea conmigo! ¡No voy a permitir que una niña me venza! - gritó enojado

− ¡No voy a pelear con alguien que no está en estado saludable! ¡Te falta descansar! - le grité

− ¡No me importa! ¡Si valoras tu vida te defenderás! - gritó encendiendo su byakugan, las venas resaltaban alrededor de sus ojos

De repente corrió hacia mí con su Jūken en alto, chakra rebozaba de su palma. Lo mejor que puedo hacer ahora, es defenderme de sus ataques y en la primer oportunidad noquearlo. Intentó bloquear unos puntos de mi chakra, desvié su mano empujándola con chakra. Salté hacia atrás alejándome de él. Este chico es fuerte.

− ¡Pelea! - gritó furioso

Neji corrió rápidamente hacía mí con sus palmas repletas de chakra, corrí a su encuentro. Encendí en ambas manos mi bisturí de chakra. Desvié sus golpes, corté un poco de su músculo en su antebrazo. Esta técnica todavía tengo que perfeccionarla, no puedo hacer cortes muy precisos. Por ahora tendré que reducirlo cortando algún músculo o tendón para dejarlo inmóvil.

− ¡Está bien! ¡Pelearé! - grité golpeando el piso haciendo que salte hacia atrás

Una batalla estaba a punto de comenzar entre Neji Hyuga y Misato Senju. ¿Quién ganará?

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