¡Hola a todos! Nuevamente, lamento la tardanza. Estoy en un período de exámenes finales de la universidad y bueno, me tiene bastante ocupada.

¡Gracias por los reviews!

¡Disfruten!

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"La muerte está tan segura de su victoria, que nos da toda una vida de ventaja"

En una habitación de un hotel, se encontraban Naruto y Misato durmiendo tranquilamente mientras Kakashi conversaba con su invocación Pakkun. Al escucharse las voces, la kunoichi abrió los ojos con lentitud y se desperezó para finalmente despertarse. Contrariamente a Naruto, quién dormía profundamente en otra cama y murmurando palabras.

− Ya veo, así que ahí es donde está su escondite – habló Kakashi mirando el mapa

− Es lo más probable – asintió Pakkun retirando su pata del mapa donde marcaba – la esencia de Gaara emana desde ese lugar

− Entiendo – respondió Kakashi – tengo que pedirte un favor más

− ¿Eh?

Mientras Kakashi y Pakkun hablaban, Naruto se enredó con las sábanas y cayó al suelo. Misato se rio.

− Hey, ¿ya despertaste, Naruto? – preguntó Pakkun

− ¿Eh? – murmuró Naruto entre sueños y luego reaccionó – ¡Pakkun!

− Pakkun, cuento contigo – dijo Kakashi, y sin más el perro salió por la ventana corriendo a gran velocidad

− ¡Kakashi-sensei! ¿Será que encontraron el escondite de los Akatsuki? – preguntó Naruto

− Sí, nos dirigiremos hacia allí de inmediato – asintió Kakashi tomando su mochila

Naruto y Misato se prepararon rápidamente y junto a Kakashi fueron hacia la entrada de Sunagakure. Ambos ninjas estaban muy preocupados por Gaara. La joven sintió un gran sentimiento de angustia en su pecho, sabía perfectamente qué sucedía cuando a un jinchuriki le quitaban el bijuu. Desde ahora en adelante, debía poner en marcha su plan. Salvar a los inocentes, esperaba poder lograrlo a pesar de los obstáculos. Aunque eso significara sacrificar su vida, sentía que esa era su misión. Una mirada de determinación iluminó su rostro, iba a lograrlo.

− Está bien, tan pronto Sunagakure esté lista iremos en busca de Gaara, ¿de acuerdo? – preguntó Kakashi

− ¡Disculpen la demora! – dijo Temari llegando junto a otros ninjas

− Todos están aquí – comentó Kakashi

− ¡Muy bien! ¡Partamos ya, se hace tarde dattebayo! – exclamó Naruto estirándose

− ¡Esperen! – gritó Baki – Temari, tú y el equipo permanecerán en la aldea y patrullarán la entrada principal

− ¡¿Qué quieres decir con eso?!

− Es una orden directa de los superiores – justificó Baki – su argumento fue que si alguna aldea se entera de la ausencia del Kazekage, es posible que ataquen

− ¡Es por eso que necesitamos traer a Gaara lo antes posible! – exclamó Temari desesperada – los ninjas de Konoha vinieron de tan lejos, con el simple propósito de ir a buscar a Gaara – lo miró – ¡Gaara es nuestro Kazekage! ¡Se supone que la gente de su aldea vaya a rescatarlo!

− Pero…

− Yo iré – dijo una voz femenina – ¡La única shinobi de la Arena que necesitan soy yo!

− ¡Chiyo-basama! – exclamó Temari sorprendida

− Pero eso es…

− Aunque esté fuera de servicio, puedo hacer lo que me plazca – replicó Chiyo

− ¡Pero no debería esforzarse! – dijo una kunoichi del grupo de Suna

− ¡No te atrevas a tratarme como una anciana decrépita! – saltó desde un edificio hasta llegar al suelo – después de todo, he estado deseando ver a mi hermoso nieto desde hace ya mucho tiempo

Finalmente el Equipo Kakashi y Chiyo se despidieron de los demás ninja de Sunagakure para poder ir en busca de Gaara. Cuando salieron del desierto, Misato recordó una pregunta que debía hacerle a Kakashi.

− Kakashi-sensei – llamó Misato y este la miró – ¿desde cuándo Naruto y yo somos los blancos de Akatsuki? – Naruto los miró interesados mientras saltaban de rama en rama

− No lo sé, pero como saben hace un tiempo dos miembros de Akatsuki fueron a Konoha con la intención de llevarse a ustedes dos – explicó Kakashi – pero eso fue hace ya tres años, y parece que ahora comienzan a movilizarse… el por qué aún no está claro – continuó

− ¿Por qué esperaron precisamente tres años? – cuestionó Misato nuevamente

− Quizás no es que no hayan querido, sino más bien no podían hacerlo – respondió Kakashi – o porque Jiraiya-sama siempre estaba cerca de Naruto y Misato, además de Tsunade

− No… – habló Chiyo – basándome en la información que he recopilado, hasta el día de hoy, aparentemente existe otra razón – saltó en otra rama mirando al frente

− ¿Otra razón? – murmuró Naruto

− Se requiere de muchos preparativos y bastante tiempo, para sacar al Bijuu que está sellado en una persona y es por ello que han demorado – respondió Chiyo – Sé que Konoha tiene al Kyubi y que Akatsuki está detrás de él pero no entiendo por qué irían detrás de una persona que no es Jinchuriki – dijo haciendo referencia a Misato

− Ellos quieren mi chakra – respondió Misato tranquilamente

− Por tus características físicas, debo intuir que quieren el chakra Uzumaki – dijo Chiyo

− Hai

− Pero todavía hay personas en el mundo que son descendientes del Clan Uzumaki – continuó la anciana – y no tendrían por qué enfocarse en ti – Misato amplió los ojos, no había pensado aquello – debes tener algo más que el chakra Uzumaki – la anciana miró al frente – de igual forma, los biju son bestias míticas demoníacas que poseen cola. La Arena ha tenido al Ichibi durante mucho tiempo – dijo haciendo referencia a Shukaku – es decir, el que está sellado dentro de Gaara. Claro que en el mundo hay nueve bestias con cola, repartidas equitativamente – continuó – todas tienen características y poderes especiales, y se diferencian por la cantidad de colas que poseen. También gozan de un inmenso chakra, por eso las aldeas los utilizaban con propósitos militares y competían por tenerlos bajo su poder pero ninguno fue capaz de controlar un bijuu que sobrepasaba el entendimiento humano – Misato observó a Naruto que estaba inmerso en sus pensamientos – No sé por qué Akatsuki van detrás de ellos pero ese poder es demasiado peligroso para cualquiera. Sin embargo, aún en esta época donde existe un poco de paz, los biju aparentemente siguen existiendo y se desconoce su paradero – finalizó dejando un ambiente misterioso

Mientras el Equipo Kakashi y la ex kunoichi Chiyo continuaban recorriendo el camino hacia el paradero de Gaara, Misato pensó en el futuro de la aldea y del mundo. Debía evitar muchos acontecimientos, no iba a ser fácil. Sería un arduo trabajo evitar los obstáculos para lograr su cometido. Miró de reojo a sus compañeros, y frunció el ceño. Ahora mismo debía salvar a Gaara, cueste lo que cueste. Por desgracia, tendría que adaptarse a lo que sucediera y cambiar lo que sucediera a una alternativa mejor. No iba a quedarse de brazos cruzados cuando conocía lo que pasaría. De igual forma, esto no era un juego. Se trata de la vida o muerte.

Equipo Gai

Pakkun, la invocación de Kakashi se posicionó frente al Equipo Gai dispuesto a informarles lo sucedido en Sunagakure.

− Kakashi nos encomendó, a los ocho perros ninja, desplegarnos en todas direcciones y seguir el olor de la organización Akatsuki – informó Pakkun – mientras hacíamos eso, nos dimos cuenta que esos individuos se dirigían a la Aldea del Río, que se encuentra entre la Hoja y la Arena – explicó

− ¿Aldea del Río? – preguntó Neji

− Así es, en pocas palabras, ustedes están mucho cerca que ellos de los Akatsuki – dijo Pakkun – es decir, ustedes están en el punto medio de ambas aldeas

− Ya veo – asintió Rock Lee

− Síganme, les explicaré los detalles en el camino – dijo Pakkun

− ¡Hai! ¡Vamos, en marcha! – exclamó Gai

− ¡¿Eh?! ¿Tan pronto? – se quejó TenTen

El Equipo Gai junto a Pakkun que los guiaba iban corriendo para dirigirse al escondite de Akatsuki. De repente, Pakkun detectó que alguien se acercaba.

− ¡Byakugan! – exclamó Neji activando su doujutsu – ¡detrás de nosotros! – informó al ver a sus espaldas

Los ninjas se alejaron dando un salto cuando una gran espada blanca salía del suelo causando un gran alboroto. El shinobi de piel azul, con aspecto de pez miraba a los ninjas fijamente. Aquel ninja era Kisame Hoshigaki.

− Tu eres… - murmuró Gai

− ¿Lo conoce, Gai-sensei? – preguntó Lee

− ¿Quién rayos eres? – preguntó Gai mirando al ninja enemigo

Tenten rodó los ojos, siempre sucedía lo mismo con su sensei. Una ardua batalla se llevaría a cabo allí.

Equipo Kakashi

El grupo de ninjas liderados por Kakashi continuaban el trayecto rápidamente sin saber que eran observados por Zetsu. Un miembro de Akatsuki. De repente, Kakashi los hizo detenerse.

− ¡Chicos deténganse! – exclamó Kakashi alarmado

Misato amplió los ojos al ver a Itachi Uchiha frente a ellos. La joven observó a Naruto quien estaba mirando fijamente al Uchiha y de manera no muy amigable. Apretó los puños, esto se iba a poner feo.

− Uchiha Itachi… - murmuró Naruto

− Recuerden no mirarlo a los ojos, guíense por los pies – susurró Misato a sus compañeros – si lo miran, caerán en un genjutsu

− Con que ese es el chico que masacró a su clan en tan solo una noche – comentó Chiyo

− Ha pasado muchísimo tiempo, Kakashi-san, Naruto-kun y Misato – habló Itachi monótonamente

− ¡Bastardo! ¡No sólo yo! ¡Ahora también Gaara! – gruñó Naruto – ¡Me encargaré de hacerte pedazos!

− Contrólate, Naruto – dijo Misato seriamente – sabes por qué

− ¡No lo miren a los ojos! – exclamó Kakashi al verlo hacer un sello – escúchenme bien, descifraremos sus ataques mediante los movimientos que haga con su cuerpo y pies – Misato rodó los ojos, ya lo había dicho

− Uchiha, ¿eh? – dijo Chiyo – Ha pasado mucho tiempo desde que enfrente a alguien con un Sharingan. No tienes que parecer tan sorprendido – dijo al ver la cara de Naruto – existe una gran cantidad de estrategias para enfrentarse a un usuario de Sharingan

− ¿A qué se refiere? – preguntó Naruto

− Si se trata de uno contra uno, ahí debes escapar – comenzó Chiyo – Si es dos contra uno, ahí deben tomarlo por sorpresa

− Qué complicado, dattebayo

− ¿Sabes lo que significa "si se trata de uno contra uno, ahí debes escapar"? No hay posibilidades de que le ganes – explicó Chiyo – pero si se trata de dos contra uno, incluso si uno es atrapado por el genjutsu, el otro lo tomará por sorpresa y podrá atacarlo así dicho genjutsu perderá su efecto – continuó – si la persona que ataca no lo logra, puedes golpear a tu compañero y también se irá el efecto del genjutsu. En este caso, somos más de una persona y usaremos la ventaja numérica para distraerlo. El resto de nosotros, lo atacaremos por la espalda donde el Sharingan tiene su punto ciego – finalizó

− ¡Asombroso, la edad te da mucha sabiduría! – sonrió Naruto

− Es una buena estrategia pero no funcionará – habló Misato luego de escuchar a la anciana

− ¿Quieres decir que mi estrategia para enfrentar el Sharingan está errónea? – preguntó Chiyo

− No – negó Kakashi – eso solo funcionaría si fuera un genjusu ordinario, en este caso es un poco más complicado

− ¿A qué te refieres? – preguntó Chiyo

− Posee el Mangekyo Sharingan, es un Sharingan más avanzado que el doujutsu ordinario – respondió Kakashi seriamente – si lo recibes directamente experimentarás un genjutsu en tan solo un segundo. Es decir, parecerá como si fuera un segundo para los demás pero la persona que lo recibe sentirá que transcurrieron días enteros – explicó – en mi caso, pude soportar su jutsu por tres días y perdí el conocimiento por más de una semana. Es un genjutsu que no puede ser contrarrestado

− Parece ser un enemigo peligroso. ¿Quién es exactamente? – murmuró Chiyo

− Eso fue impresionante, Kakashi-san – dijo Itachi – tal parece que haber recibido mi Tsukuyomi no fue en vano – Misato cerró los ojos recordando cuando estuvo bajo el efecto del Tsukuyomi

− Pero eso aún no es todo – continuó Kakashi – después de que usaste el Mangekyo Sharingan, estabas agotado. Decidiste terminar la pelea inmediatamente y huiste – lo miró – además de usar una gran cantidad de chakra, utilizar ese Sharingan conlleva un gran riesgo para tus ojos, Itachi

− Es un excelente análisis para haberlo visto solo una vez – comentó Itachi

− Itachi, ¿tus ojos cuánto se han debilitado? – preguntó Kakashi

Misato observó atentamente a Kakashi e Itachi, que se estaban mirando fijamente. Pareciera como si tuvieran una conversación telepática. Esto era extraño.

− En el pasado te subestimé, pero ahora puede que te dé un trato especial – habló Kakashi rascándose el cuello – ese jutsu no volverá a funcionar en mí

− ¡Y también cometes un gran error si piensas que soy el mismo de antes, dattebayo! – exclamó Naruto

− Naruto, yo me encargaré de él – dijo Kakashi

− ¡¿No me diga que se refiere a "no pelear es nuestro trabajo en equipo" de nuevo?! – gritó Naruto indignado recordando la misión a la Ola

− No, esta vez ustedes deben cubrirme – respondió con calma – para ser honesto, me gustaría decir que no intervinieran pero no creo ser capaz de detenerlo por mí mismo

− Es Itachi Uchiha, después de todo – murmuró Misato ganándose una mirada de soslayo del susodicho

El equipo Kakashi esperaba que Itachi comenzara a atacar. Ambos bandos se miraron intensamente atentos a cualquier movimiento. Kakashi tenía su Sharingan preparado.

− Ya es hora de que vengan conmigo, Naruto-kun, Misato – habló Itachi señalándolos con su dedo

Misato frunció el ceño, había algo extraño en el ambiente. Habia un exceso de chakra a su alrededor, como si la rodeara. Maldición, estaba bajo un genjutsu. Su equipo había desaparecido en forma de cuervos.

− Has percibido el genjutsu rápidamente – habló Itachi

− Así es, un ninja sensor lo detecta más rápido – dijo Misato seriamente

− Pero no has podido evitarlo

− Desafortunadamente – la joven entrecerró los ojos

Al instante, Misato junto sus palmas y detuvo su chakra temporalmente. Itachi la miró entendiendo lo que quería hacer. Misato quería detener su chakra y luego hacerlo explotar para liberarse del control de sus cinco sentidos.

− Eso no funcionará, Misato – dijo Itachi tranquilo

La kunoichi frunció el ceño, había intentado liberarse pero Itachi no lo permitió. Mientras estuviera bajo su control, nada servirían sus intentos. Solo podía esperar que alguien de afuera le inyectara chakra a la fuerza.

− Itachi – llamó Misato, este la miró – ¿sabes algo de Sasuke? – Itachi la miró fijamente

− ¿Por qué debería importarme sobre Sasuke? – preguntó Itachi

− Sé la verdad sobre el Clan Uchiha – dijo Misato mirándolo a los ojos ébanos – y me refiero a todo

Itachi la miró sin emociones durante un largo rato y la joven no desvió la mirada ni una sola vez. Soportar aquella mirada fija sin rastros de nada, era muy difícil.

− ¿Cómo lo sabes? – preguntó Itachi finalmente

− Es difícil de responder – dijo Misato – si te dijera no me creerías – Itachi no respondió – quiero que Sasuke vuelva a la aldea, es mi amigo después de todo – comentó Misato – así que si sabes algo, ¿serías tan amable de decírmelo? – intentó preguntar, no recibió respuestas – que tonta debo verme ahora, hablando en un genjutsu y ni siquiera sé si me escuchas – miró el suelo con frustración

De repente, la figura de Itachi se desvaneció en una bandada de cuervos. Misato observó el lugar donde había estado el ninja y luego se tensó al sentir su presencia en la espalda. Lentamente se dio vuelta para enfrentarlo.

− Misato, quizás esta sea la última vez que te vea así que quiero pedirte un favor – dijo Itachi seriamente

− Claro, dime – asintió Misato sorprendida por su cambio de actitud

− Cuida de Sasuke – pidió Itachi

− Ten por seguro que lo haré – sonrió Misato levemente – pero, ¿qué hay de ti?

− Sasuke cobrará su venganza y yo estaré en el otro mundo – respondió con simpleza

− ¿Y si no quiero que estés en el otro mundo? – preguntó Misato, el ninja la miró fijamente – No quiero que mueras

− Debe ser así – cortó Itachi

− ¡No! – exclamó Misato apretando los puños – ¡¿Crees que esto es lo que Fugaku-san y Mikoto-san hubieran querido?! ¿Que sus hijos peleen a muerte?

− Entiende que así debe ser – dijo Itachi ignorando sus gritos – y no permitiré que una niña arruine mis planes

− ¿Planes? ¿Hablas de guiar a Sasuke hacia más venganza? ¿A eso te refieres? – preguntó Misato con sarcasmo – pues entérate, que tus planes no funcionarán como deseas porque Sasuke sabrá la verdad y créeme que odiará a Konoha, la aldea que tanto amas

− Quisiera saber qué tanto sabes y cómo lo descubriste pero tu equipo quiere volverte a la realidad – dijo Itachi con calma

Misato asintió entendiendo, su tiempo se acababa. La mano de Itachi se alzó hasta que tomó un mechón de cabello rojo y lo observó bajo la atenta mirada de Misato.

− Shisui tenía razón… eres especial – habló Itachi correspondiendo su mirada

− ¿A qué te… - se calló

Misato estaba completamente sorprendida. Itachi había acercado sus dos dedos hasta Misato y picarle la frente justo donde estaba su sello. Ella se sonrojó de pena. Él sonrió levemente.

− Es hora de que vuelvas – dijo Itachi

− ¡Espera!

De repente, Misato volvió a la realidad donde Chiyo le inyectaba chakra para traerla en sí. Ella respiraba pesadamente al ver que su chakra había sido manipulado.

Le explicó brevemente que Naruto y ella habían sido puestos bajo un genjutsu pero que ya estaban a salvo. Al instante, Kakashi corrió a atacarlo e Itachi respondió con un jutsu de fuego. Al esquivar el jutsu, Kakashi hizo un chidori y se dispuso a atacarlo nuevamente pero Itachi logró esquivar el ataque. Aprovechando el momento, Naruto decidió atacarlo con un rasengan. Desafortunadamente, no funcionó. Mientras Itachi tuviera el Sharingan, nada sería invisible a sus ojos. Siempre dos pasos delante de ellos.

En ese momento, una neblina espesa comenzó a formarse en el ambiente. Misato y Chiyo detectaron que se trataba de un jutsu de Kakashi. El mismo que usa Zabuza pensó Misato.

− ¿Podríamos dejar este juego de escondidas para otro momento, Kakashi-san? – preguntó Itachi

− Supongo que podríamos hacerlo – respondió Kakashi apareciendo entre los árboles

Kakashi lanzó tres kunai hacia el rival pero este los esquivó y al instante hizo una gran bola de fuego que logró deshacerse de la niebla espesa. Itachi miró a su alrededor atentamente y detuvo a Kakashi que salió del suelo dispuesto a pegarle un puñetazo. Pero Kakashi detectó que algo andaba mal. Itachi lo había puesto bajo su genjutsu y este se dio cuenta que no funcionó. Kakashi sonrió, era solo un clon de sombras.

− ¡Naruto, acaba con él! ¡Olvida mi clon de sombras! – exclamó Kakashi

De repente, Naruto corrió hacia Itachi y el clon de Kakashi con su Odama Rasengan. Una versión mejorada del rasengan. Misato sonrió, el entrenamiento no fue en vano. Chiyo miró pasmada aquel poderoso jutsu. Itachi había sido derrotado. Todos se acercaron al lugar donde quedó tendido y se llevaron una sorpresa.

− ¿Q-qué es esto? – preguntó Chiyo confundida

− Mientras peleábamos con él, sentí que algo no encajaba – dijo Kakashi

− ¿Qué quiere decir?

− Usaron un extraño jutsu – comentó Misato y luego vio el rostro de Chiyo – ¿conoce a este hombre?

− Es Yura, un jounin de Sunagakure – respondió Chiyo viendo el cuerpo del ninja

− ¿Qué significa esto? – preguntó Kakashi

− No lo sé – respondió Chiyo con tristeza – pero él desapareció momentos antes de que se llevaran a Gaara

− Probablemente era un espía de Akatsuki

− Es difícil de creer, estuvo en el Consejo cuatro años – dijo Chiyo

− Quizás en contra de su voluntad – comentó Misato, la miraron confundidos – existen sellos que pueden lograr hacer cosas en contra de la voluntad de la persona manipulada

El equipo Kakashi estuvo observando a sus alrededores mientras Chiyo escribía algo en un pergamino y luego los llamó.

− Que hayan usado un jutsu como éste con el fin de retrasarnos quiere decir que están extrayendo el bijuu – dijo Chiyo

− Ya no tenemos tiempo, debemos darnos prisa para salvar a Gaara-kun – asintió Kakashi mirando el cielo

− Ya les expliqué que el bijuu posee un poder más allá de la comprensión humana, ¿verdad? – el equipo asintió – y que cada nación pretende usarlo como arma militar. Un jinchuriki es aquel que puede controlar el grandioso poder de un bijuu – explicó Chiyo – en el pasado, hubo quienes intentaron controlar aquel poder sellándolos dentro de personas vivas. Y al hacer esto, intentaron suprimir al extremo el poder del bijuu para así poder controlarlo. Y aquellas personas que los tienen sellados en su interior como Gaara, son conocidos como jinchuriki. La principal característica de los jinchuriki, es la utilización de su increíble poder aumentándolo a través de su bijuu – cerró el pergamino – además de Gaara, ha habido tres jinchuriki en la historia de Sunagakure

En ese momento, Chiyo invocó desde otro pergamino un ave a cuerda y le dio el pergamino escrito. El ave se fue volando apenas lo recibió.

El equipo Kakashi y Chiyo continuaron el camino todo el día. Cuando estaba anocheciendo, Kakashi los detuvo e informó que tomarían un descanso.

− ¡¿Por qué?! ¡Fue usted quien dijo que no teníamos mucho tiempo! – exclamó Naruto exasperado

− Nuestro ritmo de avance fue retrasado considerablemente por la lucha contra el falso Itachi – dijo Kakashi con firmeza – descansar ahora nos permitirá llegar a nuestro objetivo más rápido y con más energías. Y puede que mañana tengamos que luchar contra quienes secuestraron a Gaara. Debemos estar listos para ese entonces – finalizó

− De acuerdo – asintió Naruto comprendiendo la situación

Hicieron una fogata, y decidieron turnarse para las guardias. Kakashi se ofreció para el primer turno de guardia y los demás fueron a dormir, exceptuando a Chiyo.

Chiyo observaba a la joven Misato, que junto a su cabello rojo le recordaba a Sasori. También recordó a sus padres y su infancia.

Luego de un par de horas, Kakashi dio por finalizado el descanso.

− Ustedes dos, despierten – habló Kakashi – nos vamos ya

− Ha-ai – murmuró Misato estirándose

− Déjenme dormir un rato más, dattebayo – habló Naruto entre sueños

− ¿Acaso no quieres salvar a Gaara? – preguntó Kakashi

− ¡Claro que sí! – exclamó Naruto levantándose de un salto – ¡Lo salvaré!

Luego de varias horas corriendo, el sol hizo su presencia. El equipo Kakashi avanzaba a gran velocidad, lo mismo sucedía con el equipo Gai. Akatsuki ya no necesitaba retrasarlos pues no había enemigos en el trayecto a su escondite.

− Ya no necesitan retrasarnos – habló Kakashi de repente

− Existe la posibilidad de que sea así – dijo Chiyo

Misato frunció el ceño en preocupación. Aquello significaba que la extracción del bijuu había finalizado y llegaban tarde.

− ¡Resiste un poco más, Gaara! – exclamó Naruto impulsándose con más velocidad

− ¡Espera, Naruto! – dijo Misato intentando alcanzarlo

Chiyo y Kakashi quedaron unos metros atrás pero avanzando con velocidad.

− ¿Por qué este chico intenta tan arduamente salvar a otro de una aldea que no es la suya? – preguntó Chiyo – específicamente, ¿quién es él?

− Bueno, él también es un jinchuriki – respondió Kakashi – es quien alberga al Kyubi – miró al frente – puede que a Naruto no le importe la Aldea Oculta entre la Arena pero Gaara es un jinchuriki al igual que él. Naruto comprende a Gaara mejor que a cualquier otro de la aldea. Después de todo, el jinchuriki ha sido tratado de la misma manera en todas las aldeas y es por eso que siente el deber de salvarlo – explicó el ninja – no importa si él es de la Hoja o de la Arena. Para Naruto, Gaara es un amigo que experimentó su mismo dolor y tragedia. El sueño de Naruto es convertirse en Hokage. Al principio, estaba frustrado de que Gaara se le haya adelantado pero a pesar de eso estaba muy feliz por él. Naruto posee un misterioso poder, todos los que se encuentran con él se convierten en sus amigos sin importar cuánto contacto hayan tenido antes

− He vivido por mucho tiempo, así mismo he visto muchísimas cosas – habló Chiyo – y por experiencia propia, aprendí la naturaleza de las cosas que existen en este extraño mundo. Llegué a pensar que las alianzas con otros países y aldeas eran solo una cortina de humo e hice todo lo que estuvo en mis manos para proteger a Sunagakure de todo peligro – continuó – yo soy aquella persona que usó el jutsu para fusionar a Gaara con el Shukaku. Después de consultarlo con su padre, el Cuarto Kazekage. Todo lo que hice por la aldea terminó causando un sufrimiento irremediable. Y ahora una aldea que pasé por alto, por mi idea errónea de no creer en alianzas, nos está ayudando. Cabe la posibilidad de que todo lo que haya hecho hasta el día de hoy sean puros errores. Y para empeorarlo, estoy en una edad en que estoy agotada y lista para rendirme – suspiró profundamente – Kakashi, las personas jóvenes tienen tanto potencial. Me causa una profunda envidia – sonrió levemente

− No, no. Apenas está comenzando, aún es bastante joven – comentó Kakashi

− Es cierto – se rio – puede que aún esta anciana pueda hacer algo bueno

Kakashi no respondió, simplemente continuaron el camino. Naruto y Misato iban delante de ellos a gran velocidad. Luego de una hora, el equipo Kakashi finalmente llegó al escondite de Akatsuki encontrándose con el equipo Gai.

− Al parecer han puesto una barrera – dijo Gai

− ¿Cuál es el plan? – preguntó Tenten

− ¡Rompámosla! – exclamó Lee

− ¡No! – respondió Gai y miró hacia sus espaldas – Has llegado tarde, Kakashi

− Bueno, bueno – habló Kakashi – tuvimos que resolver unos problemitas en el camino

− ¡Naruto-kun! ¡Misato-chan! – saludó Lee emocionado

− Kakashi, por "problemitas", ¿no estarás refiriéndote a mí, verdad? – preguntó Chiyo

− ¡Llegamos! – exclamó Naruto con determinación

− ¡Yosh! ¡Por fin! – sonrió Misato

− Naruto… Misato… - susurró Neji sorprendido

− ¿Quién es la anciana? – preguntó Tenten

− Ella es Chiyo-sama, un miembro del Consejo de Sunagakure – presentó Misato

− Gusto en conocerlos – saludó Chiyo sonriendo

− Entonces, ¿haremos esto, Kakashi? – preguntó Gai

− Sí

Finalmente, Neji decidió investigar sobre lo que había detrás de la gran roca que tapaba la entrada con su Byakugan.

− Tal parece, que hay un gran número de personas dentro y la caverna es bastante amplia pero… – dijo Neji observando el interior

− ¿Pero? – preguntó Lee

− No puedo explicar con certeza lo que está sucediendo – respondió Neji con preocupación – parece que están reunidos

− Neji, ¿qué pasa con Gaara? – preguntó Naruto – ¡Hey! ¿Qué le está ocurriendo a Gaara?

− ¡Espera! ¡Lo estoy buscando! – exclamó Neji

− Han finalizado la extracción – habló Misato sombríamente y con los ojos cerrados

− ¡¿Qué sucede ahí dentro?! – gritó Naruto desesperadamente

− Es difícil de explicar con palabras – dijo Neji ignorando los gritos

− Eso quiere decir que tenemos que verlo con nuestros propios ojos, ¿no es así? – dijo Lee

− En ese caso, no perdamos más tiempo – asintió Gai

Gai se posicionó varios metros atrás y corrió hacia la gran roca y le dio un potente puñetazo pero la roca ni se inmutó. Una barrera la protegía.

− ¿Qué haremos? – preguntó Lee

− Primero tenemos que quitar esa barrera, Lee – explicó Gai

− ¿Cómo lo haremos? – preguntó Tenten

− Muy bien. Tenemos que descubrir qué tipo de barrera es y cómo romperla, Kakashi – dijo Gai

− ¿Qué opinas, Misato? – preguntó de repente Kakashi

Sin más, Misato se acercó a la gran roca y colocó su mano sobre ella. Al instante, detectó el tipo de chakra utilizado y con qué finalidad. Por ende, pudo averiguar de qué tipo de barrera se trataba.

− Es una barrera de cinco sellos – respondió Misato volviendo al grupo

− ¿Una barrera de cinco sellos, dattebayo? – preguntó Naruto confundido

− Se trata de una barrera que lleva cinco sellos, es decir se colocan cinco de estos sellos en cinco lugares diferentes – respondió Misato observando la roca – el sello prohibido que tenemos frente a nosotros y otros cuatro sellos

− ¿Cómo los quitamos? – preguntó Gai

− No podremos quitar la barrera si no quitamos los sellos de los cinco lugares al mismo tiempo – respondió Misato

− Hay que hacerlo simultáneamente, ¿eh? – dijo Tenten

− Exactamente – asintió Kakashi

− No lograremos pasar a menos que quitemos esos sellos al mismo tiempo – comentó Misato

− Si, ha sido configurada de esa manera – dijo Kakashi

− Bueno, ¿y cómo demonios sabremos dónde están los otros cuatro sellos? – preguntó Naruto exasperado

− Neji – nombró Kakashi

− Entiendo – dijo Neji y activó su Byakugan en busca de los sellos

− ¡¿Dónde están, Neji?! – exclamó Naruto

− El primero lo veo sobre una piedra, a unos quinientos metros al noreste de aquí – respondió Neji – el segundo, se encuentra en el tronco de un árbol junto a la ribera del río, a trescientos cincuenta metros al sureste – continuó observando – el tercero, está en el acantilado a seiscientos cincuenta metros al noroeste – dio un último vistazo – y el último, está sobre otro árbol dentro del bosque a un poco menos de ochocientos metros al suroeste – finalizó desactivando su Byakugan

− Se encuentran bastante lejos – comentó Tenten – ¿cuál será la señal?

− No se preocupen, si están a esa distancia deberíamos poder usar estos radios inalámbricos – dijo Gai sacando varios radios de su mochila

− Ya veo – asintió Kakashi

− ¡Bien, nos mantendremos comunicados y encontraremos los sellos con la ayuda de Neji! – exclamó Gai con emoción juvenil

Luego de una breve preparación de materiales a utilizar, Gai dio una explicación sobre lo que harían.

− Si esto fuera una competición de velocidad, mi equipo sería el más apto para realizarla – sonrió Gai ajustándose el radio inalámbrico

− ¡Contamos con ustedes, dattebayo!

− Muy bien, dirígete al bosque del noroeste, Lee – informó Gai

− ¡Hai, Gai-sensei!

− Te dejaré la roca del noreste a ti, Neji – dijo Gai

− Entendido

− Tu ve al sureste, Tenten – ordenó Gai

− Está bien – asintió la kunoichi

− Yo me dirigiré al acantilado del noroeste – informó Gai – estoy seguro de que ese será el más difícil de quitar

− ¿Número de frecuencia? – preguntó Lee

− Ciento setenta y cuatro – respondió Gai

− ¡¿Pueden escucharme, chicos?! – gritó Lee causando que su equipo casi se rompiera los tímpanos

− ¡Lee, tu micrófono está demasiado fuerte! – regañó Tenten

− ¡Vaya! Lo siento mucho – se disculpó Lee haciendo que se retorcieran de dolor

− ¡Hasta a mí me duele! – chilló Misato al ver sus caras – Lee, reduce el volumen de tu micrófono – Lee asintió rápidamente

− ¡Muy bien, Equipo Gai! – exclamó Gai poniendo su mano al medio

− ¡Entendido! – asintió Lee colocando su mano sobre la de su sensei mientras Gai miraba a su alumna para que también lo hiciera

− Muy bien, muy bien – suspiró Tenten con desgano

− Está bien – murmuró entredientes Neji luego de una batalla de miradas contra Gai

− ¡Usemos todo el poder de nuestra juventud! ¡Ánimo! ¡Ánimo! ¡Y ánimo extremo! – gritó Gai junto a Lee – ¡Dispérsense! – ordenó y el equipo obedeció

− ¡Me gusta ese entusiasmo! – sonrió Naruto – ¡Hey chicos, hagamos lo mismo!

− Preferiría ayudar a Jiraiya con sus investigaciones que hacer eso, Naruto – dijo Misato con cara de palo

− Lo mismo digo – sonrió Kakashi y la kunoichi rodó los ojos

− No lo haré – negó Chiyo

− ¡Cuánto entusiasmo! – dijo Naruto desganado

− Entonces, es hora de que me vaya – habló Pakkun – no tiene sentido que me quede si solo seré un estorbo

− Buen trabajo, Pakkun – felicitó Kakashi

− Bien, nos veremos después – desapareció en una bola de humo

Luego de unos minutos en espera, Kakashi se paró sobre la roca donde estaba el sello para que cuando los demás llegaran pudieran quitar el sello al mismo tiempo.

− Una vez que ya no esté la barrera, Misato destruirá la gran roca que está en la entrada – informó Kakashi – en ese momento, irrumpiremos en el lugar, entraremos y así podremos rescatar a Gaara – Gai habló por la radio – estamos en posición – miró a sus compañeros – irrumpiremos la entrada usando la táctica de "entrada explosiva"

− Bien – asintió Chiyo

− ¡Entendido, dattebayo!

− Hai – sonrió Misato

− ¡Misato! – exclamó Kakashi luego de que quitara el sello

La joven kunoichi corrió hacia la roca y con su puño repleto de chakra destruyó la gran roca que cubría la entrada a la cueva.

Cuando Kakashi dio la señal, los cuatro ninjas entraron en la cueva. Al entrar, vieron a Deidara y Sasori sentados sobre el cadáver de Gaara. Misato frunció el ceño al sentir el chakra de Naruto muy tormentoso.

− Bien… ahora descubramos quién de ellos es el jinchuriki – habló Deidara

− ¡Malditos! ¡Los mataré! – gritó Naruto muy enojado

− Así que el primero que pierda el control, comience a gritar y quiera asesinarte, ¿eh? – preguntó Sasori

− Parece que este chico es el jinchuriki – respondió Deidara

Misato se preocupó aún más al ver que Naruto comenzaba a perder el control. Si eso pasaba, ella no tendría otra opción que usar aquel jutsu de Shodaime Hokage. No lo controlaba a la perfección pero si la situación lo requería, pues lo usaría.

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¡Hasta la próxima!