"Si haces lo que no debes, deberás sufrir lo que no mereces"

La colisión entre los dos chakras Kage hicieron que el edificio temblara y se derrumbara una parte del mismo. Misato estaba teniendo una batalla difícil contra el Raikage y sus guardias. El Taijutsu del hombre era extremadamente poderoso y podía evadirlo gracias a su teletransportación.

Una vez que Misato analizó sus tácticas de ataque, comenzó a presionar al Raikage y sus guardias. Sabía que estaba en desventaja, pues era ella sola contra un Kage y dos Jounin. Quizás un compañero distraería a los guardias.

– ¡Mokuton Jutsu Dragón de Madera! – exclamó Misato haciendo los sellos rápidamente

Al instante, un gran dragón de madera emergió de su kekkei genkai. El dragón de grandes proporciones velozmente se dirigió a los guardias para atacarlos.

Tal como pensaba, se estarían protegiendo del dragón por un buen rato. El Raikage al darse cuenta, invocó su armadura de rayo y podía ver el gran chakra rodearlo. Con más velocidad, el Raikage se dispuso a realizar un Lariat. Corrió a una velocidad increíble y cuando estuvo a centímetros del rostro de Misato, esta desapareció en un flash rojo y apareció a sus espaldas dándole una poderosa patada.

Un recuerdo sobrevino a la mente del Raikage al verla desaparecer en un flash. Ambos Kages continuaron una dura batalla de Taijutsu. Misato estaba sorprendida al ver su poder, realmente era fuerte. De repente, en un descuido, el Raikage le dio un puñetazo a Misato en el estómago mandándola contra una pared. El horrible crujido al propinarle el golpe fue terrible para Misato, sabía que sus costillas estaban fracturadas y su estómago estaba teniendo una hemorragia interna.

– ¡Eres solo una niña jugando a ser Hokage! – gritó el Raikage – ¡Vuelve a tu aldea con la vergüenza de ser débil!

De repente, Misato salió del agujero de la pared de pie y con una mirada feroz liberó la densidad de su chakra de curación. Las heridas en su cuerpo se sanaron automáticamente, no necesitaba hacer sellos.

– ¡Esto aún no termina, Raikage! – gritó Misato quitándose unas pesas de sus piernas y brazos

Cuando las pesas cayeron, el suelo se destruyó. El Raikage entrecerró los ojos. Misato estaba lista para una batalla de verdad. No pasó desapercibido para el ninja que la kunoichi se quitara las pesas.

Sin esperar, Misato desapareció en un flash e intentó pegarle al Raikage un puñetazo pero este lo esquivó con su velocidad. La kunoichi volvió a desaparecer y esta vez apareció desde arriba con una increíble patada. El Raikage lo esquivó a duras penas.

Esta vez, el Raikage contraatacó con un jutsu de rayo e inmediatamente Misato creó una pared de elemento tierra para frenar el jutsu. Los guardias del Raikage derrotaron al dragón y se unieron a la batalla con su líder.

Sin que le afectara, Misato corrió hacia los tres y mientras corría, invocó la Espada del Dios Trueno. Luchó con ellas con todo su poder, mientras esquivaba los ataques desapareciendo en un flash. Logró herir a uno de los guardias y dejarlo inconsciente.

La batalla continuó arduamente, y la kunoichi tuvo dificultades cuando el Raikage y el guardia quisieron realizar un Doble Lariat. Un ataque sumamente peligroso que incluso podría decapitarla. Les permitió acercarse lo suficiente y desapareció de sus vistas, apareciendo desde los costados con clones de sombra. Un clon logró dejar inconsciente al guardia utilizando Ninjutsu Médico.

– ¡Terminaré con esto! – gritó el Raikage enfurecido

Con un grito gutural, el Kage liberó una gran cantidad de chakra rayo. Utilizando su chakra, su poder de ataque se vio aumentado. Con el continuo Taijutsu, Misato se dio cuenta que el Raikage al aumentar su poder de ataque, se vio afectada su velocidad.

Teniendo esto en cuenta, Misato invocó una gran arboleda para dificultar el camino. Pelearon arduamente, un solo golpe del Raikage y sería mortal. Con sus habilidades de ninja médico, logró esquivar sus múltiples golpes. Y teniendo el bisturí de chakra, cortó un músculo del ninja.

Este se dio cuenta, pero lo ignoró con gran fuerza de voluntad. Aquello sorprendió a Misato. La Hokage decidió utilizar el Jutsu en el que estaba trabajando. Junto sus manos y unos árboles, arbustos y flores con polen nacieron en el edificio destruyéndolo.

– ¡Eres igual a esos dos! – gritó el Raikage corriendo hacia la Hokage una vez más

Misato tomó una posición de defensa, y utilizando Ocho Trigramas Sesenta y Cuatro Palmas a una gran velocidad logró bloquear los puntos de chakra del Raikage. Aquello tomó por sorpresa al Kage, no esperaba un jutsu así. Inmediatamente, el chakra rayo que rodeaba al Raikage desapareció.

– Maldita niña – gruñó el Raikage en el suelo

– Estoy segura que tendremos otra ocasión para seguir el duelo – afirmó Misato, este la miró sin decir una palabra

Y así, el Raikage vio como la Hokage se retiraba del lugar. Era la primera vez que no decía una palabra, la batalla le recordó a ese ninja veloz. Minato Namikaze.

Luego de la batalla, Misato volvió con los Kages restantes y vio a Tobi declarar la guerra a todas las naciones ninjas. La Hokage frunció el ceño, esto era malo.

– La próxima vez nos encontraremos en el campo de batalla – dijo Tobi amenazante

– Entonces, ¿qué haremos ahora? - preguntó el Tsuchikage una vez que se fue el ninja

– Debemos formar una Alianza Shinobi, es la única forma para contraatacar el poder de los siete Bijuu – dijo Gaara seriamente

– Raikage, ¿tú te oponías a esto, no es así? – preguntó la Mizukage

– Al parecer, mi hermano menor sigue con vida – dijo el Raikage – no podemos permitirnos seguir siendo manipulados por Akatsuki, ¡hay que formar la Alianza y acabar con esto de una vez por todas!

Finalmente, todos los Kages debatieron sobre los últimos Bijuu que debían proteger todos juntos. Ahora más que nunca, se unirían para combatir la guerra que se avecinaba. De repente, Misato sintió la presencia de Danzo pero desapareció.

Aquello era extraño, por lo tanto, la Hokage decidió teletransportarse fuera del edificio y con Hattori recorrer la zona volando. Debía encontrar a Danzo, algo tramaba.

Inesperadamente, Misato encontró a un equipo integrado por Sakura, Kiba, Lee y Sai. Quizás estaban tras Danzo, por lo tanto, descendió con Hattori. Y este se retiró velozmente, volvería si lo necesitaban.

– ¡Chicos! – llamó Misato – ¿van tras Danzo?

– No, encontramos a Sasuke – respondió Kiba olisqueando el aire – Danzo y Tobi están con él

– ¡Maldición! – dijo Misato

De repente, Misato notó un cambio en el chakra de Sakura. La observó, estaba nerviosa mientras los demás conversaban sobre la posición de Sasuke. La kunoichi de cabello rosado tiró una bomba de humo somnolienta. Todos los shinobi cayeron dormidos a causa de la acción.

– Sakura – habló Misato saliendo del humo – es muy grave lo que acabas de hacer

– ¡Me encargaré de Sasuke por mi cuenta! – exclamó Sakura colocándose sus guantes negros

– No lo harás – sentenció Misato con la mirada fija en la kunoichi – te doy la oportunidad para que te retractes y despiertes a tus compañeros shinobi

– ¡Te destruiré también si es necesario! – gritó Sakura con enojo – ¡Salvaré a todos yo sola! ¡Tú nunca haces nada por nadie!

– ¿Qué clase de shinobi deja atrás a sus compañeros? – gruñó Misato perdiendo la paciencia

– ¡Sal del camino, Misato! ¡O te noquearé! – amenazó Sakura tomando una posición de ataque

– Quieres matar a Sasuke – afirmó Misato – entonces, deberás vencerme

Con un gran grito, Sakura se abalanzó sobre Misato con el puño en alto rebozante de chakra. Misato detuvo el ataque velozmente y le dio un puñetazo en el estómago haciendo que la kunoichi saliera volando.

Inesperadamente, Misato vio cómo Sakura revelaba su Byakugou no Jutsu y lo liberaba rápidamente.

– ¡Libera el tuyo! ¡Lo necesitarás! – exclamó Sakura con su chakra de curación rodeándola

Misato no respondió, simplemente analizó a la kunoichi. Estaba completamente fuera de control. Sabía por todo lo que pasaba y comprendía la situación de impotencia que vivía. Desapareció en un flash cuando Sakura intentó pegarle. Y apareció a varios metros de pie sin hacer nada.

– Sakura, no hay necesidad de hacer esto – dijo Misato – podemos resolver esto sin luchar, somos compañeras shinobi

– ¡Desde que comencé el entrenamiento con Tsunade decidí que jamás volverías a ser mi compañera! ¡Desde ese día afirmé que seríamos rivales enemigas! – declaró Sakura apretando los puños

– Ambas somos de Konoha, te guste o no, somos compañeras – aclaró Misato con una vena en la frente

– ¡Yo debería haber sido Hokage! – gritó Sakura a viva voz – ¡La verdadera discípula de Tsunade! ¡Pero no, su sobrina fue elegida por la protección a la aldea y sus grandes habilidades! – lágrimas de enojo comenzaron a caer por sus mejillas – ¡Aquella sobrina que intenté superar todo este tiempo desde mi comienzo como alumna de Tsunade! ¡Jamás tuve esa gran cantidad de chakra, ni las habilidades, ni la capacidad de superar a todos!

Misato escuchó todas las palabras de Sakura con gran consternación. Sentía una gran cantidad de sentimientos negativos venir de Sakura, quizás este era uno de los castigos por los cambios realizados.

– ¡Cada paso que das, yo me encuentro a diez pasos atrás! – continuó Sakura con rabia – ¡Ni siquiera pude detener a Sasuke aquel día! ¡Y de ti se despidió con un beso! – las lágrimas caían sin parar – ¡Me lo mostró en un genjutsu! ¡Me quitaste todo! ¡Yo debería tener el amor de Sasuke!

Finalmente, Sakura cayó de rodillas llorando invadida por el tormento de sentimientos. Por primera vez en su vida, Misato deseó no haber existido. No tenía idea de que su presencia traería tales sentimientos negativos a la vida de los demás. La kunoichi pelirroja cerró los ojos intentando procesar todo lo que escuchó, y al abrirlos se arrodilló junto a Sakura.

– Lo siento, Sakura – dijo Misato apoyando la mano en su hombro – no tenía intenciones de dañarte, jamás las tuve – continuó – realmente lo siento por todo el mal que te causé. Y perdóname por lo que haré, es por tu bien – sin esperar, Misato colocó dos dedos en la sien de Sakura para dejarla inconsciente por un buen rato

Luego, Misato despertó a los demás para que llevaran a Sakura a un lugar seguro mientras ella iría a buscar a Danzo y Sasuke. Algo ocurría y ella tenía que saber.

Al llegar a la ubicación, Misato se encontró con una escena muy particular. Allí estaban Naruto, Sasuke y Kakashi, que había despertado del efecto post-mortem. Había rastros de una gran batalla, y de repente Tobi hizo su aparición.

– ¿Qué ocurre, Sasuke? – cuestinó Tobi – te dije que regresaras a casa y descansaras – miró a los otros ninjas – ¿Kyubi, eh? Parece que no pueden aguantar pelear cada vez que se juntan, yo prepararé un lugar adecuado para que captures al Kyubi y a Misato – miró a Sasuke – por ahora, nos retiramos

Misato observó a Sasuke respirando con dificultad. Extrañamente no encontraba el chakra de Danzo. La kunoichi amplió los ojos al recibir un mensaje de Sasuke a través del Sharingan. En el genjutsu, pudo ver a Danzo morir. El ninja había muerto a manos de Sasuke.

– ¡Yo pelearé en tu lugar dado que necesitamos al Kyubi y el chakra de la Uzumaki! – habló el Zetsu blanco haciendo movimientos extraños con otros zetsus

– Zetsu, tú no puedes capturar a Naruto y Misato – afirmó Tobi – el Kyubi sería demasiado para alguien que no es de tipo de lucha como tú, dejaré que Sasuke capture a ambos – miró al hombre reflexivamente – me preocupa Kisame, así que ve a buscarlo y únete al Zetsu negro

– Hai, entiendo – asintió Zetsu

En ese momento, Naruto caminó lentamente hacia Sasuke. Kakashi lo llamo en forma de advertencia ante los posibles ataques que el ninja podría hacer. Se detuvo a una distancia prudente, y le preguntó si había llegado a entender su corazón. Y lo mucho que le tomó poder entenderlo. Le prometió con gran determinación que lo traería de vuelta a la aldea. Luego de que Sasuke fingiera que no le interesaban los sentimientos de Naruto, este se retiró con Tobi desapareciendo en su Kamui.

Mientras tanto, Kakashi le informó todos los datos sobre el supuesto Madara a la Hokage. La joven escuchó atentamente cada información. Luego, Kakashi envió la información a los demás Kages a través de sus invocaciones de perros ninjas.

Al día siguiente, los Señores Feudales de cada nación se reunieron en una teleconferencia para discutir sobre los planes de Madara Uchiha y sus objetivos con los Bijuu. La conversación duró un buen rato hasta que finalmente llegaron a la conclusión de que aprobarían las Fuerzas Aliadas Shinobi.

La Hokage llegó a la aldea rápidamente junto a los demás, y aunque Shikaku le sugirió descansar, Misato decidió continuar con su trabajo pendiente en la Torre Hokage. Y analizar la información que se le había otorgado. Finalmente, decidió tomar aire fresco y se dirigió a la terraza.

Desde allí, pudo admirar cómo la aldea se estaba recuperando rápidamente y al observar la Montaña Hokage, pudo ver su rostro grabado en ella. Su corazón se agitó en emoción, jamás hubiera pensado ver su rostro allí. Fue increíble.

De repente, un anbu apareció frente a ella. Misato amplió los ojos al escuchar al ninja. Sonrió felizmente, Tsunade había despertado del coma. Desapareció en un flash y apareció en el hospital. Caminó por los pasillos rápidamente, casi corriendo. Al llegar a la habitación, abrió lentamente la puerta y miró a todos. Estaban presentes muchos ninjas médicos, Shizune y por supuesto, Tsunade. Todos lloraban de alegría. La mujer la miró atentamente y la escaneó con la mirada, y sonrió levemente. Sin esperar más, Misato corrió hacia ella y la abrazó con fuerza.

– ¿Hokage, eh? – comentó Tsunade con voz rasposa

– Es una larga historia – respondió Misato suspirando – estoy feliz de que estés bien, Tsunade-obasan – sonrió

Luego del breve encuentro y haber curado algunos síntomas recientes de Tsunade, Misato les ordenó a todos excepto Shizune que le permitieran descansar ya que pronto, Tsunade retomaría sus labores como Godaime Hokage.

Cuando Misato se retiró, Shizune le relató todo lo ocurrido durante su coma. La derrota final de Pain, el intento de Danzo de tomar el poder durante la reunión con el Señor Feudal, el ascenso de Misato a Rokudaime Hokage, la Cumbre de los Cinco Kages, el enfrentamiento de Misato frente al Consejo y, el aumento de su respeto y el de la aldea al enfrentarse al Raikage. Y sobre todo, la imparable guerra y los planes de Madara Uchiha. Además, le informó sobre la Alianza Shinobi.

Ante todo lo relatado por Shizune, la mujer estaba más que sorprendida por todo lo ocurrido. La situación era grave pero debía admitir que estaba orgullosa de Misato y su valentía para tomar el mando de la aldea. Podría haber rechazado el puesto de Hokage pero no dio marcha atrás. Definitivamente estaba orgullosa de Misato Senju, ahora era una shinobi nivel Kage. Seguramente su recompensa por su cabeza en el Libro Bingo estaría por las nubes.

– No te preocupes, Tsunade-sama – habló Shizune entendiendo sus sentimientos – Misato es poderosa, ella y Naruto darán batalla por sus vidas, están en otro nivel

– Es cierto – asintió Tsunade recordando el Modo Sabio de su sobrina y el gran domo de madera –ahora nos ocuparemos de los asuntos urgentes, una guerra se acerca – se levantó de la cama

– ¡Tsunade-sama! ¡Espere!

– No hay tiempo para esperar, ¡vamos a la Torre Hokage, Shizune! – ordenó Tsunade pero su estómago gruñó fuertemente – primero, tráeme comida, ¡y convocaremos una reunión urgente!

Cuando Misato por fin encontró a Shikaku, le informó sobre el buen estado de Tsunade y que retomaría su labor como Godaime Hokage. La kunoichi le agradeció profundamente por toda la ayuda.

– No hay nada que agradecer, ambos cumplimos nuestro deber como shinobis – dijo Shikaku mirando a la jovencita – y aunque Tsunade retome su deber, tú sigues siendo Rokudaime Hokage – el hombre miró la Montaña Hokage

– Hai – asintió Misato mirando también la montaña

Estuvieron un rato observando hasta que un Jounin les informó que debían reunirse con la Hokage. Ambos se dirigieron al punto rápidamente. Vieron muchos shinobi, y tomaron asiento donde había lugar.

– ¿Estamos todos? – preguntó Tsunade en voz alta – ¡Vamos a comenzar nuestro consejo de guerra para discutir la estrategia!

– En primer lugar, debemos reunir reservas de herramientas ninjas y alimentos – habló Koharu – debemos dividir nuestros shinobis en unidades de batalla principal y fuerzas de apoyo, y considerar la forma en la que debemos construir las secciones, dentro de las fuerzas de combate ¡Tráiganme la lista completa de todos los shinobis de los que disponemos!

Varios ninjas se acercaron a entregarle diversas actas con todos los nombres y datos de shinobis. De repente, dieron por finalizada la reunión y avisarían en unas horas cuándo continuarían. Aquello fue extraño, sin duda lo era.

Al día siguiente, Misato decidió apartarse un rato de la muchedumbre y decidió sentarse al borde de los muros de la aldea. Allí comenzó a meditar y examinar sus niveles de chakra. Todo estaba en orden, pronto podría usar su gran jutsu médico. Tan solo esperaba jamás usarlo. Miró sus manos y las cerró en puños, la guerra se acercaba y le tocaría ver muchas cosas. Era un Ninja Médico pero los horrores de la guerra eran otra cosa. Se enfrentaría a ello si eso significaba acabar con sus enemigos.

De repente, un águila sobrevoló cerca de ella. Frunció el ceño y apareció en la Torre Hokage. Allí estaba de pie Naruto mirando a la Hokage. Misato le sonrió, y este le correspondió la sonrisa.

– Ustedes realizarán una misión de rango S junto a Yamato – dijo Tsunade con las manos entrelazadas

– ¡¿Rango S?! ¿De verdad nos estás asignando una misión tan importante? – exclamó Naruto muy emocionado

Misato entrecerró los ojos en sospecha. Otra vez, detectaba algo extraño. Primero la reunión, ahora la misteriosa misión rango S. Mientras Naruto festejaba, Misato podía jurar que había otras intenciones detrás de aquella misión. La guerra se acercaba y casualmente los mandaban a una misión acompañados de Yamato, a un lugar muy lejano. Definitivamente investigaría qué estaba sucediendo.