Abril 12. Parte 2: Nido de Amor Grupal en la Azotea

- ¿Qué intentan decirme? - preguntaba Futaro.

- TU NOS GUSTAS. ESTAMOS ENAMORADAS DE TI. - decían las quintillizas que se confesaron ante el amigo que siempre ha estado a su lado en materia de estudios y que se ha convertido en alguien especial para ellas. Futaro se ha quedado en shock por esta inesperada confesión quíntuple por parte de las quintillizas que anhelan ser más que sus amigas.

- Mejor vayamos a la azotea para hablarlo más tranquilos. - dijo el pelinegro recomponiéndose de la confesión hecha por las chicas. - ¡Si! - decían todas con una mirada nerviosa yendo con el pelinegro rumbo a la azotea.

Ya en ella, 2 de las quintillizas, Ichika y Nino, se acercan al pelinegro. - Déjanos ayudarte, por lo menos, para que no te tumbes de manera brusca y con el sueño a cuestas. - dijo Ichika.

- Bueno, si así lo dicen. Pero cuidado con la espalda. - dijo Futaro aceptando la ayuda de las 2 chicas.

- Miku, tráeme el café, por favor, mientras ayudo a Ichika con Fu-kun. - dijo Nino a su hermana.

- Ya lo tengo en mis manos, solo está tibio. - hablaba Miku trayendo el vaso con café.

Itsuki y Yotsuba estaban atrás hablando de lo ocurrido. - Itsuki, ¿crees que lo que le hemos dicho a Uesugi-san estaba bien? Aún lo veo sorprendido. Tal vez fue mala idea decirle que gustamos de él. - hablaba Yotsuba.

- Si, yo también estoy preocupada, al igual que nosotras. Pero de algún modo tenía que buscar la manera de confesarnos ante él, por todo lo que nos ha ayudado de manera instinta, aparte de los estudios. Si mamá estuviese con vida, ella habría aprobado nuestra relación con él porque estamos siguiendo el principio de igualdad como el compartir a un novio. Algo que raras veces se ha visto a nivel mundial, y que en verdad lo amamos. - decía la pelirroja con una sonrisa ruborizada.

- Chicas, reúnanse, por favor. - llamaba Futaro a las quintillizas. Todas se acercan a él y se sientan en las colchonetas a escuchar lo que dirá.

- En mis 17 años, nunca he esperado un tipo de confesión como el de ustedes, ¿saben? En verdad, ustedes me sorprenden cada día. Pero tranquilas, no estoy enojado por eso. Al contrario, mi alma está feliz al recibir este obsequio que me ha dado la vida. Antes no comprendía esas insinuaciones y las muestras de afecto que me daban, dígase abrazos o besos, pero cuando veía algo que faltaba en cada una de ustedes yo reaccionaba para brindarles mi ayuda de esa misma forma. - dijo Futaro.

- Lo sabemos, Uesugi-kun. Sé que nuestra confesión fue algo repentino durante los exámenes nacionales, y además, esa era una de las 2 sorpresas que teníamos para mostrarte. Pero no es necesario responder de inmediato, sino... - decía Itsuki pero era interrumpido por el tutor pelinegro. - Sin embargo, al conocerlas a ustedes, me he dado cuenta que ustedes se han convertido en cinco ángeles que han venido a cambiar mi forma de ser y de ver las cosas. He estado más preocupado por los estudios y por la felicidad y las notas de ustedes, lo que no he llegado a percatarme es que ustedes se preocuparan por mi bienestar. Les estoy agradecido por preocuparse y me gustaría que siguiera así. Mi respuesta lo tendrán en la hora de almuerzo, pueden estar tranquilas, y les seguiré contando. Muy bien, mi pequeña pelirroja, eres la siguiente al ser la inteligente en Ciencias. - contaba Futaro mientras llamaba a una ruborizada y sonriente Itsuki.

- Ya estoy contigo, Uesugi-kun. Te daré dos obsequios que te has ganado. Esto (se acerca Itsuki a besar a Futaro), para la buena suerte en Ciencias. Y este otro, (volvía Itsuki a besar al pelinegro), por haberme rescatado de las antiguas instalaciones del colegio. - decía una Itsuki coqueta y ruborizada.

- ¿Ya estás más tranquila? - preguntaba Futaro. - Si. ¿Lo ves? Esta es una muestra en la cual te preocupas mucho por nosotras. - respondía Itsuki tomándole el brazo del pelinegro para pegarlo en sus pechos y él se enrojecía.

- Fu-kun, yo debí hacer esto en la previa de inglés, pero, te pondré una crema para abrir los poros en los brazos. Eso servirá para dejarte despierto en lo que pueda por el efecto frío que contiene. Me gusta mucho esta crema y te la estoy compartiendo. - dijo Nino mientras lo mira con ternura.

- Gracias, Itsuki y Nino, agradezco a las 2 y a las demás por preocuparse por mí. Bueno, ¿alguna duda en Ciencias? - decía el pelinegro que comenzó a repasar Ciencias mientras lagrimaba de alegría.

- Tranquilo, Uesugi-kun, cada vez que te encuentres triste siempre nos tendrás a tu lado para consolarte, al igual que nos hagas lo mismo en cierta situación difícil, porque te expresamos mucho cariño. Descuida, te apoyaré en las explicaciones de Ciencias. - decía Itsuki sonriendo y poniéndose de frente mientras le secaba las lágrimas de su probable novio. Así, Futaro y las quintillizas han repasado Ciencias en lo que puedan de forma divertida y dinámica.

A cinco minutos sonó la alarma del celular de una de las quintillizas. El pelinegro y las chicas recogen las colchonetas para tomar rumbo al salón de clases. - Futaro-kun, ¿qué te ha parecido esa confesión quíntuple? - preguntaba Ichika que miraba con su típica sonrisa a Futaro.

- Es como tú dices: me hizo resonar mi corazón. Pero la respuesta se los diré cuando termine un asunto con Takeda. - respondía el pelinegro mientras Ichika asentía, pero de pronto se tropieza con un escalón a la bajada, pero se apoya con la mano a la pared.

- Futaro, ¿estás bien? - preguntaba Miku. - Te diría ahora mismo que estoy bien, pero no está demás una ayuda de parte tuya. Te lo agradezco, Miku. - agradecía Futaro de la ayuda de Miku.

- De nada, Futaro. Te hubiera traído de inmediato el café caliente si no fuera por ese Takeda, pero le he dicho su verdad en su cara. - hablaba Miku con fastidio luego de lo que habló con Takeda.

- ¿Me puedes proporcionar la evidencia sólida de lo que dices, Miku? - preguntaba Futaro.

- Si, pero trata de no dormirte en el siguiente examen, Futaro. - dijo Miku preocupada.

Llegados al salón, las quintillizas vieron con ojos de pistola unos asientos atrás a Takeda mientras repasaba sus apuntes de Ciencias, pero Futaro abraza los hombros de las chicas para sacarlas de sus pensamientos. - Chicas, mejor preocúpense en salir bien en sus exámenes. Este asunto con Takeda déjenmelo a mí. Voy al baño. - hablaba éste mientras iba para el baño. Ya en el baño, Futaro se puso los audífonos que le prestó Miku.

Flashback - Futaro le pidió prestado los audífonos que usa Miku en el cuello para escuchar la grabación que recibió por correo. - Fin del flashback.

El pelinegro se puso a escuchar la conversación del director Takeda con el Dr Nakano, su semblante había cambiado a uno más fastidioso y golpea con el puño a una pared del baño. Luego de esto, sale raudo y veloz al salón, pero al entrar ve al profesor dando las instrucciones. - Rayos, ya entró el profesor. - pensaba Futaro al entrar al salón.

- Uesugi-kun, se salvó por un pelo. Un poco más y lo dejaba por fuera con la tranca puesta. - decía al profesor dejando a un Futaro pálido ante la mirada neutra de las quintillizas para evitar una reacción en sus rostros.

- Fu fu fu. - se reía sin querer Yotsuba de forma zurrona, pero fue neutralizada por la mirada fulminante de sus hermanas, principalmente Nino que preparaba un posible coscorrón, que la dejaron haciendo una disculpa juntando sus manos en forma de rezo.

- Esto fue una advertencia, alumnos. Puede sentarse a hacer su examen, Uesugi-kun. Cualquier duda, me levantan la mano para acercarme a ustedes. Pueden empezar. - ordenaba el profesor a sus alumnos.

Itsuki se colocaba una vez más sus anteojos y empezaba a ojear las preguntas con la mayor calma posible. - Uesugi-kun, mis hermanas y yo haremos nuestro trabajo en sacar buenas calificaciones. Haz tu parte de quedar entre los 10 mejores. Me conformaría que llegases entre los 5 mejores lugares. Trabajaremos para impedir que papá nos transfiera a Osaka. Buena suerte. - pensaba Itsuki mientras se enfoca en ver su examen. Y así fue como se ha desarrollado con normalidad el examen de Ciencias.

Mientras tanto, Futaro trataba de resolver con tranquilidad su examen, a pesar de haberse bajado un poco el sueño por el café que le dieron previamente, pero estaba latente la falta de sueño cuando estaba por acabar su examen.

Al terminar, entrelazó los dedos de sus manos y se quedó esperando a que acabara el tiempo. - Listo, por suerte lo terminé sin mucha dificultad, pero el sueño quiere vencerme. Esperaré a que suene la hora del almuerzo. - pensaba Futaro en su mente.

Las quintillizas, inclusive Itsuki que usaba el espejo para mirar a Futaro por detrás, veían el semblante normal del mismo. De inmediato suena el timbre dando aviso a la hora del almuerzo, y el profesor recoge los exámenes. - Itsuki, pasa mi examen al profesor, por favor. - decía Futaro pidiéndole un favor a Itsuki.

- Está bien, Uesugi-kun. Quédate un momento. Profesor, aquí le entrego el examen de Futaro Uesugi-kun. - dijo Itsuki mientras le entregaba el examen al profesor.

- Gracias, Nakano-kun. Espero que salgan bien, estudiantes. Vayan a almorzar ahora para que recuperen energías. Au revoir. - dijo el profesor de Ciencias despidiéndose de los alumnos.

Las quintillizas se preparaban para ir a la cafetería y se acercan a Futaro. - Futaro, vamos a almorzar a la... - decía Miku cuando ella misma se interrumpe para mirar de cerca al pelinegro y se percata que tenía una burbuja en su nariz.

- Chicas, Futaro ya se durmió. - avisaba Miku a sus hermanas.

- Bueno, es típico de Futaro-kun. No es la primera vez que lo veo dormir con los ojos abierto. - decía Ichika con su típica sonrisa. Itsuki se acerca. - ¿No les parece lindo Uesugi-kun, chicas? - dijo Itsuki sonriendo con ternura.

- Sí, parece un lindo bebé. - decía Miku pasándole de aire su mano como si lo acariciara.

- Como el que ví por YouTube cuando un cachorrito se dormía con el tiempo mientras vigilaba a su pequeño amo. - hablaba Nino cerca del pelinegro. - Aawww - dijeron todas.

- Si Uesugi-san fuera un bebe de verdad, ya me entrarían ganas de mimarlo como toda una madre, le cantaría canciones de cuna y lo enviaría a su cuna. - decía Yotsuba enrojecida mientras sus hermanas ponían sus caras de tomate por lo que dijo su media retorcida hermana.

- Ejem. Posemos con él mientras duerme, sería un buen recuerdo para nosotras 5. Y de paso, cantaremos esta canción de cuna. - dijo recomponiéndose Itsuki que posó junto a sus hermanas para tomar una foto con su celular y de paso cambió al modo de video para cantar la canción de cuna de Kobato.

Luego de esto, las chicas despiertan a Futaro cuando se le explotaba la burbuja que tenía en su nariz. - ¿Eh? ¿Qué pasó? ¿Entregaste mi examen, Itsuki? - preguntaba Futaro que se despertaba de su pequeño sueño.

- Si, ya lo entregué por ti, Uesugi-kun. Compremos algo para llevar de almuerzo y comerlo en la azotea. Traigan las colchonetas, chicas. - respondía Itsuki mientras le tocaba con sus manos el rostro de Futaro.

- Qué manos tan suaves tiene. Me imagino que todas las tienen igual. - pensaba Futaro.

- ¿Puedes levantarte, Uesugi-san? - preguntaba Yotsuba.

- Si, no es nada, Yotsuba. Puedo levantarme. Miku, ten tus audífonos, muchas gracias. - respondía el pelinegro mientras le devuelve los audífonos a Miku.

- De nada, Futaro. Lo hice por tu bienestar, aunque no quería que te enteraras y te concentraras en prepararte en los exámenes. - decía Miku mientras se colocaba sus audífonos en el cuello.

- No te esfuerces tanto en levantarte, Fu-kun. - decía Nino.

- Vamos de inmediato, Uesugi-kun. Tengo mucha hambre y se puede acabar lo que me guste. - dijo la pelirroja apresurando un poco a Futaro.

En los pasillos, las quintillizas y Futaro iban en camino a la cafetería. De pronto, el pelinegro mira a Takeda que llevaba el sobre amarillo. - Oye, Takeda. - llamaba el tutor a Takeda.

- Vaya, Uesugi-kun, te ha dejado exhausto el examen, ¿verdad? - decía Takeda con una sonrisa nerviosa.

- Menos palabrerías. Aprovechemos que tenemos el baño de caballeros cerca para hablar en privado. - dijo Futaro con una mirada penetrante que iba al grano.

- E-está bien, de igual manera necesitaba ir al baño. - decía algo nervioso Takeda. - ¿Estarás bien, Futaro? - preguntaba Miku.

- No se preocupen por mí, chicas, adelántense, todo estará bien. - le dijo Futaro a las chicas que le entraron una preocupación, pero él les daba algo de tranquilidad. - De acuerdo, te esperamos en la cafetería. No te tardes, Uesugi-kun. - decía Itsuki mientras las demás chicas miraban con algo de fastidio a Takeda que entraba al baño junto con Futaro.

Dentro del mismo, Futaro buscaba un inodoro disponible, y de inmediato hizo sus necesidades. - Uff, a pesar que lo necesitaba, este sueño quiere vencerme. - dijo Futaro dentro del inodoro.

- Vaya, se nota que te has preparado bien en los exámenes, Uesugi-kun. Tienes mis respetos como tu rival que soy. - decía Takeda mientras orinaba en el orinal con un pequeño sarcasmo.

- Me imagino que te has preparado mejor que yo, en sentido de la metodología usada para poder todo el conocimiento suficiente para las 5 materias. Habrás dormido normalmente sólo por vencerme para ser el primero del grupo, ¿o me equivoco? - hablaba Futaro desde el inodoro devolviéndole el sarcasmo a Takeda.

- Ay, mi querido amigo, me imagino que quieres ir al grano de lo que ocurre. - dijo Takeda terminando de orinar.

- Así es, es eso que llevas en tus manos lo que me intriga. - respondía el pelinegro que iba saliendo del inodoro.

- ¿Tanto lo quieres saber? Te lo diré. Son las respuestas de las 5 pruebas. - decía Takeda de forma sarcástica mientras mostraba las hojas con las respuestas.

- Según la grabación que me dio Miku, el director que es su padre lo debe haber proporcionado. - pensaba Futaro de forma molesta.

- Con esto podré tener mejor posición entre los 10 mejores de todo Japón, sin importar cuanto esfuerzo consigas. - seguía hablando Takeda de forma arrogante.

- ¿Y te haces llamar mi rival haciendo esas triquiñuelas? No importa lo que hagas, lograré empatarte o superarte sin truco alguno. - al momento que Futaro le refutaba a Takeda, el mismo hace algo inesperado enfrente del pelinegro: rompe las páginas de las respuestas de los 5 exámenes.

- ¿Eh? ¿Pero qué hizo? - pensaba Futaro de la reacción de Takeda.

- No me malinterpretes. Solo lo abrí para repasar las respuestas de los 2 primeros exámenes mientras estaba solo. Sería algo estúpido de mi parte mostrar eso ante el público. - decía Takeda cuando de repente empezó a hablar de su meta en la vida profesional que es de convertirse en un astronauta para poder observar el comportamiento del planeta Tierra y de los que lo componen alrededor del mundo.

- Es por eso, Uesugi-kun, que te venceré con mi propio conocimiento en los siguientes exámenes, sin necesidad de recurrir a trucos baratos. Espero que no me desilusiones en esta rivalidad que tenemos. - concluía el rubio lanzándole el reto a Futaro en los siguientes exámenes.

- Si, como tú digas... - decía Futaro cuando fue interrumpido por el gruñido de su estómago dejando a Takeda con mirada de palo y un sudor en la frente mientras se metía al baño a regurgitar.

- Oye, Uesugi-kun, ¿estás bien? - preguntaba Takeda al pelinegro.

- Cof, cof, descuida. Además, acepto tu desafío en los 3 exámenes restantes. - respondía Futaro al desafío de Takeda.

- Jajaja, pero ¿qué dices? Después de todo somos rivales eternos. - decía Takeda que iba dejando el baño con el pelinegro que seguía regurgitando.

Mientras tanto en la cafetería, las quintillizas terminaron de comprar algo de comer. - Fu-kun se está tardando. Le compraré algo de comer para ir a la azotea. - dijo Nino.

- No, yo le compraré de comer, Nino. - hablaba Itsuki. Luego se formó una pequeña discusión por comprarle la comida del pelinegro y alguien sale detrás de ellas. - Oigan, parecen diputadas a punto de irse a los puños. Están igual que Nino y Miku cuando discutían por las bellezas interna y externa. Verlas en eso me está gruñendo el estómago. Compraré mi almuerzo - era Futaro que se aburría de verlas peleando por cosas inútiles.

- Oye, "esta diputada" que tienes en frente tuyo tiene reservado una cachetada en la mejilla para ver si dejas la payasada. ¿Entendiste, Fu-kun? Sueltame, Ichika. - decía Nino con un puchero de forma cómica mientras lo sostenía Ichika y un poco lejos estaba Miku con un puchero.

Luego que Futaro comprara su almuerzo para llevar, lo ponía en la mesa y se dispuso a abrazar a Nino dejándola sorprendida junto a las demás chicas. - Tranquila. Si te molesté con esa comparación, te pido disculpas. - dijo Futaro disculpándose con Nino mientras ella se dejaba corresponder del abrazo.

- No hagas caso a lo que dije. Sólo estábamos jugando. (Nino le acaricia el cabello del pelinegro) Ven, vamos a la azotea a comer con tranquilidad. Yotsuba, ve con Itsuki al salón a buscar las colchonetas. Las demás van a llevar los almuerzos. - decía Nino mientras ordenaba a las chicas a realizar las ordenes que decía.

- Lo malo es que los de la cafetería se les descompuso la cafetera. No venderán café hasta la otra semana. - decía Miku con preocupación.

- Oh no, ¿qué haremos ahora? Sólo venden café enlatado frío. Eso no servirá para Futaro-kun. - decía Ichika preocupada.

- Pero, Ichika, debemos almorzar primero y después veremos si necesita café. - dijo Miku.

Futaro y las quintillizas llegaron a la azotea a almorzar. - Ah, ya era hora. Al fin podré recuperar algo de energía. - dijo un emocionado Futaro.

Las chicas al ver el almuerzo pobre que compró Futaro, se pusieron preocupadas y tristes por la cantidad. - ¿Eh? ¿no piensan recuperar sus energías con la comida? - preguntaba Futaro al ver la mirada preocupante de las quintillizas.

- Te daré un pedazo de camarón, Uesugi-kun. Me da una tristeza ver que comes poco. - dijo Itsuki dándole una parte de su comida al pelinegro.

- Toma un poco de arroz, Futaro, tendrás más energía cuando resuelvas los 2 exámenes que faltan. Deberías quererte más en materia alimenticia, porque has estado cabeceando de un lado a otro en los exámenes. - decía Miku dando un poco de arroz.

- Toma, Uesugi-san, algo de yakiniku (carne asada) para acompañar el arroz. - dijo Yotsuba dándole la mitad de su carne asada para Futaro.

- Algo de sopa de Miso con verduras no te haría falta, Futaro-kun. No quiero que mi sensei sea tan avaro cuando compre su propia comida y no solo para los demás. Chuu. - dijo Ichika dándo algo de sopa a Futaro mientras se acercaba con un cariñoso beso.

- Los vegetales son una parte esencial para todo ser humano. Un poquito de pepinillos no estarían de más, Fu-kun. Debes nutrirte bien y no andar siempre como un esqueleto, de lo contrario, tendré que amarrarte a una silla para que comas bien. - hablaba Nino al ceder sus pepinillos al pelinegro.

- Pero, chicas, ustedes también necesitan energías para recomponerse de los 3 exámenes anteriores. - decía Futaro por el acto que hacían las quintillizas por ayudar a alimentar bien al mencionado pelinegro.

- Fu-kun, si hacemos esto es porque nos preocupamos mucho por tu alimentación y por tu bien. Así como te has sacrificado por nosotras a pesar de los inconvenientes que tuvimos en el pasado, cada día hemos mejorado las calificaciones y nuestra relación hasta llegar al punto en que finalmente pudimos confesar nuestro amor por ti. (Nino se le acerca poniendo sus manos en la cabeza de Futaro) Déjanos ser las que te acompañemos hasta el final de nuestras vidas y muchas sorpresas te encontrarás al estar con nosotras. - decía Nino con una sonrisa.

Las chicas miraban tiernamente al pelinegro y cada una pasaba su mano acariciándole la mejilla derecha. Dos minutos después, Futaro y las quintillizas disfrutaban de la comida con alegría. - Siento como mi cuerpo ha recuperado las energías. - decía alegre Itsuki.

- Así es, esforcémonos en los siguientes 2 exámenes que faltan. Sé que los seis lo lograremos. - dijo Yotsuba con su característica positividad.

- Chicas, cuando fuimos a buscar a Itsuki en el edificio antiguo del colegio, Fu-kun calmó su llanto desconsolado cantándole una canción de cuna, y en verdad tiene un buen tono de voz. Nos lo tenías oculto, ¿eh, Fu-kun? - dijo Nino con una sonrisa zurrona a Futáro comentándole a sus hermanas del talento oculto.

- Si, en verdad Uesugi-kun tiene un buen tono de voz para el canto. Dime una cosa, Uesugi-kun, ¿por qué usaste una canción de cuna para que dejara de llorar? - decía Itsuki mientras preguntaba a Futaro.

- La verdad, buscaba la forma de calmarte con el abrazo, pero al ver que usas las peinetas de estrella todos los días, se me ocurrió la idea de cantarte esa canción de cuna en la cual encajaba en tu personalidad, Itsuki. - dijo Futaro al ver que la pelirroja se ruborizaba de lo mencionado.

- ¿De mis peinetas de estrella? Vaya, te lo agradezco mucho. Y volviendo al tema de tu forma de cantar, me gustaría cantar un dueto contigo o en grupo con mis hermanas. ¿Qué te parece, Uesugi-kun? - decía Itsuki invitando a Futaro en un dueto mientras le toca la mejilla con su mano.

- No me parece mala la idea, además, el cantar también sirve para desestresar lo que llevamos dentro, no solo cuando estamos alegres o tristes. Eso me lo dijo un maestro de canto cuando era niño. - dijo Futaro ruborizado.

- Futaro, dijiste antes del examen de Ciencias que nos ibas a dar una respuesta de nuestra confesión quíntuple. Pero si vas a agregar algo más, te escucharemos. - hablaba Miku recordándole lo que dijo antes del examen de Ciencias.

- Ah, es verdad, Miku. Gracias por recordármelo. Déjenme terminar mi almuerzo y se los digo enseguida. - dijo el pelinegro que aún tenía comida en su plato.

Luego de terminar su almuerzo, se dispuso a seguir hablando antes de dar su decisión respecto a la confesión hecha por las quintillizas. - Bueno, volviendo a la confesión quíntuple que me han hecho ustedes, (Futaro se arrodilla) cuando comenzamos a llevarnos bien, mi rol fue más de hermano mayor que de tutor. Pero hubo momentos de insinuaciones, abrazos y besos por parte de ustedes y que lo pasaba inadvertidamente en las cuales estaba despertando unos sentimientos que tenía dormidos después que murió mamá. Cada una de ustedes me transmitieron diferentes sentimientos cuando esbozaban una sonrisa en sus rostros, inclusive en los momentos más difíciles. Poco a poco estaba floreciendo un sentimiento de amor hacia ustedes, pero tenía mis dudas. - decía el pelinegro que continuaba con su relato.

- ¿Qué dudas tenías, Uesugi-san? - preguntaba Yotsuba. - Es que... no sé cómo explicarlo, chicas... - respondía Futaro dudoso pero unas manos lo tranquilizaban.

- Descuida, Futaro-kun, puedes responder con sinceridad. Respira hondo y podrás sacar esa duda que no te permite responder. - decía Ichika con una sonrisa que tranquilizaba a Futaro mientras respiraba hondo.

En un segundo se suman otras parejas de manos, y eran de las demás quintillizas. - No te contengas, Fu-kun. Solo debes sacarlo y te habrás librado un peso encima. Te hace falta algo de yoga jeje. - decía Nino con una mirada pícara.

- Uesugi-san, solo respira profundo y estarás librado de toda duda que te aqueja. Sé que nos responderás de buena manera para beneficio de los 6. - dijo Yotsuba con optimismo.

- Confía en nosotras, Uesugi-kun. No importa que dudas tengas, solo suelta ese peso imaginario que llevas. Yo confío en ti, Uesugi-kun, y mis hermanas también. No dejes que el miedo consuma esa sinceridad que llevas en tu corazón. - hablaba Itsuki reconfortando a Futaro.

- Déjanos ser la luz que alumbra en este túnel oscuro de dudas, Futaro, porque así podrás encontrar el final del túnel con una mente despejada. - dijo Miku con su tierna sonrisa. Cada una le besaba las manos tomadas de Futaro para darle una tranquilidad y confianza en lo que iba a seguir hablando.

- Gracias, chicas, sus muestras de afecto me ayudan a calmar los nervios. Como decía, mis dudas eran que si yo elegía a una de ustedes, podría dejar a las 4 restantes sufriendo, eso es horrible y es imperdonable para todo hombre como yo dejar escapar esos sentimientos como este. Además, tengo que confesarles algo que no les he contado: me enamoré de ustedes de todo el amor y cariño que me han impregnado cuando fueron a rescatarme en el rio al resbalarme para agarrar las tarjetas de acceso de su antiguo condominio que tiro Yotsuba sin medir consecuencias. - dijo Futaro que ha dejado impresionado a las chicas con esta revelación hecha por el mismo y se toman el pecho las 5 con ternura, pero con una Yotsuba avergonzada de lo que hizo.

- Chicas, también me gusta cuando se rien juntas. Eso en verdad dejaba mi corazón satisfecho, porque mi objetivo es que sean felices y logren alcanzar sus metas que van a aspirar en el futuro hasta que se gradúen. Y agregaré el mensaje que iba a contarles luego de rescatar a Itsuki: sin importar lo que les pase a ustedes cuando estén conmigo, estaría dispuesto a exponer mi físico con tal de mantenerlas a salvo. No permitiré que la tristeza se interponga ante la felicidad de ustedes. Siempre tendrán en alguien como yo, y espero recibir igual trato de ustedes. - continuaba Futaro hablándole de corazón a las quintillizas.

- ¿Cuál es tu respuesta sobre nosotras? - decían las chicas que se acercaron a Futaro para escuchar su respuesta final.

- Chicas, tuvieron el valor suficiente para poder realizar esta confesión hecha por ustedes. Me pregunto si esa reunión de mujeres que hicieron ayer tuvo algo que ver en eso. - decía Futaro suponiendo mientras las chicas estaban sorprendidas.

- Es verdad, Uesugi-kun, todo fue por una simple pregunta que les hice a ellas. - dijo Itsuki mientras se tocaba los dedos.

Flashback - Las chicas se reunieron en el parque y se preguntaron lo que sienten por el pelinegro. Cada una han confesado sus sentimientos hacia él, donde todas han puesto caras de sorprendidas relatando los momentos en que cada una han pasado un momento a solas con su primer amor y otras en grupo. Luego de esto, con sus corazones unidos, las quintillizas han tomado la decisión de confesarle su amor compartido por él, sin importar lo que les depare su padre, quieren pasar sus vidas junto al pelinegro. Al final unen sus dedos meñiques y pulgares haciendo el símbolo propio de las quintillizas. - Fin del flashback.

- Ahora lo entiendo. - dijo Futaro entendiendo lo narrado por ellas.

- Pero no has dicho tu respuesta al confesarnos ante ti. - reclamaba Itsuki junto con las demás quintillizas.

- Ejem, cierto. Mi respuesta es... QUE YO LAS AMO A USTEDES CINCO POR IGUAL. Ichika, Nino, Miku, Yotsuba, Itsuki: estoy dispuesto a aceptar sus sentimientos. ¿Podrán ustedes aceptar los míos? - dijo Futaro declarándose ante las quintillizas que estaban sorprendidas mientras hacía una pose de defensa de posible golpiza al terminar de hablar, pero ellas lo tienden despacio en la colchoneta y le retiran despacio los brazos para que él viera.

- ¿Chicas? Sé que fue apresurado y... - dijo Futaro pero fue interrumpido por las quintillizas que le ponen cada una un dedo en su boca cerrada para que él escuchara la respuesta mientras sonreían con ternura.

- SI, TODAS ACEPTAMOS TUS SENTIMIENTOS PARA SER TUS NOVIAS, FUTARO UESUGI. SOMOS TUYAS. - dijeron las quintillizas al unísono y de forma decisiva en querer dar el siguiente paso con el pelinegro que estaba sorprendido y a la vez esbozaba una sonrisa.

Las chicas lo reincorporan a sentarse, y lo abrazan alrededor mientras sacan unas pequeñas lágrimas de felicidad. - GRACIAS POR CORRESPONDER NUESTROS SENTIMIENTOS. TE AMAREMOS POR SIEMPRE. - volvían a hablar las quintillizas al unísono agradeciendo a Futaro por acceder a dar el siguiente paso con ellas.

- Gracias por estar a mi lado. Las amaré por siempre, mis queridas quintillizas. - decía Futaro mientras sacaba unas lágrimas de alegría. Las chicas le secan sus lágrimas y cada una besan a Futaro con ternura.

- Con esto de la declaración, casi olvidamos el compromiso con el siguiente examen. Chicas, a echarle ganas a lo que viene. - dijo un Futaro que se recompuso en su compromiso de aprobar los exámenes luego de mirar el reloj 2 minutos después.

- Que pase mi mejor alumna de Historia. - decía Futaro que llamaba a Miku.

- Aquí estoy, Futaro. Ahora es mi turno fu fu fu. - dijo Miku que se acercaba a Futaro.

- Recibe mi obsequio de Historia, Futaro. (Miku besó con pasión al pelinegro) Lo necesitarás para el examen. - dijo Miku mientras miraba al pelinegro.

- Les preguntaré a ver si están preparadas, es una pregunta que casi nadie me ha contestado. ¿Te acuerdas, Itsuki? - decía Futaro que se preparaba para formular la pregunta teniendo a Miku que la abrazaba escuchando los repasos.

- ¿Eehh? Si es que yo creo que es, lo sé. - suponía Itsuki.

- Muy bien, aquí va: Durante la batalla de Itsukushima, ¿quién fue el general que fue derrotado por Mouri Motonari? - preguntaba Futaro. De repente las quintillizas responden a la vez. - SUE HARUKATA!!

- Muy bien, al fin responden algo que debieron hacer hace mucho tiempo. - dijo Futaro que reaccionaba de la respuesta de las quintillizas.

Él se acerca a Miku para consultar una pregunta. - ¿Qué tal si las sorprendemos con esta pregunta de los mocos? - preguntaba Futaro mientras que Miku asentía y estaban poniendo miradas maliciosas con cruces brillantes en los ojos.

- A ver, de seguro esta no la adivinan. - retaba Futaro a las chicas. - DINOS LA PREGUNTA, TE SORPRENDEREMOS. - decían las demás chicas. - Pero esta pregunta la formulará Miku. Por favor, haz los honores. - dijo el pelinegro cediendo la pregunta a Miku que estaba preparada.

- Gracias, Futaro. A ver, chicas. ¿Quién fue la persona que tomó un té que contenía mocos de Oya Kichi? - preguntaba Miku con mirada zurrona. Sus hermanas estaban perdidas. - Oye, ¿Qué clase de pregunta es esa, Miku? Lo has hecho con mala intención, ¿verdad? - reclamaba Nino con fastidio pensando que era una maldad de su tercera hermana.

- Miku no hizo esa pregunta con mala intención, porque ella también me la hizo, pero después se lo contesté. ¿Nadie sabe? No es posible. Respóndeles, Miku. - dijo Futaro defendiendo la pregunta de Miku. - La respuesta es Ishida Mitsunari, el responsable de beber el té con los mocos de Oya Kichi. - respondía Miku a las chicas para que lo aprendieran y le tomaban nota.

Así se han pasado Futaro y las quintillizas convertidas ahora en sus novias repasando lo de Historia. Sonó el timbre del celular y todos recogieron las colchonetas para ir rumbo al salón. Las quintillizas dejaron atrás aquella rivalidad que tenían por disputarse a Futaro, no hubo perdedoras pero si victoriosas por parte de ellas debido a que el tutor agente libre las correspondió. Para eso celebran cantando una canción (Mag Mell Cuckool Mix 2007 - Eufonius feat. Riya - opening de Clannad) como señal de triunfo, y Futaro las escucha cantando con todo el sentimiento, pero de repente bosteza. - Ya me entra sueño de nuevo. Por favor, que no sea cierto. Ni pienso experimentar de nuevo esas imágenes tristes de mi infancia. - pensaba Futaro echando su rostro a un lado sin que las quintillizas se dieran cuenta.

Llegando al salón, se instalan Futaro y las quintillizas con aires de triunfo, pero con el serio compromiso de salir airosos de las condiciones que les puso el padre postizo de ellas. El pelinegro observa de cerca a Takeda que se alistaba para realizar su examen. El rubio observa que Futaro lo observa, él asiente con la cabeza y con mirada seria del reto que tiene con tal de sobresalir mejor en esta justa académica.

Entra el profesor de turno y se sientan los alumnos. - Buenas tardes, estudiantes. Espero que se hayan preparado bien para este examen. - decía el profesor de Historia.

- Vaya, entró el sensei que lo referencié a una pregunta que me hizo Miku. - pensaba Futaro.

De pronto el profesor mira con malicia a Futaro, porque él siempre sacaba 100 en sus exámenes. - Uesugi-kun, te tengo un examen especialmente para ti. Los demás tendrán el mismo examen, pero el del joven "100 puntos" es distinto jejeje. A ver si sales de esta. - decía el profesor con una sonrisa zurrona mientras se le brillaba la calva, con la complicidad de ciertos alumnos que se reian.

- Con razón se volvió una molestia y envidioso cada vez que saco 100 puntos en sus exámenes. - pensaba Futaro con algo de fastidio. De pronto escuchan una risotada de Yotsuba de nuevo, y las chicas la miraban con fastidio y Nino le tocó un lado de la cabeza con el puño cerrado para hacerla reaccionar, y la pelinaranja se limitaba a pedir perdón, principalmente a Futaro que le hacía cariñitos para que la perdonara.

- Muy bien, alumnos, que la Historia de nuestro país Japón los envuelva de conocimiento en sus materias grises. Pueden empezar. - dijo el profesor de Historia. El examen de Historia ha pasado con normalidad durante 30 minutos.

Miku se encontraba resolviendo su examen, aunque con algo de dificultad debido a la cantidad de preguntas. - Todas las preguntas son algo complejas, pero no difíciles para mí, la ama y dueña de la historia japonesa. Espero impresionar junto con mis hermanas, ahora como sus nuevas novias, con una buena calificación a Futaro. - decía una sonreída Miku en sus pensamientos.

Vamos con Futaro, él se encontraba con otro problema, pero no académico, sino a nivel físico. Comenzaba a moverse un poco como árbol bamboleante debido al sueño acumulado y por las 2 horas. Las quintillizas miraban de vez en cuando a Futaro, y cuando lo veían dormir le movían el hombro para despertarlo. - No, no lo hagan, no me bailen las letras, ojos. No perderé mi lucha contra Takeda. - pensaba Futaro mientras trataba de no dormir durante los exámenes.

El profesor se percata de lo que le ocurre a Futaro, y se acerca disimuladamente a una de las quintillizas, y era a Miku. - Nakano Miku, ¿podría ayudar al joven "100 puntos"? Veo que se balancea de un lado a otro como si tuviese sueño. Le daré permiso para que lo ayude a echar agua en la cara y se despierte. Les voltearé sus exámenes por mientras. - susurraba el profesor a Miku.

Ella se levanta y va a ayudar a Futaro. - Futaro, ven conmigo. El profesor me dio permiso de ayudarte a echar agua en tu cara. - susurraba Miku a un medio adormilado Futaro.

- ¿Eh? ¿qué? Pero... no tengo... sueño. - decía susurrado Futaro mientras trataba de estar despierto.

- Pero tu cara me dice otra cosa. Vamos, hazlo por mí y por mis hermanas que somos ahora tus flamantes novias. - susurraba Miku en la oreja del pelinegro para que se deje ayudar.

- Mmm... está bien... iré contigo. - balbuceaba Futaro dejándose ayudar de Miku. Antes de eso, ella tomó prestado la botellita de gel alcoholado de Itsuki. Ambos salieron del salón ante la mirada atónita de los estudiantes.

- Se acabó el show, vuelvan a poner sus vistas en sus exámenes o se los decomiso como terminado. - llamaba la atención el profesor a sus estudiantes, donde unos refunfuñaban y otras ponían pucheros. De pronto el profesor se le ocurre revisar el examen de Futaro. - Interesante. A pesar de elegir preguntas difíciles para su examen, resolvió apenas el 70%. Él es más astuto como yo lo pensaba. Rayos!! Este chico no quiere bajarse de la cima. - pensaba el profesor con envidia.

Ya fuera del salón, Miku y Futaro se dirigían al baño... de DAMAS. - Espera un momento, Futaro, revisaré el baño un momento. - dijo Miku al pelinegro, que revisó el baño de damas y por suerte estaba vacío.

Ella sale del baño de damas. - Vamos, Futaro, en cuanto entres, ve a uno de los inodoros mientras preparo un paño con agua. - decía Miku.

La hermana de en medio mojó un paño con agua que tenía Futaro en el bolsillo, y fue al inodoro donde estaba él. Miku se sienta en el regazo de Futaro mirándolo de frente y le levantó la cabeza para pasarle el paño húmedo en el rostro con suavidad. - Gracias, Miku, siempre te preocupas por mí, sin importar el momento en que me encuentre, estás ahí cuando estás con tus hermanas o estemos solos como ahora. - dijo Futaro cuyas palabras dejó sorprendida a Miku dejándola ruborizada.

- Lo hago desde que me convenciste a volver a los estudios, y con el tiempo he estado desarrollando ese sentimiento de amor hacia ti. Y para demostrar lo mucho que te amo, al igual que mis hermanas, te mostraré la prueba. - decía Miku que se ponía a besar tiernamente a Futaro mientras él lo corresponde.

Lo siguiente fue aplicarle el gel alcoholado que le prestó Itsuki en los brazos y en el rostro del pelinegro para hacerlo despertar mediante un masaje. - ¿Estás mejor, Futaro? Estaré masajeando tus brazos y rostro para que te mantengas despierto. - dijo Miku mientras pasaba el gel alcoholado mediante masaje en las partes señaladas.

- Sí, creo que estoy despertándome con tu ayuda. Déjame estar así un momento. - dijo Futaro cuando colocaba su cabeza en los pechos de Miku.

- Puedes usarlos si deseas relajarte bien, aunque no es la primera vez que te posaste en ellos. ¿Te acuerdas cuando me disfracé de Yotsuba al huir de ti? Jeje - hablaba Miku mientras le pasa el paño húmedo en la nuca.

- Sí, luego jugamos al Shiratori de Generales Sengoku, tus favoritos cuando te perseguía para que pudieras estudiar. - recordaba Futaro ese suceso.

- Aún siguen siendo mis favoritos y los valoro mucho, pero prefiero valorarte más que nunca junto a mis hermanas. ¿Y cuando estuvimos en el iglú del campamento escolar? (Futaro asentía con un "Ajá") Fue el mejor momento romántico a solas que hemos tenido. Hasta te reíste de mi cabezazo cuando estábamos adentro (Miku hace un puchero, pero vuelve a sonreir). Tengo muchas cosas que contarte, pero será otra ocasión cuando estemos a solas. Te amo tanto, Futaro. - recordaba alegre Miku y le da otro beso un poco más largo a Futaro y después se separan dejando un hilo de saliva.

- Me acuerdo muy bien ese detalle. (Futaro mira el reloj) Aún hay tiempo de terminar el exámen. Déjame estar 10 minutos más así. - pedía Futaro a Miku que asentía mientras recordaba que ambos están haciendo el exámen. La tercera hermana complacía a su nuevo amor a estar en la misma pose mientras aprovecha en untarle gel alcoholado en la nuca y lo abraza con toda ternura.

- Mamá. - dijo Futaro al momento que Miku reaccionaba. - Descuida, ternura, ya estoy contigo. Me quedaré contigo todo el tiempo que quieras. - reconfortaba Miku al pelinegro besándolo en la frente y volviendo a abrazarlo.

Pasado los 10 minutos, Miku despierta a Futaro. Ella se levanta de las piernas del pelinegro y él del asiento del inodoro. Ambos se lavan la cara y se regresan al salón. El profesor observaba el semblante de Futaro. - Vaya, Uesugi-kun, con ese semblante que llevas pudiste despertar. Puedes continuar con tu examen. - susurraba el profesor luego de mirar el semblante del pelinegro.

- No es nada, profesor, lo que importa es terminar de resolver el examen. - respondía Futaro.

Después se acerca el profesor a Miku. - Buen trabajo, Nakano Miku. Has logrado despertar a Uesugi-kun de su bamboleo craneal. Muchas gracias. - susurraba el profesor a Miku.

- De nada, profesor. Eso lo hago para hacerle un favor a mi nov... digo, a mi amigo. - respondía Miku que casi mete la pata al decir "mi novio".

Futaro siguió resolviendo el examen sin problemas, pero aún llevaba un poco de sueño a cuestas, a pesar de los esfuerzos de Miku. - Esta vez no me vas a vencer, Morfeo. Terminaré de resolver este examen y esperaré a que termine el tiempo. Espero que las chicas puedan salir bien en este, el que viene y en los anteriores exámenes. Tengo que impedirles que se vayan a Osaka, y venceré a Takeda, mi rival. - pensaba decisivamente Futaro en cumplir con sus objetivos.

Ya después de un rato, suena el timbre del colegio y los alumnos han terminado de realizar su examen de Historia. Las quintillizas se acercan a Futaro, que tenía un semblante agotador. - Vamos, Futaro-kun. Iremos juntos a entregar el examen al profesor. - hablaba Ichika. - Aaajuuummm, ya voy. Yotsuba, Ichika, ayúdenme a levantarme. - decía un somnoliento Futaro.

- A la orden, Uesugi-san. Ichika, levantémoslo de los brazos para no apoyar su espalda. ¿de acuerdo? - dijo Yotsuba mientras le pedia un favor a la hermana mayor que asentía.

- En cuanto salga el profesor, llevaremos las colchonetas donde siempre. ¿entendieron, Itsuki, Miku? - hablaba Nino mientras sus 2 hermanas asentían.

Las quintillizas y Futaro se acercaron al profesor a entregar sus exámenes. - Tenga, profesor, aquí están el examen mío y de las hermanas Nakano. - decía Futaro.

- Vaya, Uesugi-kun. Fuiste caballeroso en entregarme el examen tuyo y de las hermanas Nakano. Deberías cenar temprano y dormir temprano cuando terminen el último examen que falta. - dijo el profesor.

- Muy bien, damas y caballeros, les deseo suerte en el último examen que tienen. Repasen lo que puedan. Hasta pronto. - decía el profesor que se despedía de los alumnos.

- Bien, ya pueden traer las cosas. Directo para la azotea. - ordenaba Futaro que apenas caminaba con la ayuda de Ichika y Yotsuba. Las demás quintillizas veían el semblante de Futaro de manera preocupante, estaba pidiendo descanso su cuerpo.

Itsuki se acerca a Futaro y le pasa una toallita húmeda en el rostro del mismo. - Uesugi-kun, ahora que soy una de tus novias, ¿te puedo llamar Taro-kun? - preguntaba Itsuki con una sonrisa.

- Está bien, como quieras. Nino me llama Fu-kun y tú haces el complemento de mi nombre con el honorífico. - decía Futaro que sonreía. Las chicas veían ese pequeño semblante en Futaro.

- Gracias, mi querido Taro-kun. (Itsuki toma de la cabeza del pelinegro y lo besa como agradecimiento) ¿Te diste cuenta? Me encanta tu sonrisa, debes sonreír más a menudo. - decía Itsuki contenta como una niña mientras le sacude la cabeza.

Yotsuba, que estaba junto a Ichika ayudando a movilizar a Futaro, le hace una consulta. - Oye, Ichika, ¿me darás permiso de llamarlo Futaro-kun? - susurraba Yotsuba de pregunta a su hermana mayor.

- Claro que sí, mi hermanita linda. (ella la besa en la mejilla) Estamos en un país democrático. - decía alegre Ichika.

- Gracias, Ichika. (Yotsuba se le acerca a Futaro) Uesugi-san, ¿puedo preguntarte algo? - consultaba Yotsuba. - Ya lo hiciste, Yotsuba. - respondía sarcásticamente Futaro.

- Mooo, eres malo, para eso si tienes energía para los sarcasmos. No me refería a eso, sino de tu nombre. - dijo Yotsuba mientras hacía un puchero.

- Ah, también quieres llamarme de otra manera, ¿verdad? - suponía Futaro respecto a lo que iba a preguntar la pelinaranja. - Si, ¿qué te parece si en vez de Uesugi-san te llamaré como lo hace Ichika? - preguntaba Yotsuba.

- Descuida, da igual cómo me llamen, ya sea con o sin honoríficos en mi nombre o mi apellido. Al final, soy su novio de ustedes 5. Con diferentes personalidades, pero son tiernas, hermosas y... voluptuosas. - respondía Futaro sonrojado terminando con un halago dejando a las quintillizas más contentas mientras llegan a la azotea. Las chicas quedaron ruborizadas y contentas. - Eres genial, Futaro-kun. Gracias. - decía una alegre Yotsuba que abrazaba al pelinegro con cuidado.

Cuando pusieron las colchonetas, Futaro se tumba al suelo con la ayuda de Yotsuba e Ichika. Las demás chicas se acercan. Ichika se coloca detrás de él. - Futaro-kun, dejaré que pongas tu cabeza debajo de mis pechos y te sientas cómodo. Vamos, darling. - dijo Ichika invitando a Futaro a ponerse cómodo.

- Un momento, déjame acomodarme bien. (se acomoda debajo de los pechos de Ichika) Es como una almohada. Gracias, Ichika. - hablaba el pelinegro que dejó ruborizada y contenta a la pelimorada.

- Esto lo hago porque me preocupo por ti como una de tus novias. Te amo, mi querido sensei. - decía Ichika que termina tomándole una mano para besarlo y después abrazarlo por detrás.

Yotsuba se acerca al pelinegro. - Me siento contenta junto con mis hermanas al convertirnos en tu harem. (se le acerca al oído de Futaro) ¿Te acuerdas la mentira que dije cuando me gustabas mientras estabas enfermo del estómago? (él asiente, y Yotsuba habla con normalidad) Ahora sí te amo, Futaro-kun. Mis hermanas y yo estaremos contigo, porque nuestros días cada vez se vuelven más alegres con tu presencia. - dijo la pelinaranja contenta y besa los labios de Futaro mientras lo toma del rostro.

Ahora es el turno de Nino que se acerca al otro lado. - ¿cómo estás, mi precioso Fu-kun? ¿estás cansado? - dijo la pelirosada que puso su mano para acariciarle la cabeza.

- Sí, estoy algo cansado, pero estando con ustedes a solas me siento más confortable. - dijo Futaro mirando a Nino que la dejó halagada, algo que llegó a escuchar las demás quintillizas.

- Tranquilo, cariño, cuando esto acabe tendremos un fin de semana dedicado a ti con el permiso de tu padre. Por suerte el lunes que viene no habrá clases. Estarás con nosotras hasta el domingo por la noche, pero te acompañaremos en el cementerio y vendrás al apartamento con Raiha y tu padre, les ayudaremos en lo que podamos. Te amo, Fu-kun - decía Nino que le hacía unas tijeras a Futaro y lo besa de forma apasionada dejando al final un hilo de saliva.

- A que no son capaces de dejar esta sensación a Fu-kun jeje. - sonreía zurronamente Nino que les lanzaba un reto a sus hermanas.

- Pero hablando en serio, espero que esta confesión de ustedes sea algo serio y no uno temporal. He llegado a amarlas a ustedes desde que he ido conociéndolas, pero ese traslado me preocupa mucho. También tengo mucho de que disculparme con ustedes para que tengamos una buena armonía en el amor, a pesar que estuve en contra de ese sentimiento por interferir en los estudios. - contaba con algo de temor Futaro en caso de no volver a ver a sus novias.

Itsuki se acerca al pelinegro. - Ya no sufras, Taro-kun, tu nos gustas y queremos estar a tu lado siempre. Te amo tanto. Queremos mimarte, cuidarte, abrazarte, besarte, reir, llorar, queremos hacer de todo contigo, en resumen, tener lindos recuerdos. Algo que debimos hacerte después del campamento escolar. - hablaba Itsuki con una tierna sonrisa que le tomaba la cabeza del pelinegro con sus manos, algo que a él lo sonrojaba, y lo besa en la boca.

Miku se acerca después del beso de Itsuki a Futaro. Ella le sonríe y le abraza un costado del pelinegro. - ¿Tú tienes algo que contarme, Miku? - preguntaba Futaro que le acaricia el cabello de Miku. - Futaro, me tienes a mí y a mis hermanas para ayudarte. Tu mano cálida me ayudó a calmar la mejilla donde recibí la cachetada de papá. Te brindaré todo mi amor que haga falta para que no sigas sufriendo, y lo seguiré haciendo hasta el final de los días. Eres muy lindo para estar sufriendo. Anímate, ¿de acuerdo? - decía Miku con una tierna sonrisa y lo besa en la boca algo apasionada.

Itsuki se acuesta encima poniendo su cabeza en el pecho de Futaro y de pronto le prende el bombillo. - Se me ocurrió una idea, Taro-kun. ¿qué tal si después de esto nos vamos a una casa de campo que tenemos en Omagari (pueblo de la ciudad de Daisen, prefectura de Akita) para crear nuestros recuerdos y profesar nuestro amor por ti? Tenemos nuestra propia agua termal, un acceso a la playa, y un gran jacuzzi en donde tú serás la estrella y te bañarás siempre con nosotras. Ahí papá no se va a enterar que estás con nosotras, porque esta casa de campo es para nosotras 5 pero eres nuestro invitado, y puedes traer también a Raiha-chan si quieres. Pero no será ahora, sino durante vacaciones o en la semana dorada de la posesión del nuevo Emperador de nuestro país. - decía Itsuki que seguía apoyando su cabeza en el pecho de Futaro.

- Pero, ¿qué pasaría si de a milagro logran salir bien en los exámenes? ¿Seguirían siendo mis amigas o solo serán mis novias de manera temporal hasta mi cumpleaños? - le preguntaba el pelinegro a las quintillizas. - De salir bien en los exámenes, seguiremos siendo tus estudiantes, y también tus novias permanentes. No nos importa como tú eres ni tu situación económica que atraviesas con tu familia, nos gustas tal como eres y te amaremos hasta el final. Al final, somos tuyas, tú cambiaste nuestra forma de ser cuando llegaste a darnos tus clases de tutoría hasta hoy día, porque "luego de odiar, llega el amor" (Nota: Itsuki menciona una frase del opening Gotoubun no Kimochi). - se expresaba Itsuki desde el fondo de su corazón en nombre de sus hermanas presentes.

- ¿Saben, chicas? Acepto su invitación a su casa de campo privado. Quiero pasar cada minuto con ustedes, sentir su amor que había casi desaparecido desde que murió mi madre para luego convertirme en un maniático de los estudios, y espero que nuestro vinculo se mantenga fuerte. Por favor, cuiden de mí, ¿de acuerdo? Las amo, chicas. - decía Futaro volviendo a expresar su amor por las quintillizas.

- NOSOTRAS TE AMAMOS MUCHO MÁS. - decían las quintillizas.

Un minuto después de silencio, alguien habla. - Futaro-kun, ¿qué tal si nos cantas una canción? - hablaba Ichika.

- ¿Eh? Está bien, cantaré una canción que tengo, porque estamos contra el tiempo en repasar matemáticas. - dijo Futaro.

En eso saca su celular, busca una canción de su playlist, pone el tema Bird de Yuya Matsushita (ending de Kuroshitsuji II) y se pone a cantar, pero un minuto y medio después se termina. - Ya terminé. - dijo Futaro de forma inmediata.

- ¿Eh? Oye, esa no es la canción completa. Cantaste minuto y medio y te detuviste. - protestaba Nino con un puchero al igual que las demás.

- ¿Qué prefieren? ¿Un concierto de despedida o mentalizarse en el último examen para que salgan bien y sigamos juntos? - decía el pelinegro usando su rango de tutor para llamar la atención a las chicas. - LO SENTIMOS. - dijeron al mismo tiempo las quintillizas.

- Muy bien. Pero antes, necesito de tu suerte, Ichika. - hablaba Futaro. - Ya estoy aquí, Futaro-kun. - dijo la pelimorada que empezaba a besar a Futaro de forma pasional y parecida a lo de Nino, y que también deja un hilo de saliva.

- ¿Qué te parece, Futaro-kun? ¿Te hice acelerar tu corazón? - decía Ichika con una mirada coqueta de costumbre.

- Ya sabes mi respuesta. Ichika, tú serás la tutora en estos minutos. No tengo problemas con matemáticas. Necesito recuperar energías con el sueño. - habló Futaro antes de tomar siesta.

- Descuida, Futaro-kun. Puedes tomar una siesta. Te avisaremos cuando estemos listas para regresar al salón. Chuu. - decía la pelimorada con una sonrisa mientras le besaba en la frente.

Ya después de un rato, sonó el despertador de una de las chicas. Ellas se disponen a despertar a Futaro. - Futaro/kun/Fu/Taro/kun. - dijeron todas.

- ¿Ah, ya es la hora? - decía el pelinegro despertándose a duras penas, pero fue recibido por los labios de las quintillizas besándole con ternura el rostro del mismo.

- Si, volvamos al salón. Te ayudaré a levantarte, Futaro-kun. Itsuki-chan, toma el otro brazo sin que le toques la espalda, por favor. - dijo Ichika que estaba cerca del pelinegro mientras pedía ayuda de la pelirroja que a la vez asentía.

- Chicas, ¿Qué tal un abrazo grupal luego de recorrer esta jornada diaria de exámenes? - dijo Futaro ante la mirada de las quintillizas.

Las quintillizas se le acercaron mientras él se arrodillaba para corresponder el abrazo grupal de ellas. - Me imagino lo cansadas que deben estar tanto ustedes como yo jeje. - decía Futaro.

- Tú eres el que más se ha sacrificado por nosotras, y te lo devolveremos cuando esto termine. Además, tenemos algo importante que decirte. - hablaba Itsuki que se preparaba a decir algo junto con sus hermanas.

- GRACIAS POR SER NUESTRO TUTOR Y AHORA NUESTRO NOVIO. TE AMAMOS. - dijeron todas contentas al mismo tiempo con lágrimas de felicidad.

- Yo les doy las gracias por ser mis tontitas pero ahora mis queridas estudiantes y también mis novias. Las amo también. - decía Futaro con lágrimas de felicidad.

Mientras tanto, en una calle en donde vive Futaro, vemos a Isanari que iba camino a casa, y de pronto le suena el celular. - ¿Bueno? - hablaba el padre de los Uesugi.

- ¿Isanari-kun? Es Amachi quien te habla. - respondía el sujeto de nombre Amachi.

- Amachi-kun, ¿qué noticias tienes para mí? - preguntaba Isanari.

- El sujeto en cuestión que estuvo involucrado en lo ocurrido con Nadeshiko-san finalmente hablará. - decía Amachi por celular.

- Ahora si podré reclamar el trofeo que le quitaron después de su muerte. Ella ganó ese torneo justamente y no era de meterse en problemas. - dijo Isanari poniéndose fastidioso.

- Descuida, dice que tiene escondido el trofeo que tomó de su antigua rival y te lo devolverá. Sería bueno que traigas a Futaro-kun a Shibata, porque estuvo involucrado en la paliza que se llevaron ustedes 2 antes de mudarse a Tokio y además debe saber toda la verdad que ocurrió ese día. - hablaba Amachi.

- No te preocupes, Amachi-kun, él vendrá conmigo. Saldremos temprano de Tokio y dejaré a mi hija Raiha en manos de unas amigas de Futaro hasta que volvamos. Todo va de acuerdo a lo programado. - decía Isanari.

- Bueno, en cuanto lleguen a Sendai (capital de la prefectura de Miyagi), me dan una llamada para recogerlos en la estación del tren y transportarlos a Shibata. Pero antes, te revelaré como fue lo ocurrido con tu esposa. - hablaba Amachi que dejó perplejo a Isanari de lo que dijo.

- ¿Eh? ¿Qué tratas de decirme, Amachi-kun? Escúpelo de una maldita vez. - reclamaba Isanari a Amachi de aquel secreto ocurrido hace 7 años en Miyagi sobre la forma en que murió la madre de Futaro, mientras se enfoca la imagen del pelinegro sonriendo levemente y con algo de sueño acompañado de sus novias, las quintillizas, que iban sonrientes camino al salón de clases para resolver el último examen de la jornada, Matemáticas.

Fin de Abril 12. Parte 2: Nido de Amor Grupal en la Azotea

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Saludos, mortales. No planeaba lanzar el capitulo, pero tampoco iba a lanzar un subtitulo largo. Como sea, este capítulo está algo meloso, pero con un final que pondrá algo interesante sobre la forma de como murió la madre de Futaro. El personaje Amachi lo saqué del manga Ichigo 100% para usarlo en esta historia que tendrá algo de acción (ya veremos si tendrá). También pondré otro personaje más adelante. Bueno, se despide este servidor mientras construyo el nuevo capítulo.

P.D: Tengo que darle créditos a los usuarios CATLOS830 y mikuvolcanoxd, porque saqué ideas de sus escritos, y vuelvo a mencionar a mikuvolcanoxd por mencionarme en su ultimo capítulo publicado recientemente (el 8).

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