Sam Zuin y su pequeño hermano estaban camino a la escuela, era su primer dia de clases; Sam se había encargado de conocer el camino a su escuela y la de su hermano. Sabía que su madre no podría llevarlo y el autobús escolar no pasaba por esa zona; por suerte para Sam la escuela de Neón estaba camino a la suya.

Deja a su hermano en su destino y el ya se encontraba en su secundaria, estaba fascinado por todo lo que veía en este nuevo lugar, todo era nuevo y más asombroso que en su lugar de estudio anterior.  Y así se dirige a su primera clase, la clase de historia.
-Bienvenidos chicos a este nuevo año escolar, como es de costumbre quiero que todos se presenten para conocernos e ir haciendo unos lazos de amistad. Me gustaría iniciar con el chico más nuevo de todos y que viene de otro país.
-Hola a todos, soy Sam Zuin, vengo...
-De china.
-Que nombre tan raro.
-vengó de latino America, tengo 15 años. Me gustan los cómics como el hombre araña, Batman y sobre todo Flash.
-Jaja y cuánto pesas, así nunca correrás como Flash.
-Ya basta chicos que continúe el siguiente.
Sam nunca se había sentido tan discriminado por sus gustos, lugar de origen y sobre todo por su peso. No había notado que su contextura física era un poco diferente a los demás, más que eso, nadie nunca le había hecho sentir que eso estuviese mal.
Sam solo esperaba que esas escenas de violencia verbal no se volvieran a repetir y pronto encontrar amigos nuevos para sobrellevar su soledad en aquel país y su hogar.
Así pasaron los siguientes dos años, Sam tenía 17 años, en la escuela la mayor parte de los chicos se reían de él por su peso. No encajaba en los grupos, no era atlético así que no era un deportista, no era tan inteligente para formar parte de los equipos de olimpiadas y los grupos amantes de las historietas cómicas eran muy estrictas con los seguidores de DC o Marvel.
En pocas palabras Sam estaba solo, a diario recibía las burlas de sus compañeros, los reclamos de sus profesores para mejorar sus calificaciones y la poca atención por parte de su madre. Era Sam contra el mundo y ya se estaba empezando a cansar de todo eso.
Presión por parte de sus compañeros que se reían de él y lo golpeaban en ciertas ocasiones, presión por parte de su madre para que cuide bien de su hermano mayor y colabore en los labores del hogar, presión por parte de sus maestros y escuela para que mejore sus calificaciones.
Nadie le brindaba ayuda, todos estaban en contra de él. El solo estaba solo, sin nadie que lo entienda; cada vez que cometía un error o hacía algo vergonzoso por su mente cruzaba una voz que decía "suicida te, por qué no lo haces" , cada vez que alguien le reclamaba, por su mente, pasaba una voz que le decía "suicida te, por que no lo intentas"  y siempre esto era así cuando sentía presión de algún tipo.
Estaba en una situación donde pensaba eso a cada instante y aunque estuviese con un millón de personas tenía el mismo pensamiento.
Se preparó para todo, tomó del laboratorio de química un frasco de pastilla que tenía una etiqueta de peligroso y mortal.
Llegó a su casa se sentó, escribió la siguiente carta.

Se tomó las pastillas y pensó "al fin todo esto terminara"

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Hay situaciones que suelen ser dura para las personas, pero nunca lleguen a estos límites.

Si te sientes en presión, recuerda que siempre hay alguien dispuesto a escucharte. Sin mas que decir, se despide,

BeatF