En otro lugar, bajo el majestuoso castillo, se extendían las mazmorras. Aquí, la oscuridad era soberana, y el espacio se tornaba angustioso. Las paredes de piedra, grises y asfixiantes, rodeaban las celdas con rejas de hierro que emitían un crujido metálico al ser tocadas.

Dentro de esas celdas, la austeridad era ley. Una cama rústica, más madera que colchón, ocupaba un rincón, ofreciendo un descanso incómodo. Algunas celdas disponían de un baño diminuto, un lugar sombrío y desolado.

El aire estaba viciado, impregnado de humedad y decadencia. El silencio solo se quebraba con ecos de pasos, pertenecientes a guardianes o visitantes.

En ese tenebroso rincón, Salamandra y Nawin compartían un atisbo de esperanza entre las sombras, mientras hablaban en susurros sobre los oscuros eventos que habían llevado a la reina a ese lúgubre lugar.

-¡Magos oscuros!, expresó Salamandra con asombro

-Sí, al acudir a la aldea de Fenris alarmada por la amenazante masacre que había sucedido, acudí al lugar con mis guardias, comenzó Nawin su relato. El terror se hizo en mis ojos al observar los miles de cuerpos de elfos que se encontraban en el suelo, pero lo más espeluznante era que no parecían haber sido atacados, sino más bien inertes. En ese instante, apareció un grupo de personas de túnicas negras, y fue ahí cuando me di cuenta de la gravedad del problema. Además, entre los rostros, uno de ellos me pareció...", Nawin hizo una pausa, titubeando al pronunciar el nombre. "Morderek".

-¿Qué? Pero Morderek... murió entre horribles sufrimientos... no puede ser... , respondió Salamandra, visiblemente aterrada por la revelación.

-Tal vez esté confundida..., continuó Nawin. En ese momento, varios de ellos comenzaron a atacarnos, pero con una magia oscura y poderosa... nunca antes había visto algo así. No tuve más opción que teletransportarme con los guardias que pude salvar. Y entonces, al poco rato de llegar al palacio y acostarme, amanecí en esta celda.

Salamandra trató de infundir ánimos en Nawin. 

-Vamos a salir de aquí, Nawin. He logrado enviar una señal a Jonás antes de acabar en esta celda, y Iris y Conrado saben que salí en tu búsqueda. Saldremos de aquí, encontraremos a Fenris y averiguaremos de qué se trata todo esto.

Nawin sonrió ligeramente, encontrando consuelo en las palabras de su amiga, pero el terror seguía latente en su mirada, y la incertidumbre sobre si ese rostro realmente pertenecía a Morderek persistía en su mente.

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-¿Qué le pasa a mamá? - preguntó Lis, visiblemente asustada, al escuchar las palabras de su padre acerca del estado de su madre.

Jonás no apartó la mirada de Conrado mientras esperaba su respuesta.

-Deberíamos volver a la Torre, este lugar no parece seguro - señaló Conrado, observando al elfo que yacía moribundo en el suelo.

Jonás asintió, su mente llena de preocupación por los eventos recientes.

Los magos se teletransportaron de regreso a la Torre. Cuando llegaron, Lis trató repetidamente de insertarse en la conversación de Conrado y Jonás, pero ellos la impidieron encerrándola en su habitación con magia para que no pudiera salir. Mientras tanto, los dos magos discutieron la gravedad de la situación en el despacho.

-Tal vez Iris tenga razón, si Morderek está vivo, puede que los muertos puedan ayudarnos... - confesó Conrado, reflexionando sobre las circunstancias.

-Pero tenemos que encontrar a Fenris, Salamandra y Nawin. Estoy seguro de que están en peligro. Tenemos que avisar a Iris y salir en su búsqueda - declaró Jonás, visiblemente inquieto.

-Tienes razón... pero Jonás, ¿qué hacemos con los aprendices? ¿Y sabemos a lo que nos enfrentamos realmente? - cuestionó Conrado, mirándolo con seriedad.

-No pienso poner en riesgo a mis aprendices ni a mi hija - exclamó Jonás con determinación.

-Yo tampoco quiero, pero no podemos hacerlo los tres solos, Jonás. Si Morderek está vivo, estoy seguro de que esto es mucho más grave de lo que parece. Tampoco podemos dejar solos a nuestros aprendices o enviarlos a otra hechicería sin levantar sospechas. Sabes perfectamente que el Consejo de Magos no piensa ayudarnos. No nos queda otra - argumentó Conrado con suavidad.

Jonás finalmente cedió ante las palabras de Conrado y se levantó con determinación.

-Tienes razón. Yo iré con mis aprendices al palacio de Nawin. Buscaré a Nawin y Salamandra. Tú trata de encontrar a Fenris, ve con tus aprendices y Iris. Si necesitas ayuda, no dudes en enviarme un mensaje de alerta.

Conrado asintió, consciente de que enfrentarían grandes desafíos y el temor de encontrarse de nuevo con Morderek los envolvía. En ese momento, miró a Jonás con orgullo. Su amigo no solo se había convertido en un archimago, sino en un hombre de gran valentía y determinación.

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Jonás descendió por las escaleras en espiral de la torre, acercándose a la habitación de su hija. Meditó mucho sobre las palabras de Conrado; no quería poner en peligro ni a su hija ni a ninguno de sus aprendices, pero sabía que necesitaba su ayuda. Golpeó suavemente la puerta para anunciar su presencia y luego la abrió.

Lis se encontraba en su habitación, sentada en su cama, inmersa en la lectura de un libro de hechicería. Justo cuando él entró, ella se lanzó hacia la salida de la habitación para evitar ser atrapada nuevamente, pero su padre la detuvo sujetándola por los hombros. La miró con seriedad y habló.

-Necesito tu ayuda, Lis.

La joven lo miró con sorpresa, pero asintió con orgullo, deseando finalmente ser importante para su padre y que él valorara su valentía. Entonces, el archimago habló con calma.

-Tu madre y Nawin, está en problemas, y necesito que tanto tú como tus amigos me acompañen a rescatarla. Conrado se encargará de Morderek y Fenris, pero ahora, más que nunca, necesito tu ayuda y, sobre todo, necesito que sigas mis instrucciones - dijo con serenidad.

Lis asintió, emocionada por la aventura, pero al mismo tiempo nerviosa por lo que les deparaba.

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PARA LOS FANS DE FENRIS

Sé que muchos de ustedes que han leído Crónicas de la Torre aman a Fenris y desean saber qué ha sucedido con él, dónde se encuentra y más detalles. Sin embargo, debido a la trama de la historia, aún no puedo revelar nada. No obstante, les prometo que obtendrán respuestas en el fanfic.