ACLARACIÓN

Debo admitir que no estoy completamente satisfecha con el final que he presentado. Hay aspectos que considero ingenuos y carentes de coherencia. Quizás en el futuro decida revisarlo, pero por ahora, prefiero dejarlo así. Lamento si no cumplió con sus expectativas; siempre estoy en busca de mejorar.

La canción de arriba, se debe de escuchar cuando se indique 

 Agradezco su paciencia y comprensión.

Y no olviden que nos encontraremos nuevamente en algún capítulo especial en el futuro. ¡Todavía hay muchas ideas por explorar! ¡Gracias!

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Un tiempo después de aquella mágica celebración, la vida de Jonás y Salamandra tomó un nuevo rumbo. El amor que compartían había florecido aún más y ahora enfrentaban un momento de emocionantes cambios. Salamandra se dio cuenta de que algo estaba cambiando en su cuerpo, y la sensación de nervios y anticipación llenaba el aire.

Los síntomas que Salamandra experimentaba no pasaron desapercibidos para Jonás. Los mareos y las náuseas eran signos que no podían ser ignorados. Aunque ambos tenían sus propias conjeturas sobre lo que podría estar ocurriendo, decidieron que era momento de buscar respuestas más concretas. Con cierto nerviosismo palpable, Jonás se dispuso a buscar ayuda en el pueblo.

La búsqueda lo llevó a una tienda que parecía prometer soluciones a través de pociones y remedios medicinales. Las paredes y el tejado blancos de la tienda resplandecían bajo el sol medieval. Un rótulo simple pero llamativo, "Andrés: Tus Pociones de Confianza", colgaba sobre la entrada, invitando a los necesitados a cruzar su umbral.

Desde el ventanal, se dejaba ver el interior de la tienda, meticulosamente organizado y fresco. Un pequeño refrigerador, repleto de yogures en diversos colores y sabores, ofrecía una paleta de opciones mágicas. A su lado, en estantes dispuestos con cuidado, se alineaban frascos de variados tamaños, cada uno conteniendo líquidos de tonalidades vibrantes. Sus etiquetas mostraban nombres intrigantes que invitaban a explorar sus propiedades.

Decidido pero nervioso, Jonás cruzó el umbral de la tienda. Con ropas más formales que ocultaban su estatus de archimago, se acercó al vendedor con una expresión insegura. El vendedor, acostumbrado a tratar con todo tipo de necesidades, le brindó una sonrisa acogedora.

—Bienvenido, ¿en qué puedo ayudarle?

Jonás se aclaró la garganta, sintiendo cómo el nerviosismo amenazaba con traicionar sus palabras.

—Verá, estoy buscando algo para mi... —titubeó—, mi esposa. Últimamente no se encuentra muy bien.

El vendedor percibió claramente la preocupación en la voz de Jonás, y su larga experiencia en el trato con clientes le otorgó la habilidad de comprender que se encontraban ante una situación delicada.

-¿Qué síntomas presenta tu esposa? -inquirió con una calidez en su voz que buscaba tranquilizar a Jonás.

-Ella ha estado experimentando mareos y náuseas -confesó Jonás, con un tono que delataba su nerviosismo.

El vendedor, viendo la mirada seria de Jonás, entendió que se trataba de algo más delicado. Curioso, inclinó la cabeza y esperó a que Jonás hablara.

-Pues verá, no creo que mi esposa esté sufriendo de un simple virus -Jonás comenzó a explicar con cuidado- En realidad, creo que está... embarazada.

El hombre sonrió ante la revelación y la situación quedó clara.

-Ah, entonces estamos hablando de algo completamente distinto -respondió con amabilidad y entendimiento. Luego, se adentró en la tienda y buscó entre las estanterías. Finalmente, extrajo un pequeño frasco de cristal con unos polvos azules en su interior y lo presentó a Jonás con una sonrisa- Esto es lo último que ha llegado. Debe recogerse una muestra de orina en el frasco, luego se agregan los polvos azules, se agita y se deja reposar. Si el líquido se torna verde, indica embarazo; si sigue azul, no hay embarazo. Aunque le sugiero que consulte con un especialista para confirmar.

Jonás escuchó atentamente las instrucciones, agradeciendo internamente la ayuda del vendedor. Tomó mentalmente nota de cada detalle, sabiendo que esta información sería valiosa para él y Salamandra.

-Muchas gracias por la explicación y su ayuda -dijo Jonás con gratitud.

De pronto, decidió preguntar algo más.

-Perdone mi atrevimiento, ¿conoce a algún profesional de la medicina en privado? Preferiblemente alguien discreto.

El vendedor reflexionó por un momento y finalmente asintió.

-Sí, conozco a alguien, pero le advierto que los servicios son costosos. ¿Es usted un noble? -preguntó el vendedor, viendo la expresión de preocupación en el rostro de Jonás.

Jonás no respondió directamente, pero su expresión rogó por una opción.

-Está bien, anotaré el nombre y la dirección por si acaso. Sin embargo, debo insistir en que los servicios pueden resultar costosos -dijo el vendedor mientras anotaba la información en un pedazo de papel.

Jonás asintió, agradeció nuevamente y pagó por los productos. Despidiéndose del vendedor con un gesto de gratitud, salió de la tienda con el corazón latiendo un poco más tranquilo. A pesar del nerviosismo que lo embargaba por la circunstancia, decidió regresar a la torre para compartir toda la información con Salamandra y tomar las decisiones adecuadas para su futuro juntos.

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De vuelta en la torre, Jonás compartió todos los detalles con Salamandra. Ambos estaban nerviosos, pero también emocionados ante la posibilidad de que su familia estuviera creciendo. Juntos, se adentraron en una nueva etapa de sus vidas.

Salamandra se sintió abrumada por las emociones mientras sostenía el frasco con los polvos azules en sus manos. La posibilidad de que estuviera embarazada la llenaba de una mezcla de alegría y ansiedad. Era como si su corazón latiera al ritmo de un tambor de emociones contradictorias.

Con manos temblorosas, Salamandra siguió las instrucciones al pie de la letra. Tomó una pequeña muestra de orina y agregó los polvos azules al frasco. Cerró la tapa con cuidado y agitó el contenido, sintiendo cómo su corazón latía aún más rápido.

Ambos se sentaron en el rincón tranquilo de su hogar, esperando con anticipación. Los minutos parecían eternos, y el silencio llenaba la habitación mientras esperaban el resultado.

Finalmente, el líquido en el frasco comenzó a cambiar de color. La intensidad de la emoción en el aire era palpable mientras observaban cómo el azul se transformaba en un verde suave. El corazón de Salamandra latía con fuerza mientras lágrimas de alegría llenaban sus ojos.

-Jonás... -susurró, con una mezcla de asombro y emoción, sosteniendo el frasco en alto para que él pudiera ver el resultado.

Jonás la miró con los ojos llenos de amor y felicidad. Un nudo se formó en su garganta ante la confirmación de que serían padres.

-Salamandra... -musitó, sin poder evitar que su voz temblara.

Salamandra se abalanzó en un abrazo emocionado hacia Jonás, y ambos compartieron un momento de alegría y cariño mientras asimilaban la noticia.'Jonás la miro con admiración y sorprendido sobre como podina haber cambiado tanto las cosas, la chica a la que habia amado con tan solo 15 años estaba embarazada de el...

finalmente Salmandra hablo

-Vamos a ser padres Jonás -dijo Salamandra, con un brillo de emoción en su mirada.

-AAHHHHH VAMOS A SER PAPAS grito Jonás tan fuerte que se pudo escuchar en toda la Torre-

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Pasaron las semanas y la emoción crecía en el corazón de Jonás y Salamandra. El tiempo se convirtió en un aliado que les permitió procesar la noticia y adaptarse poco a poco a la idea de la llegada de su hijo. Durante una tarde tranquila, mientras paseaban por los jardines de la Torre, el tema del nombre surgió en la conversación.

-¿Has pensado en algún nombre? -preguntó Salamandra, mirando el horizonte con una sonrisa.

Jonás tomó su mano y pensó por un momento antes de responder.

-He tenido algunas ideas, pero no estoy seguro. Quiero que sea un nombre especial, algo que refleje lo importante que es para nosotros -expresó Jonás, su voz cargada de emotividad mientras caminaban juntos por el jardín de la Torre.

Salamandra asintió, con los ojos entrecerrados en reflexión.

-Yo también he estado pensando. Me agrada la idea de un nombre que tenga un profundo significado, que nos conecte a los dos y a este momento tan especial -comentó, con una pizca de inusual seriedad en su voz- Aunque también desearía que fuera algo único, que no suene como cualquier otro nombre.

-¿Y en qué has estado pensando? -inquirió Jonás, intrigado por las reflexiones de su amada.

Salamandra dejó escapar una risita traviesa, dándole un toque de misterio a la conversación.

-He considerado "Fenris" -dijo, soltando el nombre con una mirada pícara- Ha sido un nombre importante en nuestras vidas, y no es precisamente convencional.

Jonás la observó con una ceja alzada, aparentando estar un poco molesto.

Salamandra no pudo contener una risa contagiosa y rápidamente puso fin a su pequeña broma.

-¡Es broma, Jonás! ¡Relájate! -exclamó con una risa alegre- No, no quiero que nuestro hijo se llame Fenris. Solo quería ver tu reacción.

Jonás rodó los ojos, aunque su sonrisa dejaba en claro que también había disfrutado de la broma.

-¡Eres impredecible! -comentó con una risa, agitando la cabeza- Pero tienes razón, necesitamos un nombre especial y único.

Salamandra se tomó un momento para pensar y finalmente dijo:

-Me gusta "Lissandro" -dijo con una sonrisa- Tiene un toque misterioso y suena muy bien.

Jonás asintió, considerando el nombre.

-"Lissandro"... Me agrada. Suena sofisticado, pero a la vez tiene un toque cálido. ¿Qué te parece si es chica "Lis"? -propuso, mirando a Salamandra con expectación.

Salamandra se iluminó con una sonrisa radiante.

-"Lis"... Me encanta. Es perfecto, Jonás.

Ambos se miraron con cariño, compartiendo un momento de conexión profunda. Pero entonces, una sombra de inseguridad cruzó el rostro de Jonás.

-Salamandra, hay algo que quiero preguntarte... -dijo con suavidad, buscando su mirada.

-¿Qué es, Jonás? -respondió ella, notando la seriedad en su tono.

Jonás tomó una respiración profunda antes de continuar.

-Sé que este es un camino nuevo para los dos, y no tengo experiencia en ser padre. A veces me pregunto si seré capaz de hacerlo bien, de ser el padre que nuestro hijo merece. Me preocupa no estar a la altura.

Salamandra lo miró con ternura, sintiendo cómo su corazón se ablandaba ante la vulnerabilidad de Jonás.

-Jonás, escucha. La duda es normal, pero quiero que sepas algo: confío en ti. Te he visto crecer, enfrentar desafíos y superar miedos. Eres valiente, agradable y dedicado. No tengo ninguna duda de que serás un padre increíble.

Jonás la miró, sus ojos llenos de gratitud y amor. Jonás la abrazó con fuerza, sintiendo cómo la seguridad y el amor de Salamandra llenaban su corazón de paz.

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El gran día finalmente llegó, y la emoción en la Torre era palpable. El aire estaba lleno de anticipación y alegría mientras Jonás y Salamandra se preparaban para recibir a su hija, Lis. La sala en la que tendría lugar el nacimiento estaba decorada con sutiles toques de magia y colores cálidos, creando un ambiente acogedor y lleno de amor.

Jonás caminaba de un lado a otro, con una mezcla de emoción y nerviosismo en sus ojos. Salamandra estaba recostada en una cama, sosteniendo con firmeza la mano de Jonás mientras respiraba con calma, concentrada en cada sensación que recorría su cuerpo.

Conrado, Fenris, Nawin e Iris esperaban con ansias en la sala contigua. Conrado intentaba mantener la calma, pero su mirada revelaba su preocupación y felicidad. Fenris, por su parte, estaba más enigmático que nunca, aunque sus ojos reflejaban una chispa de emoción genuina. Nawin y Iris intercambiaban miradas nerviosas, compartiendo la emoción del momento.

Finalmente, después de horas que parecían eternas, el llanto del bebé llenó la sala, haciendo que el corazón de todos latiera más rápido. Jonás y Salamandra se miraron el uno al otro, sus ojos llenos de lágrimas de felicidad. La partera colocó al bebé en los brazos de Salamandra, quien lo sostuvo con ternura y asombro.

-Es... es hermosa -murmuró Salamandra con la voz llena de emoción, mientras acariciaba la mejilla suave de su hija con el dedo.

Jonás se inclinó para observar a su hija con una sonrisa entrecortada.

-¡Hola, Lis! -dijo con voz suave, sus ojos brillando de emoción.

Los amigos entraron en la habitación, sus rostros llenos de alegría y admiración. Conrado se acercó primero, colocando una mano en el hombro de Jonás con una sonrisa orgullosa.

-¡Felicidades, amigo! -dijo emocionado- Es increíble.

Fenris se aproximó también, su enigmática expresión suavizándose ante la vista del pequeño bebé.

-Es una nueva vida que se une a nuestro mundo -comentó con voz tranquila pero llena de significado.

Nawin e Iris se unieron al grupo, sus ojos brillando con afecto.

-que pequeña -exclamó Nawin con entusiasmo.

-Sin duda, será una gran maga en el futuro -agregó Iris con una sonrisa.

Salamandra y Jonás compartieron una mirada llena de amor y gratitud. Salamandra extendió cuidadosamente a Lis hacia los amigos, permitiéndoles admirarla

Los amigos se quedaron allí, rodeando a la nueva familia con cariño y palabras de felicitación. En medio de la emoción y la alegría, Lis había llegado al mundo, un símbolo de amor y esperanza para todos ellos.

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(Agregar canción que hay arriba )
Para los amantes de paul y quieran saber.

Hace unas semanas, Paul dejó la Torre justo antes del nacimiento de Lis, sin dar aviso a nadie, excepto por un mensaje que dejó para el amo de la Torre.

"Queridos Salamandra y Jonás,

 Quiero comenzar diciéndoles que lo siento he dejado la escuela. No lo hice por capricho ni de manera impulsiva, sino después de mucho reflexionar sobre lo que es mejor para mí en este momento de mi vida.

Salamandra, sé que compartimos momentos de amistad y complicidad, y quiero que sepas que valoro mucho cada uno de ellos. Jonás, tu manera de hacer sentir integrada a la gente y liderar a la Torre es impecable, no dudes nunca de ello, siempre admiraré tu dedicación y determinación.

He visto cómo ustedes dos han formado una familia hermosa con la  próxima llegada de su hija Lis. Aunque me alegra sinceramente ver su felicidad, también me ha recordado lo que no puedo tener. No quería ser una sombra en su felicidad, y eso influyó en mi decisión de partir.

A pesar del dolor que he sentido, siempre he procurado mantenerlo dentro de mí, sin compartirlo con nadie.

Sé que estarán preguntándose por qué me voy. La respuesta es simple: el dolor se ha vuelto insoportable para mí. Necesito encontrar mi propio camino, buscar el amor verdadero y sanar mi corazón herido. Creo que todos buscamos esa conexión especial en la vida, y siento que es hora de que yo busque la mía.

Les deseo a ambos lo mejor en su vida juntos como familia. Que encuentren la felicidad y el amor que merecen. Espero que nuestras vidas vuelvan a cruzarse en algún momento y que podamos compartir nuestras historias de superación y crecimiento.

Gracias por todo lo que compartimos. Ustedes han sido una parte importante de mi viaje y llevaré esos recuerdos conmigo mientras sigo adelante.

Con gratitud y deseos sinceros, Paul