Epílogo

El salón del trono está ricamente adornado. Terciopelo y oro cubren las paredes. En la primera fila se sienta Alina, tiene un hermoso vestido de tafetán azul y su brillante y largo cabello rizado luce divinamente adornado con peinetas de plata. A su lado se sienta el valiente y apuesto Eduard, capitán de la guardia real y, luego todos los nobles que forman parte de la corte de Nasir.

En el trono, Meredith los observa complacida, con su corona de oro y piedras preciosas, que se le va de un lado porque es muy grande para tan graciosa y pequeña cabecita. A su lado, mirándolo todo con ojos curiosos, el Príncipe Gabriel que porta el collar del Corazón de Dragón, la misma joya que, en tiempos de máxima calamidad, lo ayudará a proteger a su pueblo y a su hermana, la niña Reina.

Meredith sabe que no será fácil, que es apenas una niña, que muchos de sus nobles cortesanos no están de acuerdo con su reinado, pero también sabe que mientras tenga el amor de su familia —Alina y Gabriel— y el de sus amigos, nada malo podrá pasarle; después de todo, la vela eterna y la esfera luminosa están para guiarla, y la joya del Corazón de Dragón para protegerla. Así nació la leyenda de la niña Reina. 

*** Gracias por leer, votar y comentar

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top