Capítulo 1: La Batalla del Horizonte Infinito

El multiverso, una vasta e inabarcable red de realidades entrelazadas, era conocido solo por aquellos que lo gobernaban. Dos dimensiones primordiales se destacaban: la Dimensión Oscura, un reino de sombras y desesperanza gobernado por el implacable y temido The King, y la Dimensión de la Luz, un lugar radiante y lleno de vida, bajo el dominio de la sabia y poderosa Artemis.

The King, un ser cuya mera presencia extinguía cualquier atisbo de luz, se movía en su trono de oscuridad absoluta. Su único propósito era expandir su influencia y cubrir todas las realidades con su tenebroso dominio. Mientras tanto, Artemis, la reina de la luz, luchaba incansablemente por mantener el equilibrio, salvaguardando su reino de la amenaza creciente.

Se conocieron en un enfrentamiento épico, una batalla que definiría la historia del multiverso.

-Artemis-pronunció The King desde las sombras, su voz resonando con una mezcla de desprecio y admiración-. Vienes a mi dominio, pero sabes que la luz no tiene cabida aquí.

-The King-replicó Artemis, con su voz fuerte y clara, como un rayo de sol abriéndose paso entre las tinieblas-. La luz es lo único que puede desafiar la oscuridad. No permitiremos que tu sombra caiga sobre todo lo que existe.

Los dos se enfrentaron en un duelo que sacudió la misma estructura del multiverso. Los filos de sus armas brillaban con el poder de sus respectivos dominios: The King con su catana de oscuridad, un arma que absorbía la luz misma, y Artemis con su lanza de energía pura, irradiando un fulgor cegador.

El odio entre ambos era palpable, pero también lo era una extraña conexión, un vínculo que ninguno de los dos podía negar.

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Capítulo 2: El Legado Inesperado

A pesar de su odio mutuo, el multiverso tenía sus propios designios. Años después de su enfrentamiento, en un evento que desconcertó incluso a los dioses de las dimensiones más poderosas, Artemis y The King engendraron un hijo. Eclipx nació en el confín del Multiverso, una entidad que portaba en su interior la herencia de dos mundos irreconciliables: luz y oscuridad en un mismo ser.

Al ver al niño por primera vez, The King no vio en él una razón para la esperanza o el cambio. Para él, Eclipx no era más que un arma, una herramienta para llevar a cabo su más oscuro propósito.

-Este niño-murmuró The King, mientras miraba a su hijo con ojos fríos y calculadores-. Será el heredero de la oscuridad, y gobernará con puño de hierro.

Artemis, por otro lado, veía en su hijo un rayo de esperanza. Sabía que dentro de Eclipx había una chispa de luz que podía salvarlo, pero The King se llevó al niño, arrastrándolo a su dimensión, al reino de las sombras.

Desde pequeño, Eclipx fue entrenado sin piedad, forjado en la crueldad y en el arte de la guerra. Cada día, The King le recordaba su destino.

-El multiverso es caos, Eclipx-le decía su padre mientras lo observaba practicar con la catana de oscuridad, una versión en miniatura del arma que él mismo empuñaba-. Y solo los fuertes pueden imponer su orden. La compasión es para los débiles.

Sin embargo, Eclipx sentía algo más en su interior. En los momentos en los que estaba solo, lejos de la influencia de su padre, podía sentir un susurro en su mente, una voz diferente, cálida, que parecía provenir de la luz. Era la voz de su madre, una voz que él nunca había escuchado en persona, pero que de algún modo lo guiaba.

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Capítulo 3: El Conflicto Interno

A los 1300 años, la oscuridad en Eclipx era profunda, pero la luz en su interior comenzaba a brillar, aunque de manera débil. Para The King, su hijo ya debía ser un líder despiadado, un ser implacable que impusiera la sombra en cada rincón del multiverso.

Una noche, mientras Eclipx afilaba su catana en las profundidades del castillo oscuro, su padre apareció detrás de él. Los ojos del rey brillaban con una mezcla de furia y orgullo.

-Mañana-dijo The King con voz áspera-. Mañana serás puesto a prueba. Conquistarás el primer reino en tu nombre. Serás un dictador, el gobernante que esta dimensión necesita.

Eclipx, con su catana en la mano, miró a su padre. Había entrenado toda su vida para este momento, pero una parte de él no podía ignorar los sueños, esos recuerdos de una luz que no podía comprender del todo. Había algo más en él, algo que no encajaba con la tiranía que le habían enseñado.

-¿Y si no quiero ser lo que tú quieres que sea?-preguntó Eclipx, las palabras pesando en el aire.

The King lo miró con sorpresa, y luego soltó una carcajada, una risa oscura y cavernosa.

-No tienes opción, hijo. Estás destinado a esto. Es lo que eres.

Pero Eclipx, en su corazón, no estaba tan seguro.

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Capítulo 4: Filosofía en las Sombras

Mientras la prueba de Eclipx se acercaba, una tormenta emocional y filosófica lo consumía. A menudo se refugiaba en los límites de su reino, observando el vacío que separaba las dimensiones.

-¿Qué es el poder?-se preguntaba a sí mismo, mientras miraba el filo de su catana de oscuridad-. ¿Es la capacidad de destruir, o la de crear? ¿De qué sirve gobernar un reino vacío, si al final, todo lo que queda es la sombra?

Los días previos a su misión, Eclipx comenzó a cuestionar las lecciones de su padre. Sabía que The King veía el control como el único fin, pero algo dentro de él, algo que venía de su madre, le susurraba que había más en la existencia. ¿Cuál era el propósito del poder si no había una causa mayor detrás de él? ¿Podía la oscuridad, por sí sola, ser suficiente para llenar el vacío que sentía dentro?

La tensión entre la oscuridad y la luz, entre el odio de su padre y el susurro de su madre, crecía con cada día. Sabía que debía tomar una decisión pronto. Pero, ¿estaba destinado a ser solo un dictador, o había una tercera vía, un equilibrio entre ambos mundos?

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Capítulo 5: El Camino del Dictador o del Salvador

El día de la prueba llegó, y Eclipx se presentó ante su padre, con la catana de oscuridad en la mano. Sentía el peso del destino sobre sus hombros. Su padre lo observaba desde lo alto, sus ojos fríos y calculadores.

-Es hora, hijo-dijo The King-. Ve y cumple con tu destino.

Eclipx asintió, pero en su corazón, la batalla entre la luz y la oscuridad continuaba.

¿Podría encontrar su propio camino, o estaba condenado a ser lo que su padre siempre quiso que fuera?

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Fin del Primer Libro

Este es solo el comienzo del viaje de Eclipx. Mientras crece, las fuerzas del multiverso se alinean, y pronto deberá enfrentar no solo a su padre, sino a su propia naturaleza y las decisiones que definirán el destino de todas las dimensiones.