Capítulo 10: Fulgor magenta

Zahara estaba con la energía un poco drenada de percibir tantas imágenes y sonidos en tan poco tiempo, así que decidió tomarse un descanso del vínculo ancestral y dedicó un rato a leer los cuadernos de notas que estaban en el baúl. Uno de ellos le llamó poderosamente la atención, pues en su portada simplemente había una pluma grabada y no tenía nada más. Ella había visto aquel símbolo en el reloj de bolsillo de Wallace y dedujo que era la insignia de los Aquilae.

—Amor —le dijo a Cordell—, voy a darle un vistazo a este cuaderno. Creo que tiene cosas interesantes, ¿quieres acompañarme a averiguarlo?

Él asintió. Ambos se acomodaron en las sillas del comedor para poder ubicar el libro en una posición más cómoda, y de inmediato Zahara empezó a leer en voz alta.

"Sobre los Artificiums Menores
Un Artificium Menor funciona como amuleto para el Aquilae que lo porta, ya que provee protección mágica en caso de ataques que puedan acabar con su vida. Según el rango, la importancia del Aquilae dueño del mismo y su capacidad para realizar un acto heroico, este puede convertirse en un Artificium Capital. Cualquier cosa puede ser un Artificium Menor si un Aquilae Magister efectúa un encantamiento cuando recluta a un Aquilae Inceptor y este presenta su amuleto.

Este artículo es imprescindible para cada Aquilae, pues en el momento de entrar en contacto con un Artificium Capital, su amuleto efectuará un encantamiento defensivo ante el poder al que se exponga. La regla general indica que un Artificium Menor es necesario para obtener el poder de un Artificium Capital, y poseer ambos es primordial para tener el control de un Artificium Elemental.

Sobre los Artificiums Capitales
Cada uno tiene un poder específico y puede haber miles de estos en todo el mundo. Un solo Aquilae, con el entrenamiento adecuado, puede dominar el poder de varios Artificiums Capitales y ponerlos a disposición de sus cofrades si es necesario.

La manipulación de un Artificium Capital sin la protección de un Artificium Menor puede causar severos efectos negativos en una persona, incluyendo sangrados nasales, ceguera parcial, pérdida de la voz, convulsiones, alucinaciones, proyecciones astrales involuntarias, locura temporal o permanente e incluso una muerte súbita."

Zahara y Cordell se miraron.

—Te salvaste de quedar catatónico o en Modo Fantasma, cariño. —él se encogió de hombros y le hizo una seña a su novia para que siguiera leyendo.

"Sobre los Artificiums Elementales
Son artículos mágicos infundidos con magia de deidades muy poderosas.

La espada de Kagutsuchi, dios japonés del fuego.
Controla el fuego, sus manifestaciones místicas y propiedades físicas. Crea sinergias más fuertes con Artificiums que hayan tenido contacto con este elemento mientras su dueño haya vivido, tales como el Casco de Héctor de Troya, la armadura de Juana de Arco o la Antorcha de Prometeo.

El Hacha de Njord, dios nórdico del viento.
Controla el aire, sus manifestaciones místicas y propiedades físicas. Funciona mejor con la Manzana de Eris, el Meteorito de Selene o la barba faraónica de Hatshepsut.

La Daga de Geb, dios egipcio de la tierra.
Controla la tierra, sus manifestaciones místicas y propiedades físicas, las rocas y los volcanes. Sus sinergias son más efectivas con la Copa de Sócrates, el collar de Nefertari o el corazón de Nikola Tesla.

El Tridente de Poseidón, dios griego del mar.
Controla el agua, sus manifestaciones místicas y propiedades físicas. Interactúa mejor con la katana de Miyamoto Musashi, la corona de Haseki Hürrem Sultan o el reloj de bolsillo de Wallace Amery.

Gemma Floralis, eterna regente del tiempo.
El Aquilae guardián de este Artificium tiene bajo su responsabilidad regir el flujo del tiempo. En pos de ello se mantendrá perpetuamente joven y con el vigor necesario para defender la posesión más preciada de la Cofradía, preservar su fulgor magenta y seguir las leyes de permiso o prohibición que abarca su poder. Considerar la inmortalidad otorgada un regalo o una maldición será decisión del guardián, con completa consciencia de que será la responsabilidad más grande jamás dada a un miembro.

Es importante tener en cuenta que en la gran lucha para proteger los Artificiums debemos evitar específicamente, entre una gran cantidad de entidades que nos persiguen, a la Casa de Serpens. Es nuestra más grande rival, con la oscuridad como estandarte y la muerte bajo su túnica. Nos buscan para robar nuestros Artificiums y usar sus energías en rituales de magia negra, así como para quitarnos la fuerza vital. Un Aquilae debe huir ante la presencia de un Serpens si no está entrenado para defenderse, es la regla general por seguir.

Sobre los rangos Aquilae
Una persona puede convertirse en Aquilae y ascender pasando por los siguientes rangos:

*Aquilae Inceptor
El más cercano a los humanos que desconocen la Cofradía. Posee un Artificium Menor y entrenamiento básico en uno de los siguientes aspectos: combate, magia o sanación.

*Aquilae Servus
Realiza algunas misiones básicas y cuenta con un entrenamiento sencillo en dos de los aspectos que abarca la Cofradía. Posee un Artificium Menor.

*Aquilae Armatus
Está entrenado en manejo de armas blancas y puede ejecutar hechizos defensivos. Cuenta con un Artificium Menor y en casos especiales con un Artificium Capital.

*Aquilae Advocatus
Se encargan de hacer funcionar los hechizos mágicos y pueden realizar sanaciones básicas. Pueden ser dueños de al menos dos Artificiums Menores y uno Capital.

*Aquilae Bellator
Entrenados de manera avanzada en combate sin armas y en manejo de armas blancas o de fuego, son guardianes de más de dos Artificiums Menores y un Artificium Capital, pueden ser más en casos especiales.

*Aquilae Veteranus
Conoce las nociones básicas de los tres aspectos principales y puede especializarse en todos si así lo desea. Posee un Artificium Menor y dos Artificiums Capitales.

*Aquilae Magister
Pueden estar al servicio de monarcas, líderes mundiales o dirigentes que no sean enteramente religiosos. Son capaces de defenderse con armas y también tienen conocimiento avanzado en múltiples técnicas de combate cuerpo a cuerpo. Es posible verlos dedicados a la enseñanza y protección de uno o varios Aquilae Inceptor. Pueden tener varios Artificiums Menores y un Artificium Capital, en algunos casos tienen varios si no tienen como alumnos a otros Aquilae de menor rango.

*Aquilae Legenda
El nivel más alto al que puede aspirar un miembro de la Cofradía. Son expertos en los tres aspectos de los Aquilae y tienen la capacidad de entrenar a otros cofrades de manera especializada. Pueden tener a su cargo varios Artificiums Menores, algunos Artificiums Capitales y alguno de los Artificiums Elementales.

Hay un rango especial, el Aquilae Immortalis, quien se encarga de custodiar la Gemma Floralis, eterna regente del tiempo. Su poder es indiscutible, es la persona más cercana a lo que puede ser un dios."

Zahara no envidiaba en absoluto la labor de los guardianes de los Artificiums. Nunca imaginó tener la magia tan cerca, y cuando creyó que no le iba a interesar ni un poco, se dio cuenta de que era un mundo que eventualmente no podría ignorar, más que todo porque ese constructo la había tocado desde hacía mucho tiempo sin notarlo y le dejó una gran cantidad de preguntas sin resolver.

Jenny se acercó a Zahara y su hermano haciendo unos breves pasos de vals. Luego se sentó en una de las sillas del comedor y los miró con una sonrisa.

—Si no consigo un novio tan atractivo, bien vestido y dulce como Wallace Amery, no quiero a nadie en mi vida. —dijo la adolescente mientras jugaba con uno de sus mechones rizados.
—¿Te anotamos en un convento de una vez? —preguntó Zahara—. Los hombres como él no existen en esta época.
—Lo sé, pero algunos al menos se ven como él. Yo solo quiero manosearlos, besarlos hasta que se me entumezcan los labios y morderles las...

Cordell dio un golpe con la mano abierta a la mesa, haciendo sobresaltar a su hermana. Se molestó por oírla hablar de esa manera. Zahara lo miró.

—Amor, déjala tranquila. Eventualmente tendrá novios y tú no vas a poder cuidarla toda la vida.
—Sí, señor Jackson —replicó Jenny—, déjame tener un husbando como Wallace y una waifu como Star... ¡son el verdadero bi panic!

El muchacho suspiró. No le quedaba de otra, sabía que su hermana se pondría insoportable si él seguía demostrando que eso le irritaba.

—En fin —dijo la adolescente—. ¿Qué están leyendo?
—Una explicación sobre los Artificiums, es bastante inte...
Meh, aburrido. Vamos otra vez al vínculo, ¡quiero saber qué más pasó en Stonehenge! Voy a estar muy decepcionada si ese viaje no termina con una cena romántica.
—Jenny... —refunfuñó Zahara.
—Zahi, es mejor si quieres quedarte ahí con ese libro, porque voy a tener el chisme completo para mí sola. Permiso.

De inmediato, Zahara se levantó y corrió tras Jenny. La curiosidad la mataba.

Evangeline estaba destrozada. Ver a su esposo en estado de indefensión fue un golpe horrible para ella, más que todo porque tuvo la oportunidad de contarle la verdad sobre su origen Aquilae, él no creyó que esas cosas fueran reales y recibió una fuerte ráfaga de aprendizaje cuando tuvo que comprobar lo contrario.

Al igual que Cordell, Diego encontró por casualidad el baúl con los Artificiums mientras hacía limpieza general en casa, y cuando Evangeline trató de explicarle la verdad, él quiso contradecirla al tocar la Pluma de Thot sin ningún tipo de precaución. Un destello de luz roja lo envolvió por unos segundos ante la mirada horrorizada de su esposa. Ella, sin saber exactamente cómo romper aquella defensa mágica, intentó poner a Diego en contacto con su Artificium Menor, pero fue demasiado tarde: su cerebro quedó prácticamente frito.

Evangeline buscó a Nannette, su madre, para explicarle lo que había sucedido y rogarle por ayuda. Era el peor momento para que hubiera ocurrido aquello, que a todas luces fue un accidente bastante lamentable. Llevaban seis meses de casados después de muchos años de convivir felizmente en Woodheim, y justo habían decidido esperar a que Zahara se graduara de secundaria para hacer una ceremonia doble, pues había pasado a la universidad y estudiaría periodismo. Mientras llegaba la fecha para iniciar sus clases, Zahara había conseguido un trabajo en la tienda de antigüedades del señor Somith Shabahzyan, un hombre de origen armenio que ya peinaba unas cuantas canas y quería poner sus cosas en orden con su vida antes de dejar el plano físico.

El día que Zahara supo del incidente con su padre, estaba hablando con Somith sobre la gran cantidad de artículos que él tenía en su tienda. Muchos de ellos habían sido adquiridos como salvamento por sus familiares en varias guerras a lo largo y ancho de Europa, y fueron lo suficientemente escurridizos como para no ser descubiertos y asesinados.

Las joyas y muebles antiguos que se hallaban en esa enorme tienda maravillaron a Zahara: cada vez que encontraba alguna pieza curiosa, el "señor don Somith", como lo llamaba ella, le contaba una historia increíble sobre cómo había sido rescatada por alguno de sus hermanos, tíos o abuelos. Esa tarde en particular había estado llena de relatos divertidos, y las conversaciones que cada artículo generaba quedaron abiertas para otras tardes de trabajo.

—Zahi, tienes seis llamadas perdidas de tu madre —dijo el señor Somith al ver el teléfono de su ayudante sobre el antiguo mostrador—, puede haber pasado algo.
—Deme un momento, seguramente olvidé decirle que me tardaba más en llegar a casa hoy y tengo que avisarle —la chica tomó su teléfono, activó el altavoz y marcó el número de su madre. Luego se recogió el cabello y se alarmó al escuchar una voz llorosa—. Mamá, ¿por qué lloras? ¿Pasó algo con Nana Nannette? ¿Te pasó algo a ti?

Evangeline estuvo muy tentada a revelarle en ese momento a su hija la verdad acerca de su condición de Aquilae, pero logró pensar en una excusa rápida que la protegía de saber al mismo tiempo dos noticias difíciles de digerir.

—Nana Nannette está bien, cariño —dijo Evangeline—. Esta vez fue tu padre.
—¿Otra vez se golpeó jugando baloncesto? De verdad tiene que parar y aceptar que no es LeBron James.
—Hija... Diego limpiaba el tejado, se cayó y se fracturó el cráneo. Estuvo mucho tiempo sin respirar, no sabemos si hubo daño cerebral permanente.

Zahara desactivó el altavoz de su teléfono ante la mirada atónita del señor Somith, quien de inmediato entendió la indirecta y dejó que su ayudante saliera del almacén para atender la llamada con más privacidad.

—Mamá, ¿qué necesitas de mí? Solo dime qué quieres que haga e iré corriendo al hospital.
—Están operando a tu padre, por ahora no hay mucho que se pueda hacer... solo ten tu teléfono a la mano, ¿vale?
—Puedo decirle al señor don Somith que me deje salir ya, es una emergencia. —dijo Zahara tratando de aguantarse las ganas de llorar a mares.
—No hace falta, cuando salga de cirugía te llamaré para contarte todo. ¿De acuerdo?

Evangeline fue muy rápida para esquivar aquella bala y darle una excusa creíble a su hija. Lo que menos necesitaba era tenerla cerca mientras intentaba poner todo en orden y lograr que su esposo se recuperara de aquel accidente. Nannette estuvo utilizando magia de sanación por horas para intentar devolver la mente de Diego a su estado regular, pero el contacto con el Artificium Capital había sido demasiado violento y nada más se podía hacer.

—Querida, la condición de Diego es irreversible por ahora. Lo siento mucho.
—¿No hay manera de solucionarlo? Mamá, esto no me puede estar pasando. Recién nos casamos, Zahara está a punto de entrar a la universidad... —Nannette miró a su hija como si quisiera darle una buena noticia, pero la realidad era muy distinta.

Woodheim era un sitio donde todos se conocían y se cuidaban, pero el chisme también se dispersaba muy rápidamente, así que fue cuestión de tiempo para que el pueblo entero supiera que el padre de Zahara había sufrido un accidente. Nunca se supo qué vio en la alucinación que le causó la Pluma de Thot porque lo único que quedó de él fue su cuerpo, pero tenía la mirada perdida y la mente vacía. Era solo una cáscara del hombre que Evangeline conoció y del cual se enamoró.

Siendo principalmente una guardiana especializada en combate, haber estudiado enfermería fue un reto personal que Evangeline logró completar exitosamente y le servía para ocultar muy bien su rango de Aquilae Bellator. Nadie se esperaba que ella estuviera entrenada en Krav Maga y supiera defenderse lo suficientemente bien como para que le hubieran entregado aquel baúl que debía mantener oculto. En lo único que falló, y no precisamente por algo que ella misma hubiera hecho, fue en convencer a su esposo de que la magia era algo muy delicado de manejar.

—¿Crees que deba decirle la verdad a Zahara? —preguntó la enfermera a su madre.
—Si me cuestionas como Aquilae, es mejor mientras menos gente sepa de nuestra existencia. Si lo haces como familia sabes que tarde o temprano se va a enterar. Va a estudiar para ser periodista, será inevitable que empiece a investigar si encuentra alguna cosa que levante sospechas en ella —Nannette conocía muy bien a su nieta—. Aunque hay algo que podemos hacer... y con eso no tendremos que explicarle nada. Debemos exponerla.
—No, mamá —Evangeline negó con la cabeza—, no voy a hacerla tocar la Pluma de Thot. ¡Ella no tiene Artificium Menor que la proteja!
—Evie, querida... puedes prestarle el tuyo, sabes que el encantamiento es extensible. La única forma de que ella no pregunte es crear una ilusión para que vea a Diego recién salido de un quirófano. Si hace falta decirle que su padre está en coma lo haremos, pero mientras menos información tenga, menor es el riesgo que correrá. Recuerda que todavía hay Serpens ahí afuera buscándonos para matarnos.

Era tan simple como tomarle la mano a su hija mientras usaba su Artificium Menor en una mano y se las arreglaba para establecer un contacto seguro con la Pluma de Thot. No era el mejor momento, pero Evangeline debía ponerse creativa para proteger a Zahara, así que no lo pensó dos veces e hizo lo que Nannette le sugirió, esperando que funcionara.

Lo hizo por unos cuantos años, hasta aquel 2015 en el que finalmente la verdad las alcanzó.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top