10


—Entonces partiremos mañana a primera hora—dice Rié—, así saldremos cuanto antes de aquí y esperemos que la noche no llegue antes de haber dejado atrás Kimpur.
Intento dormir hasta que amanece y los tres salimos de la Posada de Kimpur. Nos despedimos de Hekka y marchamos en busca de algún vehículo que nos pueda ayudar a marcharnos cuanto antes. Afortunadamente encontramos un establo y el dueño nos empieza a enseñar todos los caballos. A mi me llama la atención uno negro como el azabache, con una preciosa crin dorada. También lleva en la frente un tatuaje dorado que le llega hasta la nariz. Es precioso...

— ¿Y, cuánto cuesta este? —Le pregunté yo al dueño del establo.
— ¡Éste, niña es el mejor caballo que tenemos! —Me respondió el con una voz grave—. Son 300 kix de oro.
Yo estoy un poco confusa, no tengo  idea de lo que es un kix de oro. Pero en ese momento Guirdu saca una bolsita marrón llena de pequeñas moneditas de oro del tamaño de una uña.
— Aquí tienes, los 300 kix de oro— dice.
— ¡Genial! Vuestro caballo se llama Cornellius, Pero podéis llamarle Cor.
No sé si es mi imaginación, pero Cornellius (Cor), parece muy contento de salir por fin de aquel apestoso establo. El dueño del establo nos da unas riendas para el caballo. Según salimos de allí Cor me dice.
— Gracias por sacarme de allí.
Es un buen caballo, tengo el presentimiento de que nos vamos a llevar bien.
Enseguida nos ponemos en marcha. Yo encima del caballo y Guirdu va detrás mía. Rié va volando, porque él no necesita ir montado en un caballo. Pasamos muchas horas cabalgando sobre Cor. Entonces paramos a comer en un pequeño bar que hay en Kimpur. Nos estamos acercando bastante a las fronteras, así que pensamos que por cinco minutos no pasa nada. El problema es que son más de cinco minutos, nos tiramos allí alrededor de una hora. Cuando salimos el cielo se esta volviendo cada vez más anaranjado y nos asustamos un poco, ya que cuando el sol se pusiera del todo la lluvia roja empezaría. Instantáneamente nos montamos encima de Cor y salimos cabalgando todo lo rápido que podemos. Nos faltan escasos kilómetros para salir de Kimpur cuando el sol se esconde del todo. Asustado, Cor intenta correr lo más rápido que puede pero por mucho que lo intenta no consigue llegar a las fronteras a tiempo. Las nubes empiezan a tapar el cielo, son de un color rojizo que indica que la lluvia roja está apunto de comenzar. Empiezan a caernos espesas gotas de agua roja, parecida a la sangre. Asustada me tapo con mi capucha del preciado abrigo verde, debajo de ella me siento segura. Poco a poco, empiezan a caer más gotas de lluvia roja sobre nosotros y mi abrigo verde comienza a teñirse de rojo. Comenzamos a ver sombras que se aproximan hacia nosotros, parecen estar hechas de humo. Eres la más espantosa imagen que he visto nunca, los espectros de la lluvia roja. Tengo miedo, mucho miedo, miedo de que alguna de esas criaturas me posea. Cor sigue intentando correr lo más rápido que pueda para salvarnos de aquellos espíritus. Entonces uno de ellos comienza acercarse más y más hacia nosotros. Se gira hacia mí y, levitando en el aire, se acerca hacia mi abrigo...

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top