Capítulo XLIX: Rayo iracundo

—¿Quién es él? —inquirió Jack. Yo no sabía esa respuesta, lo único que tenía claro era de quien se trataba uno de los rehenes.

—Ese es... —antes que pudiera advertir sobre lo de Tom, escuché un ruido blanco procedente de mi aparato de comunicación. Era algo inaudible, pero sabía de quien provenía. Parecía que había algo que interfería con las señales y me imposibilitaba hablar con Dante y su grupo.

Extendí mi magia por toda la casa, e inclusive hacia el exterior. Me di cuenta que la barrera que habían colocado para evitar que usáramos Magia de Espacio, también bloqueaba la comunicación con el exterior.

—Creo que hay un problema con Dante —aseguré—. No puedo comunicarme con él.

—Zack, ¿acaso el que está ahí es...? —le asentí a mi hermano antes que mencionara su nombre. No cabía duda que se trataba de Tom. El inmediatamente se llevó las manos a la boca—. Oh, por los dioses.

El hombre se veía complacido y no dejaba de mirar hacia todos lados de forma neurótica. Su comportamiento era muy extraño.

—Veo que el hermano del pilar cumplió bien su trabajo. Ese idiota de Rodric estaba metiendo mucho sus narices —habló el sujeto—. Y ustedes dos han mostrado un excelente progreso. Estoy seguro que serán las armas absolutas del rey Kano. Nadie se atreverá a contradecirlo.

Por lo que dijo, él era de quien nos había hablado Peter. Ese hombre era quien hacía los experimentos con humanos para lograr convertirlos en magos malditos. No comprendía lo que estaba haciendo aquí. Debía tener algún plan o era muy estúpido por haberse rebelado de esta forma ante nosotros.

—Usted debe ser el científico loco que esta con el rey —le dije. El me miró de forma despectiva al escuchar que lo llamé "loco".

—Soy Donato Cavalieri. El hombre más inteligente del mundo —aseguró a viva voz—. Soy el que ha diseñado al soldado perfecto que nos encaminará a un futuro hegemónico. Y ustedes serán parte de eso.

—Estás más que demente si crees que permitiremos tal cosa —le dijo Elijah—. ¡Suelta a nuestro amigo ya!

El sujeto sonrió—. Cierto. Él es la razón por la que se han rebelado contra el reino —puso su mano sobre el hombro de Tom. Este levantó un poco la cabeza, pero no decía nada—. Será divertido ver esto.

Sin previo aviso apartó con brusquedad la bolsa de tela de la cabeza de Tom. Lo que vi hizo que mi corazón diera un vuelco y mi garganta se trabara por la furia que se acrecentaba.

El Tom de expresión alegre, rozagante, cabello rubio y ojos claros ya no existía. Quien estaba ante nosotros era alguien totalmente distinto, a causa de los golpes constantes y quien sabe que otras penurias. Sus pómulos sobresalían exagerados, evidenciando su hambre prolongada. Sus labios estaban quebradizos y su piel pálida era manchada por hematomas y cortes nuevos y viejos. Los ojos azules que alguna vez despedían luz, ahora eran la demostración más clara del sufrimiento al que fue sometido.

Levantó débilmente la mirada hacia nosotros. Al vernos intentó sonreír, pero por su debilidad no lo logró por completo. Por un momento me olvidé de Darrell y tomé mi misión, lo único que había en mi mente era un odio que se acrecentaba con cada instante que miraba a mi amigo en ese estado y al hombre que lo causó, sonriendo con satisfacción.

—Z-Zack... yo no lo sabía —habló Darrell a mis espaldas.

—¿Ahora vez porque hago lo que hago? Lo único que hay es avaricia, envidia, corrupción y mal en este mundo. Toda mi vida no he recibido otra cosa que no haya sido desprecio, dolor y burlas. Me han arrebatado cosas queridas y lastimado a quienes quiero —mi grimorio brilló con una luz más intensa que cualquier otra. Mientras más rabia sentía, mas brillaba.

—Joven Rosewald, es interesante hallarlo aquí. Aunque me complace mucho encontrármelo en este momento tan crucial —le dijo el científico a Darrell—. No podría pedir más. El Arlequín de la Copia y el del Dibujo junto al Mago Espadachín. Tres magias perfectas para crear a los soldados supremos.

Sacó de su bolsillo una jeringa con una sustancia violácea en su interior. Antes que pudiera hacer algo, clavó el objeto en el cuello de mi amigo e inyectó el líquido extraño. Inmediatamente después mi amigo cayó al suelo y comenzó a convulsionar.

—¡Tom! —Jack corrió en su dirección. Pero justo cuando estaba a unos pocos metros, una onda expansiva lo empujó lejos de él.

—Es inútil, ya comenzó el cambio —aseguró el hombre—. Después de tanto experimentar, he encontrado la forma de crear magos malditos y poder controlar sus poderes. Su querido amigo es la prueba definitiva de mi logro.

Junto con la onda expansiva, se sintió una rara presión en el lugar. De mi amigo emanaba un poderoso y macabro poder mágico. La sensación que causaba me erizaba los vellos. Mientras más pasaban los segundos, ese poder malévolo aumentaba más y más.

La piel de Tom se tornó gris y se escuchaba como si sus huesos se rompiesen. Esos sonidos eran demasiado perturbadores para describirlo. Su cabello se tornó negro y puntiagudo, mientras que sus ojos pasaron a ser de un negro absoluto. Al mismo tiempo las uñas de sus manos crecían en garras inhumanas, al igual que sus dientes. Cada vez más adquiría la apariencia de una bestia monstruosa.

Un mago que sucumbe a su desesperación u odio se convierte en un mago maldito. Un ser que explota las sombras de su magia y pierde por completo su humanidad. En eso se estaba convirtiendo mi amigo.

—Es perfecto —aseguró el desgraciado, uno de sus secuaces le lanzó un libro con lo que parecía ser ataduras rúnicas en las cubiertas. Inmediatamente reconocí el grimorio, era el de Tom. Apenas lo acercó al ser en que se transformó mi amigo, este emitió una luz oscura y tenue—. ¿No les parece irónico que su propio amigo, por el que han luchado incansablemente, sea quien los someta?

—¡Eres un monstruo, no te lo perdonaré! —le grité, al mismo tiempo que le lanzaba una gran bola de fuego.

Hubo una gran explosión que levanto polvo y humo. Al dispersarse un poco este, me encontré que mi amigo se había interpuesto entre mi ataque y el causante de todo esto.

—Buen chico. Ahora derrota a esos magos —le ordenó a Tom. Este gruñó de forma bestial y su grimorio oscuro se iluminó con esa luz macabra.

Magia de Rayo maldito: Tallista de cráneos —pronunció mi amigo, con una voz grave que se asemejaba más a un gruñido.

De sus manos surgieron chispas negras y violáceas, un segundo después desapareció de nuestra vista y apareció nuevamente encima de nosotros, preparado para lanzar un potente rayo negro.

Yo rápidamente active varios hechizos defensivos que había en mi grimorio. Ese monstruo no era mi amigo Tom.

Magia de Combinación: Barrière suprême —combinando hechizos de Agua, Flores y Luz creé una cúpula de agua multicolor que emergía de rosas blancas alrededor de todos nosotros.

Al momento del impacto, sentí una potente presión en mi pecho. Todo nuestro alrededor tembló y por un segundo creí que mi barrera no soportaría ese ataque tan descomunal. Tuve que emplear una gran cantidad de magia para mantenerla.

De repente Tom quedó inmóvil y su ataque se detuvo. Vi que detrás había un reloj mágico que detuvo su tiempo.

—¿¡Que es todo esto!? —gritó Connor, quien extendía sus manos en dirección de Tom—. ¿Qué es ese monstruo?

—¡Es Tom! —respondió Jack. El rubio abrió los ojos por la sorpresa.

El reloj de mi amigo se rompió y nuevamente Tom quedó liberado. Se movía a velocidad de rayo por todo el lugar. Estaba desenfrenado e iracundo, como una bestia salvaje acorralada. No se me ocurría nada para detenerlo sin dañarlo. Después de todo, él no era el responsable de lo que estaba pasando. Solo era una víctima de la avaricia de un ser trastornado.

Rápidamente Connor se reunió con nosotros. Estando más cerca podíamos idear un plan rápido antes que nuestro amigo volviera a atacarnos.

—¿Por qué Tom está así? —inquirió el rubio.

—No lo sé, pero el culpable es ese hombre. Le inyectó una sustancia rara que lo convirtió en eso. Debe ser lo que nos contó Peter, lo de los magos malditos —le expliqué.

—Mi Magia de Tiempo solo es capaz de retenerlo por un momento. Su poder mágico es más intenso que mi control sobre el tiempo —por eso su hechizo duró tan poco.

—Mi Magia de Memorias tampoco será útil —expuso con frustración mi hermano—. Su mente carece por completo de razón. No puedo manipular algo que ya está fuera de control.

Eso era bastante preocupante. Los únicos capaces de enfrentarse a Tom eran Jack y yo. Pero no quería lastimarlo. En mi interior había fe de poder regresarlo a la normalidad. Aunque no sabía cómo hacerlo.

—Yo los puedo ayudar —me había olvidado por completo de él, al igual que mis amigos, ya que se sobresaltaron al verlo tan cerca—. Todo esto es imperdonable. No sabía que alguien fuese capaz de algo como esto.

—¿Estás seguro? —pregunté—. ¿Quieres arriesgar tu vida por alguien que no conoces?

—Yo entré al ejército con el fin de brindar mis servicios en pro del bien. No para servir a un demente científico y a un rey desquiciado. Esto claramente va en contra de cualquier principio humano —su faceta gentil era más fuerte que nunca. Me hacía muy feliz—. También es mi forma de remediar todo el mal que te he causado.

Mi corazón se aceleró tras sus palabras. Pero antes que pudiera decir algo, un potente rayo creó una fuerte explosión que nos separó a todos. Inmediatamente extendí mi magia para descifrar la posición de todos, luego usando Magia de Viento amortigüé nuestra caída. Por fortuna el rayo no impactó a ninguno directamente.

Magia de Espadas: Laevateinn —invocó mí querido Darrell. Luego se abalanzó sobre el iracundo ser que se había apoderado del cuerpo de mi amigo.

Lanzó un hechizo doble de fuego y hielo desde su espada mágica. Pero debido a que Tom poseía una velocidad muy superior, esquivaba con mucha facilidad los ataques. Jack también lanzaba varios ataques de varios elementos.

Connor y Elijah solo podían ver con impotencia nuestros esfuerzos por atrapar a Tom. Aunque quisieran ayudarnos, no lograrían nada.

—Es magnífico —escuché por parte del científico—. Solo usa Magia de Rayo y es capaz de mostrar un poder asombroso. Solo imaginarme al nivel que llegarán ustedes tres me acelera el pulso.

Quise abalanzarme sobre él y acabarlo. Pero cuando pretendía hacerlo, mi amigo se interponía en medio y evitaba mi avance. Su poder mágico no mermaba en lo más mínimo. A pesar de usar hechizos de alto nivel y consumo de magia, la sensación desagradable que emanaba con su poder no disminuía.

Lo único que me quedaba por hacer era intentar llegar al Tom verdadero. Tal vez si lográbamos despertarlo, regresaría a la normalidad. Aunque era una posibilidad casi nula, podría funcionar.

—¡Tom, regresa con nosotros! —le grité. La bestia se detuvo por un instante. Tal vez podría funcionar—. Tú no quieres nada de esto.

Por un instante el monstruo detuvo su ataque y solo me miraba con atención mientras hablaba. Pero ese momento esperanzador desapareció con un rugido estruendoso, seguido de un rayo en forma de lanza que iba en mi dirección. A la velocidad de iba, no tenía oportunidad de esquivarlo o realizar un hechizo para detenerlo.

Cerré los ojos y esperé lo peor. A lo lejos escuché que gritaban mi nombre. Pero ese sonido cambió, junto con la dirección del ataque que iba hacia mí. Una brújula mágica se puso delante de mí y desvió el hechizo mortal.

Una inmensa sombra negra me envolvió sostuvo mi cuerpo. Luego fui levantado y llevado lejos del alcance de Tom.

La gran marioneta me liberó, dejándome ver a Dante, Gasper, Danna y Samuel. Todos estaban bien y por suerte llegaron justo a tiempo.

—C-chicos... me alivia ver que estén bien —les dije, intentando controlar mi alegría.

—Todo el plan se fue a la basura —se apresuró a decir Gasper—. En el laboratorio no había ningún rastro de Tom ni del científico loco. Obligamos a unas personas a decirnos donde estaban y nos dijeron que habían venido aquí a poner a prueba el último paso del experimento. Intentamos comunicarnos con ustedes, pero había una barrera que nos lo impedía.

—Tuvimos que movernos a toda velocidad hacia aquí —dijo Danna.

—Dentro de ese laboratorio vimos cosas horribles. No puedo quitarme las imágenes de la cabeza —aseguró Samuel, claramente trastornado—. Vinimos hasta aquí y hay un monstruo atacándolos. Mi día no puede empeorar.

—Pues lo hará —les dije. Miré fijamente a Dante, quien sería claramente el más afectado por la noticia. Daría lo que fuera por decirle algo distinto, pero la verdad no podía ser tapada en ese momento tan crucial—. Ese monstruo que está allí... es Tom.

Con esa noticia, el horror se enmarcó en el rostro de los presentes. Más aun en quien anhelaba ver a Tom con tanto afán. Aquel que lo lloraba durante incontables noches, deseando el instante en volverlo a ver nuevamente. Para Dante era una noticia desgarradora, puesto que él anhelaba por sobre todo lo demás, volver a encontrarse con su amado. Pero ahora quien su corazón pertenecía estaba transformado en una bestia incapaz de sentir su amor.




Hola mi gente, espero que les haya gustado este capítulo que a mi en lo personal me encantó.

¿Cómo le están pareciendo estos últimos capítulos? Me encantaría saber sus opiniones.

Nos leemos en el siguiente capítulo.

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