Capítulo 2
Este fanfic es un Shin Soukoku que en lo personal creo que es dulzura y ternura a su 100% ya que un simple deseo puede crear muchas cosas buenas para un chico de 10 años.
Capitulo 2. Flor de NocheBuena
...
Atsushi terminaba su papeleo cuando obviamente Dazai descansaba y Kunikida comenzaba a gritar, sí, todo era igual en la agencia, día a día y no cambiaban
― Tenemos una misión – dijo Fukuzawa – el gobierno me pidió que vigilemos a un niño
― ¿un niño? – preguntaron confundidos los de la agencia
― Así es, el gobierno nos pide cuidar de él mientras esté aquí
― ¿Qué tan importante es esté niño? – pregunto Junichiro
― Su habilidad trata de crear nochebuena, una flor que ocupan comúnmente en México para decorar las fiestas navideñas
― ¿noche buena? – pregunto ahora Naomi
― Euphorbia pulcherrima, conocida comúnmente como Nochebuena, flor de Navidad, corona del Inca, flor de pascua, estrella federal, pastora o poinsetia, entre otros nombres, es una especie de la familia Euphorbiaceae nativa del sureste de México. Se utiliza frecuentemente en jardinería como arbusto, pero principalmente en floricultura como planta de interior en Navidad. Existen más de 100 variedades cultivadas de esta especie – dijo Ranpo mientras Kunikida buscaba una fotografía en una Tablet y la mostraba
― Oooh – dijeron todos sorprendidos
― ¿Por qué es importante?
― Por qué las flores que crea esté niño te conceden un deseo, claro que el niño debe hacer una para la persona que pedirá el deseo, se le llama "un deseo Navideño"
― Comprendo – dijo Kunikida y suspiro – bien, todos cuidaremos del niño
― ¡Sí! – respondió la agencia
Entonces, fue así como Atsushi término yendo por el niño junto a Dazai y Kunikida – el niño estará esperándonos en el aeropuerto – mencionaba Kunikida – debemos llegar en 20 minutos con 15 segundos para que el niño pueda vernos al bajar, lo tomaremos y volveremos a la agencia en exactamente 52 minutos
― Kunikida-san ¿Qué pasa si el avión se atrasa? – pregunto Atsushi y Kunikida profundizo su vista en su ideal
― Aprendes bien Atsushi-kun – susurro Dazai burlón
En cuanto llegaron al aeropuerto lo encontraron rápido a decir verdad, los cálculos de Kunikida fallaron y esto lo tenia que se moría, se acercaron a aquel niño de piel morena, cabellos negros y ojos claros, era un café tan claro que parecía amarillo, su nombre era Miguel Suarez y era un chico bastante alegre, parecía saber quiénes eran y siempre susurraba entre sus manos, también parecía muy pero muy interesado en Atsushi, lo tocaba y miraba sus bolsillos, sin mencionar que hacia diferentes preguntar, realmente no se apartaba de Atsushi
Salieron del aeropuerto sin ningún problema, su destino era el hotel grand donde se haría una gran celebración entre las naciones unidas, era un gran evento y Miguel representaba a México con todo su esplendor y sonrisa – Miguel – le llamo Kunikida - ¿Por qué los agentes no vinieron por ti?
― Es que odio a los gobiernos, mi gobierno cada vez está peor, me ofrecieron detectives y estaba más que alegre de conocer detectives
― Eso es lindo – menciono Atsushi
― Atsushi tu cabello me recuerda a gente de mi barrio
― ¿barrio? – pregunto Atsushi
― Les dicen "cholos"
― Ah... n-no entiendo – respondió Atsushi
― Está bien – sonrió Miguel – yo si
Aunque las conversaciones con Miguel eran extrañas, llegaron a la agencia, el evento seria hasta la noche, a poco rato Miguel había descubierto que Atsushi era un tigre, así que pidió verlo, si, el pelinegro no dejo de jugar con las orejas de Atsushi y admitiéndolo, al albino también le encantaban aquellas caricias – Los demás están vigilando a otros miembros del gobierno – menciono Kunikida – debo hacer papeleo y por la virgen María que menciono Miguel, espero hacer lo correcto en dejarte a cargo Dazai
― Kunikida-kun, juro solemnemente que todo estará bien – sonrió Dazai
5 minutos de que Kunikida se fue, la agencia estaba de cabeza, Dazai no sabía que había pasado, era como si todo hubiese sido planeado mientras Atsushi había salido con Miguel, ¿Por qué? bueno Dazai ni siquiera recordaba que había sucedido – ay... Kunikida-kun va a matarme
¿Y dónde estaban Atsushi y Miguel? Bueno, el chico había querido conocer el centro y mirar las flores, para él la nochebuena era la flor más hermosa pero la navidad era algo que le ilusionaba año con año como cada niño, Atsushi le acompañaba, le encantaba conocer de aquello.
Puesto por puesto Miguel se asombraba por cada adorno y todo le mostraba a Atsushi, ambos chicos se estaban divirtiendo en grande, no constaba decir que ambos iban más que abrigados, fue cuando pasaron por unos callejones sus risas estruendorosas fueron escuchadas por un perro, claro está que no era un perro cualquiera. Tenía su decisión tomada y era absoluta. Akutagawa salto sobre el albino asustando a Miguel y atrayendo a ambos al callejón, un forcejeo y palabras altisonantes comenzaron, Atsushi protegía a Miguel y Miguel miraba a aquel azabache, sus ojos, su vestimenta... ¿Por qué atacaba a Atsushi si estaba tan... iluminado?
Miguel sonrió al ver un campo abierto, - Nochebuena, concédeme otro deseo – pidió el chico y un pétalo apareció. Miguel rápidamente se movió y sin que el mafioso se diera cuenta, deposito el pétalo en su gabardina. Rashoumon se calmó y en lugar de atacar a Atsushi, lo besaba. Akutagawa se quedó sorprendido y Atsushi estaba como una roca de tieso por las acciones de Rashoumon
― Jinko ¿Qué le hiciste a mi bestia? – se quejó molesto Akutagawa
― Y-yo no hice nada – dijo mientras Rashoumon tomaba forma de un perro gigante y se restregaba en su mejilla – hazlo parar, tengo miedo – se quejo
― Atsushi, Rashoumon te quiere – dijo Miguel y ambos mayores lo miraron
― ¿ese niño qué?
― ¿en serio? ¿apenas lo notas? - se quejó Atsushi
― Soy Miguel Suarez, mi habilidad crea flores que cumplen deseos
― ¿Qué deseo pediste Miguel?
― Bueno, que mostrará su verdadera forma de ser y sentimientos – menciono – no sabía que la habilidad tomaría mi pétalo – dijo confundido
― ¿tratas de decir que mi Rashoumon es un perro gigante amante de tigres? – se quejó el azabache
― Bueno, a veces las cosas no salen exactas como quería y necesito de más deseos – sonrió Miguel – mis pétalos terminan hasta después de la media noche
― Eso no resuelve nada Miguel – se quejó Atsushi
― Como sea, terminaremos esto después entonces – dijo y aunque intento desactivar su habilidad está no se movió ni regreso - ¿Qué pasa?
― Yo que se – se quejó Atsushi – ya quítamelo de encima
― Ah, mis pétalos hacen a quien los lleve seguir su albedrio – sonrió Miguel – se basan en los verdaderos sentimientos de tu habilidad y también... creando una nueva alternativa para mi
― ¿De qué hablas Miguel? – pregunto Atsushi confundido
― Genial, ahora que haremos así – se quejó Akutagawa
― Puedes venir con nosotros – sonrió Miguel
― Miguel mmm... - pensó un momento Atsushi – Akutagawa es...
― Akutagawa-san es tierno – menciono sorprendiendo a ambos mayores y sonrió – la flor de nochebuena jamás se equivoca
Atsushi sonrió tiernamente y acaricio los cabellos de Miguel – tienes razón Miguel – dijo alegre – no hay personas malas – y aunque de momento Atsushi no supo porque lo dijo, tampoco le desagrado la idea
― Jinko ¿Qué? – pregunto el azabache y Atsushi lo miro
― Miguel solo estará aquí hasta la noche y debo cuidarlo, no puedo hacerlo solo y Rashoumon no me deja, podrías ayudarnos – pidió Atsushi
― Solo porque ese mocoso me metió en esté lio – sí, tampoco Akutagawa sabía bien que estaba pasando pero tampoco le desagradaba la idea
― Gracias Akutagawa/-san – dijeron ambos chicos y el azabache chasqueo la lengua
Akutagawa llevaba una bufanda y un cubre boca que cubría perfectamente la mitad de su rostro, nadie le reconocía entre las calles, mientras Rashoumon había tomado la forma de un perro más pequeño y caminaba al lado de Atsushi – Atsushi – le llamo Miguel sonriente – en mi ciudad, a los animales se les consideran guardianes
― ¿en serio? – pregunto Atsushi
― Si, incluso un perro o una mariposa – decía Miguel alegre – me alegra que tengamos a Rashoumon – decía Miguel y Atsushi suspiro
― Tienes razón Miguel
Akutagawa solo había mirado a otro lado, su recorrido por el centro continuo, la plática era alegre entre los tres chicos, sinceramente, estaban llevándose muy bien, sobre todo Akutagawa y Atsushi y de eso, Miguel sonreía muy feliz, llegando al parque y comenzando a hacer más frío, Atsushi se quitó su suéter para ponérselo a Miguel – Atsushi, pero te dará frio – menciono
― Estoy bien, estoy acostumbrado a las bajas temperaturas – sonrió el albino
― Gracias Atsushi – sonrió Miguel mientras corría por el parque
― Ese niño tiene razón, está nevando ligeramente y solo traes una manga larga – dijo Akutagawa
― Si, bueno... es en serio que estoy acostumbrado – menciono melancólico – ahora por lo menos llevo ropa gruesa, en mi infancia solo llevaba dos retazos de tela
― Si, supongo que esté frio no tiene comparación – dijo el azabache
Ambos mayores se sentaron en una banca, Rashoumon en forma de perro jugaba con Miguel entre los juegos y arbustos - ¿Qué edad tiene? – pregunto Akutagawa
― Tiene 10 años, viene como miembro embajador de México – menciono Atsushi
― ¿está bien que me des tanta información?
― Oh vamos, estamos juntos en esto – menciono Atsushi y suspiro – además, como dice Miguel, no eres tan malo – dijo el albino sonriente y el azabache se sonrojo
La conversación entre los mayores continuo hasta que la nieve comenzó a caer más, debían resguardar a Miguel y la fiesta estaba por comenzar – Akutagawa-san, ven con nosotros – pidió Miguel
― No puedo entrar a un lugar así – menciono el azabache – pero fue divertido el día de hoy – dijo ligeramente sonriente – me hiciste recordar a mi hermana menor, feliz navidad Miguel
― Akutagawa-san – le tomo el brazo y lo abrazo – Feliz navidad... - le deseo con una sonrisa
― Feliz navidad Akutagawa – dijo el albino sonriente
― Feliz navidad Jinko
― Ahora un beso – sonrió Miguel y los dos mayores lo miraron confundido – es que mi pétalo de muérdago esta sobre ustedes – sonrió Miguel – solo aparece arriba de amores verdaderos
― ¿qu-que dices Miguel? – dijo nervioso Atsushi
― No es como si fuéramos algo así – se quejó Akutagawa – nos hace falta tiempo
― Tienes razón – dijo Miguel – mientras pueden besarse
― Miguel deja eso – dijo el albino nervioso
― Ah – expreso el azabache como si fuese un grito más apenas se escuchó – creo que la flor está controlándome – dijo poniendo más nervioso al albino
― A-Akutagawa resiste – decía Atsushi y miro a Miguel preocupado – Miguel debemos hacer algo
― Debes besarlo Atsushi, así la flor se calmará
― ¿e-eh? – pregunto confundido
― Oh, creo que Rashoumon está por descontrolarse – dijo Akutagawa evitando reírse a carcajadas al igual que Miguel
― ¡Bi-bien! – dijo Atsushi y miro a Akutagawa – so-solo se-será ra-rapido
Atsushi se acercaba lentamente con sus ojos cerrados, Miguel reviro los ojos y Akutagawa paso su mano a su nuca para jalarle con fuerza, unieron sus labios en un tierno beso, uno que pronto les permitió un abrazo y una sonrisa – nu-nunca imagine que un be-beso fu-fuese dulce – dijo Atsushi apartándose ligeramente
― Podrías probar más – menciono el azabache
― Después de dejarme en la reunión vuélvanse a ver en el parque – sonrió Miguel
― Mi-Miguel pa-para ya – pidió Atsushi
― Bien, aquí a las 11:45 – dicto Akutagawa dándole la espalda – y no me hagas traer más muérdagos – dijo mientras desaparecía entre la oscuridad de la nieve
― Atsushi-san – sonrió Miguel – hay algo que se llama el regalo de Navidad
― Es-escuche de eso, es tu habilidad ¿no? – pregunto
― Si – sonrió Miguel – mira en el bolsillo de tu pantalón
Atsushi busco en su pantalón y de allí saco una flor de nochebuena blanca y brillante – Mi deseo al llegar aquí fue tener una navidad con una bella historia llena de amor
― Miguel, eres un niño muy bueno – menciono Atsushi sonriente y ligeramente sonrojado, tomo la mano del menor y esté devolvió la sonrisa
― Atsushi, no puedes faltar a tu cita con Akutagawa-san
― no lo haré - sonrió el albino
― y siempre agradezcanme
― a ti y a la Noche buena - menciono el albino alegre
Amboschicos caminaron entre la nieve, pues debían apurarse, la navidad de Atsushiapenas iba comenzando y todo gracias a un pequeño niño llamado Miguel.
¡Hola a todos!
Mañana subiré el ultimo capitulo de este especial, y de allí hasta año nuevo.
Quería tener algo tan dulce como este capitulo, espero les guste (aprovechen para leerlo en sus ratos de aburrimiento en la cena familiar)
¡Feliz Navidad a todos!
¡Gracias por leer!
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