Capítulo 1

Este es un One shot para el Soukoku con un intermedio algo.... trágico pero tierno al final. 

¡Feliz navidad a todos!

...

Capítulo 1. Relación con reglas 


Era un bar por la noche, aunque más llamado por los adolescentes, era un "club" uno de los que puedes detenerte en auto o motocicleta y te atenderán, quizá no con una sonrisa pero si con una buena bebida, alitas y pollo frito eran sus acompañantes, quizá una que otra botana extra.

Acostumbraba llegar a ese lugar, era algo de "negocios" Osamu Dazai era el rey del club, pues obviamente no era un lugar para encontrar el amor, solo para encontrar a alguien con quien pasar la noche. Aquella noche todo cambiaría para nuestro castaño amigo, pues si, al escuchar unas motocicletas llegar, no dio importancia, ¿qué más daba? Siempre llegaban a ese lugar

Con botas sonoras por las cadenas de adornos, un pantalón ajustado mostrando aquellos perfectos y redondos glúteos, una camisa sin mangas color vino, una gargantilla, chaqueta de cuero negra y un sombrero. Esa era su vestimenta, pero más llamo la atención con aquel cabello naranja y ojos azules ¿extranjero? Supo que la respuesta era si al ver a su acompañante completamente albino y de su vestimenta idéntica con camisa rota y una gorra en lugar de sombrero, sus ojos bi colores. A Dazai no le tomo tiempo de ver a su subordinado embobado por el albino. Una sonrisa ladina salió. Pidieron en la barra, dos cervezas Heineken ¿elegantes? Nah, nada de eso, simplemente el de cabello naranja parecía tener dinero

Después de un rato, la música siguió las conversaciones con sus amigos perduraban, las miradas mataban, Dazai se sorprendió al verle acercarse, si, él se acercaba – bailemos – dijo el pelinaranja haciéndose presente y callando la conversación de los amigos de Dazai

― La fiesta comenzó – sonrió Dazai tomando la mano del chico

Ambos chicos bailaron, los roces no tardaron en llegar, era una noche perfecta, ambos se deleitaban con el baile del otro, se acariciaban y coqueteaban, y aunque suene loco es así, siguieron hasta el fin. – Nakahara Chuuya – se presentó al fin

― Osamu Dazai – respondió

Sus cuerpos rozaban y eso fue lo que ambos les hicieron perder la razón, fue un cuarto de baño donde sus melancolías ahogaron, Dazai se quitaba saco y corbata mientras Chuuya se quitaba chaqueta y camisa. Dazai acaricio el pecho de Chuuya, beso la mejilla y cuello de Dazai, si, sería una noche de pasión y ya

Dejaron las formalidades de lado, Chuuya recostó a Dazai en la base de la taza de baño, metió sus dedos en su boca y mientras el castaño bajaba sus pantalones, ambos se movían desesperados, terminaron rápidamente, Chuuya quería entrar así que no se esforzó mucho, sus dos dedos expandían al castaño lo más rápido posible mientras esté se contraía a si mismo por la sensación. – Usualmente nadie haría esto – dijo Dazai

― Usualmente tendrías que gemir y no hablar – dijo burlón Chuuya

― Pues, usualmente no me acostaría con un enano

― Si y aquí estás en un baño sin poder más – menciono tomando el miembro de Dazai – si, ya no puedes más

― Suelta... - pidió excitado – enano seguro que siento más tus dedos que tu pene – se quejo

― Estoy seguro que lo sentirás – exclamo Chuuya

― ¿Así? ¿si? ¿y qué esperas por meterlo? ¿o qué? ¿ya lo metiste? – hablo con una gran sonrisa

Está vez era Chuuya quien había enfurecido, no tuvo dignidad ni paciencia, ni un poquito de decencia, entro en Dazai como si esté fuese su hogar, creando la sensaciones de una dura ropa golpeando en el interior de Dazai, claro está que no lo aceptaría.

Su compatibilidad era perfecta, en un vaivén donde podían ponerse de acuerdo, era sincero, era rudo, era necesario y sobretodo divertido. No importaba cuanto era, se alejaban en el mismo club y se volvían a encontrar, no importaba, eran como imágenes, eran simplemente compatibles.

Una quinta ronda en el baño fue interrumpida por unos idiotas vomitando, así que, antes de esperar tener sexo en el baño, Dazai tomo su mano – ven y sígueme

― ¿A dónde me llevas bastardo? – pregunto siendo jalado – hey, yo vengo con Atsushi

― Deja a tu amigo y solo sígueme – se quejó Dazai

No tardaron en llegar a la salida de emergencia, Chuuya tomo su moto mientras que Dazai subía en su auto – recuérdalo, solo ven y sígueme – dicto Dazai y Chuuya suspiro cansado

― Lento – se quejo

Llegaron a unos departamento, Dazai estaciono en uno de sus estacionamientos departamental, Chuuya solo se quedó a la esquina de ellos, bajo de su motocicleta y ni bien alcanzo al castaño, este le robo un beso, y si, no era un beso tranquilo era completa pasión en ella, entre forcejeo subieron tomando su rumbo hasta el departamento deseado, Dazai abría la puerta torpemente pues estaban a punto de caer, Chuuya trepo en la cadera de Dazai abrazándole con sus piernas, aprovecho la posición para desabotonar su pantalón, no habían ni bien cerrado la puerta cuando Dazai estampo a Chuuya en la pared – apresúrate, es tu turno - se quejó Chuuya. El mismo había sacado el miembro del castaño para ser penetrado, Dazai solo debía aguantar el peso del más bajo encima de él y por suerte la pared le ayudaba

Era un sexo sin igual, no era de aquellos que simplemente coqueteaban y tenían piernas abiertas, diablos, no, era una sensación diferente, era apasionante y único, era amor, si y solo por su cuerpo, se enamoraron de sus cuerpos.

Los jadeos bajaron a media madrugada, el cansancio había llegado y ambos habían decidido descansar, por la media mañana, despertarían con una terrible resaca. Tallaron sus ojos, ni se dieron los buenos días - ¿tienes agua?

― La nevera está al fondo a la derecha – se quejó Dazai – tráeme a mí también

― Claro – respondió Chuuya levantándose de la cama, solo usaba su bóxer color violeta

― ¿quieres desayunar? – pregunto Dazai mientras iba a la cocina

― No, - respondió desde la cocina, tomo dos botellas de agua, lanzo una para Dazai en cuanto lo vio aparecer y la otra la abrió para él – solo una noche, no me quedo a desayunar, eso es de enamorados – dijo Chuuya algo molesto

― No me molestaría

― ¿Qué dices?

― Nada... - respondió Dazai contraído mientras bebía el agua

Chuuya solo tomo agua, volvió a la habitación para tomar sus ropas, Dazai miro aquel acto, jamás había llevado a nadie a su departamento, siempre les guiaba a hoteles o incluso en cualquier callejón, ahora... ¿Por qué le molestaba ver al pelinaranja recoger sus cosas? – Chuuya

― Hey Dazai, te dije, iba con Atsushi, espero no siga en el bar y se haya ido a casa

― Oh, tú y ese ¿Atsushi-kun...?

― Debo irme – dijo Chuuya ajustando su chaqueta. Miro un instante a Dazai, su rostro enrojecido por la resaca y el sobre de alcoholismo de la noche, suspiro.

Se acercó al castaño, beso su mejilla y sonrió – fue una fabulosa noche Osamu Dazai – menciono alegre – realmente jamás creí poder platicar con alguien después del sexo y mucho menos dormir en una cama con alguien más – exclamo – eres único – menciono alegre – hasta pronto Dazai

En cuanto Chuuya paro de hablar abrió la puerta del departamento y se marchó dejando a Dazai sin palabras, sin escapatoria, vio al pelinaranja encender su motocicleta y cuando se marchó, Dazai no lo analizo, ni lo notó, había dejado caer un par de lágrimas...

...

El tiempo había pasado, las sabanas de Dazai habían sido cambiadas, aunque siempre mantenía una almohada aparte, pues si, el olor del pelinaranja había quedado impregnado en ella y era el mayor tesoro del castaño

Sus instintos le convencieron una vez más, después de acostarse con uno y otro, simplemente nadie era Chuuya, aquel día fue en búsqueda de su subordinado, que... realmente eran amigos pero Dazai una vez más, no lo admitiría. Toco la puerta como un demente hasta el azabache abrió recibiendo un golpe en su frente, si, Dazai no había parado de tocar – Dazai-san

― Akutagawa tardas mucho en abrir

― Estaba durmiendo – se quejó mientras el castaño entraba a la habitación – lo he decidido Akutagawa, encontraré a Chuuya

― ¿Chuuya? – pregunto molesto

― Si, el chico de la semana pasada en el club, tú te quedaste con su amigo, aam Atsushi-kun

― Ah, sí, los recuerdos – dijo evitando su rostro – tengo clases Dazai-san, son finales

― ¡Debemos hacerlo Akutagawa! ¡encontremos a Chuuya!

― No me interesa

― Podríamos encontrar a Atsushi-kun, si lo conquistas tu tendrás a Atsushi-kun y yo a Chuuya

― No soy un rompe relaciones

― Esa relación ¿Qué? Chuya paso toda la noche conmigo y resulta que Atsushi-kun no hizo nada contigo ¿no? Vamos, no quiero una relación, quiero verlo, muero por verlo, podría suicidarme por verlo

― Por favor no intente suicidarse

― Vamos

― ¿Por qué yo?

― Porque eres el único que entretendría a Atsushi-kun por mi

― Aag – expreso molesto - ese chico es bueno en la cama - menciono y miro a Dazai - lo hicimos toda la noche el uno al otro 

  ―  lo vez, es lo mismo con Chuuya - sonrió Dazai - apresúrate 

Ese día se quedaron juntos, Dazai se arregló en casa de Akutagawa, unos jeans beige, una camisa negra y un saco negro, no había nada que dijera más que es un "sex symbol" que eso, Akutagawa por su parte se puso un cuello de tortuga en color blanco y un pantalón negro ajustado, no necesitaba mostrar mucho, bastaba con encontrar al chico albino.

Llegaron al club como siempre, todo mundo volteaba a verlos, claro que Dazai estaba más alegre, había reconocido la motocicleta de Chuuya en el estacionamiento. Se adentraron en el club, y encontró al pelinaranja a grandes charlas con su pareja albino, sus entrañas se revolvieron al verlos juntos y tan felices, así que ¿Por qué no intervenir? Está vez él fue quien se acercó – hey, Chuuya, Atsushi-kun – sonrió Dazai

― Hey cuanto tiempo – dijo Chuuya y volteo a ver a Atsushi – ese es el chico del que te hable

― Oooh el primero con quien pasas una noche entera – sonrió Atsushi y Dazai se sintió orgulloso, en cuanto el albino lo miro, sintió su mirada penetrar su ser – felicidades Dazai-san, es el primero de los tantos con los que él duerme y no solo tiene sexo 

― Vamos Jinko, no es para tanto – menciono el azabache para rescatar al castaño. Atsushi le miro

― Akutagawa, ¿también vienes con él? – pregunto el albino

― Sí, es mi mentor – menciono el azabache - de él aprendí muchas cosas como las de la otra noche 

― Ooooh – expreso Atsushi - ¿y las que te enseñe yo? 

― ¿ah? – Chuuya miro a Atsushi - ¿no dijiste que se acostaban? – pregunto y Atsushi se sonrojo

― No dije eso Chuuya

― Lo dijiste

― No lo hice

― No me acuesto con él – dijo Dazai con asco mientras señalaba a Akutagawa – y bien – decidió cambiar el tema – Chuuya, ¿gustas bailar?

― Hay, perdón, no hablo loco – dijo Chuuya algo modesto – váyanse a la – extendió a los lados sus dedos índices y los movió al mismo tiempo arriba y abajo. Atsushi tapo su boca para evitar reír

― Chuuya deja tus groserías – pidió Atsuhi y miro a los otros dos – discúlpenlo, está muy borracho ya

― ¿Qué hay de ti? – pregunto Dazai – gustas bailar

― ¿yo? Bailar con el gran Osamu Dazai – sonrió Atsushi – bien

La noche fue tremenda, las luces, la música, los cuatro chicos llegaron a un nivel que nadie esperaría, no había formalidades o momentos de ponerse a pensar en quien iba con quien, después de todo el ajetreo todo fue oscuro... Chuuya estaba despertando después de una gran resaca, ¿Cómo llego a casa? Pues ni lo recuerda, vio a Atsushi a su lado, sonrió ligeramente y olio su cabello – Atsushi

― ¿Qué? – hablo en queja no quería escuchar nada

― ¿haces el desayuno?

― No

― ¿Por qué no?

― Tienes una cita con Dazai-san - se quejo - y me duele el trasero 

― ¡¿Qué?! – Grito Chuuya y Atsushi salto de la cama molesto

― ¡Cállate! Me duele la cabeza

― ¿Cómo es eso posible?

― Anoche te emborrachaste tanto que aceptaste ir a una cita con Dazai-san – decía Atsushi metiéndose de nuevo en la cama

― ¿Cómo dejaste que eso pasará?

― Me sedujeron muy bien

― ¡Atsushi!

― Solo ve, no te vas a morir

― ¿y si me muero?

― Te haré un lindo funeral

― ¡Atsushi!

― Ya cállate por favor – pidió Atsushi adolorido – como sea prometiste ir, la dirección está en tu celular, así que ve, dile bye y regresas con el desayuno

― Esté niño – se quejó Chuuya – bien, iré ¿Qué quieres de desayuno?

― Café y pan tostado

― No estás de nuevo con eso ¿o sí? - le jalo las sabanas - recuerda como te pones después de tener sexo como un loco, tienes que alimentarte bien, rayos - se quejo - eres tan energético como un tigre para el sexo pero para todo lo demás duermes como un león

― En serio solo quiero café - se quejo - además Akutagawa fue gentil conmigo 

  ―  ¿y tu lo fuiste con él? 

― no mucho...  Tuvimos mucho sexo anoche, no se bien que tan duro fui cuando me tocaba a mi - menciono tallando su cara en cansancio 

― Bien, te traeré un maldito café – se quejó Chuuya – mantén bien tu cuerpo Atsushi, ve al gimnasio

― Lo haré, lo haré

― Este niño... cuando menos lo esperas se vuelven revuelves – suspiro Chuuya y lo miro molesto – si no te ejercitas no le gustaras a los chicos y no tendrás sexo – dijo molesto pero solo recibió una almohada en la cara por parte del albino.

Chuuya tomo un baño, uso unos mejores pantalones, su estilo seguía intacto, subió a su motocicleta y llego rápidamente a la dirección, era un restaurante peculiar, no era familiar y tampoco era elegante y suspiro solo de pensar que a sus 28 años por primera vez tendría una cita.

...

Chuuya estaba llegando al centro de la ciudad, y logró notar a aquel castaño en la fuente, estaba parado recto, mirando fijo a su celular, llevaba un pantalón beige oscuro, un saco negro y su cabello revuelto igual a cuando lo conoció, suspiro profundo ¿en serio tenía una cita con alguien? Llego frustrado hasta su lado y lo miro - ¡CHUUUYA~! – grito alegre

― No grites bastardo – se quejó molesto – no sé cómo me sacaste una cita pero esta la pagarás caro

― ¿eh? Pero Chuuya tú fuiste quien me lo pidió – sonrió Dazai

― ¡cállate no me acuerdo de nada! – se quejo

Dazai sonrió, llevo a Chuuya hasta un café, así también aliviando el dolor de cabeza del pelinaranja, acompañados del café venia el desayuno, uno americano, conjunto de huevos con hot cakes, Chuuya ahora estaba relajado. – Chuuya ¿Por qué nunca tienes citas? – pregunto Dazai

― Las relaciones son un asco – se quejó Chuuya

― ¿tú y Atsushi-kun no?

― No, Atsushi y yo nos conocemos de hace años, era el hijo de mi tía, así que

― ¿son parientes y se acuestan?

― No bastardo – dijo molesto – es una historia difícil de comentar, en sí, Atsushi es adoptado

― Oh – dijo Dazai más tranquilo – pero entonces... ¿Por qué?

― Ninguno tuvimos una gran infancia que digamos, nuestros padres buscaban hijos perfectos y de ello su matrimonio falso, así como sus hijos falsos, todo era falso, - miro a Dazai serio – no me interesa formar una relación con alguien, solo son falsedades – sonrió amplio – estoy bien con solo tener sexo, no me importa quien sea, prefiero a los que están buenos y esos los elijo yo

― ¿Quieres decir que estoy "bueno"? – pregunto haciendo a Chuuya sonrojar

― No lo estas

― Tú me llamaste la otra noche

― Te veías bueno

― Oh vamos Chuuya

― Mira, te dejaré esto claro, tengo mis reglas: 1. Jamás salir con el chico con el que me acuesto. 2. Jamás tener sexo por más de una noche con un chico. 3. Jamás repetir chico. 4. Jamás quedarme en casa de un chico, incluso, ni ir a sus casas.

― No mames Chuuya, rompiste 3 de tus 4 reglas conmigo, significa que te agrado

― No me agradas maldito bastardo y

― Pero esa noche habíamos platicado mucho ¿no quieres hacerlo? Pareces un chico que suele hablar mucho

― Atsushi y yo hablamos mucho

― Son muy unidos eh

― Si – sonrió Chuuya – fue interesante conocerlo ¿sabes?

― ¿quieres contarme?

― Vale... todo comenzó...

Así fue como la conversación siguió, hablando de todo y de nada, por horas y horas, la música, las tantas tazas de café y un postre de flan para ambos, las risas y las preguntas, hablaron de sus gustos, sus placeres y añoraciones, hablaron de sus vidas, sus pasados y quizá futuros, hablaron de amor y de negación, de seguir y de frenar, simplemente era una conversación digna de una buena amistad

Después de las horas y las horas de hablar de lo bueno y lo malo, de saber de sus familias, de todo y de nada, pagaron el banquete, tomaron un taxi y lo demás fue una simple historia.

Habían llegado al departamento de Chuuya, allí sus cuerpos se rozaban, sus labios eran parte de la piel del otro, Chuuya había agradecía que Atsushi no estuviera en casa, pero ¿Cómo no? Era la dirección más rápida, ni siquiera había hoteles cerca, entonces... ¿Por qué? ¿Por qué traía a ese idiota castaño a su casa? Todo se volvió nubloso cuando el castaño entro en él, llenaron la habitación de gemidos mutuos, y en cuando llegaron a la tercera ronda, Chuuya perdió la razón al entrar en el castaño.

Terminaron en la cama recostados, durmiendo, descansando... Claro que cuando dio la media noche, Dazai despertó, sonrió de ver a Chuuya a su lado y esté despertó al sentir el movimiento de Dazai – Dazai – le llamo - ¿te quedaste? – pregunto

― Acabo de despertar – menciono ligeramente decepcionado – pero ya me iré

― Está bien – soltó Chuuya y le miro de reojo - ¿quieres cenar antes?

― Si, muero de hambre – sonrió Dazai

Salieron de la habitación en bóxer, y fue cuando Chuuya se topó con Atsushi en la sala mientras leía un libro – oh terminaron – dijo Atsushi

― ¿tenías rato? – pregunto Chuuya

― No – expreso sin mirarlo y suspiro – bien, como hace 2 horas que llegue

― Atsushi si llegaste solo debías entrar

― No, no tenia ganas de un trió  – sonrió Atsushi – tu cita resulto bien

― Mira pequeño niño aprovechado – decía Chuuya jalando las mejillas de Atsushi pero Dazai entendió y sonrió 

― Atsushi-kun, lamento molestar a estas horas – dijo por fin Dazai

― Oh, está bien – menciono Atsushi mirando al castaño – estuve ocupado en la biblioteca

― ¿biblioteca? – pregunto Dazai

― Atsushi está en el último año de la universidad – dijo tomando al pequeño de sus hombros – es mi orgullo

― ¿ahora hasta sabe de mi carrera? – pregunto Atsushi y Chuuya se sonrojo - ¿se queda a cenar Dazai-san?

― Creo que debería irme – dijo Dazai mirando al albino

― Si bueno, las reglas – decía Chuuya

― ¿Cuáles? Si ya rompiste todas con Dazai-san – se quejó Atsushi

  ―  lo vez - sonrió Dazai victorioso 

― ¡Atsushi! – grito Chuuya

Dazai comenzó a reír, realmente eran un dúo muy divertido – bien, me quedo a cenar – dijo Dazai, Chuuya se sonrojo y Atsushi sonrió ligeramente

Una cena en plena madrugada se llevó a cabo, Atsushi estaba involucrado en ello, ¿Qué era lo que estaban haciendo?

Ahora eso era común. Chuuya veía a menudo a Dazai, tenían sexo, se quedaban en la casa del otro, inclusive, Chuuya y Dazai habían dejado de coquetear en club's, simplemente buscaban más el reunirse ellos dos.

Aquel día, Chuuya se vestía, estaba en la cama de Dazai – hey - le llamo Dazai – ¿no quieres quedarte?

― No, iré al club – dijo Chuuya

― ¿al club? – pregunto sinceramente preocupado el castaño

― Si, Atsushi ha estado solo estos días y dijo que hay un par de chicos que no le dejan de molestar en el club

― Oh ya – expreso Dazai - ¿Qué hay del azabache de aquella vez?

― ¿Azabache? ¿Quién? – pregunto Chuuya y Dazai sonrió

― Tengo una idea de quién puede ayudar – dijo Dazai tomando su celular y miro a Chuuya – quédate – pidió y el pelinaranja le miro

― Quizá otro día – dijo poniéndose su camisa

― Hey Chuuya, algún día tendrás que aceptar que esto...

― No – dijo serio Chuuya – no lo etiquetes, esto está bien así – dijo sin mirar al castaño – y si vuelves a tocar el tema me iré

― Bien... solo digo... Esto no tiene que ser falso, puede ser

― Bien, me voy – dijo tomando su chaquete

― Chuuya... - le llamo pero esté salió del departamento

Dazai suspiro, recibió un mensaje de respuesta "Ok, voy para allá" - ¿y quién podría venir aquí? – Suspiro nostálgico Dazai, pudo ver por su ventana como el pelinaranja subía a su motocicleta y se marchaba – creí que esto sería más fácil de aceptar – suspiro Dazai y se recostó en la cama – mi cama aun huele a ti, Chuuya...

Después de esa noche, Chuuya dejo de responder a los mensajes y llamadas de Dazai, dejo de verle, en su departamento jamás estaba, una vez incluso, fue a buscar a Atsushi a la biblioteca, pero esté simplemente no lo encontró. Chuuya había desaparecido de su vida una vez más, así como llego se fue y eso realmente le dolía.

Los meses continuaron así, Dazai se había rendido, era cercana la navidad, sin sexo, sin pareja, sin nada, ni siquiera sabía de Atsushi en aquel tiempo, parecía estar en sus finales, pues ni sabía nada del albino, esté también había desaparecido, no tenía respuesta ni mucho menos una resolución de las cosas. Aquel día, decidió volver a su vida normal.

Llego al club vestido de blanco, como si fuese una nueva vida, su cabello peinado, realmente era otro Dazai, había visto a un chico de cabello rosado, probablemente su mejor opción, y se vio intervenido por alguien, si, Akutagawa. – Dazai-san ¿Qué pretende hacer?

― ¿de qué hablas? – pregunto Dazai molesto – retomo mi vida

― ¿retomarla? – pregunto Akutagawa - ¿Qué ha estado haciendo estos meses? Beber sin control, evitar las llamadas y mensajes. ¿sabe cuanto me ha costado encontrarlo?

― No quiero saber nada de nadie – expreso Dazai

― No me ha permitido explicarle

― ¿explicar qué?

― Chuuya tuvo un accidente

― ¿Qué?

Akutagawa llevaba a Dazai quien seguía en shock, su dirección era un hospital, Dazai miraba a sus alrededores sin entender nada – Dazai-san – le llamo – solo pueden haber pocas personas, es aquí – dijo señalando la habitación 563

Dazai entro algo tembloroso miro a Atsushi quien doblaba unas ropas, el albino volteo a verlos y se confundió al ver a Dazai – Dazai-san ¿Qué hace aquí? – pregunto

― Lo acabo de encontrar – dijo Akutagawa molesto

― ¿tardaste 3 meses? – hablo molesto Atsushi

― Oye, es difícil hallarlo cuando no sabes nada de su vida – se quejó el azabache

― ¿Qué fue?... ¿Cuándo? – pregunto Dazai a Atsushi

― Fue un día que estuve en un club, Chuuya llego a defenderme

― Fue el último día que me mandó un mensaje Dazai-san – dijo Akutagawa serio – llegue justo cuando todo terminaba

3 meses atrás...

Chuuya había llegado al club donde dos hombres grandes tenían a Atsushi acorralado, Chuuya sin pensarlo dos veces llego hasta Atsushi, se puso en medio, la pelea había concedido que los del club salieran del lugar, Akutagawa apenas iba entrando, miro a Atsushi y sonrió pero de inmediato escucho el golpe llegar. Uno de cabellos largos y blancos golpeo a Atsushi con una botella de vino haciendo al albino caer y en cuanto Chuuya grito, el otro de cabello negro y ojos morados aprovecho para apuñalarlo por la espalda.

Akutagawa había llamado a emergencias y mientras llegaban, llamo mil veces a Dazai el cual jamás respondió, el azabache no sabía dónde vivía el castaño así que solo tenía los mensajes, día tras días mando mensajes, nunca tuvo respuesta, y después de tres semanas Atsushi despertó, pero Chuuya... seguía sin despertar aun con una operación en medio, el chico había caído en coma.

Atsushi se hizo cargo de todo respecto a Chuuya, iba a la universidad y corría directo al hospital, prácticamente vivía en el hospital, Akutagawa decidió quedarse a su lado y ayudarle, por las noches acostumbraba ir al club para saber si Dazai iba, pero nada, el castaño también había desaparecido, no fue hasta aquel día que por fin se tomó con Dazai en el club.

...

Dazai estaba atrapado en aquella historia, una fantasía debía admitir, se acercó para tomar la mano de Chuuya, estaba no respondió - ¿puedo quedarme a su lado? – pregunto Dazai y Atsushi suspiro

― Seguro eso es lo que hubiera querido él...

― Atsushi, vamos, te compraré un café – dijo Akutagawa y el albino le siguió

― Dazai-san, suerte – dijo Atsushi saliendo de la habitación con Akutagawa

― ¿Qué es esto Chuuya?... ¿Por qué no te quedaste? – hablo molesto, no, la verdad es que las lágrimas iban cayendo, su molestia era con él mismo - ¿Por qué no te acompañe? – se preguntó a si mismo llorando

Día tras día, Dazai se quedaba en el hospital, a veces relevaba a Atsushi en las noches, a veces simplemente se quedaban los dos, y otras Akutagawa les acompañaba. Un nuevo año había llevado y con la navidad cerca de nuevo Dazai sintió sus estragos al llegar al hospital, un año y medio que Chuuya había estado en coma... dolía más de lo que podía pensar, ¿sería el tiempo de rendirse? ¿De caer? ¿De dejarlo ir?

Dazai entro al hospital como siempre, está vez vio a Atsushi llorando en el pasillo, Akutagawa estaba llegando con unos analgésicos para el albino – Atsushi-kun ¿Qué ocurre? – preguntó nervioso

― Da-Dazai-san – le llamo el albino entre lágrimas – Chuuya... - trago saliva – e-él...

Dazai no lo soporto entro corriendo a la habitación, era cierto, no pudo evitar comenzar a llorar también, el atardecer estaba dando en la ventana, su cabello y ojos brillaron con el claro del sol – Dazai... - le llamo y Dazai no pudo evitar soltarse a llorar

Después del despertar de Chuuya pudo salir del hospital aunque con silla de ruedas, Atsushi estaba feliz de volver a su casa con su compañero de siempre. Atsushi, Dazai y Akutagawa se turnaban para la rehabilitación de Chuuya, y aunque esté no podía caminar la noche de navidad llego, Dazai llego con un abrigo y Akutagawa compro una torta, y aunque a Chuuya le costaba entenderlo, pues si, había pasado año y medio, notó a su compañero feliz al lado del azabache – quiero decir unas palabras – dijo Chuuya mirando a los otros tres

― Dinos Chuuya – sonrió Atsushi

― Perdí un año y medio de mi vida – menciono haciendo a los otros tres bajar la cabeza – he visto que cosas han cambiado, que otros han dado un paso allá y otros... - miro a Dazai – se quedaron

― Chuuya no tienes que... - decía Atsushi

― Espera Atsushi, quiero terminar

― Chuuya, el doctor dijo que no te aceleres – dijo Dazai

― Pues me alterare si no me dejan terminar – se quejó el pelinaranja y suspiro – quiero hacer las cosas bien está vez – anuncio y miro a Dazai – lamento haberme ido, lamento mis reglas... - trago saliva – quiero pasar tiempo con todos – sonrió Chuuya

― Chuuya... - Atsushi le abrazo – te extrañe...

― Lo sé... lo sé – sonrió Chuuya abrazándolo – gracias – miro a los otros dos – gracias por todo, feliz navidad

  ―  Feliz navidad - respondieron los otros tres sonrientes 

La noche transcurrió, Atsushi y Akutagawa tenían un momento juntos, pues si, el azabache había planeado algo especial para el albino, y aunque no querían continuar, Chuuya insistió y prácticamente, con ayuda de Dazai claro, los metieron juntos a la habitación, Chuuya reía por ello, realmente eran excelentes compañeros, miro fijo al castaño y sonrió – Dazai ¿podemos ir a la azotea?

― Claro Chuuya – menciono tomando los mangos de la silla de ruedas de Chuuya

Dejo a Chuuya en la azotea, era una noche de nieve, Dazai procuro poner una manta encima de Chuuya y abrigarle bien, Chuuya sonrió y miro al castaño - ¿estuviste siempre conmigo?

― No, los primeros 3 meses creí que habías huido de mi

― Sí, es de comprender – sonrió Chuuya y suspiro – Dazai

― ¿mm?

Nakahara estiro su mano para tomar el brazo de Dazai y con ello sus manos – Gracias por quedarte siempre a mi lado...

― Está bien Chuuya, lo hice porque quería...

― Exacto – trago saliva – olvida mis reglas, - menciono entre lágrimas – olvida mis caprichos – lo miro lleno de lágrimas – podrías... ¿salir conmigo?

― No - respondió Dazai serio y Chuuya bajo la cabeza – Chuuya, debes conocerme mejor

― ¿eh?

― Estuviste hospitalizado un año y medio, donde para ti, solo dormiste ¿no es así?

― S-si...

― Andes del accidente solamente querías alejarte mientras yo sinceramente quería una relación

― E-eso no... - menciono el pelinaranja avergonzado

― ¿no qué?

― Y-yo... - trago saliva avergonzado – Dazai... tú me has gustado... - bajo la cabeza para jugar con sus dedos – desde el primer día me has gustado...

― ¿entonces? ¿Por qué me rechazabas? Solo... ¿era sexo?

― No

― ¿entonces?

― Tú lo sabes – trago saliva

― Sí, pero quiero que lo digas – sonrió Dazai y Chuuya lo miro molesto

― ¡Aag! Eres un bastardo

― Vamos Chuuya, diiiilo

― ¡Me gustas! – grito molesto – desde el primer día me gustas pero tenía miedo de que fuera una ilusión, yo solo me gus

Chuuya se vio callado, Dazai se había agachado a su altura para besarlo, uno que el pelinaranja no rechazo, al contrario continuo con el beso, se miraron sonrientes después de ello y Dazai acomodo en el cabello de Chuuya – Feliz navidad novio – menciono haciendo al pelinaranja sonrojar

― Fe-feliz navidad, Osamu – sonrió Chuuya

― Viviremos juntos

― No

― Si, si lo haremos

― No, no dejaré a Atsushi

― Lo dejaste un año y medio, además él y Akutagawa tienen sexo todo el tiempo necesito recuperar mi vitalidad

― ¡Bastardo maldito hijo de puta!

Aquella sería una blanca navidad... 


¡Hola a todos! 

solo quiero decirles ¡Feliz Navidad!

¡Gracias por leer!

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