Capítulo 12: "El día en el que te conocí."
"Hubiera dado el mundo por haber tenido valor para decir la verdad, para vivir la verdad"
Capitulo 12
¿Era un hermoso día soleado?
Si.
¿Las aves cantaban felizmente?
Si.
Demasiado para mi gusto...
¿Estaba emocionada de conocerte?
Asustada, sería la palabra correcta.
Y es porque la pequeña niña con lágrimas en los ojos azules más hermosos que vi y sus gritos llamando a su papi, realmente no ayudaban a mi estado paralizante total de horror.
-Princesa, por favor, cálmate... -Suplicaba afligidamente Farhiye, mientras pasaba un trapo húmedo por la frente de la niña para así aliviar un poco su fiebre.
- ¡Zafer! –Le grito la Srta. Nisa al tesorero, haciéndolo saltar. - ¿Has llamado ya a nuestro Sultán?
Zafer asintió rápidamente. –Sí, Nisa. Un soldado de confianza, acaba de ir a la reunión que se está dando en el pueblo donde se encuentra nuestro sultán. Hasta que el mensaje de que nuestra princesa Leyla está enferma llegue en sus manos, seguro les llevara un tiempo llegar hasta el castillo de regreso.
La Srta. Nisa asintió.
- ¿Y qué sucede con el doctor del Castillo? Llevamos más de diez minutos así, ya se ha de tardar bastante ese anciano... –Farfullo enojada Fahriye desde su lugar junto a la princesa.
Fuertes sollozos seguidos de hipo resonaron por el aposento.
-Ten. –Me pasaron un pequeño camisón blanco de seda, sacándome de cualquier estado en el que haya entrado antes. –Ayuda a Fahriye a colocarle este pijama a nuestra princesa, con la Srta. Nisa iremos a buscar al doctor.
Asentí aun sabiendo que ellos ya se encontraban por el pasillo de lo apresurados que iban y que no podían verme.
A pasos lentos me dirigí hacia la cama de la niña que se encontraba en el centro de la habitación y dudosa comencé a quitarle su hermoso vestido verde agua tratando de tener cuidado de no tocar ninguno de sus platinados rizos rubios tan parecidos a los que una vez también fueron los de mi hermana...
- ¿Qué piensas que le sucede a mama? -Pregunto mientras continuaba haciendo su pulsera con aquellos girasoles.
Como siempre que sucedía cuando preguntaba por mama y sus actitudes extrañas, yo no le contestaría y no sé si ella se daría cuenta de mi forma indirecta de que no quería hablar de ese tema, pero ella continuaría divagando lo mismo.
-Yo creo que está loca. –Se contestaría ella sola mientras reiría encontrándole diversión a absolutamente todo. –O eso dijo papa la otra vez que mama no recordaba lo que había traído del pueblo. Dios, pobrecita.
-Tu no recuerdas lo que cenaste la noche anterior. –Señale.
Me reí de Ela al ver la extraña mueca que hacía en mi dirección por burlarme.
-Eres mala cuando quieres. –Dijo tratando de sonar seria para luego reírse conmigo.
Cuando nos calmamos, agarro mi muñeca y suavemente ato la pulsera de flores en la que se había pasado toda la tarde tratando de confeccionarla.
-Tan hermoso como tú. –Susurro, aunque logre escucharle. –Cuando tenga hijas, espero que les guste estas cosas, porque las cansare todos los días ensañándoles a cómo hacer una buena corona, collar y brazaletes de flores.
Le fruncí el ceño. Y así de rápido, Ela podía cambiarte de tema.
- ¿Y si tienes hijos, varones?
- ¿Quién dice que lo hombres no pueden utilizar coronas de flores? –Me sonrió y me guiño un ojo.
Negué con la cabeza, divertida.
Ela era así, le encontraba una solución a todo. Ella era la positiva entre las dos hermanas.
-Me gusta mucho Ela. –Le sonreí mientras señalaba la pulsera en mi muñeca.
-Papa....
Volví a la realidad dándome cuenta que ya había terminado de colocarle el vestido y lo que me había sacado de mi ensoñación era el ruido de nuevas voces.
- Princesa... Tranquila, soy el doctor, y si no te importa voy a revisarte para saber que está mal contigo y cómo podemos solucionarlo. –Le dijo el anciano mientras acomodaba todas sus cosas que traía en su portafolio en la mesa a su lado.
Fahriye se hizo a un lado de donde se encontraba poniéndole otro trapo húmedo en la frente de la niña y fue directo a pararse al lado de la Srta. Nisa y Zafer, quienes se encontraban atentos observando todos los movimientos y las palabras de aquel doctor.
Cuando también quise ir a ellos para dejar de molestar allí y dejar que aquel anciano haga su trabajo tranquilo, la puerta se abrió de golpe.
- ¡Leyla! –Entro el Sultán desesperado para abrazar fuertemente a su hija, seguido de la Sultana.
La Srta. Nisa se acercó para poder hablar de lo sucedido con la Sultana Akile mientras nuestro Sultán se aseguraba de encontrar lo que fuese que la estuviese haciendo llorar a su única hija.
-Cristina, ve a la cocina y trae agua para el Sultán Ömer y su madre por favor. –Me dijo Zafer preocupado antes de acercarse hasta el lado del sultán.
Asentí e hice una reverencia, para seguidamente apresurarme a la cocina.
....
- ¡Por Ala!
Salte sorprendida ante el grito inesperado. Mire a mi derecha, dándome cuenta recién de las dos concubinas que iban pasando a un lado de mi por el pasillo.
.... ¿Cómo te enteraste de eso? ¿Quiero decir es realmente verdad? –La misma concubina que grito, le pregunto desesperada a la otra con una gran sonrisa en su cara que mostraba todos sus dientes.
La otra copio una sonrisa igual de grande, tiro su largo pelo castaño hacia atrás y mientras le guiñaba un ojo, le contesto engreídamente.
-Mi querida prima, Elena, se casó con alguien que es amigo de un soldado. Hace poco lo ascendieron para que proteja al castillo, porque al parecer necesitan más soldados con la llegada del príncipe aquí. –Casi chillo al último. Luego se puso seria otra vez, pero con una pequeña sonrisa dijo –Ordenes de nuestro querido soldado principal Cihan.
Y luego guiño un ojo. Juntas se pusieron a gritar de la emoción mientras saltaban.
Apresure mi paso hacia la cocina antes de quedarme sorda.
Cuando llegué, esta se encontraba vacía, así que decidí llenar rápido una jarra de vidrio con agua fresca y colocarla en una bandeja de plata con tres vasos pensando también en llevarle agua para el medico del castillo.
En el pasillo, las concubinas de hace rato ya no se encontraban allí y este se encontraba inquietantemente vacío.
....
¡Un capitulo nuevo todos los viernes!
Sinceramente, ya quiero publicar el capitulo 13. Estoy muy emocionada!! No se imaginan todas las cosas que se vienen... *insertar risa malvada*
;)
No olviden comentar y votar.
¡¡Les deseo un hermoso día!!
xoxo
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