¿Quien nos vio?

Advertencia: escenas explícitas, no apto para menores de 18 años🔞.

★★★

Chiara

Y lo veo venir en todo esplendor junto a el, Pablo y Gustavo. Quienes ignoran mi presencia.

Yo solo me limito a esperar hasta que cierto ruso aparece y mi mundo vuelve a reiniciarse.

Carga un suéter cuello de tortuga negro ajustado, y aremangada por los codos. Es decir este hombre de verdad si quiere lastimar, ya que permite ver así la perfecta musculatura que lleva. Y sin olvidar unos blue jeans que le dan ese aire de chico malo. Su correa es negra y sus zapatos igual. Pero aparte de ello quien se lleva el protagónico son los anillos que lucen sus manos. Esa si es la marca, Dimitri.

Tiene su cabello completamente revuelto pero, sexy y tiene esa expresión que me dice de una como será mi noche.

Si, ¿por que dejaría que los tres hombres se cruzarán en mi encuentro con el guapo ruso? sencillo porque ya vieron todo.

Solo dios sabe la pena que pase y como tuve que asumirlo en un par de horas.

Así que cuando me ve, me analiza y se que le gusta lo que ve, porque rápidamente se me acerca

—Muñeca. —Me llama con un tono de voz grave—. te ves божественный.

—Siempre— Apenas terminó de decir la frase.

Porque ese hombre llega y me da un beso empujándome a su carro.

¡Dios! Cuánto me moría por esto

Su beso, es profundo y algo brusco pero siempre con ese deje de control que te muestra que quien manda es el, abriendo te un camino directo al pecado de besarlo.

Porque cuando pruebas sus labios solo es eso lo que puedes pensar.

Apenas recuerdo cómo me llamo luego de tal demostración de necesidad.

Que si antes estaba como una llama, ahora soy una jodida hoguera.

Cosa que le satisface y lo se por esa sonrisa y esos labios hinchados. Se acerca para decirme.

—Vámonos.

—por supuesto, guapo. —digo mientras trato de no poner los ojos en blanco por el placer, ya que se está restregando mostrándome con hechos lo que puedo tener, está durísimo y se que no vamos aguantar mucho.—espera un minuto.

Eso lo confunde, pero no réplica ya que se queda con la expectativa. Así que para y me suelta para ver qué voy hacer.

"Aquí vamos" pienso.

—¡Oye Gus!—exclamó a mi amigo que es uno de los tres que me mira como si hubiese acabado de ofrecer un baile de privado—. ¡toma! —Le lanzó las llaves pero está absorto; y el que las atrapa es Godric quien me mira con mucha rabia.

Bueno, si el no decide ponerle cartas al asunto lo haría yo, sencillo.

Ni hablar de Pablo estaba más rojo que una luz de navidad.

—me voy —declaro volteandome a Dimitri quien me sonríe como un ganador. No, el no gano aquí, porque solo acabamos de iniciar una estratégia.

Así que mientras Dimitri me abre la puerta de su auto les gritó a los muchachos.

—¡No me esperen!.

Ya con Dimitri en el auto veo que niega la cabeza.

—¿como estás, muñeca? —Con un tono de voz dulce

Si a esto me refería que el ruso mostraba lo que quería mostrar en público y en privado. Al menos su reputación está salvada aún, porque en las grabaciones solo puede salir otra cara de la moneda.

Así que iniciaría mi noche hasta la mañana, en la cual tendría  que enfrentar mis actos, porque se que Godric no se va a quedar así. Y la represalia...

Trago en seco

"Tengo que estar preparada" pienso

••••••••

—Excelente. —respondo y me acerco—. pero podría estar mejor si me dieras una mano —musitó acariciando sus dedos.

—¡Vaya! —exclama sorprendido— la muñeca quiere jugar antes de llegar a la casa de juegos —Me río y me mira—. Entonces así será.

Pone el auto en control automático, pero aún con una mano en el volante y la otra en mi necesidad.

—a ver —Me roza un pezón y yo me muerdo enseguida los labios.

Continúa su recorrido de sutiles caricias que hacen que me dé escalofríos y aumente mi desesperación. Para cuándo llega a mi muslo, ya prácticamente tiemblo a lo que el sonríe.

—jueguemos, muñeca —Me dice en un tono de voz bajo que promete.

Desliza sus dedos por debajo de mi falda y roza esa parte de mi que inmediatamente me hace jadear.

El solo se me queda viendo con una sonrisa.

Luego de ello sigue rozando y sacándome jadeos. Hasta que ya se deja de juegos y mete sus dedos.

—¡¡ahhh!!... Dimi —digo en medio de un gemido.

—¿esto era lo que querías? —pregunta y yo asiento.

El va sacando los dedos a lo que yo reaccionó.

—Si. —Se me olvidaba que a él no le gustaban los gestos de afirmación o negación, a él le encantan las palabras

Entonces el los vuelve a meter, rozando mi clítoris con el pulgar. Haciéndome estremeser, suplicar y jadear de placer.

Pienso en la impotencia que sentí está mañana cuando no llegue a nada y enseguida en el mar de sensaciones que siento mientas Dimitri mueve sus dedos.

—¡Si! —Le digo gimiendo—. más—suplico.

Ya no tengo control, solo pienso en el placer en como cada una de esas partículas se va reuniendo en mi para darme esa tan deseada explosión.

Mis caderas se mueven por si solas y mi cabeza cae para atrás. Estoy gritando diciendo cada palabra que se me ocurra para definir y prolongar su continuación.

Cuando siento que estoy cerca. Se lo hago saber.

—¡Ahh! ¡Más, Dimitri! —Estoy como una posesa.

Sus dedos se mueven, jugando. Entrando y saliendo pero solo un punto me está matando y el lo nota por me empieza a dar un masaje rápido y efectivo en el clítoris. Haciéndome llorar de placer.

—¡Ah!, ¡Dios! —Mi desesperación me hace pegarme al asiento dejando mis uñas clavadas en el.

—muñeca sabes que aquí no hay Dios—susurra, Dimitri y solo me prende más por el tono de voz que revela lo excitado que esta—. aquí solo estamos esos ángeles que expulsaron del cielo y viven del pecado —Le cuesta hablar y eso solo, eso creo que...

—¡ahh! —No puedo ya siento que me voy a desmayar es demasiado. Pero en eso Dimitri toma mi barbilla con su otra mano y la aprieta.

Mirándome autoritariamente dice

—Acaba, ya Chiara.

Y yo inmediatamente me corro, como nunca antes. Maldiciendo su nombre y soltando palabras que no se deben entender. porque fueron producto del látigo del orgasmo que me arraso desde la columna, hasta mi centro haciendo que mi último grito fuera su nombre mientras se deleitaba con mi reacción provocada por él.

Dimitri nunca decepciona.

Estoy en un estado de alivio, no total, pero uno que por segundos me hace sentir relajada.

Dimitri solo me observa como buscando manera de plasmar este momento y aprovecha la oportunidad para aclararse

—he estado con muchas mujeres, pero nunca han dado una cara de placer total cuando llegan al orgasmo, muñeca. Pero tú en cambio, solo me haces pensar en que cosas hacerte para verla más a diario.

Ya recuperando la respiración, y parte del sentido común. Noto que nos acercamos a su departamento.

—entonces deberías pensar y reaccionar más rápido —Trato de irritarlo y hacer que quiera dominarme, sin embargo.

—En esto, no te voy a quitar la razón—Tiene una sonrisa perversa.

Suelto un suspiro porque calmo parte de esa hoguera que me estaba consumiendo, pero aún queda parte de ella que solo hace que me den ganas de lanzarme encima suyo y querer montarlo hasta saciarnos.

Lo miro, lo pienso, lo analizo y decido.

—ya llegamos—agrega mientras estaciona el coche en el estacionamiento privado.

Pero yo tengo otro plan así que me quito el cinturon y en un segundo me siento a horcarjadas.

—¿A esto quieres jugar? —cuestiona apresando mis caderas, moviendo las adelante y atrás.

—Si, ¿Y tú? —Me levanto unos centímetros y me dejó caer, haciendo que bufé—. Estás duro.

El está serio, mientras se desabrocha el cinturón, bajandose el pantalón y sacar su miembro erecto.

—Abre las piernas —Suelta un gruñido mientras sube y baja su mano por la extensión de su tronco, en su rostro no tiene expresión solo la de sus pupilas.

Hago caso y el empieza a a jugar tanto con su miembro como conmigo, en ese momento se pone el condón, y me besa hasta morderme los labios.

Hay un van y ven controlando mis caderas y, solo rozandonos sin llegar al contacto. Haciendo como si fuese entrar, pero solo son burlas. Logrando que gimotee de frustración.

Ahí sonríe, cuando me ve ante él, y es que tiene fuerzas es su manos.

—Dimitri. —Lo miro fijamente, y el pone su cabeza hacia atrás y en el acto siento que se adentra de una estocada en mi.

Cierro los ojos, no sin antes ver la gran O y escuchar el Mierda que soltó.

—Destacate. —ordena y lo beso. Mientras me muevo de arriba abajo, sintiendo la dureza de el entrar en mi y como se escuchan los jadeos no solo míos, si no los de Dimitri.

Quien tiene los ojos cerrados con la frente perlada.

—¿Quieres que pare? —pregunto en un jadeo, cuando aumento el ritmo mientras, tiene los dientes apretados, y yo me deleito de la cercana sensación al climax que me embarga.—. Ok —jadeo levantándome, ya que no contesto.

—¡No! —gritó tomando de nuevo mis caderas ahora el controlando el ritmo bombardeandome—. Te gusta desafiar.

—Siempre. —contesto molestandolo y cierro lo ojos al ver que me da una estocada en mi punto G.

—No me desafies —Gruñe, yo como puedo le sonrió y le muerdo la quijada—. Chiara.

—¿Que vas hacer? —Traga saliva y en eso me baja, y de un golpe se quita el suéter. Mostrando las gotas de sudor que tiene en su cuerpo recorriendolo.

Lo tira lejos y ahí me abre la blusa, rompiéndola, hasta quitarme el sujetador y liberar mis pechos los cuales muerde un poco haciéndome gemir de dolor y placer, ya que en ningún momento dejo de dar estocadas.

—¿Vas a seguir? —Jadea la pregunta y todas sus facciones más lo agitado de nuestras respiraciones asegura que estamos por llegar a tan ansiado orgasmo.

—Si ¡Ahh! —Gimo al sentir que toma mi cabello con una mano y la otra mi cadera y empieza a penetrarme más duro.

—Joder —Siento que entra más en mi, y me descontroló y empiezo a venirme mientras Gimo y el igual.

Aunque en eso parece ver a alguien ya que se detiene por un micro segundo, hasta darle a la palanca del asiento, llevándonos hacia atrás cosa que por el impacto y la sorpresa me lleva a otro orgasmo y el se corre con violencia, mordiendo uno de mis pechos.

Pasan unos minutos hasta que lo saco de mi y me acuesto en su pecho y  escucho su respiración agitada.

—La noche es larga.

—aun no acaba.

—acaba de iniciar.—digo detallando su tatuaje—. ¿acaso nos vio...

Se ríe un poco y yo sonrió.

—Tenia una cara...

—Perplejidad. —asumo y el niega.

—Estaba caliente y no le iba a dar un espectáculo. —Me río y el también.

—Te pueden poner una queja en la junta de vecinos. —analizo, mientras mis neuronas tratan de trabajar acordé y alejarse del efecto de la oxitocina.

Dimitri me abraza, mientras busca su suéter.

Me hace señas de que levante los brazos y me lo pone.

—No lo hará, muñeca. —asegura subiéndose el pantalón y yo me acomodo la falda—. Las cámaras de seguridad, no dan para ver y como... Vestimos de negro parecemos sombras. —Me da un beso—. vamos, Chia.

—estas sin camisa.—señaló y el saca un suéter gris de la guantera.

—Andando.— Sale del auto y espera que yo igual, así que lo hago y sigo su camino...

Me guía creo que va a tomar el ascensor, pero se detiene y me ve con una media sonrisa.

—¿Que ocurre? —cuestiono cuando abre la puerta de las escaleras que están cerca, y avanza—. ¡Espera!, ¡Di! —Lo sigo pero desaparece.

¿Dónde está?

En eso siento que alguien me carga, y yo grito de sorpresa, pero escucho la risa ronca de Dimitri.

Me lleva sobre su hombro, pero luego me suelta para atraparme pegando mi espalda contra la pared.

Como acto reflejo enredo mis piernas a su cintura. Alzó una ceja al ver que sigue erecto.

—A ver quién aguanta más. —dice, abriéndose el pantalón, para verme con una mirada totalmente oscura.

—Eso está mal, Dimitri.—alego. Siento como se frota contra mi. Mientras busca otro condon, y juega con mi clítoris hinchado.

Me muerdo el labio con fuerza, haciendo que Di, tome mi quijada evitando que continúe.

—Todo en nosotros —Entra despacio en mi. Soltando aire, mientras yo cierro los ojos con satisfacción. Sale otra vez y luego entra con más fuerza, haciéndome soltar una maldición y a él una risa—. está mal, Chiara.

Así que empieza el movimiento de ambos sincronizado, mezclándose entre gemidos, jadeos y respiraciones agitadas, que se silencian cuando me besa.

Continuando sus embestidas, y yo mi movimiento de caderas. Abro los ojos y noto que el me observa con toda su expresión contraída por el placer sin detenernos.

Con una pequeña sonrisa, enrollo con más fuerzas sus caderas con mis piernas, haciendo que apriete la mandíbula.

Pero se recupera, al agregar a mi acción una embestida que me hace gritar.

El sonríe, pero sabemos.

"lo sabemos" pienso.

Estamos por acabar.

Juntamos nuestras frentes perladas, mientras la rapidez se va haciendo parte de nosotros. Gimo, al notar como aprieta mis glúteos sintiendo las contracciones, y al ver sus venas de su cuello resaltar más.

Así que sin más, seguimos, hasta que terminamos ambos corriendonos en un gran gemido, haciendo que apoye mi frente a la suya y veamos nuestra expresiones.

La suya es totalmente erótica con esa gran O, y así pasamos segundos antes de recordar que tenemos que subir para evitarnos problemas por todas estas exhibiciones.

—Empate. —jadea Dimitri, con los ojos cerrados, sacando su miembro. Para luego bajarme con cuidado al suelo.

—Busquemos el desempate.—propongo y el sonríe.

—Mucho tiempo lejos. Muchas ganas acumuladas —asegura—. y tengo ideas...

Con eso nos arreglamos, y toma mi mano subiendo los pisos.

Pero sin evitar pensar que... Nos vio.

Nota de autora

Esto estuvo...🔥🔥🔥

Sus opiniones aquí, por favor😂😂😂

Bueno espero la estrella arriba.

Dedicado a la primera persona que llamo a Di, como "cavernícola" pero su favorito😍😍😍😍😍😍😍😍
@adqwe123

Muchas gracias por leer.

Atte: DM

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