No Leer si estás enamorado

Narrador omnipresente

Hace un año y seis meses

En aquellos días el ambiente cambiaba, las multitudes se presentaban y no para protestar, las noticias sonaban pero no por una guerra que estaba por llegar y los gastos iban en ascenso igual que las acciones del mercado.

Todo por el día de los enamorados.

Muchos pueden considerar este día de proclamaciones y declaraciones de amor o regalos exagerados vislumbrados en intentos desesperados.

Pero otros no.
Y Estrad entraba en la lista... Al menos una gran mayoría de ellos.

Destacando curiosamente algunos de los líderes de la organización.

Por ejemplo quien se encontraba en una reunión de algunos departamentos.

"¿Por qué hoy hay tantas reuniones?" Pensó Lucia aguantandose la frustración de estar escuchando lo mismo una y otra vez.

A diferencia de muchos ella podía tener algo de conexión con el significado de este día.

Aunque bien sabía que pareja no tenía pretendientes le sobraban, pero la atención de ella no captaban y con eso se aburría.

"¿Si le digo a Pab vendrá a ver una película conmigo?" Se preguntó y creyó que si, ya que no sabía de los planes que su amigo a diferencia de todos ellos tenía.

—Señorita Auster ¿Está de acuerdo con el presupuesto anual?

Eso la hizo voltearse y ver a la persona que le hablaba.

—¿Cuál fue la propuesta? —preguntó distraída pero ahí se había dado cuenta de lo ciega que estaba.

El amor de su adolescencia, su sueño imposible y lejano le estaba hablando.

No es que Dimitri fuera imposible, pero algunas veces se comportaba inaccesible con muchas personas sin que estas supieran el porque.

Siempre desde muy joven captó la atención de Lucia, lo que solo Victoria sabia. Del resto no, porque se avergonzaba de estar enamorada de una persona que ni la palabra le dirigía.

—La que yo mismo le hice. ¿Está de acuerdo?

Ella ladeó la cabeza y analizó rápido mientras lo miraba a los ojos.

"Si es mala la puedo arreglar, pero me gustaría al menos conversar con el. Además puede que sea mejor que estar oyendo discursos" pensó accediendo.

Sabiendo que significaba que ambos se quedarían trabajando hasta tarde.

—Ok, está bien. La veo... Dentro de dos horas necesito buscar unos archivos para complementar la propuesta que le había hecho. —aseguró Dimitri al final de la reunión acercándose aparte causando en ella una impresión, ya que lo tenía muy cerca.

"No es el primer hombre que te habla, Lucia" recordó cuando el ladeó la cabeza.

—P-por supuesto —bajó un poco la mirada.

Haciendo que en Dimitri naciera un sentimiento por subir su rostro y poder detallar las facciones armoniosas que ella tenía.

"Centrado, Dimitri" pensó el, mientras salía por las cosas.

Pero en ello Lucia salió disparada corriendo a buscar a Victoria quien acababa de llegar de un viaje y se encontraba en una conferencia.

A su vez que Dimitri se topaba con un personaje en el ascensor.

—¿No te regalaron un corazón hoy?—pregunto el ruso curioso.

—Que te importa.

—La verdad, no mucho... Pero pensé que siendo tu tendrías a todas las mujeres en este día persiguiendote.

—No estás exagerando —admitió el susodicho viendo su reloj, para llegar con puntualidad a la reunión que se organizó para ellos.

—Pero ninguna es la que tú quieres.

—Que no sea ahora no significa que no será después —gruño con molestia.

—No entiendo aún como la gente te adora, Gallet —admitio Dimitri, ya que le costaba entender porque la gente se creía el cuento de la simpatía de Godric.

El sonrió, al llegar a su piso y en eso soltó.

—Solo adoran los que les gusta, y tristemente para muchos yo soy eso.

—Idiota —escupió Dimitri al verlo salir por el ascensor, a lo que Godric negó dirigiendose a la cristalería para encontrarse con Xavier.

—¿Qué te paso a ti? —le preguntó Godric a uno de sus mentores.

—nada ¿y a ti? —lo observó—. Ni si quiera te regalaron una cartita en forma de corazón —alzó una ceja.

—¿Para? Ya veo que a ti te sobran —dijo detallando los corazones que estaban en su corbata y pañuelo. Este nego y caminó a las oficinas—. ¿Que fue lo que pasó? —lo miro señalando su ropa.

—Una apuesta.

—¿Con...?

—Con ellas —señalo una foto en la oficina donde los seis originales salían sonriendo cuando sus vidas aún no habían tomados los giros que los cambiaron.

—Son peligrosas.

—Y molestas —le señaló un estado de WhatsApp de Margareth donde salían Xavier, Kolt y Noel con el mismo traje lleno de corazones—. Nunca te metas con una mujer.

—La voz de la experiencia esta hablando —murmura Godric, tomándole captura al estado con burla.

—Con más respeto muchacho, recuerda a quien le hablas. No te hace falta que te diga que soy comandante...

—Muy que lo eres pero tres mujeres los vencieron —se río.

—Y tu también y te veo más solo que el uno, bueno ni eso porque al menos tiene la tabla de multiplicar ¿y tú qué?

—Mujeres y mujeres detrás de mi —respondió, Godric seguro observando la foto recordando que de ellos había una similar.

—¿y alguna de ellas te gusta de verdad?

"Golpe bajo" pensó y decidió no hablar dejando al silencio como defensor.

••••••••

—¿Ves? Va a trabajar conmigo —le explicó animada Lucia a Victoria mientras ambas almorzaban en el restaurante.

—¿Cuando? —preguntó la rubia, observando a las personas mientras pensaba en las múltiples formas en las que podía tomarse una pastilla para el dolor de cabeza que le causaba este día a ella.

"¿Por qué la gente se desespera por tener pareja?" Se preguntó negando.

—Esta noche —miró de inmediato a Lucia—. Bueno, en realidad... Será por ocho horas máximo, ya que es un presupuesto y...

—Para, para —la cortó—. ¿Tu no ibas a salir conmigo está noche?

—¿A dónde?

—Al club.

—Gracias, pero paso.

—Pero...

—PASO. Yo estoy cansada de decirte que esos lugares no son los mejores ¿Y si agarras una enfermedad?

—¿Me estás regañando?

—Por supuesto que sí, aunque se que de igual modo vas a ir —siguió comiendo.

—Oye no es tan malo.

—Si, las orgías no son tan malas —comentó rodando los ojos.

—¿Las qué? —preguntó una voz detrás de ellas confundida dejandolas heladas.

Pablo saco una silla con emoción y se sentó. Pese a que ellas no notarán su humor el estaba más que alegre, ya que dentro de unos momentos estaría dándole la sorpresa de su vida a el ángel de el.

"Espero que le guste" pensó eufórico, recordando cuando ella le había hablado de que le gustaba la naturaleza y el consiguió traer una planta de México, la más hermosa, la más perfecta... Solo para ella.

—Las jornadas —corrigió Vic, viendo a Lucia molesta. Pero Pablo poca atención les prestaba.

Ya que el solo quería correr y sonreír mucho. Por dentro se moría por contárselos a cada uno los detalles pero sabía que si sucedía todo se arruinaría.

"Al contar algo deja de ser lo que fue" piensa un poco triste, pero sabiendo que algún día no tendría porque contenerse.

—Ahhh.

—¿Cómo te va, pab? —preguntó Lucia tratando de cambiar un poco el tema y más al sentir la mirada que le lanzaba Victoria.

—Excelente —el no ocultó su sonrisa. Victoria sonrió —. Y ustedes ¿Qué tal les va este día? ¿Algún regalo?

—¿Desde cuándo caiste en la concepción de algo tan bajo? —dijo Victoria haciendo que Lucía negara.

—No se, también es el día de la amistad ¿No? —se encogió de hombros y saco de sus bolsillos unas bolsitas con pulseras artesanales—. Yo les traje aquí unos detalles a ustedes... ¿Tres? ¿Y Chiara?

—Ni idea. No la he visto desde que se escapó de la junta de salud —aseguró Lucia luego de darle las gracias.

—Luego se lo entrego, a los chicos también les traje algo.

—¿Pulseras de la amistad? —le preguntó Vic burlona y el nego sonriendo. De verdad estaba feliz—. ¿Qué?

—Unas cosas que se que les podría gustar.

—¿Es decir que hay preferencia? —Lucia lo miro indignada.

—¡No! Es solo que

—Nada —lo interrumpió, vic—. Los prefieres a ellos que a nosotras.

El nego agobiado tratando de explicarse.

Así pasaron unos minutos hasta que fueron llamados a subir a la cristalería como los jefes de departamentos que eran, pero curiosamente solo los seis.

Al llegar, solo se encontraba Gustavo ladeando la cabeza mientras veía los cristales y la pureza de estos.

"Ojalá las personas fueran tan transparente como ellos" pensó Gustavo analizando.

—Hola —escuchó que le decían al entrar.

—Hola.

—¿Qué es tan interesante en el cristal?—cuestiona Lucia confundida.

—De seguro el reflejo. El narcisismo nunca lo dejará.

—¿No será que lo confundes con amor propio, quisquillosa? —dijo el ocultando una sonrisa, ya que si veía el cristal pero también los veía a ellos detras.

O mejor dicho a Victoria quien frunció el ceño.

—Feliz día de la amistad —le dijo Pablo entregándole algo cuando se volteo.

—Feliz día. Tu regalo llegará dentro de unos días a mi dulce hogar... Ya que a la cueva que tienes por casa no llevan envíos.

—¿Gracias?

—a la orden.

—¿Y para nosotras no hay nada?

—Se ven muy guapas —sonrió Gustavo mientras se sentaba guiñándoles un ojo a ambas. Ellas lo miraron con el ceño fruncido—.¿desde cuando se volvieron tan materialistas? Lo que importa es que las quiero.

—Aja, como no ¿No tienes algo por nuestra amistad? —inquirio, Victoria.

—¿Desde cuándo se volvieron tan interesadas? —les preguntó burlonamente.

"Estoy seguro que esto no es amistad" pensó Gustavo.

—¿Desde cuando te volviste tan entregado a estas fechas?

—Desde hace muchos días, Corazón —se ríe y les da unas cajitas chiquitas que tenía escondidas en el saco—. Son caramelos... Especiales.

Lucia los apartó al oír eso y miró a Gustavo extrañada pero el sonreía.

—¿Que tan especiales?

—Magicos.

—Ok, esto es droga—dijó Victoria tomandolos y cuando estaba apunto de botarlos Gustavo exclama.

—No, ¡No! Espera.

—¿Qué son? —preguntó tanteando y se miraron. El sabía que ella podía reaccionar así si pensaba que era algo relacionado a un psicotrópico pero no era... Al menos lo que ella creía.

—Un regalo—Extendió la mano más al Sesto de basura que estaba abierto—. No. Está bien te explico pero cierra eso —pidió mirándola a los ojos a lo que ella los volteó y accedió.

—Cuenta.

—Son afrodisíacos.

—Que regalo —murmuró Lucia negando.

—Lo es ¿Saben lo caro y lo difícil que es conseguirlos? No, pues mucho.

—¿En qué lugar de mala muerte los conseguiste?—preguntó Victoria queriendo saber de dónde Gustavo saco esas cosas y... Vicios.

—En el lugar de mala muerte que Kolt me sugirió. En los Alpes ¿Feliz? Es verdad pregúntale.

Vio indecisión y el suspiró tomando su celular para llamarlo y poniendolo en altavoz.

Victoria pensaba que era una broma, al igual que Pablo, pero Lucia se acercó y vio el celular y se dió cuenta que era verdad. Más cuando contestaron.

—¡Feliz día de la ridiculez, cachorro! —se escuchó y Victoria tan rápido como pudo tomó el celular colgando.

—¿Qué te pasa te volviste loco?

—no, me volví considerado.

—mejora tus regalos.

—Cuando me des uno a mi. Es lo justo ¿No?

—¿Es que hay un intercambio? —entró, Godric a la sala con una sonrisa.

—parece ¿verdad? —preguntó, Pablo haciendo que Victoria soltará un bufido mientras Lucia tomaba la caja y la analizaba y Gustavo buscaba un vaso con agua.

—Ya lo creo... Y estamos uno, dos, tres, cuatro, cinco —se contó de ultimo—. Mmm, ¿Gustavo, dónde está Chiara?

—Buena pregunta.

—¿Te sabes la respuesta?

—Creo.

—¿Por que no la dices?

—Porque quiero morir de viejo —admite.

—Caliz —advirtió haciendo que el caminara hasta la puerta soltando un suspiro—. ¿A dónde vas?

—a evitarte un infarto y que te dé otro por verle la cara a la persona que te salvaría.

Salió y todos se miraron hasta que sus mentes hizo Click.

"Si le evito un infarto" pensó Victoria, viendo a Godric estoico pero por como respiraba se notaba algo contrario.

A su vez que cada uno esperaba se encuentra en una sala de conferencias insonorizada Chiara escuchando pacientemente el argumento de Galeo.

—¿Ves por qué no quiero?

—Si —dijo ella ladeando la cabeza.

El suspiro aliviado pero ella estaba analizando.

—Sin embargo —la sonrisa de él se volvió de frustración—. Creo que se puede hacer.

—Estas arriesgando algo muy importante.

—Para los dos —le recordó ella cruzándose de brazos—. no solo es Nietz.

—Tambien es Bachellet —completó el soltando un suspiro, tratando de ver cómo ella podía reconsiderar—. No entiendo porque esa idea.

—No siempre todo va a poder estar oculto.

—¿Y es mejor este mundo para exponerse? —el negó—. ¿Por qué no una vida normal?

—Los IQ altos no son normales hoy en día, ni su potencial.

—Chiara, por favor escucha—se acercó a ella con las manos unidas—. Este lugar te ha destruido, te ha consumido en muchos aspectos y quieres que suceda lo mismo con...

—Somos diferentes —objetó cortándole pese a que sabía la verdad, ya que el fue el encargado de su recuperación.

—Ni tan —dijó el ya cansándose.

—Es más inteligente que yo —lo miró a los ojos mientras el huía de su mirada.

—Pero eso no es un escudo ¿O si?

Chiara al oírlo se quedó callada.

—No...

—¡Ahí tienes, por fin me das la razón!—exclamó, Galeo quien se estaba cansando de la terquedad de ella—. Es mala la idea. Eres estratega lo sé, pero esto no. No. N.O

Ella volteo los ojos y descruzando los brazos se le acercó.

—¿Por crees que quiero eso?

—¿Por qué?

—Para poder quedarme.

—Tu no te quedas allá —le recordó

—Pero ambos sabemos la razón.

El sintió que tenía su punto.

"¿Será que quiere compartir más tiempo?" Se cuestiono.

—No se... —se pasó la mano por la nuca sin saber si aceptar.

—creo que todo estaría seguro.

Ella estaba tratando de que la mirara y aceptara. Odiaba cuando le bajaban la mirada.

—¿Crees? ¿Cómo puedes decir eso? —ya la paciencia de Galeo se agotó y solo deseó salir antes de decir algo mal, pero Chiara soltó algo que le dió en la herida.

—Por tu sentido paternal, ahí tienes la respuesta.

—¿Y tú acaso tienes uno maternal? —rebatió en voz baja pero suficiente para que lo escuchará.

El se mordió la lengua al ver que se pasó un poco, pero cuando se iba a disculpar la puerta se abrió.

—uy, espero no interrumpir —dijo Gustavo entrando y ladeando la cabeza—. Que tensión.

—Dime, Gustavo —habló Chiara, ya que Galeo le daba la espalda a el, aunque eso no evitó que Cáliz detallará como este apretaba las manos.

"¿El doctorsito no es tan pacífico?" Se preguntó y miro a Chiara para ver si había señal de que le había hecho algo.

"Físicamente no" pensó pero sabía que algo había entre esos dos.

Y su respuesta se confirmó más cuando Galeo se volteo a verlo con una mueca.

"¡Sin sonrisita! Esto es nuevo" pensó.

—Hablamos... ¿Después? —le preguntó Galeo con duda a Chiara viéndola pero ella no mostraba señal de oir—. ¿Más tarde?

—Me dices cuando te vayas.

paso por su lado cuando el se iba a despedir y empezó a caminar molesta.
Gustavo alzó las cejas y la siguió en silencio, pero antes de llegar a la reunión se detuvo.

"Yo no soy mala y el lo sabe, solo... Necesito su apoyo y me lo está negando" pensó Bachellet decepcionada con Galeo.

Se trago el nudo de su garganta y se apoyo en la pared. Gustavo imitó su acción y le acompañó en silencio.

—Gracias. Por estar ahí —le agradeció y el la atrajo dándole un abrazo dónde ella pudo respirar.

"Es el infierno no poder conversar y drenar todos esto" pensó Chiara así que se aferró a él.

Hasta que se cansó.

—¿Estás bien? —ella asintió—. Que bueno —la soltó y abrió la puerta—. Feliz día de la amistad.

••••••••

La reunión había Sido un caos, pero al final todo se pudo solucionar... Para casi todos.

Lucia pudo hacer el trabajo con Dimitri quien hablaba poco, cosa que causaba a veces el desánimo de ella pero seguía perseverando a medida que avanzaban con el trabajo.

Pablo quien no tuvo ninguna queja con el día y con las personas ni menos la reunión logró ir a su casa, dónde alguien lo esperaba.

—Angel —Ella se le acercó con una sonrisa que lo hizo sonreír y la besó—. ¿Te gustó tu regalo? —preguntó al separarse.

—Mucho... ¿y a ti el mío? —el frunció el ceño y ella negó—. No lo has visto, ¿Verdad, amore?

—Eh... No —sonrió con disculpa. Ella fue a buscarlo aunque Pablo la seguía curioso.

—Aqui esta —le entregó una caja y el la miro. Ella estaba nerviosa—. abrelo —se notaba la emoción.

"¿Y si no me gusta?" Se preguntó el dudando. "Pero la amo a ella" se dijo antes de abrirlo y se quedó paralizado.

—¿Que...?

—¿Te gusta? Quise hacer algo porque el otro día quisiste sacarla pero se dañó uno de tus aparatos y...

—Es perfecto.

—¿Tu crees? —preguntó insegura. Dudando a lo que el asintió para salir disparado— ¿Pablo?

Lo siguió y cuando lo vió, estaba colocando una foto en la repisa quitando muchas figuras de acción y objetos de colección.

—Quiero más regalos así. Dónde estemos tu y yo... Aunque más tu, ángel —le dijo al momento que ella estuvo a su lado y apoyo su cabeza en su cuello.

"Yo quiero más momentos así contigo, Pablo" pensó Bianca.

A su vez, Godric y Chiara estaban trabajando en un proyecto que les había solicitado. Chiara tenía que escribir un discurso para una conferencia a la que asistiría Godric de principal, ella se negó acompañarlo, aunque ese día juntos tendrían que estar.

Pero él al notar su comportamiento preguntó.

—¿Quieres caminar? —hizo que Chiara levantará la cabeza.

—¿Me hablas? —el dejó el dibujo que hacía, ya que inspirado estaba.

—No soy déspota.

—No eres simpático —bufo ella mientras buscaba inspiración y no encontraba.

—¿Qué tienes?

—Que tenía que arreglar algo y solo lo empeore...—el noto el cambio en sus ojos y se le acercó hasta sentarse a su lado.

—¿Quieres hablar? —el sospechaba que no podía y ella sabía que no debía.

—¿Qué te sucede hoy? —cambio Chiara de pregunta.

—Es el dia del amor —aseguró con una pequeña sonrisa y eso la hizo reír a ella como pocas veces lo hace.

Luego de eso se relajo y con algunos consejos e intercambio de ideas lograron concretar todo, ya que entre ellos las cosas eran diferentes a las demás, tal vez algo que ni ellos notaban.

A lo que quedaban dos almas que no esperaban encontrarse.

Gustavo estaba en un sofá en forma de U sin saco, sin chaleco y con parte de la camisa abierta mientras muchas mujeres lo rodeaban.

"Siempre seré un imán" sonrió de forma pícara cuando una le puso miel en el cuello y el resto sacaba pedazos de peras picadas para probarlo.

Pero a lo lejos algo llamó su atención ¿O fue al revés?

Victoria acababa de llegar pese a lo que decía Lucia, de igual modo se iba a encontrar con alguien ahí.

Así que caminó segura recibiendo algunas miradas lascivas, sonrisas coquetas y algunas propuestas para unirse a lo que sea que sucedía en las secciones privadas.

Pero a todas las rechazaba, a lo que ella se sentó en un apartado teniendo la vista de casi todo el lugar.

—¿Te acompaño? —le propuso un hombre que parecía ser descendencia árabe, ella ladeó la cabeza analizandolo.

"Alto, ojos oscuros, cabello con corte militar, barba, mirada intensa... Bien vestido y por lo visto algo dominante" pensó ella sonriendo con lo último.

—¿Y quién te acompaña a ti?

El sonrió sentandose a su lado rozando sus muslos desnudos por la falda mientras ella se cruzaba de piernas.

—¿Cuentas tu? Pensé en la mutua compañía —dijo mientras le miraba la boca a lo que ella se relamio los labios.

—Yo —se acercó hasta que sus alientos chocaron pero un grito de euforia llamo su atención.

Viendo cómo muchas mujeres se retiraban con sonrisa pícaras y un hombre quedaba con la ropa toda arrugada.

"Que imágen" pensó ladeando la cabeza. Negando.

—me disculpas —le dijo al hombre a su lado caminando en otra dirección, hasta que llegó y tuvo que tragar saliva—. Con que así te diviertes.

El se sentó en la cama y se quedó viéndola.

—¿Victoria?

—¿Gustavo? —fingió ella desconcierto mientras avanzaba cerrando las cortinas—. ¿Qué haces aquí?

—Eso mismo te podría decir yo a ti.

—¿Seguro? —le señaló la ropa y el lejos de inmutarse asintió.

—Mucho —se levantó—. Pero no respondiste.

—Tu tampoco.

—Aprovecho estas fechas para... Divertirme.

—Algo similar.

"Yo lo hago todo el año" pensó Victoria.

—¿Te quedas? —le preguntó al verla estática viendo cualquier cosa que no sea el.

Ella miro por uno de las esquinas y vió que el tipo con el que había conversado ahora estaba con dos mujeres, y luego vio hacia atras.

—Con condiciones.

—Oye es solo una invitación —debatio—. Pero escucho.

"Que bonito labial rojo tiene" pensó mordiéndose los labios.

—Nada de menos ropa.

—Ok —dijo Gustavo levantándose a buscar el resto de sus prendas.

—Espera.

—¿Si?

—pero... Tampoco dije mas de la misma— el alzó una ceja asintiendo de acuerdo.

—Una lastima —sonrió pícaro.

"No hagas un incendio, Victoria" pensó ella meditando sus palabras.

—Nada de sexo.

—Nada de penetración —observó el dándose la vuelta buscando agua, ignorando el hecho que Victoria se puso roja.

—Exacto.

—¿Y qué me detiene a quedarme aquí contigo toda la noche?

—Es si tú quieres. Yo también tengo cosas interesantes que hacer.

Mentira, ambos estaban más interesados en lo que sucedía y transpiraba entre ellos.

—No te creo.

—No te dije que lo hicieras —dijo ella y lo observó de arriba abajo—. Hay que quitarte eso.

Gustavo no aguanto la sonrisa que se le salió y la miró intrigado.

—Existen curiosos métodos de quitar la miel y me gustarían —mencionó el cómo si nada—. ¿Sabes? aún no me has dado mi regalo de este día.

—no es un intercambio.

—No. Es solo lo que tú órdenes y yo soy tu esclavo. Uno —se paso un dedo por el abdomen llevandoselo a la boca—, demasiado provocativo —le guiñó un ojo.

Victoria nego pero era para respirar mejor, ya que pensaba que el aire acondicionado no servía.

—¿Qué buscas?

—algo de beber y no hay.

—Mmm, yo voy a pedir algo...

—Lo hago yo, tranquila —lo interrumpió acercandosele poniendo un dedo en sus labios, Gustavo solo se los relamio a propósito causando un pequeño jadeo en Victoria.

—No, vamos hacer algo interesante —aseguro con una idea en mente mientras estaban uno a centímetros del otro.

••••••••

En la mañana del día siguiente alguien se despertó en su habitación con algo de dolor de cabeza.

Así que salió y cuando iba a bajar las escaleras noto que su amiga dormía con unos papeles esparcidos en toda su cama, así que se aproximó arroparla.

En eso bajo con cuidado cada escalón y buscó el suministro de pastillas topandose con una para la cefalea.

Pero se sintió extraño con los aromas y con algunas cosas que no encajaban ya que su traje era el de ayer y estaba... sucio.

Inmediatamente tomo todo y se fue a su habitación para lavarse sin entender que pasó.

Pero ahí mismo mientras se quitaba el saco y el chaleco se dió cuenta de que no estaba arreglado como el siempre lo hacía.

"¿Qué es esto? ¿Qué paso?" Se preguntó y ahí cuando quito su corbata y se desabrocha la camisa lo noto.

Besos, chupones, rasguños.

Pero lo que llamo su atención no fue eso sí no el color del labial que lo recorría.

"Victoria" pensó impactado y poco a poco fue recordando como la noche había acabado en besos, gemidos y en un orgasmo entre ambos.

Sin más no lo pudo negar podía odiar la exhibición de su vida pero esto lo tenía que mostrar.

Así que se tomó una foto y luego otra para mandárselas a la culpable al privado de WhatsApp.

Quien al recibirlas se encontraba como una lechuga fresca con los recuerdos de lo sucedido la noche anterior más que presentes.

Así que mientras estaba en una reunión con Lucia, Pablo y ella presente porque Godric salió de viaje le llegó un mensaje.

Gustavo
Foto
Foto

Ella lo miro con extrañeza pero lo abrió y al hacerlo se tuvo que llevar una mano a la boca.

—¿Algo malo ocurrió? —cuestionó Lucia observandola.

—¿Estás bien, Vic? —le preguntó Pablo a su lado.

Ella escondió disimuladamente el celular y dió una explicación vaga mientras escuchaba la charla de acoso sexual entre compañeros de trabajo.

"Que ironía" pensó.

Gustavo
Si no tienes nada que escribir yo si...

Ella miraba impaciente hasta que llegó un mensaje.

Gustavo
Fue el mejor regalo.

Eso la hizo sonreír hasta sonrojarse observando las imágenes de como sus labios habían marcado cada parte de su torso hacia arriba.

—¿Me escuchaste, niña? —le preguntó Karerina atrás de ella haciéndola soltar un respingo del susto.

—Si, claro que sí directora —mintió.

"Vieja bruja" pensó mientras miraba a la mujer rubia de ojos amber que la analizaba.

—Espero que estés concentrada en lo que estoy diciendo en vez de estar viendo fotos de desnudo de cualquier vago.

Victoria solo sonrió pese a que ese comentario lo habían oído todos.

—Si, directora.

"Que mentirosa te has vuelto niña... Y que orgullo me das" pensó Karerina con la mirada fría escondiendo las emociones viéndola seriamente para continuar explicando.

—¿Y... Que tal les fue ayer? —preguntó Lucia a ambos en voz baja.

—Bien —se encogió de hombros Pablo.

—Normal —respondió, Victoria viendo hacia adelante.

Normal... No era la palabra para todo lo que había pasado. Pero si se puede hacer un resumen es que son peculiares los días de enamorados.

Y más si eres un genio.

Sobre todo si trabajas en Estrad.

Pero peores si no te has confesado o nunca has manifestado un sentimiento cómo ocurrió... Con la mayoría de ellos.

Nota de la autora:

¿Que sucedió ahí?💋🥵

Siento que fueron más preguntas que respuestas😅🤫

Se explicarán poco a poco

Gracias por leer🔥🌟

Atte: DM

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