Consecuencias

Chiara

Ya es de mañana, hoy no asisto a Estrad porque a las seis de la mañana me llego un mensaje donde me notificaban que no tendría que asistir el dia de hoy. Asi que estaba libre.

Aproveche el tiempo y fui a desayunar con Dimitri poniéndonos al corriente de series y películas.

Si a el le encantan las películas, tanto que ahorita va haber un estreno de una película de pilotos que no se hacía desde hace años y que la iban estrenar, (creo que tiene que ver algo con "top gun" y un tal "maverick y iceman") por ello me invito a ir a verla con el.

A lo que acepte porque si no, tendría un ruso molesto en la puerta de mi casa por haberlo dejado plantado.

Dimitri tenia que ir a las 10 de la mañana a Estrad, ya que no tenia muchas cosas que hacer, porque todo lo adelanto ayer, para tratar de pasar el dia conmigo, por eso luego de hacerle varias bromas sobre lo serio que era y de sacarle una pequeña sonrisa en publico, me di por satisfecha.

Ya faltando 30 minutos para que sean las diez, me lleva a mi apartamento, pero antes de bajarme de su coche me toma del brazo para darme algo.

—Ten —Me entrega un anillo.

Me le quedo viendo con una sonrisa.

—Pensé que este momento seria más romántico —hablo irónicamente— pero está bien, tengo que admitir que tuve mis dudas si algún día me harías la propuesta —Me llevo una mano al pecho.

El voltea los ojos y vuelve a extender el anillo.

—Toma el anillo, muñeca.

—¿Ni siquiera vas a preguntarme si acepto? —Sigo jodiendolo.— vaya que si estas muy seguro de ti mismo.

El se me queda viendo frio. Pese a que se muerde el labio conteniendo una pequeña sonrisa.

—Chiara. —pronuncia mi nombre como advertencia.

—Esta bien, Dimitri Magomedov, acepto. —Tomo el anillo.

Aprovecho de tenerlo cerca y lo detallo, tiene un grabado de un ciervo que lo rodean ramas, haciendo similitud de estar en un bosque.

Es hermoso.

No puedo negar que el gesto es muy bello de su parte, pero aun asi pregunto.

—¿Por que me lo das?

—porque si —expresa cortante, sin mirarme.

Ahora es mi turno de poner los ojos en blanco.

—Dimitri, ya pasamos esa etapa de estar jugando y haciendo las cosas "porque si", dime —exijo— porque tu precisamente, no eres el tipo de hombres que hace las cosas por hacerlas. Esto —señalo el anillo que está en mi mano—. tiene un propósito.

Ahí si voltea a verme resignado.

—Esta bien, es que no sabia como pedir tu mano. —habla con un tono de voz calmado.

Le doy rápidamente un golpe en la nuca, haciendo que el se lleve su mano ahí con un gesto de dolor.

—Eso ni tú te lo crees —afirmo— dime la verdad, Dimitri.

—Ok, primero calmate, muñeca. Estas rojita —señala, pasándose una mano por el pelo.— Es un anillo de seguridad, ¿Vale?

—¿Cómo lo conseguiste? —inquiero, porque su campo no es la informática precisamente.

Se encoge de hombros.

—Sencillo con unos favores por aquí, otros por alla —explica vagamente— por ejemplo mira este —Me muestra uno de los cinco anillos que están esparcidos en sus manos, este se encuentra en su mano izquierda en el dedo índice de esta. Tiene un grabado muy similar al mío solo que el ciervo esta en otra dirección. Alzo una ceja— No son anillos de pareja —aclara rápido.— solo tenían ese diseño. Veras este anillo puede decir en donde estas y si lo giras asi, en la dirección que el ciervo mira, encontraras... ¡esto!

Lo vi moviendo el anillo hacia la derecha y cuando lo hace aparece un minúsculo botoncito que no entiendo que significa.

Él, lo explica.

—es un botón que indica si estas en problemas solo lo tienes que presionar y enseguida una alarma se activara y te ayudaran, pero recuerda cargarlo abajo para que asi nadie lo detalle —indica—. no sabemos quién puede darse cuenta. —habla mientras me pone el anillo en el dedo anular de la mano derecha.

No entiendo porque me da esta especie de regalo, no entiendo su propósito.

El debe notar mi desconfianza.

—Chiara —Respira clamando paciencia.— ayer estabas muy estresada, conozco tus antecedentes. Se lo niveles de estrés a los que te sometes —afirma.— y con esta nueva responsabilidad, te estarás sometiendo a el ojo del huracán, solo que ahorita estas en la calma antes de la tormenta —continua, viendome con una nota de preocupación—. Lo sé y tú lo sabes. Del mismo modo, no sé si estarás en peligro, ya muchas cosas han pasado en Estrad. El riesgo estaba ahí desde que iniciamos a trabajar —Eso lo musita en voz baja como perdido en sus propios pensamiento, pero rápidamente sale de eso.— Es mi forma de protegerte, acéptalo por favor.

—No se... —musito dudando.

No es que desconfié, bueno si, pero es que siempre me he encargado yo de mi propia seguridad, pese el apoyo que recibo de mis amigos.

—Chiara, yo confió en ti plenamente, me has ayudado cuando más lo he necesitado —exclama— yo solo he estado presente cuando has estado mal, pero nunca di un aporte para que estés mejor. Déjame hacerlo, esta vez.

Voy hablar, pero me interrumpe, mientras aprieta el volante hasta que sus nudillos se vuelven más blanco.

—Conoces a mi hermana —dice en voz baja, pero contenida.— sabes su ubicación, y lo que significa para mi. Creo que eso demuestra ya de por si, mi nivel de confianza hacia ti. Tenme un poco a mi ¿si?

Es verdad conozco a Anastasia. Su hermana menor que tiene dieciséis años, y reside en Londres, como estudiante de historia del arte.

Vive bajo el segundo apellido de su madre. Para que no los relacionen.

Cuando Dimitri tenia catorce años y anastasia tenia ocho años, asesinaron a sus padres por razones políticas, ya que ese era el ambiente de trabajo de Igor y Martha Magomedov.

Dejandolos solos, claramente quedaron custodiados por la organización de Estrad, ya que su padre pertenecía a ella, al igual que su tía, quien era la directora; por eso entro a estudiar/trabajar Dimitri.

Pero cuando Di, cumplió dieciséis, decidió eliminar los registros de su hermana, para hacer como si no existiera.

Porque ya había comprendido que ella podía estar en peligro. La información que mantenemos con nosotros nos hacen blancos potenciales.

"A todos nuestros familiares" pienso.

Asi que para el resto del mundo, Dimitri es como un Bruce Wayne ruso, pero solo quien él quiera, sabe que tiene una hermana menor, y que es su verdadera razón de vivir.

Por ello el simple hecho de que haga mención de ella en un lugar que sea posiblemente riesgoso, me sorprende lo suficiente para aceptar el anillo.

Me acerco y lo abrazo, extendiendo mis manos para hacer soltar el agarre en las suyas. Lo consigo, hasta que el me devuelve el abrazo y me dice.

—Eres importante para mi, por eso te lo doy.

—Si, y por eso lo acepte —Se lo muestro— ahora sabra dios como harán para quitármelo.

Él niega con una sutil sonrisa
Pero yo tengo una duda. Asi que aprovechando el ambiente le pregunto.

—Y ¿por qué en este momento me lo das y no antes?

El se queda en silencio mientras acaricia mi cabello, perdido en su mente. Hasta que dice:

—Porque ya eres importante y a las personas importantes siempre las acecha el peligro —Creo que es todo pero agrega— Y siento... un presentimiento.

Ahí está la verdadera razón.

Su instinto.

Ese que tanto lo ha ayudado para volverse alguien exitoso y calculador, es el que está actuando ahora como un mecanismo de protección.

—No me va a pasar nada —aseguro.

—Lo se, ya hay un escudo ante ti — señala.— Estoy salvando a una damisela.

—¿en serio? —digo riéndome.

—Si —habla solemnemente.

—Estas mal, Dimitri —Sonríe.

—Todos nosotros estamos mal, Chiara —Me da un beso en la frente.

Asi nos despedimos.

Subo y entro en mi hogar, pero justo cuando voy empezar a subir las escaleras, me encuentro con una mata de pelo castaño y unos ojos verdes viéndome desde el sofá.

—Hola, gus —Le hago un gesto con la mano para empezar a subir, pero me detiene llamándome.

—chocolatito —dice en voz cantarina.— te tengo una pregunta.

Yo resignada dejo de subir y me encamino al sofá donde se encuentra. Carga un sueter gris algo holgado y unos pantalones de chándal negros con el cabello totalmente despeinado, una taza de café a su lado, además de un libro que puedo ver que es...

"El principito"

si, a el siempre le encanto tanto como a mi ese libro. Aunque yo me voy a la parte de lo emotivo del final y sus verdades implícitas en cada cita textual, Gustavo se va al área psicológica.

Pero siempre llegamos a la misma conclusión de que es una maravilla literaria.

"Además de que es práctica para la vida diaria, si uno se pone analizar".

Asi pienso mientras estoy posicionándome a su lado, pero...

—alto ahí, en nombre de la higiene personal —exclama divertido mientras me le quedo viendo confundida.— ¿te bañaste ya?— interroga cortándome el paso para sentarme.

Pongo los ojos en blanco.

—Si, gus, ya me bañe —Le digo porque quiero cambiarme a una ropa mas cómoda.

—¡A que bueno!, no quería los gérmenes del hombre de hielo cerca de mi —habla viéndome, mientras lo fulmino con la mirada— y por lo visto te cambiaste de ropa. —señala con una ceja alzada.

Si, ahorita cargo una top blanco que me llega al abdomen y una camisa de blue jeans abierta, con un jean azul ajustado que me llega a la cintura tapándome el ombligo. Luciendo como alguien de mi edad debería lucir.

—si, a ver ¿cual es tu pregunta? —pido dejándome de juegos.

—Saber cómo pasaste la noche —expresa encogiéndose de hombros y dejándome perpleja.

Gus, nunca se metía en lo que hacía, de hecho, él nunca llego a preguntarme nada con respecto a algún chico, que no fuera, Godric. Pero esta vez siento que existe una razón para preguntar, ya que por lo que veo esta psicoanalizándome.

—La pase muy bien, Gus, gracias por preguntar. —respondo viéndolo extrañada.

A lo que el suelta un Pff.

—Por un "Bien" hubieses llamado al doctorcito alemán, al menos el, es más creativo —Voy replicar pero el me detiene —¿quieres saber como la pase yo?

No sé porque esta diciendo esas cosas, pero hago un gesto con mi cabeza.

Siento que hay algo implícito en sus palabras que no he notado.

—Te cuento —dice mientras se acomoda cruzando sus piernas bebiéndose su café—. ¿quieres? —Me pregunta a lo que le hago un gesto diciendo que no.— Mi noche, normal. Me subi a mi auto, vine para acá, me prepare un pizza, lei algunos perfiles psicológicos y termine durmiendo —dice haciendo una mueca. — Pero, eso es lo que pudo haber pasado, si mi noche hubiese sido normal.

"Aquí viene" pienso.

Así que, me acomodo sentándome en uno de los posa brazos de los sillones. Esperando el relato completo de su velada.

—Prosigue —Lo insto a continuar.

—Bien, luego de... Tu demostración. Nos quedamos unos segundos completamente perplejos, hasta que nuestro querido, Godric reaccionó y adivina qué hizo —habla con una sonrisa pero de feliz no tiene nada.— lanzo mis llaves, al jodido, puto bosque. ¿Sabias que de joven había pertenecido a una liga de beisbol? Yo no, pero me entere ayer.

Yo estoy con la boca abierta de la impresión.

Continua.

—¡Ahh! Pero eso no es lo mejor no —Hace un gesto con la cabeza y su dedo—. Hay más. Te explico, cuando lanzo las llaves obviamente me desespere, porque ¡joder! fue un lanzamiento muy bueno, pero con mis llaves —recalca irritado.— asi que, mientras teníamos una conversación nada amorosa y expresiva como la tuya con el ruso —Suelta una risa amarga— Pablo, se desespero y fue corriendo al bosque creyendo que, con no se que aparato, podría encontrarlo —Niega otra vez con la cabeza— pero lo detuvimos o lo hice yo, tirándolo al suelo; porque podría entrar en una parte del terreno que era absolutamente desconocida para él y sobre todo peligrosa. Lo que significaba, el estado mental que se encontraba. ¡adivina cual! —No hace falta ser un genio para saber como estaba, Pablo. —En un ataque de ansiedad.

Si a Pablo no le gustan los cambios, ni mucho menos los gritos, o peleas. Siempre que estábamos todos tratábamos de evitar eso lo más posible.

Asi que sigue con su narración.

—Pero, Godric, estaba muy, muy furioso, entonces —Estira sus brazos mostrándose relajado mientras habla— llego y dijo que no necesitaba una llave para mi auto. Yo —Se señala.— claramente pensé que me iba a traer a casa, pero no... llego y busco la piedra mas grande que pudo encontrar, el imbécil ese, ¡¡y la tiro y no a mi ventana de conductor, si no al jodido parabrisas!!

Me llevo las manos a la boca, Dios mío, sabía que, Godric no reaccionaria bien a lo que hice pero tampoco pensé que arremetería en contra del auto de Gus.

—No puede ser...—exclamo sorprendida.

—Si puede y lo es —Saca el celular.— ¿quieres ver las fotos? Porque aquí tengo muchas —Pasando de una a otra, con el jeep totalmente destruido, el parabrisas roto y abolladuras en la puerta del copiloto y conductor. Aunque hay mas saña en la parte delantera, donde se encuentra el motor.

—¿Cómo...? —Me interrumpe con un gesto de la mano.

—Los golpes, ah si te cuento. Luego de que lanzara la puta piedra, no le bastó, no. Fue y busco un bate que estaba en la maletera de su auto, en perfecto estado, claro está —Ladeó la cabeza— y fue corriendo a desahogar su furia ¡Con mi auto! —Ya a estas alturas no se que decir.— obviamente como veras me encontraba en un estado de desesperación por lo de las llaves, mientras, trataba de calmar a pablo quien se lastimo una costilla con la caída. Nada grave —indica con un gesto desdeñoso de la mano.— así que no pude detener al loco tuyo, porque vamos a ser sinceros ¿quién se le enfrenta a un hombre ardido de celos que porta un bate? —Alzo una ceja, el se responde solo— Nadie... Mira no te hagas la que no sabe nada, que precisamente ahorita no estoy para seguirte —exclama algo irritado.

—Yo... —Se nota muy molesto, así que me callo y asiento sin saber que decir.

"Tampoco es que toda la culpa es mía" pienso analizando que no tengo ni la mitad de la fuerza que Godric.

Pero a él, se le pasó algo y erró.

"Como yo, con esta... Estrategia." pensé pasandome una mano por la cara.

Porque vamos, ni él sospecho que Gallet, haría vandalismo.

Pero él decide ignorarme porque al parecer hay más de la tragedia de las llaves y su auto.

—y ¿tu sabes lo que me dijo a mi cuando le pregunte que hacía que ese era mi auto y que acabará el suyo? —Se posa una mano en el mentón con gesto pensativo.— no, estabas ocupada pasándola bien. Bueno, me dijo y repito cada letra de esa icónica frase —Se prepara para imitar la voz de Godric— No, entonces ¿Cómo regresaríamos? —Carraspea—. y asi siguió golpeando el capo. Hasta dejarlo como lo viste.

Estoy muy impactada por ese grado de ira.

"Lo que yo provoque" pienso.

—Luego de que acabara MI AUTO —dice afincando cada letra—. y se calmara, llevamos a pablo a un hospital para que lo atendiera, le dieron el tratamiento antiinflamatorio y todo eso —Hace un gesto explicativo con la mano.— Procediendo para llevar a Pablo a su casa, pero como se encontraba en un estado de ansiedad, lo trajimos acá —Si antes tenía la mirada en algún punto de la mesita mientras escuchaba lo que decía, con esto me hizo subir la cabeza inmediatamente.— Si. —Ahora tiene una sonrisa malvada— los tres vinimos aquí para descansar, nuestro pequeño zorro se quedo en la habitación de huéspedes, pero Godric...—Le da suspenso el desgraciado—. se quedo a dormir en tu cama.

El, durmió en mi cama mientras yo no estaba... No sé que pensar sobre eso.

Continua.

—Yo furioso, le pregunte porqué no llegaba y te acababa algo de tu habitación —Me le quedo viendo con cara de "me estas jodiendo"— a lo que me respondió Lo de ella no se toca —imita la voz de Godric.— te imaginaras mi cara.

Tengo una ligera sospecha de que es la misma que carga ahorita.

—Bueno, mientras que el pequeño zorro y el vándalo estaban profundamente dormidos, yo no podía ni cerrar los ojos, repitiendo cada una de las imágenes en mi cabeza —Se señala—. además, no sabía si ese loco con un impulso de rabia quemaba la casa con nosotros adentro. Por ello no dormí, esperando a la partida de ellos y a tu llegada —Creo que ha culminado su historia, pero rápidamente agrega—; Notificándote, que necesito una remuneración por el daño psicológico infringido hacia mi persona, Gustavo Cáliz. Ya que no serás quien llevo a cabo la destrucción de MI AUTO, pero fuiste la que lo provoco —declara— así que mi querido chocolatito, empieza a pensar que me vas a regalar.

Suspira, pero recuerda algo.

—Posdata en estas últimas 24 horas mis gustos se han vuelto caros —Guiña un ojo en mi dirección.

Joder. Godric, hizo un desastre anoche y para culminar, Gus está molesto conmigo, por la consecuencia de mis acciones.

Hago una mueca.

—Ok, esta bien tratare de recompensarlo. —Posando un mano en mi cabeza.

Él se levanta como si hubiese cumplido una misión, y va directo a las escaleras para conseguir la recompensa: Dormir.

Pero antes de que avance más, yo lo detengo a él como lo hizo conmigo, pero no con las mismas intenciones.

—Gus... —Lo llamo.— Dejando de lado todo lo ocurrido, te quería preguntar algo —Mira expectante— ¿a ti te llego el mismo mensaje que decía que no teníamos que trabajar hoy?

Es verdad, cuando yo llegue a casa, pensé que no me encontraría a Gustavo, ya que creí que estaría en Estrad, pero no.

Eso fue suficiente para captar mi atención.

—Si —dice y se frota una mano en la cara con gesto de cansancio— pero de verdad, Chiara, no lo he analizado —Lo se y lo entiendo— Y a los chicos también le llego el mismo mensaje— Expresa tratando de analizar pero se nota aleguas que no puede debido a su agotamiento.

—Vale —respondo—. Luego lo analizamos.

El me hace un gesto indicativo de que si, pero recuerda algo y se voltea completamente hacia mi.

—Dentro de unos días será la reunión.

—Lo se.

—Godric, va a estar aquí.

—Tambien lo se.

El mira hacia arriba suplicando.

—Esta bien, espero que te comportes de acuerdo a la ocasión. Por favor, chocolatito —Hace una suplica de manos.

—Lo hare. Ahora descansa, Gus— manifiesto mientras me levanto, llegando a su lado.

El continúa su camino subiendo la escalera lo sigo; cuando ya estamos arriba, puedo ver las sabanas de mi cama desordenadas, como una clara señal de que alguien estuvo ahí.

Me quedo parada, pensando en tantas cosas y a la vez en nada. Pero, gus me saca de mi mente para decirme.

—será mejor que escondas ese anillo —Cierro los ojos con frustración, lo noto.

—Ok, gus descansa. —Me despido de el.

—Además —Como que este hombre no se quiere ir a dormir, si sigue asi va a tener que tomar un calmante para que se relaje. —aclara lo que tienes con el.

Pienso que habla de Dimitri.

—¿En serio, gus? No tenemos nada, solo es una amistad que a veces —Me corta con un gesto de la mano.

—Sabes que no hablo del hombre de hielo, chocolatito —dice firme— te voy a decir lo mismo que le dije a el, aclárense, porque con dudas no se puede vivir.

Dicho eso se va.

Yo voy al closet donde me cambio y me pongo una ropa más cómoda, pero antes me miro en el espejo.

"Aclárense" pienso.

No hay nada que aclarar, cuando nunca ha existido algo para ello.

Godric y yo siempre tuvimos limites, que nunca se han roto, sin embargo la fuerte atracción que tenemos el uno por el otro es difícil de ignorar.

El problema es, y por ello que no quiero pensar... Si esta atracción se puede convertir en algo más.

Porque es muy posible que se pase a una segunda fase, la cual, me volverá débil. Ya que todo se volvería el, como expreso que le pasaba conmigo.

¿Que aclaro?

No se, que tengo que aclarar, y asi que prefiero seguir con mi plan vivir en mi mentira limitada.

"hasta que esta no exista o se convierta en la pura verdad".

Con eso en mi mente me dirijo a la cama, y me acuesto.

Estoy viendo el techo cuando noto un aroma familiar.

"Es el de Godric" pienso

A lo que respiro profundo, el, es un mal que esta acabando conmigo, pero... Que también quiero que lo haga.

Justamente me doy la vuelta y veo un pañuelo de seda negro, en triángulos con mi nombre en el. Lo cargaba ayer.

—¿Por que lo habrá dejado? ¿Por qué tiene mi nombre grabado? —Me pregunto.

Pero ya me estoy durmiendo entregándome a los brazos de Morfeo con el pañuelo en mi mano y su aroma impregnado. Pensando solamente una cosa.

Godric.

Nota de la autora

Sin palabras, Godric.

¿Que...? es sorprendente.

El anillo. No es propuesta de matrimonio pero ¿Que es?

El mensaje...

🔥🔥Opiniones🔥🔥

Gracias por leer

Atte: DM.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top