"Amigos"

Chiara

Estoy con Gustavo atrás caminando mientras que Lucia y Pablo están adelante dirigiendo la marcha y hablando de Marvel y DC.

Aunque bien tranquilos están mientras una leve lluvia nos cae.

"Eso refresca la mente" pienso.

O traerá enfermedades. Lo que ocurra primero.

—Entonces... —inicio yo, mirando a Gus que esta tratando de ordenase el cabello levemente mojado pero que el viento no se lo permite, mientras carga un audífono y el otro lo tiene detrás de la oreja.

—¿Entonces qué? —me pregunta enfocado en su cabello.

—¿Por qué alteraste a Victoria? —lo veo de reojo no se detiene, pero si esboza una pequeña sonrisa que hace que mis suposiciones se vuelvan mas fuertes.

—Puede… que lo necesitara —dice fijándose en que tan concentrados están los demás en su conversación para luego verme—. Ella necesitaba drenar la ira, Chocolate.

—Ahh, por eso te acercaste a molestarla para que se descargara contigo —afirmo—, y ¿por qué nace ese acto tan altruista?

—Porque ella estaba mal —admite en voz baja—.Tenia ansiedad y no podía dejarla asi —Se encoge de hombros.

—Vale.

Camino dando pequeños chapotazos, mientras me sacudo parte del cabello que está mojado.

—¿Vale? —inquiere curioso.

—Si.

—No, tienes algo mas que decir —asegura, achicando los ojos que hacen contraste con el paisaje.

—Esta bien —Levanto las manos arriba en señal de rendición—. te conozco tu no ayudas a todo el mundo —me va a interrumpir pero agrego—; y por mas que seas “amigo” de vic, desde hace años o trabaje con nosotros, eso no es un seguro para que te importe a ti.

—En eso tienes razón, Chocolatito— concede mientras asiente.

—Lo se.

—¿Cómo te diste cuenta que la trataba de ayudar?

Escondo una sonrisa y el alza una ceja.

—Cuando empezaron a pelear y ella te dijo insultos mientras tu te limitabas a reírte incentivándola a explotar contra ti —indico.

—Inteligente.

—Eso también lo se, Gus.

—Cómo olvidarlo —ironiza.
Pasan los segundos hasta decir lo que había notado.

—Ella te importa —aseguro y el se detiene por un segundo, pero rápidamente recupera el paso, y analiza sus opciones sobre que decirme.

Yo escondo mi sonrisa fingiendo ver mis zapatos.

—En realidad… Si — pero enseguida agrega—, como todos.

—Seguro —me burlo haciéndole ver que no le creo nada.

—Es verdad —dice en medio de un gritillo que se hace pasar por un susurro.

Yo levanto la vista al cielo y él imita mi acción pero solo lo hago para soltar.

—Te creo.

—¿Si? —Me mira confundido.

—No —me rio y el pone mala cara.

Lo empujó y el me empuja un poco otra vez, aunque menos fuerte ya que claramente quien tiene más fuerza es quien hace ejercicio aquí y de los cuatro es él.

—¿No se lo vas a decir? —inquiere luego de unos segundos.

—No… —me interrumpe.

—Gracias —Suspira de alivio.

—Porque se lo tienes que decir tu—completo.

—Eh —Vacila mientras se pasa una mano por la nuca y yo lo miro inquisitiva—.Lo haré —promete—, pero en su momento.

—Espero que seas bueno con el tiempo, porque acuérdate que este es nuestro peor enemigo —menciono recordando la reacción y las palabras de Victoria en el hangar.

—Se lo diré —asegura viéndome fijamente.

En eso nos vemos unos segundos en silencio hasta que esbozo una sonrisa.

—Lo se —respondo a lo que el se rie.

Sabe que yo se de su vida también.

"¿lo suficiente de lo que el sabe de la mía?" me pregunto pero niego levemente.

—Ok, chocolatito tengo algo que decirte —dice y capta mi atención entera—. Vas a estar conviviendo con Pablo durante mucho tiempo, asi que ten esto —Es serio ya que no dijo su apodo. Me extiende un estuche pequeño que saca de su bolso—. ahí están todos sus medicamentos con instrucciones de cuando o como dárselos y en que tiempo. Además si sufre un ansiedad o estrés no intervengas —asegura serio—, de verdad, no lo hagas. Solo ponle —Se lo piensa—, algo de Chopin en un bucle y todo estará bien.

—¿Eso es todo? —inquiero sarcástica, mientras lo guardo en mi bolso.

No me asustó cuando ví lo de los medicamentos, la mitad de ellos los conozco por experiencia propia... Lo que si me asusta es el no saber el causante de esto.

—Si.

—Vaya.

Creo que se va a formar un incómodo silencio hasta que...

—Eso te hara valorarme mas a mi— Me saca una sonrisa.

—Ya lo hago —digo y lo abrazo pese a que está mojado al igual que yo.

—Tarde —afirma mientras me lo regresa hasta el punto de asfixiarme, pero luego me suelta y me revuele el pelo.

"Sabe que me molesta eso" pienso, ahora acomodandolo.

—Que malo —le recrimino un poco molesta.

—Si —Se lo piensa—, pero soy el malo mas bueno.

Volteo los ojos.

Y asi cambia radicalmente el tema, para sumergirnos en el silencio y en la música, ya que luego de eso me ofrece su otro auricular para escuchar una canción en son de paz, y a su vez la discusión de los amantes de los superhéroes, que cada vez entiendo menos, pero es lo suficientemente entretenida para dispersar mi mente hasta que llegamos al puerto.

Entregamos nuestro boleto y nos posicionamos en parejas yo con Pablo, y Gus con Lucia.

—Me mareo —dice Pablo viendo abajo estando en la barandilla.

—Claro que te vas a marear, porque estas viendo esto como si fueran las líneas de la carretera —explico, ya que esto se mueve levemente.

Me causa un poco de náuseas pero recuerdo que es un efecto del movimiento y que ya dentro de unas dos horas estaremos en tierra.

—Pero es que quería aire —replica y lo observó está más pálido que de costumbre.

—Bombón, no se como explicártelo pero estamos rodeados de el.

—Si, pero es que me estresa esto — señala todo—, fue tan deprisa este cambio que no se que hacer —admite en voz baja.

Me le acerco para posicionarme a su lado, y pasarle una mano en su hombro.

—Tranquilo, te acostumbraras.

—No creo —afirma con algo de tristeza.

"Pablo" pienso triste.

—Bueno, ya que vamos a estar todo este tiempo aquí sin hacer mas nada, tu y yo —inicio pícara, teniendo una idea que puede animarlo—, puede que podamos… jugar videojuegos.

Eso parece captar su atención, ya que se voltea enseguida.

—¿Todos los que queramos? —pregunta con ilusión.

—Si.

—¿Incluso de madrugada? —Me mira con el cabello alborotado por el aire y con algunas ojeras por no dormir.

—Si, pero no me exijas tanto a esa hora, que si jugamos todo el dia debo acabar agotada.

—Exhausta dirás —me corrige.

—El punto es que termino cansada, y no podré continuar...

En eso veo de solayo una cabellera roja a mi lado y una castaña. Mientras escucho dos risas al unisono

—¿Qué no continuarás? —inquiere Lucia quitándose el cabello húmedo de los ojos.

Al menos ya dejó de llover.

—La larga jornada de videojuegos que tendremos chi...—lo interrumpe Gus.

—Recuerda —le dice calmado, pero dándole a entender que fue un error decir parte de mi nombre—. Beatriz, Elizabeth —nos llama gus, por nuestras falsas identidades—. ¿pueden ir a dar un paseo?, porque Ulises, me quiere contar algo. Un chisme —Hace un gesto con la mano.

Pablo parece captar lo que dice, porque asiente. Y lo dejamos conversando sobre las maneras en las que puede evitar decir mi nombre, el suyo o algo sobre nosotros seis.

En ello me encuentro caminando con Lucia, viendo el mar azul hasta que siento que ella carraspea.

—¿Por qué?

—¿porqué? —La veo y está pálida con lo fácil que se marea no me sorprendería.

—¿Por qué no interveniste en lo de la apuesta? —dice evitando nombres e información de mas.

—Porque no —respondo, mientras apoyo mis manos en la barandilla.

Ella se posiciona a mi lado fulminándome con esos ojos azules, que ahorita se parecen mucho al del agua fría y helada.

—Dime —exige haciendo un puchero cuando se cansa de matarme con la mirada.

Esbozo una media sonrisa.

—Porque —dejo una larga pausa que la hace desesperar—, sabia que si intervenía terminaría todo al revés, lejos del propósito de la apuesta.

—¿En serio?

—Si, si no, hubiesen arremetido en contra de ellos y se habrían dejado de hablar.

—Vaya, eso no lo vi —admite, con el ceño levemente fruncido procesando la informacion.

—Pero yo si —le digo burlona.

—Tarada.

—Pero soy tu tarada favorita —me rio y ella también.

—No lo niego.

En realidad no intervine porque quisiera que admitieran o se revelaran parte de lo que siente el uno por el otro, ya sea amor u odio.

No lo hice porque cuando dije que tenia que saber que había pasado entre esos dos, tenía que saber.  asi que con eso en mente orqueste mi plan. Donde todos salimos ganando o mejor dicho mi curiosidad.

••••••••

—Vamos, cariño —dice Pablo tomandome la mano y llevándome al auto que nos asignaron, me abre la puerta para luego cerrarla y enseguida moverse hasta llegar al asiento del conductor.

Lo veo con el ceño fruncido, procesando todo esto, pensando si le fundieron el cerebro o lo drogaron.

"Bueno, como la mayoría de nosotros" pienso un poco divertida aunque cuando recuerdo un poco más se me hace una mueca así que con eso lo miro

—¿Cariño? —repito confundida. Queriendo pensar que la mente brillante que es Pablo no se haya fundido.

—Si, eso fue lo que gus —Carraspea— digo hacen las parejas ¿No? —musita en voz baja y el desvía la mirada.

Mato a Gustavo.

Esa fue la idea que se le vino a la mente ¿pareja? ¿En serio?

—Y ¿Cómo llegaste a esa conclusión, cariño? —inquiero sarcástica.

—No hace falta que me digas tu también asi a mi —Cierro los ojos y recuerdo que no siempre entiende el sarcasmo—, tu me puedes llamar como siempre —dice mientras yo lo miro con una cara que grita “¿En serio?”—.  Ehh, bueno tus rasgos y los mios no son precisamente similares, que digamos.

—No me lo digas —digo mientras me llevo una mano a la boca fingiendo sorpresa—, y yo que pensé que éramos idénticos.

—Pues no —admite, y yo quiero cerrar los ojos e imaginar los posibles escenarios donde mato a Gus—. asi que la otra opción es… —Toma mi mano y le da un beso.

“Ser pareja completo yo en mi mente.

Al parecer las clases fugaces de Gus sobre que hacer y decir le funcionaron a Pablo, ya que prácticamente me dijo mucho sin hacerlo. Para cualquiera que escuchara pensaría que es verdad. Cosa que nos ayuda.

Pero es un desgraciado por utilizar eso como tapadera, es el colmo de los colmos. No es que Pablo tenga algo malo pero por el amor a Dios, no todo lo que tenga la etiqueta "amigos" terminan en algo conmigo.

"Se que tiene razón, ya que no podemos utilizar lo mismo que Godric y Victoria" pienso analizando y dándome cuenta que apenas llegamos.

Además las estrategias siempre se pueden cambiar.

Se hace el silencio, fuera de que se escucha música clásica por los altavoces del auto.

Mientras Pablo mueve sus manos en el volante al ritmo de la orquesta, esperando que el resto de los demás conductores se mueva, para poder avanzar.

Luego de unos insufribles 15 minutos esperando salir del ferri, pisamos suelo francés y nos movemos en la dirección que el GPS nos indica, viendo los alrededores.

El lugar es prácticamente sacado de un cuadro.

Se ven los botes, los barcos y a lo lejos unos faros. Todo tiene un aire tranquilo.

Pega la brisa y huele a mar con un perfecto atardecer sobre nosotros.

El ambiente es fresco y el resto es armonioso.

¿Cómo un lugar tan bello puede servir como base de un esquema ponzi?

A veces las apariencias suelen engañar.

Los locales, pasan, se rien, conversan, discuten. Lo normal, nada fuera de lo común.

Pasamos de largo porque hoy llegamos a instalarnos para mañana crear un plan sobre lo que haremos a futuro.

Este lugar es reconocido por la empresa Remele, también por sus ferias y faros. Tiene una empaquetadora de pescados o algo relacionado a eso, además de un supermercado y las playas, aunque sus olas son un poco fuertes de noche y algo en las mañanas.

En eso tenemos que aprovechar el tiempo y jugar con nuestra identidad, ya que más exposición más riesgo.

Aunque Estrad y los seis originales hicieron todo por ocultarnos desde hace tiempo, para protegernos.

Veo lo que tengo en la mano, el localizador que le pidió Godric a Pablo. Ya llegaron, desde hace mas de una hora.

"Cumplió su promesa" pienso y siento que respiro tranquila.

En eso veo que pasamos por una parada de autobús y visualizo a una pareja que se agarra de las manos es una pelirroja y un castaño.

Ambos hacen que suelte una risa
Debo admitir que se ven bien, no se puede negar.

—Bombón —lo llamo y el sigue la dirección de mi mirada soltando una risa.

—Vamos a molestarlos —dice malicioso.

Asi que pasamos el auto cerca de la parada del autobús, y Pablo hace sonar la bocina llamando la atención de los presentes y de nuestro amigos.

Lucia se asusta.

Gus se enfurece, y puede ver como levanta el puño disimuladamente y lo extiende.

No hace falta ser un genio para saber que significa eso.

Asi que riéndonos, pablo decide acelerar (de una forma prudente) para poder llegar y avanzar toda la flora que nos rodea y protege la residencia que habitaremos por este tiempo.

La cual es extensa y se encuentra a las periferias de la isla. La ventaja es que no tenemos el mar cerca si no un bosque que la rodea y la hace parecer inexistente.

De hecho, la gente cree que esto es un lugar abandonado o maldito... Por ahí va la cuestión, pero solo es una tapadera.

"Curiosidades que dejaron en el informe" pienso viendo todo como sacado de un lugar perdido.

Cuando llegamos a la casa visualizo que es grande, toda hecha de madera tiene una estructura armoniosa, ya que el barandal que se encuentra en la puerta de la entrada está tallado. Incluso parte de las columnas.

Se ve y se siente muy pacifico. Perfecto para que nuestras mentes logren concentrase.

O destruirse” pienso.

Ignoro ese pensamiento y me salgo del auto.

Me quedo analizando, procesando y detallando cada angulo posible, hasta que siento a un rubio posarse a mi lado.

—¿Entramos? —cuestiona, con nuestro equipaje en ambas manos.

—Vamos —asiento, encaminándome hacia la entrada.

Nota de la autora:

Bueno está semana si se cumplió y se publicaron 2 capítulos de Crisis de estado.

Ahora una pequeña explicación debido algunos fallos y problemas con la señal y una que otra medids que tuve que tomar he decidido...

Se asustaron😂😂😂😂

No. Es broma. Lo que quiero explicarles es que ahora solo será un capítulo por semana pero lo prometo valdrá la pena.

Opiniones aquí🔥🔥🔥

Gracias por leer de verdad, salud por eso.

Atte:DM.

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