35: Kimono
Para Risa, el kakeyu siempre ha sido la parte favorita de bañarse en el sento de sus abuelos; mojar su cuerpo con agua bien caliente para acostumbrarlo a los más de 37ºC que la esperan en la terma. Se va poco a poco, comenzando por las extremidades y dejando la cabeza para el final; de esta forma, se evita una subida de tensión al entrar en la piscina. Sin embargo, esta vez no está disfrutando del ritual porque la insistente mirada de Mayu empieza a provocarle ansiedad. Shima, sentada a la derecha de la joven, le echa su cubo de agua caliente por encima.
—¡Oye! ¿Pero qué haces?
—Espabilarte.
—¿Es que quieres que me desmaye y me tengan que llevar al hospital?
Shima intercambia una mirada de circunstancias con Risa, que hace verdaderos esfuerzos para no romper a reír; Mayu es una hipocondríaca y la peor pesadilla de Naoki.
—Ya te has mojado la cabeza, así que no exageres, anda, y deja de incomodar a Risa, por favor.
—¡Es que no me lo creo, Shima, es muy fuerte!
Risa se pone en pie y se encamina hacia la terma, grande, circular y con un alto muro de bambú que separa la zona femenina de la masculina.
A excepción de un par de mujeres de mediana edad que charlan en la otra punta de la piscina, Shima, Mayu y ella son las únicas ocupantes, lo cual no es de extrañar si se tiene en cuenta que, a esas horas de la noche, la mayoría de la gente está cenando. Eso significa que las dos mujeres no tardarán en marcharse y entonces las tres amigas tendrán toda la terma para ellas.
—¡Eh!, ¿te has enfadado? —grita Mayu a su espalda—. ¡Veeenga!
—¡Mayu, que no estamos solas! —la regaña Shima—. Y deja ya el tema, ¿quieres? Iba a suceder tarde o temprano.
—¡Pff! —Mayu le tira la esponja y se reúne con Risa—. Si cuando llegue a los diecinueve, me vuelvo una amargada como Shima, por favor, mátame. En serio, ¿cómo puede ser la novia de Hideki? Por cierto, no pienses que no me alegro de que hayas hecho las paces con mi hermana, pero es que no me lo esperaba.
—Ni yo —suspira Risa, y apoya los codos en el bordillo de la piscina—, pero tampoco esperaba que llamase y se... sincerase como lo hizo. Nunca existió entre nosotras el vínculo de amistad y confianza que nos une a ti y a mí, y, sin embargo, esa tarde la sentí más cercana que en todos estos años. Es... raro.
—Es un gran paso. —Shima se sienta a su derecha y cierra los ojos, disfrutando del agradable calor mordiendo su piel—. Para poder seguir adelante, primero hay que perdonar, Risa.
La joven sonríe; ahora lo sabe.
—También he hecho las paces con Yuu, aunque solo vamos a ser amigos.
Mayu ahoga un gritito de emoción, tapándose la boca con las manos; al instante siguiente, las deja caer y mira a su amiga con una mezcla de seriedad y preocupación.
—¿Ya no sientes nada por él?
—Nuestro momento ya pasó —responde Risa y cierra los ojos, por lo que no ve el intercambio de miradas entre sus dos amigas.
♫♪♫
Cuando era una niña, a Risa le daba miedo levantarse al baño por la noche porque implicaba recorrer parte del pasillo a oscuras y la joven estaba convencida de que se toparía de bruces con algún espíritu siniestro. A medida que fue creciendo, terminó por comprender que solo era una fantasía infantil y ahora le encanta andar por la casa a oscuras; lo encuentra relajante y liberador, una manera de vaciar su mente de aquellos pensamientos que la agobian. También lo echaba de menos, puesto que en el piso de Tokio lo único que le funciona (y no siempre) es salir a la terraza.
Sin embargo, esa noche la casa no es lo bastante grande y Risa no tarda en perderse en las calles de Gion, que, a pesar de ser más de las diez, no están vacías y silenciosas, sino llenas de turistas cenando y disfrutando de los espectáculos nocturnos. Sus pies la llevan a la calle Shirakawa-minami, paralela al riachuelo del que toma el nombre. El Shirakawa es famoso no solo por la cantidad de ochaya y de okiya que poseen sus alrededores, también por la belleza del lugar, con las ramas de los sauces llorones bebiendo de sus aguas y los cerezos florecidos en primavera, y porque cerca está el memorial a Isamu Yoshii*, un famoso dramaturgo y poeta que amaba Gion. Y es ahí, frente a la piedra que da forma a su memorial, donde Risa encuentra a su padre.
Masaru le está dando la espalda, tan absorto en sus pensamientos que no la oye acercarse. Risa comprende que necesitase aire; cuando Naoki ha ido a buscarla al sento para avisarla de que su padre había llegado, estaba muy serio y algo pálido, y cuando Risa ha entrado en casa, la atmósfera opresiva ha estado a punto de asfixiarla.
Al sentir una presencia a su lado, Masaru da un respingo, pero se relaja al reconocerla.
—¿Por qué no estás durmiendo?
—¿Ha sido muy duro?
—¿El qué?
Risa sacude la cabeza, como diciendo que esa no es la pregunta adecuada.
—El abuelo.
Su padre se queda callado, la mirada fija en el monumento. Procedente de las calles cercanas, flota hasta ellos el ruido amortiguado de música, risas y conversaciones en distintos idiomas.
—A tu madre le encantaba este lugar.
Ahora es Risa la que se sobresalta, puesto que Masaru nunca habla de ella. Sin saber qué responder, la joven se limita a contemplar la piedra; la inscripción no se puede leer sin luz, pero Risa se la sabe de memoria:
No importa lo que digan.
Yo amo a Gion.
Incluso en mis sueños
el murmullo del agua
fluye debajo de mi almohada. **
Cada 8 de noviembre, las maiko y las geiko se reúnen frente al memorial para rendirle homenaje. Lucía nunca se lo perdía; adoraba contemplar la variedad de kimonos que las mujeres visten con orgullo, los colores y los elaborados dibujos tejidos en la tela.
Masaru estira un brazo hacia la piedra, como si quisiera acariciar su superficie y sentir bajo los dedos los versos de Isamu, pero, en el último momento, cambia de opinión y lo deja caer. Luego suspira y echa a andar de regreso a casa.
♫♪♫
Yuuichi aprieta los párpados cuando la luz diurna los atraviesa sin piedad; odia despertarse de cara a la ventana. El joven mantiene los ojos cerrados mientras, poco a poco, va tomando conciencia de que está despierto y su cuerpo comienza a desentumecerse; es una sensación agradable, cálida. Luego rueda hasta quedar bocarriba, se sienta y estira los brazos por detrás de la cabeza, agarrándose la muñeca izquierda con la mano diestra. Nunca le ha gustado Gion porque hay demasiado turista, pero echaba de menos despertar en su habitación, con el murmullo del arroyo Shirakawa de fondo.
<<A Risa le encantaba dormir aquí justamente por eso— recuerda y, al instante siguiente, la sonrisilla estúpida se borra de su rostro y el estómago le da una desagradable sacudida. Le alegra que le haya perdonado, pero él buscaba algo más que la simple amistad que la joven le ofreció—. Me temo que ese tal Eiji ha ganado...>>
Una lágrima resbala por su mejilla y Yuuichi se la limpia con gesto brusco, asqueado de sí mismo por ser tan patético. Takeru, Mamoru, Hiro, todos le han recomendado dejar ir a Risa. ¡Si hasta Masaru le dijo, sin medias tintas, que estaba viendo lo que quería ver! Y si ha llegado al punto de que el padre de su ex novia tiene que intervenir, es que ha tocado fondo y su nivel de patetismo se le ha ido de las manos.
—Yuu, ¿estás bien?
El muchacho da un respingo y alza la vista, alarmado, para descubrir a Hideki en la puerta de su habitación, mirándole con el entrecejo fruncido. ¿Cuánto tiempo lleva ahí? ¿Y por qué no le ha oído entrar?
Sin esperar respuesta, su hermano atraviesa la habitación y toma asiento a su lado.
—Venía a ver si habías salido de tu coma profundo para proponerte dar una vuelta.
—¿Coma profundo? ¿Qué hora es?
—Casi las diez. —Hideki le observa con atención—. Es Risa. ¿Te preocupa lo de esta noche?
Yuuichi se pasa una mano por la nuca y suspira.
—No... Oye, ¿me das diez minutos para prepararme y buscamos un lugar tranquilo para hablar?
♫♪♫
Cuando, tras salir de la ducha, Risa entra en su habitación, encuentra a su abuela mirando un precioso y elegante kimono que está colgado de una percha junto a la ventana. Seda negra con mariposas bordadas en hilo de plata y oro. A su lado, descansando sobre una silla, hay un obi color naranja con más mariposas (negras esta vez) revoloteando por todo el tejido. <<El kimono de mamá... —piensa, los ojos húmedos—. Papá se lo regaló como prueba de su amor.>>
Al escucharla sorber por la nariz, la anciana se da la vuelta y le hace un gesto para que se acerque.
—Este es el más preciado y caro de mi colección —dice, acariciando la tela con ternura. Risa pestañea, sorprendida; sabe que, de joven, su abuela fue geiko y que abandonó el oficio para casarse con su abuelo, pero creía que el kimono lo compró su padre para su madre—. Tu padre tendría unos doce años cuando me sorprendió desenvolviendo mis kimono —comienza a explicar la anciana, como si le hubiera leído el pensamiento a su nieta—, y, al ver este, dijo que era lo más bonito que había visto en su vida y que, si yo ya no lo utilizaba, no me importaría que se lo regalase a aquella que le robase el corazón por completo cuando fuera mayor. —La mujer sonríe, nostálgica, y sacude la cabeza con suavidad—. Sus palabras exactas fueron: <<solo podrá lucirlo la mujer de mi corazón>>—. Risa se queda sin aire, consciente de lo que su abuela va a decir a continuación—. Primero se lo regaló a tu madre, y ahora te lo da a ti.
Kakeyu: proceso de lavarse bien antes de meterse en la terma de un onsen o un sento. Se lleva a cabo en la zona de las duchas, equipadas con un taburete de madera, un cubo y una esponja.
Sento: son como los onsen (los baños tradicionales japoneses que aprovechan las aguas termales de origen volcánico), pero con agua calentada de forma artificial.
Ochaya: casa de té donde trabajan las geisha.
Okiya: casa donde se alojan las geisha y sus aprendices (maiko).
Maiko: aprendiz de geisha/geiko.
Obi: faja ancha que sujeta el kimono a la altura de la cintura y que se ata a la espalda.
*Isamu Yoshii. Nacido en 1886 y fallecido en 1960. En 1915 publicó su obra Gion kashu (Versos de Gion).
**Es una traducción aproximada. El original reza:
(かにかくに 祇園はこひし寝(ぬ)るときも 枕のしたを水のながるる)
Ka ni kaku ni/ Gion ha koishi/ nuru toki mo/ makura no shita wo/ mizu no nagaruru
***Os he dejado un enlace externo a un artículo bastante completo acerca de la cultura de los baños tradicionales en Japón, por si os interesa profundizar en el tema ^^
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