31. Conversación agradable
Estoy sentada en la silla de la cocina, comiendo una galletita, estando cabizbaja, mientras observo a Maik, todavía tengo un poco avergonzada, él mira el boceto que hice hace unas horas.
—Está bonito —Me sonríe.
"Bonito hubiera sido, que no se hubiera vestido".
Ignoro a las voces y le contesto.
—Gracias.
—De nada —Baja el papel —. Por cierto ¿Qué querías decirme antes?
—¿Antes? —Me sobresalto.
—Entraste al baño por algo, ¿o no? —Alza una ceja.
"Sí, para ver esa enorme cosa, pero se le descontrolo la propia y no pudo seguir la diversión".
—¡¡Cállense!! —grito sonrojada.
Maik se sobresalta.
—Discutes... con esas cosas, ¿verdad? —pregunta confundido y asiento despacio —Ah ya me había asustado —Se ríe bromeando, entonces también sonrío.
—Son insoportables.
—¿Y qué te dicen? —Agarra la taza de té que se preparo con antelación y toma un sorbo de esta.
Niego moviendo la cabeza.
—No quieres saberlo.
—Pruébame.
"Te vamos a probar otra cosa".
—No, dicen cosas desubicadas, pervertidas y odiosas —explico —. Mejor hablemos de otro tema.
"Tienes razón, el hermano menor nos gusta más, no tendría sentido seguir hablando de esto".
—Voy... voy a hablar de... —Hago una pausa —¿Por qué les contesto a ustedes? —Me agarro de la cabeza estando cansada.
—¿De qué quieres hablar? —pregunta Maik tranquilo, lo que me devuelve la paz y sonrío.
—Quiero retomar la conversación que se convirtió en discusión la otra vez —digo en voz baja.
Alza una ceja.
—Sabés que no lo decía en serio lo de tomarnos un tiempo, ¿verdad? —Baja la vista —Solo estaba confundido y asustado —confiesa.
—Sobre eso... —Hago otra pausa —no hacía falta que me besaras esta mañana —le aclaro y le sonrío —a mí me basta con que me acompañes.
Vuelve a mirarme.
—Tú me pediste que sea normal, cuando me voy a trabajar, siempre te he dado un beso —explica.
—Sí, lo sé —digo avergonzada —pero no quiero exigirte nada.
—Bueno, yo no fui quién entro al baño —se burla y me sobresalto —¿O me vas a decir que nunca has entrado a espiarme? —Apoya el codo en la mesa y la mano en su mejilla —Es muy normal en ti eso —Me refriega mis palabras.
"Ja, ja en tu cara".
"Empieza a agradarnos".
Todo el mundo burlándose ¡¿Qué les pasa?! Son insoportables.
—No me ayudas —Bufo y se ríe.
—Hablando en serio, admito que si hubieras entrado a la bañera, sí me hubiera puesto tenso, pero no me molesta que me espies.
—No voy a abusar de ti, tranquilo —Jugueteo un poco, ya que la conversación sigue agradable.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top