Erza: Primera vez.
Contiene lemon. ¿Esto sirve como advertencia? En fin, mi cerebro duele.
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
En serio, algún tipo de dios tenia que odiar a Natsu. Era ridículo, durante todo el día no había caído ni una sola gota, no, lo que era más, no había ni una sola nube.
–¿Entonces por que ahora?–Natsu apretó los dientes, molesto, mientras observaba la lluvia cubriéndolo todo enfrente de él.
Era molesto, mucho de echo, él tenia prisa. Tenia que llegar a aquel lugar, el lugar donde Erza estaba esperando.
Suspiró, no podía permitirse llegar tarde. Ella había dicho que era algo importante y, él lo sabia, lo sabía por la forma nerviosa en la que Erza lo había llamado.
–"Ven al parque después de la escuela"–Repitio lo que Erza había dicho en su cabeza.
Comenzó a correr debajo de la lluvia. La lluvia que por si sola no era un problema, el problema era...
Natsu la quería, él enserio lo hacia y, para él, estaba bien con solo eso. Pero en algún momento, incluso a él, le paso ese pensamiento por la cabeza.
–Estoy enamorado–su voz se perdió con el sonido de la lluvia.
Era ridículo, para él, que nunca había tenido una decepción amorosa, esto era algo que hiba más allá de él.
Natsu freno su andar, con sus ojos busco frenéticamente a la chica que lo tenia tan preocupado.
A decir verdad,él tenia una esperanza, una esperanza de que cuando el llegará a ese lugar. Ella no estuviese ahí.
Pero ese era el problema. No importa cuan fuerte lloviera, lo sabía, ella hiba a estar ahí, esperándolo.
No importa si él llegara varías horas tarde, ella hiba a estar ahí. Esa parte tan dedicada de ella lo asustaba. Nunca había conocido a alguien tan dedicada a otra persona como ella, incluso su padre, Ignel, llamaría a su madre diciéndole que esta lloviendo y que se verían en otro lugar o algo así.
Pero a ella ni siquiera se le había ocurrido llamarlo, tal vez era solo tonta, eso es lo que cualquiera que no la conociera diría. Pero Natsu lo sabía, algunas veces antes había pasado algo así y ella no se movió, siempre lo esperaría en el lugar que le habia dicho.
Era terca y como consecuencia, ahora, incluso cuando no había llegado ni un segundo tarde, ella estaba empapada, temblando de frío y aun así, viéndolo con sus ojos marrones como si nada de eso importará. Eso lo asustaba, lo hacía creer que no merecía tener a tal mujer.
–Hey, tonta–golpeo la coronilla de Erza con un golpe estilo karate suavemente.
–Esta lloviendo–observo como Erza asintió con la cabeza.
–Lo sé–Erza sonrió. Nadie lo sabía pero Erza si lo hacía, sabia que Natsu sin importar como estuviera el día o si algo malo hubiese pasado, él iría a donde ella estaba no importa que.
Eso la hacía feliz, no podía evitar sonreír al ver a Natsu mojado, no solo por la lluvia, sino, también, por el sudor que seguramente fue debido a que corrió con todas sus fuerzas para llegar hasta donde ella estaba.
Erza lo quería pero no era suficiente, ella quería ir más allá.
–Natsu, me...–paró al sentir como una de sus muñecas era jalada por Natsu.
–Lo que sea que tengas que decir tendrá que esperar. Te vas a enfermar –las mejillas de Erza se inflaron en un puchero, lo sabía, Erza estaba enojada por la simple razón de que su confesión fue detenida, Natsu lo sabía.
Pero no había por que apresurar las cosas, tenían todo el tiempo del mundo.
Aún que, eso en sí era una excusa también. La ropa de Erza, por la lluvia, se transparentaba justo en sus pechos dejando ver su sostén rojo.
–¿Donde esta tu suéter de la escuela?–preguntó mientras tomaba una toalla del cuarto del baño.
–Me lo quite, antes de toda esta lluvia hacía bastante calor, ¿no es así?–contestó a la vez que se sentaba en el sofá.
La pijama negra que Erza había sustituido por su uniforme de la escuela no hacia más que resaltar el increíble cuerpo que ella poseía.
–¿Por que es esto?–Natsu se recargo detrás del sofá, secando el cabello de Erza.
–Por que hoy es un día especial–la respuesta seca de Natsu la sorprendió un poco.
–¿Especial?–Erza volteo a ver a Natsu.
Los pómulos de Erza estaban rojos.
–Erza–Natsu seguía "secando" el cabello de ella. Aún que, en realidad, solo estaba alborotandolo–me gustas–
Los ojos de Erza se abrieron, sorprendidos, poco antes de que su ceño se frunciera, enojada.
–¡No es justo!–volteo, otra vez, molesta.
–¿Eh? ¿De que hablas?–las manos de Natsu estaban sostenidas por las de ella.
–¡Yo hiba a hacerlo primero!–su ceño fruncido, acompañado de su puchero provocaron que Natsu sonriera. Quería molestarla–confesarme. Tú me interrumpiste y ahora me quitaste la oportunidad de hacerlo– Erza estaba realmente molesta.
–¿Es así?–Natsu preciono con sus dedos en medio de sus cejas–bueno, lo siento, no lo sabía–aparto su vista de ella.
El puchero de Erza se hizo mayor–¡Tú lo sabias!–gritó–¡tú definitivamente lo sabias!–
La risa de Natsu no hizo más que aumentar su enojo.
–Bien, bien, perdón ¿me perdonas?–Natsu empujó hacia abajo a Erza provocando que se recostara en el sofá con él encima–ha-haré lo que quieras ¿de acuerdo?–la forma avergonzada con la que lo había dicho hizo que Erza explotara en un sonrojó.
Después de todo, Erza, era una pervertida. No pudo evitar que su cabeza comenzara a imaginar un montón de situaciones eróticas junto a Natsu. Y Natsu lo sabía.
El enojo de Erza volvió al notar a Natsu "ocultando" su risa.
–¡Natsu!–exclamo.
–Lo siento, lo siento–contesto sin poder dejar de reír.
Los ojos de Natsu se dirigieron, casi, de inmediato a los ojos marrones de Erza al sentir sus brazos rodear su cuello.
–Deja de burlarte de mi–Erza jalo a Natsu hacia ella, besándolo.
–¿Eh?–fue lo único que salio de la boca de Natsu al no comprender lo que había sucedido.
Pero su sorpresa fue mayor cuando Erza volvió a jalar de él volviendo lo a besar solo que esta vez ella había intentado introducir su lengua en la boca de Natsu.
–E-espe...–
–Dijiste que harías lo que yo quiciera. Se un hombre y cumple tu palabra, Natsu–la mirada en el rostro de Erza le decía que estaba siendo seria al respecto–abre la boca, Natsu–ordeno sin dejar de mirarlo.
–Pervertida–contesto frunciendo el ceño. Segundos después Erza volvió a besarlo y Natsu dejo pasar la lengua de ella dentro de su boca.
La respiración de ambos estaba agitada después de que Erza se había separado. Su excitación hiba en aumento.
–¿Satisfecha ahora? Pervertida–Natsu decía eso, pero la realidad era que él estaba teniendo problemas controlándose.
–Natsu, ¿que es eso que siento pegando en mi muslo?–Erza sonrió.
–Erza–Natsu se acerco a la cara de Erza–te voy a comer, para–sonrió.
–¿tal vez sepa a fresa?–la risa de Erza molesto a Natsu. Ella no sabia cuando parar sus bromas.
Con su mano derecha comenzó a quitar uno por uno los botones de la pijama de Erza.
–Entonces, Erza, una vez más, gracias por la comida–relamio sus labios.
Poco a poco, los pechos de Erza comenzaron a sobre salir de su pijama.
"Boing" no era posible que algo así se escuchara, pero Natsu juraba haberlo oído justo cuando desabrocho el ultimo botón justo debajo de los pechos de Erza.
Hizo una mueca extraña, esas cosas, sus pechos, estaban tambaleándose de un lado a otro al compás de la respiración agitada de Erza.
Los ojos de Natsu se dirigieron a los de Erza, era la ultima vez que el pensaba detenerse si ella lo pedía. Pero no lo hizo.
Deslizo sus ojos a los pechos de Erza, arriba abajo, sus pechos se movían ligeramente. Estiró su brazo hasta tocar uno de los pechos de Erza.
–"suave"–la mano de Natsu parecía como si fuera a hundirse en su pecho.
Erza se deleitaba con cada expresión que Natsu hacía. El que Natsu estuviera tan interesado en su cuerpo la hacía feliz, de alguna manera, las palabras "que bien que tenga un cuerpo como este" pasaban por su cabeza.
Presionó el pequeño boton justo en el centro de su pecho con delicadeza. Un "ah" producto del gemido oprimido de Erza lo hizo sonreír.
–"¿tal vez sepa a fresa?"–pensó en las palabras que anterior mente Erza había dicho. Su boca parecía anhelar comprobar si lo que ella dijo era cierto.
Llevo su boca a el pecho que no estaba sosteniendo y lamió. Ella no sabía a fresa, pero tenia un ligero sabor dulce.
Erza llevaba tiempo sintiendo lo que, estaba segura, era su el pene de Natsu.
–N-natsu–llamo. Con dificultad gracias a que Natsu no dejaba de jugar con sus pezones. Con su mano jugaba con uno de ellos, presionando y hundiendo. Y, con su boca, daba ligeras mordidas–n-no es justo que solo yo me este sintiendo bien–la respiración de Erza cada vez era más frenética.
–Aun que para mi esta bien. Me gustan tus pechos, Erza. Aun qué no saben a fresa–sonrió socarrón.
–¡Na-natsu!–su rostro, mezcla de excitación y enojo solo hicieron que la entrepierna de Natsu doliera más.
La beso justo después de separarse de ella y quitarse su camisa.
Erza ya lo había visto antes pero Natsu ni siquiera hacia ejercicio. ¿Como estaba tan marcado?
Abrió un poco más la pijama de Erza hasta dejar al descubierto el abdomen plano que ella poseía. Deslizo su mano sobre el mismo parando justo en su ombligo. Y sonrió.
Ella en serio era hermosa. Respiro hondo. Se levanto un momento para quitarse el pantalón no sin antes tener una hermosa vista desde arriba de ella.
Su cabello aún húmedo, sus ojos brillosos, su boca entre abierta por la respiración agitada que tenia y sus pechos al descubierto junto con su abdomen. Natsu temía por su cordura o, tal vez, él ya estaba loco.
Su pene dolía por la dureza en la que se encontraba, observo a Erza sonreír y sonrió.
Ambos lo querían, ambos se querían en serio lo hacían.
Deslizo la pijama de Erza fuera de ella, observando todo su cuerpo, en serio, no se cansaría de decirlo. Ella era increíble.
Rozó su intimidad con la de ella, su liquido preseminal junto a el líquido de ella hacían que fuera realmente mojado.
Hizo a un lado las pantis, posó su glande en la entrada de ella y empujó.
Erza cerró los ojos. Por lo que había leído en todos sus libros, la primera vez, dolía bastante. Pero esperando aquél dolor del que había leído, este nunca llegó.
Abrió los ojos. Observo a Natsu tapando su boca con su mano con algo de fuerza, para ella, parecía doloroso.
–"soy un idiota"–era lo que sinceramente Natsu pensaba. ¿Como lo había olvidado?
–¿Pasa algo Natsu?–preguntó, preocupada.
–Ah, bueno–sobo la parte de atrás de su cuello–no es nada, solo...–sintió como su miembro se encojia–olvide comprar condones–sonrió, avergonzado.
–¿Eh? ¿¡Ah!? E-eso d-dentro de mi mochila hay–Volteo avergonzada hacia otro lado.
Los ojos de Natsu la veían inquisitivos. Era como si le estuvieran preguntando: "¿por que tenias eso?" no, el definitivamente lo estaba haciendo.
–Y-yo también quería hacerlo–interrumpió a Natsu quien estaba apunto de ponerse uno de esos pequeños globos.
Natsu sonrió–Pervertida–en serio, ella era increíble. Cada vez estaba más convencido de ello.
–Erza, estos incluso son de sabor–tomo la caja y leyó lo que había en ella–mora azúl –giro su cabeza en dirección a Erza–eres increíble–
Natsu estaba emocionado. Que Erza le dijera que ella también quería hacerlo lo había echo muy feliz.
–D-deja me en paz–el puchero de Erza hicieron que Natsu no pudiera quitar su sonrisa de su cara.
La tomo, juguetonamente por la cintura y la apego a él–vamos a mi cuarto–la besó. Por el pequeño camino hacia su cuarto no dejo de darle pequeños besos en el cuello y boca a Erza.
Erza parecía cada vez más avergonzada por las constantes muestras de cariño de Natsu.
Recostó a Erza sobre la cama de su cuarto y volvió a observar la increíble vista de ella.
Erza comenzó a acariciar el pene de Natsu, lenta mente comenzó a ponerse cada vez más grande y duro.
Natsu, una vez más, rozó su intimidad con la de ella y, esta vez, realmente empujó dentro de ella. Lenta, muy lentamente, con cuidado de no lastimarla.
Sintió su himen ser rotó, era cierto, lo que decía en los libros era cierto, dolía, y dolía mucho.
–¿estas bien?–la sonrisa de Natsu se lo decía, él esperaría todo el tiempo que ella quisiera.
–Yo...creo que estoy bien ahora–después de un tiempo. El dolor parecía haber disminuido.
Natsu sonrió y la besó. Sintió la sangré filtrarse fuera de ella. Comenzó a moverse poco a poco más profundo dentro de ella.
Un "phrt" sonaba cada vez que Natsu empujaba dentro de ella. Los gemidos de Erza eran cada vez más fuertes. Natsu observo, con lujuria, la vagina de Erza. Los jugos que esta desprendía hiban en aumentó.
En un movimiento rápido puso a Erza encima de él. Natsu estaba sentado en la orilla de la cama con su cabeza en medió de los pechos de Erza.
Escucho su corazón, su respiración, el pervertido sonido que hacía cada vez que subía y bajaba, su voz.
Apretó su trasero con sus manos y metió uno de sus pechos en su boca. Se estaba volviendo loco, la deseaba.
–E-erza–pronunció su nombre antes de sentir como una corriente eléctrica se esparcía desde la punta de sus píes hasta su cabeza provocando que se viniera.
–Te quiero, Erza–su respiración entre cortada era notoria.
Erza sonrió–y yo a ti, Natsu–sintió a su corazón acelerarse más.
Natsu cayo recostado sobre la cama con Erza encima de él. Sus pechos realmente eran suavez. Pensandolo bien y un poco más calmado, los pechos de Erza eran como flanes con la diferencia de que estos no hiban a sacar nada de dentro de ellos. Al menos no por el momento.
–Mhm–sintió acurrucarse a Erza–¿Natsu?–su voz, ahora, estaba calmada.
–¿Pasa algo?–la observó mover los dedos de sus píes, inquieta.
–Es solo...no era tu primera vez ¿cierto?–los ojos de Natsu se hincharon, estaba sorprendido. No es como si lo hubiera intentado ocultar pero tampoco quería decírselo, no ahora.
–Umh, bueno–la mirada de Erza exigía que no le mintiera–no, no lo era–observo a Erza.
–¿Eso te molesta?–preguntó, preocupado.
–N-no lo se–Erza ya lo sabía, Natsu tenía una ex pero no sabía hasta que punto ellos habían llegado. Así qué, ella no sabia como sentirse al respectó de eso.
Pero el pensar que alguien más había estado con Natsu de la misma forma que ella lo había echo, de alguna forma, la molestaba.
–¿Erza?–la mirada molesta junto a la mueca que estaba haciendo lo hacían sentir asustado.
–¿¡E-erza!?–la mano de Erza sobre su pene lo hicieron exaltarse.
–¿Qu-que est...!?–
–Estoy molesta–comenzo a sobar la entepierna de Natsu.
–N-no puedo hacer nada al respecto pero, ¿puedes esperar? Me acabo de correr–Ella era increíble, de diferentes formas.
Erza deslizo su cuerpo hacia abajo, tenía curiosidad sobre algo que había leído en uno de sus libros. Puso el pene de Natsu entre sus pechos y comenzó a subir y bajar. Los sonidos de Natsu eran de dolor pero por la forma en que retorcía su cuerpo sabía que le gustaba. Sonrió satisfecha e introdujo el pene en su boca.
"Ptr" se escuchaba por el sonido de su saliva y lengua al succionar y lamer el pene de Natsu.
–E-espera, Erza–dolia, realmente lo hacía, pero fuera de eso, la suavidad de los pechos de Erza, acompañado de lo suave de su boca. Era algo maravilloso, como hombre, no, como ser humano no podía permitirse no disfrutar de eso.
"Ptr ptr" se escuchó cuando Natsu presiono la cabeza de Erza para que su pene fuera más profundo dentro de su garganta. Era su venganza, eso en serio había dolido.
Erza entre cerró los ojos, molesta. "Glup gluo" Erza había tragado el semen de Natsu, sonrió. Esta noche, no lo hiba a dejar en paz.
Natsu apretó los dientes, lo sabía, ella estaba molesta pero, en primer lugar, no había nada que el pudiera hacer al respecto, no era su culpa. Si la hubiera conocido antes...suspiró.
–Te amo, Erza–la beso.
Erza se sonrojó de sobre manera.
–Y-yo te amo más– tal vez lo perdonaría por hoy y lo dejaría descansar. Sonrió.
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En fin, creó que no quedo taaaan mal. Pero también creo que pudo haber quedado mejor, es decir, personalmente me gustó pero al ser la primera vez de Erza no me fue nada fácil escribirlo. *suspira*
En serio, ¿como hacen las personas para escribir lemon en cada capitulo? Es difícil, me es muy difícil. *se deprime*
Pero, ahora si, en fin. Espero que les haya gustado. *sonríe cansado*
¿El próximo capitulo? No lo sé, estoy pensando en hacer one-shot's de Ultear o juvia o Mira o más de Erza en diferente historia pero no lo sé. También quiero terminar esta mini-historia así que... Eso.
*se despide agitando la mano*
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