Erza: novelas eroticas.
-Entonces, ¿que es todo esto, Erza?-el pelirosa señalo todo el desorden en el cuarto de la mencionada con los ojos.
-¿Que es que?-fingió ignorancia a la vez que apartaba sus ojos de los de Natsu.
-Erza-puso una mano sobre el hombro de ella mientras que con la otra le enseñaba un libro que había recogido previamente-veamos, aquí dice: "La rubia y sus sueños húmedos con el dragón". ¿No es eso una novela erótica?-sonrió socarrón.
-¿D-De que podrías estar hablando me preguntó?-seguia con su pequeño acto de ignorancia.
Natsu sonrió, aveces le impresionaba lo descarada que podía ser Erza al tratarse de estos temas.
-Bien, entonces, tal vez tenga que leerlo un poco ¿cierto?-su sonrisa otra vez, burlona, la atrapó.
Natsu tosió un poco para aclarar su garganta-el dragón se había vuelto un humano. De la nada, tomó a Charlote por la cintura y...-
-¡Pa-pa-para!-las palmas de las manos de Erza estaban en la boca de Natsu.
Tomó ambas palmas de la chica con la mano que antes tenia en su hombro y las levantó por sobre la cabeza de la pelirroja.
El chico dueño de aquel cabello color salmón sonrió. Una sonrisa maliciosa.
-Creí que era solo un libró común y corriente-dejó el libro que sostenía sobre la mesita que estaba a un lado de la cama de Erza.
-No sabia que la presidenta de la clase fuera tan pervertida-su voz, para la pelirroja, sonaba como si le estuviera susurrando muy cerca de su oído.
-L-lo es-el tinte rojo sobre todo su rostro hacia obvia su mentira.
-¿Oh?-estiro su mano libre hacia el libro que había dejado-lo leeré un poco más entonces ¿de acuerdo?-
-¡N-no!-sus ojos, por fin, se dirigieron en la dirección de los del pelirosa.
Decir que Natsu lo estaba disfrutando era poco. Su excitación cada vez que veía a la "siempre orgullosa" Erza con facetas que no solía hacer llevaban a su emoción a un nivel que creyó no era posible, al menos, no en la vida real.
-Vamos Erza, no seas envidiosa. Solo lo leeré un poco. ¿Que hay de malo en eso?-los ojos de Natsu estaban con dificultad sobre el libro que insistía en leer. No podía evitarlo, no, apenas y se resistía a hacerlo. En realidad, sus ojos, solo querían verla. A ella y su avergonzado rostro.
-D-dije que no puedes así que no lo harás-Erza intento ser lo más firme que podía pero sus nervios y los ojos jade del chico escasamente la dejaron.
Un ligero "Mhm" salió de la garganta de Natsu. -¿Es acaso una orden "presidenta"?-el tono socarrón que utilizo en lo último la hizo fruncir un poco el ceño.
-Lo es-esta vez su tono, en efecto, era firmé.
-Oh, bueno-levanto los hombros soltando a Erza en el transcurso.
Erza suspiró, aliviada de que Natsu desistiera de leer el libro.
-Pero lo siento, Erza-sonrió-no tengo ningún problema con seguir tu orden pero...-recogió el libro. Los ojos cafés de Erza se hincharon-eso es solo si nos encontramos en la escuela y nosotros no estamos ahí en este momento ¿no es verdad?-abrió el libro justo donde se encontraba el separador de ella.
Erza trato de tomar rápidamente el libro pero era tarde. Los ojos de Natsu se abrieron y una sonrisa, una vez más, se asomo por su boca.
El libro, justo donde el separador se encontraba, contenía una serie de imágenes bastante sugerentes.
Los ojos de Natsu fueron del libro a Erza varias veces.
Erza tomo la colcha de su cama y se envolvió en ella muerta de la vergüenza.
-Erza-la voz juguetona del chico la asusto. Desde que la familia de Natsu se había mudado al lado de su casa el comenzó a molestarla cada vez que podía. Él, de alguna manera, siempre traspasaba las defensas que le ponía en frente.
La hacía sentirse avergonzada e inquieta. Era muy difícil de tratar con él, sin embargo, no le desagradaba del todo. Algunas veces, su corazón, latía como loco cuando estaba con el.
Natsu desenvolvió la colcha que Erza utilizó para esconderse.
Por un momento, su respiración, se detuvo. La imagen de Erza un poco despeinada y agitada por la vergüenza que sentia era algo fascinante. Tanto que se le olvido respirar por unos escasos segundos.
Doblo su cadera, puso sus manos a los costados de Erza, casi cayendo encima de ella. Estaba a solo centímetros de los labios de ella, podía sentir su respiración en su cara y algo en su entrepierna hincharse un poco.
-N-nats...-
-Vamos a llegar tarde a la escuela, pervertida-su sonrisa frente a sus labios la hizo alterarse más.
¿El la estaba molestando... No es así?
Natsu se levantó de la posición en la que estaban y rió. Una risa burlona que la hizo confundirse aun más.
-Entonces presidenta, me voy. No quiero llegar tarde- y cerró la puerta de su habitación. Su corazón latía como loco. Tocó sus labios con su dedo medio e índice.
-Oh-se escucho la voz socarrona de Natsu-¿esperabas que hiciera algo, Erza?-la cabeza de Natsu se asomaba desde la puerta.
Erza exploto en un sonrojo-¡C-callate, Natsu!-gritó lo más fuerte que pudo.
——————————————————
¡Lo termine en un tiempo récord! Muy cortó, lo sé. *se deprime*
Pero, personalmente, es la historia que más me agustado, escrita por mi claro esta.
Me gusto mucho la Erza sumisa, aun que, me fue difícil representarla así. (espero que alguien lo haya notado, a la Erza sumisa me refiero) Siempre me la eh imaginado más con una personalidad autoritaria y eso, como en el manga. Ehehehe.
En fin, haré de esto una historia pequeña. (como todas mis historias) *voltea hacia otro lado*
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top