Erza: Deseo.

Últimamente Natsu estaba teniendo problemas controlándose cuando Erza estaba cerca. Y no era para más, su amiga poseía un cuerpo esculpido por las mismas diosas.

Pero aún así, el no podía simplemente abalanzarse sobre ella y tomar la. Eso seria violación y el no era un criminal.

–¿Me estas escuchando Natsu?–la voz acompañada de un pequeño golpe en el hombro del pelirosa lo hicieron salir de sus pensamientos.

–No, no lo hacia, Erza–la chica, quien estaba sentada a un lado de el sobre un pequeño sofá, fruncio las cejas, molesta.

–¡Natsu!–inflo las mejillas–¡Escucha, es algo importante, ¿sabes?!–

En serio, el chico pelirosa, aveces se creía estar loco, no, el tenia que estar lo, definitivamente, tenia que estar lo.

No podía entender como es que ella le parecía tan irresistible. Y lo peor es que ella ni siquiera se daba cuenta de lo que provocaba en el. Si ella notara lo que hacia ,entonces no inflaria sus mejillas así.

–¿Sobre que hablabas?–aparto la vista de ella y estiró una de sus manos en busca del tazón lleno de palomitas que ambos estaban comiendo.

–Tus padres, Natsu, tus padres–Natsu devolvió la vista a ella mientras introducía una palomita en la boca de ella.

–¿Mis padres? ¿Que pasa con ellos?–Erza no podía creer lo, ¡el en realidad no le había echo caso!

–Creo que ellos piensan que tú y yo estamos saliendo–el sonrojó de Erza era injusto o, al menos, eso pensaba Natsu.

–¿por que lo harían?–Natsu suspiró, era su vano intento de calmarse.

–Bu-bueno, no lo sé. Pero antes de que ellos salieran en su viajé tu papá me dijo: "Por favor, cuida que no haga nada estúpido, ¿bien?" –Natsu inclinó la cabeza, indicando que no entendía por que eso sugería lo que Erza dijo.

–L-la cosas es–Erza comenzó a jugar con sus pulgares–t-tu padre me dijo después: "¡Ah, pero si tu quieres hacer le algo no dudes en hacerlo, Erza!"–Natsu seguía sin enterder– "Aun que no nos molestaría si nos dieras un nieto pronto"–Erza agacho la cabeza, ruborizada por lo que había dicho y, Natsu, escupió la bebida que tomaba.

En serio, Natsu ya tenia los suficientes problemas controlándose a si mismo como para que ahora incluso su padre le diera aprobación de algo que Erza no lo a echó.

Natsu suspiró. Era insoportable.
La primera vez que conoció a Erza el se había dado cuenta inmediatamente de que, en efecto, ella era hermosa. Sin embargó no había tenido ningún problema con eso, no es como si fuera la primera persona hermosa que veía, incluso su  ex-novia ya estaba a un nivel diferente de la gente " normal".

Los ojos de Natsu se posaron sobre la pelirroja que ahora estaba tumbada en el sofá.

Su incontrolable deseo de tocarla no hacia más que aumentar. Su garganta, seca, daba ligeras pulsadas cada vez que observaba sus voluptuosas masas de carne sobre su pecho, en serio, ¿que es lo que comía para que fueran de tal tamaño?

–¿Natsu?–la voz suave de la chica lo saco de su trance–¿q-que piensas de eso?– Erza a cómodo su mechón rojo sobre su ojo.

¿Lo que pensaba? ¿Ella enserio le estaba preguntando eso? ¡Vamos!, si el fuera un chico rico sin escrúpulos el, casi, definitivamente la hubiese embarazado hace tiempo o, incluso si el fuera un típico adolescente mal portado, algo como un delincuente, si, el se hubiera tirado sobre ella hace mucho tiempo.

Pero el solo era un chico normal...
¿Eso era algo bueno o malo?

–Creo que es algo demasiado pronto para nosotros, Erza– sonrió, el sabia de sobra que no era eso a lo que ella se refería.

Y, como Natsu esperaba, Erza exploto en un sonrojo que cubrió toda su cara.
–¡N-no me refiero a eso,Natsu!– Erza se sentó sobre el sofá de nuevo–Y-yo quiero decir...–apreto sus puños sobre sus muslos–¿estas bien con que piense eso tu papá?–

Natsu sabia que ella estaba tratando de hablar sobre eso seriamente, Natsu lo sabia pero lamentablemente, para ambos, sus hormonas estaban muy insoportables ese dia.

–No me molesta, Erza–Ahí estaba, su último pensamiento racional que el hiba a tener ese día, o al menos eso creía.  

Erza suspiró y volvió a recostarse en el sofá.

Ese día era especialmente molesto que ella fuera tan descuidada cuando solo estaban ellos dos en la habitación. 

Como podía no notar que su suéter de la escuela estaba por encima de su ombligo y que su falda estaba un poco alzada.

Natsu cerro los ojos en un intento de tranquilizar su libido pero, contrario a lo que intento, eso solo logro que a su mente llegaran imágenes de Erza aun más sugerentes de lo que el la haya visto alguna vez.

–Hey, Erza, ¿quieres hacer un niño?– cuando abrió sus ojos se dio cuenta de lo que había dicho.

Estaba listo para disculparse, en serio, el lo hubiera echo si ella le hubiera gritado o incluso si solo se enfadaba. Pero, ella no lo hizo, Erza solo se sentó de golpe y lo vio con su cara teñida de rojo.

–"Mierda"–pensó, solo por un segundo solo uno.

Cuando su mente se aclaro, el ya se encontraba encima de Erza con una de sus rodillas en medio de las piernas de ella y deteniendo su cuerpo con las manos a los costados de la cabeza de Erza.

Su respiración estaba agitada, sus manos temblaban, su garganta dolía. Sus ojos verdes estaban centrados en la cara roja de Erza y su cuello, su tan apetecible cuello. Sintió como algo en su entrepierna comenzó a estirarse.

–"Mierda"– pensó, sonriendo.

Erza, ella ni siquiera intentaba mover lo o, tal vez, no podía.

Natsu notó la respiración agitada de Erza.

Recuerdos, malos recuerdos, llegaron como un flash a su mente.

Sonrió, deslizo sus ojos de arriba a abajo, lamió sus labios y trago saliva.

–¿Entonces? ¿Quieres hacerlo, Erza?– Natsu se movió, lentamente, hacia el cuello de Erza.

Erza no respondió.

Natsu, otra vez, sonrió.

–Seran unos lindos niños entonces–el pulso descontrolado de Erza se hizo más visible entre más cerca estaba de su cuello.

Deslizo una mano sobre el cabello de ella, movió el mechón rojo de su ojo, observó sus finos labios y sus pómulos rojos, volvió su vista a los dos grandes ojos marrones desconcertados y, sonrió.

–Era una broma, pervertida–rió un poco.

Se movió de encima y se dirigió a las escaleras que llevaban a su cuarto y el de sus padres.

Giro para ver a Erza, ella estaba, aun, recostada en el sofá aparentemente con la cara aun roja.

Apretó un poco los puños, sonrió y procedió a subir las escaleras.

–Llama a Irene-san si piensas dormir aquí–fue lo único que dijo antes de desaparecer por las escaleras.

Cuando llego a su cuarto. Apretó los dientes, su entrepierna dolía y su respiración comenzaba a tranquilizar se.

–Mierda– pronunció para sí mismo.

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Para ser sinceró, este capitulo hiba a contener lemon pero al final no quise poner le. *sonríe*

¡Pero no se preocupen! En el siguiente capitulo [Erza: Deseo 2] lo habrá. *sonríe más* 

La razón de no ponerlo esta vez fue por que quiero describirlo bien, muy, muy bien. *se le cae la baba*

En fin, tal vez suba otro capitulo de por medio así que... Si, voy a tardar en subir el lemon, lo siento. * hace una reverencia*

Eso es todo. *sonríe*

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