5. tres en uno
Los chicos caminaban por una ciudad de Yokohama que desconocían, no era tanto desconocerla, simplemente había más seguridad, pero bueno, todo era parte del libro escrito por Poe. Caminaron sin rumbo pues el libro los guiaba.
Por otro lado o más bien en la realidad, es decir, fuera del libro de Poe, en la verdadera ciudad de Yokohama el departamento de seguridad nacional se estaba moviendo, Ango, su capitán
- Muy bien, escuchen todos, tenemos poco tiempo – decía Ango – mi jefe vendrá pronto y – Se escuchó la puerta abrir y Ango lo supo, su jefe había llegado
- Señorita buenas tardes – dijo Ango mirando a aquella mujer
- Infórmame – hablo la mujer de cabellos rojizos
- Kunikida-kun, por favor ayúdeme – hablo Ango ajustando sus lentes
- Señorita Ozaki tenemos pruebas de los asesinos, esta vez, son reales
- ¿Cómo están tan seguros?
- Ellos mismo me atacaron señorita – dijo Ango
- ¿Qué haces aquí entonces? – pregunto Ozaki
- ¿perdón?
- Ellos no dejan vivos – menciono Ozaki molesta - ¿acaso has estado jugando al gato y al ratón de nuevo sin permiso?
- Señorita Ozaki nuestra mejor opción era – Ango intento explicar pero Ozaki le había interrumpido con un golpe directo de su katana en el suelo
- Trabajar como doble agente nos trae problemas ¿te recuerdo el incidente de mi esposo?
- Si-siento eso señorita Ozaki pero estos chicos... son asesinos y
- También en aquella ocasión – dijo Ozaki y suspiro – iré a mi oficina, quiero un reporte de todo tu trabajo doble en cinco minutos, si me convencen iremos tras los chicos
Ozaki Kouyou la líder de las fuerzas armadas contra usuarios de habilidad que se dedicaban a crímenes o asesinatos, una mujer hermosa e inteligente que había perdido a su esposo, todo lo que le quedaba era su hermosa y pequeña hija Kyouka
La mujer joven, soltera y madre suspiraba en su oficina cuando la toca fue tocada y después de suspirar profundo dejo pasar a los agentes, Ango y Kunikida habían entrado y estaban listos para llenar las dudas de la jefa.
- Muy bien – dijo Ozaki juntando las palmas de sus manos mientras se acomodaba en sus silla – comiencen
- Los sujetos que jamás logramos ver los tenemos, tenemos sus nombres y tenemos registros
- ¿soukoku? – pregunto Ozaki
- Aun mejor, el Shin soukoku
- Háblame de ellos – dijo Ozaki
- Dos chicos pequeños, uno de 20 y el otro apenas de 18, al parecer Akutagawa el mayor fue al rescate de Atsushi, el menor, a un circo donde era apresado por su habilidad
- Ya veo, empatía
- Ellos son la ola de asesinatos de los últimos 5 años Ozaki-san
- ¿Qué pasa con el Soukoku? ¿no eran ellos?
- El soukoku dejo los asesinatos por esas fechas, dedicándose a la simple tarea de tráfico de armas y drogas
- No me agrada ¿Por qué siguen sus pasos? ¿se conocen?
- No tenemos registros de que se conocieran pero todo parece indicar que si – dijo Ango sorprendiendo a Kunikida
- Señorita Ozaki – le llamo Kunikida – estos cuatro chicos tienen el mismo historial, uno rescata al otro, viven juntos y se protegen juntos
- Mantenemos la seguridad de Yokohama, es cierto que ellos son el mayor terror – decía Ozaki – muy bien, son peligrosos ¿Qué pasa si se les traiciona?
- Por ahora... - suspiro Ango – tanto Dazai y Akutagawa confían en mí, Chuuya y Atsushi no presentan su cara ante mí mucho pero también, los que pueden asesinarme son Dazai y Akutagawa – dijo serio Ango
- Entiendo – suspiro Ozaki mientras acariciaba su cien – ok, necesito pensar esto
- Señorita Ozaki, es una gran oportunidad – decía Ango
- Necesito pensarlo – repitió molesta la mujer haciendo a ambos hombres retirarse
Ango había mandado unos mensajes al salir de la oficina de su jefa, suspiro y se encamino. Tenía trabajo por hacer.
Dazai dentro del libro iba serio mientras veía a Atsushi y Chuuya jugar, Akutagawa no le sorprendía ver al albino jugar pero al mayor, vaya que era una gran sorpresa
- ¿Cuánto tiempo estaremos aquí? – pregunto Akutagawa
- Seguramente esto lo crearon para que no nos encuentren fácil – decía Dazai – solamente hay que pasarlo lento y tranquilo, no tenemos prisa
- Dazai-san, debo proteger a Jinko
- Estaremos bien Akutagawa ¿Qué es ese sentimiento de protección que tienes con el pequeño?
- Él... él cree que yo lo salve del circo... - suspiro Akutagawa – pero... él fue quien me salvo a mí
- Y por eso te enamoraste de él ¿no?
- ¿Qué? ¿de que habla?
- Está bien, Chuuya y yo tenemos ese tipo de relación también, pero... Atsushi no se ha dado cuenta ¿no?
- No...
- Entiendo – suspiro Dazai – terminemos todo esto y... - miro al azabache a los ojos – estemos todos juntos, cuidándonos
- ¿Por qué?
- Chuuya se encariño con tu pequeño – dijo Dazai mirándolos jugar – y sinceramente... trabajar solo nosotros dos es agotador – sonrió al azabache - ¿Qué dices?
- Terminemos con todo y buscare un beso de Jinko
- Así se habla
Chuuya y Atsushi continuaban jugando por las calles abandonadas, fue cuando Chuuya se quedó congelado, Dazai y Akutagawa estaban muy lejos para ver la reacción del más bajo pero Atsushi sí que la veía
- ¿Chuuya-san? ¿Chuuya? – Atsushi había comenzado a preocuparse y volteo a ver a los mayores - DAZAI-SAN, RYU, ¡CHUUYA-SAN NO RESPONDE!
Dazai y Akutagawa corrieron a su encuentro, Akutagawa rápidamente intentaba buscar una solución pero Dazai había visto el motivo. Frente a ellos, aquel blanco y gran lugar era memorizado de nuevo en sus ojos, el hospital donde Dazai rescato a Chuuya
- Da-Dazai ¿Qué haces eso aquí? N-no es parte de Yokohama – decía Chuuya nervioso
- No lo sé, Poe y Ranpo hicieron esto – suspiro Dazai – no es real Chuuya, estamos contigo y solo es una ilusión
- En-entiendo – suspiro Chuuya y acto seguido, Atsushi le abrazo fuerte
- Yo te protejo Chuuya-san – decía Atsushi
- Atsushi... Gracias... - dijo Chuuya mirando al menor
- Creo que debemos entrar – dijo Dazai
- ¿Qué? ¿Por qué? – indago Chuuya
- Creo... Que por algo lo escribió Poe ¿no crees?
- Estúpido Poe, le estrellaré la cabeza en su estúpido pastel
- Por favor Chuuya-san no haga eso, el pastel estaba delicioso – dijo Atsushi haciendo reír a Chuuya
Chuuya se había aferrado a Dazai, no quería admitirlo pero aquel lugar continuaba asustándolo, Dazai caminaba a pasos seguros, no iba a hacer algo malo en esta ocasión, podía notarlo al sentir la mano temblar de su pequeño compañero: Estaba aterrado.
Atsushi caminaba por delante buscando cualquier peligro mientras Akutagawa los cubría desde atrás
Chuuya comenzaba a separarse de Dazai y fue cuando los vio... era el de más pequeño, no, no era él, era...
- ¿Da-Dazai-san? – pregunto Atsushi mirando al chico lleno de heridas
- Ah... cierto – dijo Dazai mirando a su pequeña versión – yo también era parte de los tratamientos...
- Dazai... - lo miro Chuuya preocupado – Osamu ¿Por qué hacemos esto?
- Porque hay algo que Ranpo quiere decirnos
- Espero esto termine pronto – decia Chuuya
- Esperen, si esto es el hospital... Al salir ¿Qué habrá? – pregunto Akutagawa y miro a Atsushi
- N-no creo – dijo nervioso Atsushi – digo... Ranpo-san y Poe-san no me conocen – agrego
- Habrá que averiguar primero lo que nos trajo al hospital – dijo Dazai y suspiro – debemos separarnos
- Bien, iré con Jinko al fondo por los pasillos
- Nosotros revisaremos las oficinas – menciono Dazai mientras Chuuya seguía colgando de él
- Todo estará bien Chuuya-san – sonrio Atsushi para irse con Akutagawa
- Ese chico es una dulzura – menciono Chuuya
- Tus ojos en mi Chuuya – dijo Dazai
- No seas celoso, incluso tú lo crees ¿no?
- Tanta dulzura guarda algo dentro de su corazón – suspiro Dazai – creo que siento más pena que dulzura
- Entiendo – suspiro Chuuya – encontremos eso por lo que estamos aquí y vámonos a la verga – dijo Chuuya haciendo a Dazai reír como un demente, amaba la mala boca de su compañero
Continuará
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