XXXII
Suelto un fuerte gemido cuando siento que Taehyung empieza a mover más rápido los dedos que tiene dentro de mí, otra de sus manos está pellizcando con precisión mi pezón, jamás imaginé que esa zona iba a ser tan sensible para mí. Sus labios se pasean por mi abdomen, empieza a chupar con fuerza en esa zona y por inercia mis manos se dirigen hasta su cabello para enredarse en el. Pude ver ligeramente las marcas que dejo en mis muslos, no solo eran chupotones, también dejo marcados sus dedos.
—¿Se siente bien? —pregunta entre susurros sobre mi piel.
—Por favor. —Mi respiración se altera al sentir su aliento caliente contra su piel—. Más.
Una vez que detiene sus movimientos se incorpora un poco para estar sobre de mi, abro los ojos y mi mirada se pasea por todo su cuerpo y me deleito con lo hermoso que se ve. Esa perfecta piel ligeramente bronceada contrasta a la perfección con sus tatuajes. Incluso puedo ver algunos tatuajes en sus cosillas y mis manos no se detiene, viajan por si solas para tocar delicadamente esa zona. Hace un rato que le habia insistido en que se quitara la ropa y es que deseaba poder acariciarlo. Sus labios regresan a los míos, su lengua no se cohibe y se abre paso en mi boca para explorsrla.
Sus dedos empiezan abrirse y a cerrarse dilatando más mi entrada, siento como mis ojos quiere derramar lágrimas por el placer convinado con el leve dolor que aun queda, pero trato de retenerlas. Unos minutos después siento que la incomodidad qué quedaba desaparece completamente, puedo decir que hasta yo mismo nuevo mis caderas en busca de mas fricción contra sus dedos. No era consiente de lo largo que son sus dedos hasta que siento como unos de sus dedos toca un punto de mi cuerpo que me hace temblar y separarme de su boca para poder gemir, él suelta una pequeña risa antes de mover nuevamente sus dedos hacia ese punto.
—Lo encontré —susurra contra mis labios.
Empieza a besar mi cuello, incluso siento una pequeña mordida, pero eso solo hace que mueva mas mis caderas en busca de sentir eso de nuevo. Un tercer dedo se adentra y junto con los demás empiezan a simular embestidas, mis gemidos son altos, mis manos van hasta sus hombros y entierro mis uñas contra su piel. Intento mantener los ojos abiertos, pero me es imposible, mas cuando su mano libre empieza a maltratar nuevamente mis pezones.
—Supongo que es suficiente —su voz es grave que un jadeo escapa de mis labios.
Sus dedos salen de mi interior e inmediatamente siento la necesidad de pedirle qué regrese a mi interior, el vacío que siento es tan fuerte que empiezo a soltar ligeros balbuceos. Taehyung se separa de mi un momento y en ese instante abro los ojos, una diminuta parte de mi se siente avergonzado por estar con las rodillas elevadas, jadeando y todo sonrojado, pero no me importa, solo quiero estar mas cerca de él. Veo como con una mano se masturba y con otra sujeta mi cintura, los movimientos en su miembro son lentos, va desde la punta a la base, un líquido sale de la punta y el lo esparce por todo el falo. Mi lengua humedece aun más mis labios al verlo masturbandose frente a mi, luciendo tan sensualidad y tan erotico que mi miembro empieza a suplicar por algo de atención.
—Quizás te duela mas cuando entre, pero te prometo que se sentirá mejor después de un rato. —Su voz a pesar de sonar erótica también suena protectora—. Iré lento, cariño.
Se que mi Taehyung jamás me haría daño, él me cuidara siempre, no tengo duda de eso. Lentamente guía su miembro a mi entrada, respiro profundo y me relajo lo más que puedo en espera de que entre. Quiero que mi cuerpo lo acepte sin resistencia alguna. Sus manos sujetan firmemente mis caderas, la punta de su pene hace presión en mi entrada y se abre paso dentro de mi. La intromisión es dolorosa, mis ojos empiezan a lagrimear y mis dientes muerden con fuerza mi labio inferior. Taehyung detiene sus movimientos cuando un sonido de dolor escapa de mis labios, lentamente se acerca a mi y empieza a besar mi rostro.
—Pequeño, relajate mas. —Una de sus manos va a mi mejilla y limpia las pequeñas lágrimas que se me habían escapado—. Dejara de doler.
—Lo sé. —Jadeo mientras varias lagrimas caen por mis ojos—. Solo dame un segundo.
—No me moveré hasta que te acostumbres —sus labios me besan lentamente.
Mis manos se aferrar mas a sus hombros, el dolor poco a poco va disminuyendo, no puedo decir que me he acostumbrado, pero al menos ya puedo soportarlo un poco mas. Sé que él no se moverá hasta que yo le diga, así que muevo un poco mi cadera para hacerle saber que puede continuar, Taehyung vuelve a avanzar hasta adentrarse por completo. La sensación es abrazadora, tanto que me hace quedarme sin aire por un momento.
—Joder —suelto un pequeño grito contra sus labios.
Su mano izquierda sostiene firmemente mi cadera, la otra esta junto a mi cabeza sosteniendo su peso y sus labios vuelven a estar contra mi cuello dejando húmedos besos y algunas mordidas qué me sacan un par de suspiros. Unos instantes después él empieza a moverse de verdad, sus embestidas son lentas, van a un ritmo constante e hipnótico. Pasa poco tiempo para que mis caderas empiezan a moverse en contra de las suyas en busca de mas profundidad, un gruñido sale de sus labios antes de volverme a besar, sin embargo, debo separar nuestros labios para intentar tomar aire. Nuestras respiraciones son algo agitadas, abro los ojos y noto como me mira detenidamente, sus embestidas se vuelven un poco mas firmes; mis gemidos se mezclan con algunos gritos qué escapan de mi garganta cada vez que el toca ese dulce punto con su miembro.
—¡Taehyung! —grito su nombre y rasguño su espalda al sentir otra embestida en ese punto.
Las embestidas se hacen mas rápidas, mas fuertes, mis piernas se enredan en su cintura y trato de acercarlo mas a mi. Siento un cosquilleo en mi vientre qué hace que empuje sus caderas con mis talones. Si alguien entrará en la habitación en este intente solo escucharía gruñidos, embestidas, nuestras respiraciones agitadas, nuestro cuerpos sudados y el sonido obsceno que hacen nuestros cuerpos unidos al chocar me vuelven loco; sin embargo, todo movimiento se detiene cuando el sonido del celular de Taehyung se hace presente. Él se separa de mi y mira el celular que esta aun lado de nosotros.
—merda
—¿eso fue italiano? —pregunto enmedio de unos jadeos.
—Sí, debo contestar. —Aunque dice eso no sale de mi interior para buscar su celular, empieza de nuevo su movimiento—. Pero no quiero detenerme.
—Espera, Taehyung. —Siento mis piernas temblar ante el estímulo—. Yo puedo... joder, no tan rápido.
Una de sus manos continua en mi cintura mientras que la otra viaja hasta su celular para tomarlo, uno de sus movimientos es tan brusco qué me saca un grito y hace que mi cabeza se haga hacia atrás. No se donde poner mis manos, así que me aferro a las sábanas y trato de mantener la cordura.
—Cariño, debes de guardar silencio, se un niño bueno ¿si?
Ni siquiera soy capaz de responder, cuando levanto la mirada el ya esta respondiendo la llamada. Suelto las sábanas inmediatamente y me llevó las manos hasta la boca para evitar que más sonidos salga. Él se vuelve acercar a mi, su mano se aparta de mi cintura y reposa su brazo junto a mi cabeza.
—Dime —dice con voz firme.
No sé como esta consiguiendo qué su voz salga estable, pero si alguien lo viera en estos momentos podría ver su mandíbula apretada y su ceño profundamente fruncido. Él no deja de moverse, solo juega conmigo, sus movimientos por momentos son lentos para después volverlos firmeza haciendo que mierda mis manos. Nuestros vientres tienen presionado mi pene y la fricción qué generan en el hace que quiera gritar de placer. Taehyung escucha algo del otro lado de la línea qué lo hace sonreír y los movimientos se vuelven mas rápidos y certeros.
—Esas son buenas noticias —dice con los dientes apretados—. Si, llamale a Hoseok y dile todo. Avisale qué le llamaré mañana o por la noche.
Mis ojos empiezan a soltar varias lágrimas, pero no de dolor, siento qué mi cuerpo está sobre estimulado y las lágrimas de placer solo hicieron de las suyas. Cuando creo que ya no podré contener más mis gemidos el corta la llamada y lanza el celular lejos de nosotros. Son ahora sus dos manos las qué se posan en mis caderas y estabilizan las embestidas.
—Buen chico, ahora dejame oírte.
—Taehyung —gimo en alto su nombre y llevo nuevamente mis manos a su cuerpo.
Siento como mi cuerpo empieza a temblar rasguño mas su espalda y muerdo mi labio para callar un poco mis sonidos, pero es inútil una embestida mas y siento como mi orgasmo me invade, grito una vez mas su nombre y mi semen se dispara entre nuestro cuerpo. Mis brazos pierden fuerza y los dejo caer, siento como el embiste mas rápido, estoy tan sensible que aunque ya tuve mi orgasmo aun podría tener otro.
Mas no hay tiempo para eso, con mi nombre entre un gruñido se viene, se intenta adentrar todo lo que puede en mi y su semen caliente me invade por completo. Cae encima de mi y yo lo rodeo con mis brazos; intentamos regular nuestras respiraciones, y recuperar energías. Paseo mis manos por toda su espalda mientras el esconde su rostro en mi cuello.
—Eres malvado —digo en un hilo de voz—, pudiste detener todo.
—¿Y perderme tu rostro intentando contenerte? —murmura con burla—. Ni en un millón de años.
Me río un poco ante lo dicho, pero no respondo, tan solo disfruto de este hermoso momento.
Son unos pequeños besos en mis mejillas lo que me hacen despertar, incluido unos murmuros de una hermosa y grave voz. Lentamente abro mis ojos y encuentro a Taehyung sobre de mi con una hermosa sonrisa en su rostro, luce tan feliz que hace que me sienta bien de tan solo ver esa chispa de emoción en sus ojos.
—Hola, cariño.
—Hola. —Acerco más mi rostro al suyo y dejó un beso en sus labios—. Hace días qué quería despertar así.
—¿Intentas seducirme?
—Tal vez. —Sonrío un poco mientras lo abrazo— ¿Tienes hambre? ¿Quieres que te prepare algo?
—Sí, tengo hambre, pero hoy saldremos a cenar. —Une nuestras frentes—. Vamos a tener esa cita qué tanto querías.
—¿Podemos? —pregunto serio.
No me gustaría que por solo un capricho mio le pase algo malo a mi Tae, debo cuidarlo tanto como él me cuida. No me perdonaría que por mi estupidez le hicieran daño; mataría a todo aquel que le pusieran una mano encima. De solo pensar en eso lo abrazo con fuerza y muerdo mi labio inferior con nerviosismo, no me importaría quedarme todo el tiempo en casa si es para proteger a Taehyung. Sin embargo, él parece ver todo lo que estoy sintiendo en estos momentos, me sonríe comprensible y me besan una vez más.
—Podemos, me acaban de llamar para decirme que Jackson confeso todo, ya sabemos aquien se vendió. —Por un momento logro ver un poco de ira en sus ojos, pero después todo es calma—. Mis hombres encontraron al tipo y bueno, todo esta bien ahora.
—No preguntaré qué le pasó, solo quiero saber si estarás bien. —Suspiro—. Necesito saber que estarás bien o me volveré loco.
—Estaremos bien. —Se ríe un poco—. Vamos, iremos a cenar, daremos un paseo y mañana te llevare a ver el empleo qué te conseguí.
—¿en serio? ¿Dónde está?
—Te lo diré mañana, ahora ¿por qué no hacemos más apetito antes de ir al restaurante?
Estaba apunto de preguntar cuando siento como baja una de sus manos a mi entrepierna y empieza a moverla de arriba hacia abajo.
Oh, podría acostumbrarme a esto.
Cuando entramos al restaurante me doy cuenta que en al menos tres mesas hay hombres de Taehyung, a quien reconozco inmediatamente es a JaeBeom, solo hacemos contacto visual unos segundos antes de que yo aparte la mirada. No quiero que nadie se de cuenta de que lo conozco, por algo él no vino detrás de nosotros. Taehyung empieza a guiarme hasta una mesa retirada, varias personas se nos quedan mirando, al principio pensé que era porque no estaban acostumbradas a ver dos hombres tomados de las manos; pero después me di cuenta que era por las marcas que había en mi cuello y en el de mi Taehyung; incluso yo tengo una marca de una mordida en mi labio inferior. Por alguna extraña razón, no me importa que vean mis marcas, quizás es porque sé que a Taehyung le encantaron; si a los demás les desagrada o les sorprende no me importa.
—Siéntate aquí. —Taehyung corre la silla y espera pacientemente a que tome asiento—. Me dijeron que este restaurante es muy bueno.
—Se ve lujoso. —Una vez en mi lugar observó el lugar—. Siento que van a cobrar hasta el aire.
—Lo dudo —ríe un poco.
Uno de los meseros se aproxima a nuestra mesa y nos entrega rápidamente el menú, en ningún momento levanta la mirada para observarnos; incluso veo que tiembla un poco cuando nos pide amablemente nuestra orden. Como no tengo idea de que pedir dejo el menú de lado y le digo a Taehyung qué pida por mi, él me sonríe un poco antes de darle la orden al mesero, este toma los menú y se apresura a ir a entregar la orden.
—Ese tipo se comportaba raro ¿no lo crees?
—No, solo obedecía ordenes —Taehyung toma mi mano por encima de la mesa y deja un beso en el dorso de esta, sonrió un poco ante su acción.
—¿Ordenes?
—JaeBeom pidió que los meseros no te miraran mas de lo debido.
—¿y yo soy el celoso? —me burlo.
—solo cuido de lo mio.
Miro hacia todos lados en espera de que nadie nos este viendo, una vez que confirmo esto me levanto de mi asiento y me acercó a Taehyung todo lo que la mesa me permite. Tomo su corbota entre mis dedos y doy pequeño tirón para acercarlo, él ríe un poco, al final cede y se acerca a mi para iniciar un beso; sé que mis labios están muy hinchados ya porque en todo el día hemos estado basándonos, pero por el mismo infierno, jamás me podría cansar de sus labios. Cuando nos separamos dejo un diminuto beso en su nariz y susurro un "solo tuyo" antes de volver a sentarme correctamente.
Siento algunas miradas sobre de nosotros, pero me da igual, estoy más ocupado viendo la mirada coqueta qué me lanza Taehyung y esa hermosa sonrisa que no desaparece de sus labios. Volvemos a tomar nuestras manos mientras esperamos la cena, empezamos a tener una charla tranquila después él diga ciertas cosas que hacen qué me sonroje. Me dice que SeungHee y Jungkook estarán trabajando conmigo, pero que yo solo iré las horas que él no este en casa. No discuto en eso, la verdad me parece bien, sé que habrá veces en las que se tendrá que ausentar por semanas así que debo pasar el mayor tiempo que pueda con él. Me explica que habló con Jungkook sobre lo que tendría que hacer si SeungHee le decía que tomará sus cosas y la esperará; al parecer mi amigo ya sabe de los negocios no tan legales de mi hombre. Estoy apuntó de decirle algo cuando el sonido de su celular me interrumpe.
—Es Hee —Suelta un suspiro antes de atender la llamada—. ¿Te metiste en problemas?
Suelto una pequeña risa al escucharlo, es lindo verlo como el hermano protector. Mientras Taehyung escucha lo que dice SeungHee la comida llega, el mesero empieza a dejar todo en la mesa, incluido el vino que pidió Taehyung. Una vez que acaba de poner todo hace una reverencia y se retira; por alguna razón mi mirada viaja hasta la puerta que conecta la cocina, de ahí sale JaeBeom, nuestras miradas se cruza nuevamente y tan solo me da un saludo con la cabeza antes de regresar a su lugar; quizás solo fue a vigilar algo sobre la comida. Mi atención regresa a Taehyung y lo encuentro soltando un sonoro suspiro.
—¿Ya acabaste de quejarte?
—TaeTae, no seas grosero con tu hermana —digo con una sonrisa.
—Esta diciendo que estuvo mandándote mensajes y que no respondías. Ella y Jungkook piensan que te tengo encerrado en una bobeda para tenerte para mi solo —eleva una ceja.
—¿Eso es una propuesta?
Taehyung se ríe un poco antes de responderle a Hee, le dice que estuvimos durmiendo todo ese tiempo y que por eso no respondía; suelto una carcajada al escucharlo, pero inmediatamente me llevó las manos a la boca. Él me mira con diversión, continúa explicándole a SeungHee todo, me hace una señal para que empiece a comer. Estoy apuntó de hacerlo cuando se me ocurre una idea mejor, me incorporó un poco en mi lugar y le quito el celular a Taehyung.
—¡y no puedes mantenernos lejos de mi cuñado!
—Hola, SeungHee. —Me vuelvo a sentar en mi lugar— ¿Estás en altavoz no?
—¡Hyung! ¿Dónde está? Iré por usted ahora mismo, no lo he visto en días.
—Kookie, estoy bien, los dos estén tranquilos. —Suelto un suspiro—. Ahora estamos cenando. Así que les llamaré mañana, quizás nos veamos para comer los cuatro, por ahora descansen qué no se los coma el coco y todo eso.
—pero...
—Los quiero, adiós —corto la llamada.
Si no terminaba esa llamada iban a seguir todo el tiempo discutiendo. SeungHee y Jungkook juntos es una bomba de tiempo. Le regreso su celular a Taehyung y le sonrió un poco.
—¿podemos cenar?
—Por supuesto, cariño.
Suelto una carcajada al escuchar la anécdota de Taehyung, incluso llego a recargarme contra él. Nos detenemos unos segundos en lo que me recompongo y el vuelve a tomat mi mano para continuar nuestro camino.
—¿En serio tu padre hizo eso?
—Bueno, ver que su hijo de diez años estaba viendo pornografia no era algo grato, su solución fue pegarle su rostro a esas mujeres. —Hace una mueca de asco—. Fue perturbador, mas porque no me gustan las mujeres. Estaba viendo eso porque un amigo me envió el video.
—¿Como le dijiste que te gustaban los hombres?
—Justamente fue el día que ocurrió eso.
Empiezo a reír nuevamente, ya me imagino la cara del pobre hombre. Ahora estamos caminando de regreso a casa, él le dio las llaves del auto a JaeBeom; esta vez logre cruzar unas palabras con él, volvió agradecerme por controlar a su jefe. Y en esta ocasión Taehyung bromeó al respecto, se notaba que se lleva bien con todos sus empleados, tal parece que cuando se trata de mi no puede evitar ponerse loco. Aunque lo comprendo, yo me pondría de la misma forma si me entero que le sucedió algo a Taehyung y ellos no hicieron nada para ayudarlo.
—¿Cuando conoceré a tus padres?
—Quizás en unos meses, debo hacer algunos movimientos para que ellos vengan a Corea y bueno. —Suspira—. Debes prepararte.
—¿Para qué? —lo obligo a detenerse.
—Cariño, mamá va a estar fastidiando para que nos casemos y adoptemos niños. —Se ríe un poco—. Y no me malentiendas, quiero todo eso, pero cuando estemos listos. No solo para cumplir un capricho de madre.
—De acuerdo. —Me abrazo a él y suspiro—. Pensé que iba a ser peor, no sé, como que tu padre iba a amenazarme con un arma.
—Nunca. —Deja un beso en mi frente —. Ya lo conocerás, le agradaras demasiado. Ahora ¿No quieres ir a casa?
—¿Tiene algo pensado mi señor?
—Un par de cosas.
Sonrió mas al ver como se acerca mas a mi rostro y empieza a dejar varios besos en mis labios.
Volví, perras.
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