I

Jungkook empieza abrir mi recipiente con comida y yo hago lo mismo con el suyo. Normalmente comemos el almuerzo del contrario, llevamos años con esta rutina. Aunque no deberíamos ya traer almuerzo para la universidad, podríamos comprar algo en la cafetería, pero es una costumbre de los dos y nos gusta. Incluso cuando estamos en mi casa o la de Kook siempre cambiamos los platos, prácticamente yo me sirvo para dárselo a Kookie y viceversa. Esto empezó cuando estábamos en la secundaria, Jungkook no quería comer lo que su madre le había enviado, así que le sugerí cambiar, continuamos de esa forma hasta que se volvió costumbre.

—Uy, que rico. —Ve con emoción lo que hay en el recipiente—. ¡Un sándwich de nutella y Hotcakes!

—Mamá siempre me empaca cosas dulces, me encantan y mucho, pero no para desayunar. —Reviso lo que hay en su recipiente—. Genial, carne.

En verdad que amo los dulces, demasiado, son mi obsesión, pero cuando se trata del desayuno prefiero algo más saludable o al menos que me proporcione algún nutriente. Una vez que haya comido algo "bueno" puedo comer todos los dulces que quiera, esa es mi regla. Kookie lo sabe a la perfección, así que jamás me intenta dar dulces por la mañana, ni siquiera para ponerme de buen humor. Parece que mamá aun no comprende eso, pero está bien, no creo que sea tan malo, suficiente tiene con empacarme comida.

Antes de que pueda probar algun bocado, Jungkook empieza a decirme algo que no logro entender por la comida que tiene en la boca. Le hago una señal para que coma antes de hablar, él me hace caso y empieza a masticar mientras tiene una mano arriba en señal de que lo espere. Jamás podré quitarle esa maldita manía, esa es una de las razones por las que siempre se ahoga, pero no entiende. No quiero tener que ayudarlo porque se está asfixiando por un pedazo de sándwich, otra vez. Tampoco quiero que el termine ahogándose por estar tomando agua mientras se está riendo, aunque es peor cuando esta bebiendo algún refresco, este acaba saliendo por la nariz. Suelto un suspiro al ver que está bien, me dará un paro cardíaco por el susto. El que Jungkook esté comiendo y hablando es un deporte de riesgo, si no tengo cuidado se muere.

—Decía que esta vez fui yo quien preparó la comida. —Sonríe—. ¿Cómo quedó?

Hago un ligero gesto de desconfianza y vuelvo a mirar el recipiente un par de segundos. Jungkook está intentando cocinar bien desde hace unos dos años; dice que sí su futura esposa no cocina él lo hará. Aunque es dulce su pensamiento, personalmente no creo que exista alguien que sea lo suficientemente buena para Kook como para casarse con él. Mi mejor amigo es demasiado bueno para cualquiera y no pienso dejar que alguien lo lastime. Jungkook aún es un niño con un noble corazón, nadie debe herirlo, mataría a quien intente hacerlo. Estoy seguro de que él haría lo mismo si alguien intenta aprovecharse de mí.

Jungkook me hace una señal para que empiece a comer, pero yo niego con la cabeza. Empieza hacer ligeros pucheros mientras pone sus manos hacia enfrente en modo de suplica y eso hace que me rinda. Con una pequeña risa tomo el primer bocado de su comida y me divierto al ver su cara llena de emoción. Se ve más emocionado porque yo coma lo que preparó que la vez que su mamá le compró el videojuego que tanto quería

—Increíble —digo asombrado cuando termino de masticar—, te quedó delicioso.

—¡Sí! ¡Seré un gran chef! ¡Master Chef ahí te voy!

—Bueno, tampoco exageres. —Lo miro divertido—. Te quedó mejor que la primera vez, ¿recuerdas la ocasión en la que me intoxicaste con esa sopa?

—No sabía que el aceite que usé era para autos, ademas no le paso nada malo —se encoge de hombros.

—¡Me hicieron tres lavados de estómago!

Aun puedo sentir como mi estómago se retorcia, dioses, tardé en perdonar a Kookie por eso. Cuando el doctor revisó mis análisis se dio cuenta de que tenía aceite de autos en mis intestinos, pensaron que me intente suicidar, hasta me hicieron hablar con un psicólogo. Una vez que supieron la verdad me preguntaron si quería presentar cargos contra mi amigo, prácticamente grite que no, Kookie es idiota, pero no tanto como para intentar asesinarme. Siempre pensé que él no tenía tanto la culpa, sé que nunca fue su intención hacerme daño, Jungkook sería la ultima persona en querer lastimarme, además ¿cómo iba a saber que su padre guardo aceite de auto en una botella de aceite de cocina? Ni yo me lo hubiera imaginado, no hasta ver el color del aceite, pero a mi mejor amigo le pareció normal. Después de eso tuve que explicarle punto por punto cómo es que debía lucir un aceite comestible.

—Ya, Hyung, no se enoje. —Le da otra mordida al sándwich—. Para que se le olvide vayamos a dar un paseo, le compraré lo que me pida.

—Termina de masticar antes de hablar, pero a todo esto, ¿dijisge que me compraras lo que quiera? —Sonrío.

—Pero tampoco se pase.

—¡Lo que pida, dijiste! ¡Se hombre y cumple!

—Ya me raje, no soy hombre.

Una vez que acabaron las clases, le avise a mi madre que iría con Kook a dar una vuelta. Ella no le tomó importancia, si voy con Jungkook sabe que todo estará bien o también puede ser que le da igual si me muero o no. Intento no pensar en eso y decido solo disfrutar de mi salida con mi mejor amigo. Ambos empezamos a caminar y pasamos por varios locales del lugar, aunque mi amigo casi empieza arrastrarme para seguir avanzando cuando pasamos junto a una tienda de musica, sabe perfectamente que le pediré al menos cuatro álbumes.

—Kookie.

—¡No! ¡No tengo tanto dinero! —se queja.

Continúa arrastrandome hasta que llegamos a una dulcería. Suelto un suspiro lleno de resignación, bueno, podré pedirle dulces, creo que eso le sale más barato, aunque tampoco iba a hacer que pagara todos los álbumes. El aroma dulzón del local me hace sonreír un poco, ahora si es un buen momento para comer algo dulce, ya estoy más despierto y puedo disfrutar de estas delicias. Jungkook me dice que escoja lo que quiera, así que me voy directamente hacia donde están las paletas. Ver la gran variedad que hay hace que se mi boca se vuelva agua. Antes de que pueda hacer algún movimiento una bolsa de papel aparece delante de mi, Kookie vio mis intenciones de tomar todas las paletas en mis manos. A veces puede ser el responsable de esta bella amistad que tenemos, cosa extraña, pero que a veces sucede.

—¿Cuáles quiere? —Ladea un poco su cabeza—. Tomaré todas las que me diga y después las iré a pagar.

—Quiero de cereza, fresa y esas que parecen de chamoy. —Señalo—. Oh, también quiero unas cuantas de menta.

—¿Cuantas de cada sabor quieres?

—Las suficientes como para que no quepan en la bolsa —me cruzo de brazos.

Escucho un quejido de su parte, pero aún así obedece y empieza a tomar las paletas que le pedí. Mientras él esta tomando los dulces, me quedo observando el local, no me vendrían mal unos chocolates, pero esos los pagaré yo; ya me comprará bastantes él, tampoco puedo ser tan cruel y desconsiderado. Estoy por tomar una bolsa de papel cuando me percato de un pequeño letrero, ahí dice que solicitan personal de medio tiempo. No estaría mal trabajar aquí, además, ya había pensado en un trabajo para ir ahorrando por cualquier emergencia. Dejando de lado los chocolates que quería tomar me acerco a la caja registradora y llamo la atención de la chica que atiende. Ella deja de contar el dinero que tenía en su mano y me mira de arriba a bajo antes de sonreir un poco.

—Buenas tardes, ¿necesita algo? ¿Buscaba algún dulce en específico?

—De hecho venía a pedirte informes sobre el trabajo. —Señalo detrás de mí—. Quería saber de qué trata el puesto y qué horario sería.

—Bueno, como podrás notar la tienda no está bien organizada. —Arruga la nariz y hace un gesto de fastidio—. Los clientes tienen que tomar el producto y eso no es muy higiénico. Queremos que el nuevo personal sea el encargado de proporcionarle al cliente el producto que desea.

Deja de explicarme lo del trabajo por atender a una mujer junto con su hijo. Supongo que entiendo de lo que habla la chica, digo, no es muy higiénico que varios niños con las manos sucias estén por ahí tocando los dulces. Y a este paso salubridad no tardará mucho en querer cerrar el local por no seguir las medidas de higiene correspondientes. Una vez que ella termina de atender a los demás clientes continúa explicandome el horario y las prestaciones que me ofrece el puesto. Estoy escuchando con atención cada una de sus explicaciones, pero hay una parte de mí que esta algo distraída, podría decir que esta insistiendo para que empiece con mi paranoia. Siento que alguien está observandome, quizás solo es mi imaginación y en dado caso de que sí me estén mirando podría tratarse de Jungkook, tal vez está asegurándose de que yo esté bien.

—Y como te comenté, se trata de un trabajo de medio tiempo. —Sonríe un poco—. Que envidia.

—¿Puedo venir más tarde para solicitar el puesto? —pregunto ansioso.

—Claro. —Saca una pequeña hoja detrás ee la barra y me la entrega—. Mira, estos son los requisitos y si todo sale bien empezarías mañana. Y te diré algo. —Se acerca lo más que puede por sobre la barra—: A veces la jefa nos deja llevarnos los dulces que queramos.

—No me digas eso —digo emocionado—. Es fantástico.

Ella estaba por responder cuando Jungkook se para a mi lado y deja dos bolsas de papel, una con varias paletas y otra está llena de chocolates blancos. Mis ojos se abren un poco más y me giro a ver a Jungkook, él solo hace un gesto con la mano para que no pregunte nada.

—Me di cuenta que iba a tomar los chocolates, pero como no lo hizo decidí hacerlo por usted. —Suspira antes de mirar a la chica—. ¿Puede cobrarme?

Ella le sonríe un poco y empieza a  cobrar lo que llevó Jungkook. Mi amigo se para detrás de mi y recarga su mentón en mi cabeza mientras rodea mi cuerpo con sus brazos, a veces odio ser pequeño, pero no voy a mentir, a veces es lindo que Kookie me abrace de esa forma. Una vez que paga todo le digo a la chica que volveré más  tarde a lo cual solo me responde que ella esperara. Salgo del lugar junto con Jungkook, le empiezo a contar sobre el puesto y él me dice que suena muy bien y que debería solicitarlo. Mientras caminamos le quito las bolsas de papel a Jungkook y saco una paleta. Una vez que le quito el envoltorio, la meto rápido a mi boca y sonrío un poco al sentir el dulzón sabor a cereza.

—Amo las paletas. —Llevo mis manos a mis mejillas—. Son deliciosas.

—Deme una, Hyung, no sea malo.

Me empiezo a reír y niego con la cabeza, si le daré la paleta, pero lo haré sufrir un poco más. Él intenta arrebatarme la bolsa, mas solo consigue que salga corriendo unos metros mientras presiono las bolsas con los dulces contra mi pecho. Ambos vamos en la acera y esquivamos a varias personas mientras seguimos con nuestra pequeña escena; sin embargo, no estoy  del todo divertodo, aún siento la mirada de alguien sobre mí. Detengo mis forcejeos con Jungkook  y regreso mi vista a la dulcería, pero todo parece normal, quizás es solo mi imaginación. Aunque podría jurar que la persona que entró a la dulcería nos estaba mirando fijamente a Kookie y a mí.

—Hyung, ¿sucede algo?

—Creí  ver... —Cierro un momento los ojos y niego con la cabeza y me saco la paleta de la boca—: Nada, perdón, pensé que había visto a mi madre, pero solo fue mi mente.

—¿Ahora no sabe quién en su madre? Hyung, debería usar mas seguido sus lentes —se burla.

—No, no los usaré, los lentes de contacto no me los puedo poner solo y los de montadura suelen caerse cuando estamos corriendo. —Hago una mueca—. Todavía no estoy tan ciego, puedo ver perfectamente.

—¿Que dice el cartel de allá? —Señala hacia enfrente.

—Dame un segundo. —Entre cierro los ojos en un intento de leer lo que está a la lejanía—. Ah, dice "Jeon Jungkook es un mocoso irrespetuoso que se quedará sin probar dulces" y las letras más pequeñas dicen "no le pasaré la tarea que dejaron esta mañana"

—¿Nani?

Antes de que pueda decirme algo más, salgo corriendo mientras sujeto con mas fuerza las bolsas con dulces y con la otra mano vuelvo a llevar la paleta a mi boca. Escucho como él me grita que vuelva, pero solo consigue que me empiece a reír con ganas.

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