Capítulo 18: Dobe
Naruto Uzumaki
Cuando llegamos a Suna tuve que convencer al Kazekage de que Sasuke venía voluntariamente y que no era una amenaza... pero no sé si eso le convencía, sé que confiaba en mí y si yo le decía algo a Gaara, me creía, pero aún así no miraba muy bien a Sasuke, no se fiaba de su palabra y es que Sasuke siempre era así... terco, dominante y hacía lo que le daba la maldita gana, ese chico era incontrolable pero también era mi mejor amigo... ¿Qué digo? Era como mi hermano, lo quería como a mi propio hermano y no dejaría que le hicieran nada, pero de verdad que era terco con ganas.
La carta la mandaron a Tsunade para que nos mandase una respuesta sobre qué hacer con Sasuke y es que había mentido al Hokage... le había dicho que teníamos que quedarnos más tiempo por si Akatsuki atacaba, pero era la mayor mentira que estaba soltando y para colmo... aún temía la reacción de Gaara cuando soltase la segunda mentira, porque supuestamente yo había dejado embarazada a su hermana ¡Iba a matarme!
Sasuke estuvo encerrado todo el día hasta que por la mañana apareció el equipo de Kiba y eso sí me sorprendió. Últimamente con Hinata tenía una tensión extraña, a veces me ruborizaba al verla pero siempre fingía, creo que me gustaba un poco esa chica, pero no quería demostrárselo, ni siquiera sabía los sentimientos de ella y es que siempre era tan tímida y se trababa cuando tenía que hablarme... que no sabía qué pensar de ella. Era rara... pero simpática.
Sonrió al verme y presté atención a Kiba que nos traía la notificación de la Hokage para comentarnos la decisión que tomaba la villa, de momento lo aceptaban, pero teníamos una conversación pendiente cuando fuéramos de vuelta y eso me resultaba a mí extraño. Al menos Sasuke podía estar un tiempo con nosotros aunque cuando leí lo de los servicios comunitarios empecé a reírme... se iba a enterar lo que le tocaba, sí él siempre se metía conmigo, éste era mi momento para meterme con él.
Gaara le dejó salir finalmente y lo trajeron al despacho para comentarle su nueva situación y es que tenía que ayudar a los novatos de Suna y hacer los servicios a la comunidad y me reí mucho cuando se lo dijeron, sobre todo por la cara que puso.
- ¿De qué vais? – se quejó – yo no tengo porque hacer servicios comunitarios – dijo en tono despectivo.
- Vamos Sasuke... limpiar retretes no está tan mal ¿No recuerdas cuando eras un Genin?
- ¿Tú eres imbécil? – me preguntó cabreado – no pienso limpiar retretes – se quejó – que lo hagan los novatos, yo ya pasé por eso.
- No pasaste el examen a chunin – le dije.
- Porque me largué de la villa, pero tengo nivel de Jonin – se quejó y yo sonreía mientras él me miraba con esos ojos asesinos.
- Son órdenes de la Hokage.
- Pues que lo haga ella – dijo quejándose
- Uchiha hasta la muerte – le dije – que orgulloso maldita sea... guardate ese maldito orgullo ya, no eres Hokage.
- Entonces lo seré si me vais a obligar a hacer estas cosas.
- Ni se te ocurra, tú no puedes ser Hokage, lo voy a ser yo – le grité acercándome a él y sonrió con prepotencia.
- ¿Tú? Konoha gobernado por un Dobe, por favor sálvanos de ver eso. Llenarías las calles de tiendas de ramen – dijo sonriendo y me detuve un momento... no había pensado eso, pero podría ser mi primera orden – oh por favor... no me digas que estás pensando esa idea ahora, Dobe – me insultó de nuevo.
- Parad ya – escuchamos de golpe la voz profunda de Gaara – me estáis poniendo dolor de cabeza, los de Suna no me dan tantos problemas como vosotros. Arreglemos esto civilizadamente... tú no vas a limpiar retretes – dijo Gaara de golpe – seguirás a Naruto a todos los lados y él se ocupará de vigilarte para evitar que hagas alguna locura y tú Naruto – dijo mirándome – mantenme informado de todo lo que haga Sasuke, si intenta huir o hacer algo en perjuicio de la villa, mátalo – me ordenó.
- Pero... - fui a quejarme porque era como mi hermano, no quería matarlo.
- No quiero quejas, bastante que consiento tener a un asesino como él en mi villa, vigílalo y calla. ¿Puedes cumplir tú misión o debo mandárselo a otro? – preguntó Gaara.
- Acepta – me dijo Sasuke – no haré que tengas que matarme, no pienso largarme a ningún lado ni haré nada en perjuicio de Suna.
- Vale – le dije a Gaara – acepto, le vigilaré.
Gaara nos mandó retinarnos y es que supuestamente tenía que hablar con su hermana y es cuando yo empecé a asustarme, sé que le iba a contar que estaba embarazada y encima de mí. Creo que vendría a matarme en cuestión de segundos así que decidí irme bastante rapidillo de aquí y Sasuke me miraba y no dejaba de sonreír.
Nos fuimos a almorzar y es que teníamos mucha hambre. Mientras comía, no dejaba de mirar hacia el pasillo esperando a Gaara y por supuesto... su reacción, pero creo que no tardaría en verla, sobre todo cuando escuché el grito de Temari llamando a su hermano y me fijé en cómo venía de mala leche hacia mí.
- Narutoooo – gritó por el pasillo y busqué un lugar para esconderme.
- Gaara por favor, cálmate – le decía Temari tras él y de repente le vi salir por el pasillo.
Me levanté de golpe de la silla y salté por encima de ella dejándola entre medio de los dos en un intento de defenderme mientras Sasuke a mi lado se reía. Salté la siguiente silla escuchando la queja de Sasuke porque le estaba pasando por encima mientras huía de Gaara que movía ahora mi silla apartándola de mala leche y seguía acercándose.
- Joder – exclamé al ver sus ojos – lo siento Gaara, cálmate – le dije.
- Deja de huir Naruto y afronta lo que has hecho – me decía mientras yo seguía corriendo alrededor de la mesa para que no me alcanzase.
- Si yo asumo lo que he hecho Gaara, pero hablemos esto como personas civilizadas.
- ¿Sabes que es lo peor Naruto? Que no puedo matarte – me dijo – si te mato dejo a ese niño sin padre, pero cuando acabe contigo no te va a reconocer ni la Hokage, ven aquí – me gritó.
- Gaara recuerda que somos amigos y aliados – le dije.
- Sí y te has aprovechado de mi confianza y hospitalidad para entrar a la habitación de mi hermana a tener... - Gaara no se atrevía ni a decir lo que habíamos hecho, se sonrojaba al pensar la palabra.
- Relaciones sexuales – especificó Sasuke sonriendo – vamos... que se ha follado a tu hermana – dijo sonriendo más y se ganó una mirada asesina de Gaara – no me mires así, el que se la ha follado es él – me señaló el cabrón.
- Os estáis comportando como críos – dijo Temari – parad ya maldita sea
- ¿Se puede saber qué pasa aquí? – preguntó Shikamaru entrando de golpe a almorzar con su equipo.
- Naruto ha dejado embarazada a Temari – dijo Sasuke como si nada y claro... él no tenía pelos en la lengua y tampoco sabía la relación que esos dos habían mantenido, todos le miramos con sorpresa de la brutalidad que tenía para decir las cosas.
- ¿Qué? ¿Estáis de coña, no? – preguntó Shikamaru
- Creeme... el dobe tiene que aprender a mantener su cosita guardada en los pantalones.
- Temeeee – le grité para que se callase.
- ¿Con Naruto? – preguntó Shikamaru hacia Temari - ¿Enserio? ¿Estás loca?
- No – le dijo Temari – enamorada de él – dijo fingiendo que era el padre - ¿Qué problema tienes Shikamaru? Le amo y me ama, así que parad ya, ¿No podéis alegraros por este niño?
- Bueno... - dijo Gaara – está bien, acepto a Naruto como tu esposo – dijo de golpe y Temari y yo alucinamos.
- ¿Qué? – preguntó Temari alucinando.
- ¿No pensarás tener a ese niño fuera del matrimonio, no? – le pregunté y yo no quería casarme, eso no era el trato, Temari tampoco quería casarse conmigo - ¿Naruto? – me preguntó.
- Nos casaremos – dijo Temari al final mirándome – pero cuando yo decida Gaara, no quiero casarme aún.
- ¿Por qué no? – preguntó Gaara.
- Porque mira a Naruto... su sueldo no llega para una casa, necesitaremos dinero y hacerla – comentó y en parte era una salida.
- Sí – le dije – cuando ahorre y tenga algo que ofrecerle me casaré con ella – le comenté.
- Os lo pago yo – dijo Gaara.
- Ni se te ocurra – le gritó Temari – no deshonres de esa forma la hombría de Naruto, él es capaz de mantener a su familia sin tu ayuda – comentó y menos mal que ella pensaba rápido, Sasuke seguía sonriendo.
- Estupendo, ya que está todo arreglado... brindemos por ese nuevo bebé que el dobe va a darnos – dijo Sasuke sonriendo y entonces... entró Hinata enterándose de la noticia, era lo que me faltaba.
- ¿Naruto? ¿Padre? – preguntó con su timidez.
- Sí, se ha follado a Temari – dijo Sasuke con su poca sutileza ganándose una mirada de odio de todos – Ahora que ya todos lo saben y estamos al día ¿Podemos por favor sentarnos y comer? Tengo hambre – dijo con seriedad cogiendo un panecillo y empezando a comer.
Todos nos sentamos en la mesa y Temari tuvo la picardía de sentarse a mí lado evitando que Gaara se acercase, por lo menos lo tuve lejos durante la comida y lo agradecía, al que tenía frente a mí era a Sasuke, porque tanto dar vuelta a la mesa, había terminado de su lado a estar frente a él. Sasuke no dejaba de mirarme mientras comía y de verdad que es que yo sólo podía pensar en lo bestia que era y luego... miraba a Hinata triste. ¿Quién me mandaría a mí meterme en estos líos? Yo amaba a Hinata, me gustaba esa chica tímida pero estaba aquí "Teniendo un niño con Temari" porque Itachi Uchiha había realizado una misión de una egoísta Konoha que sólo buscaba salvarse a sí misma.
Sabía que tenía que hacer esto por Temari, por ese niño, pero me estaba fastidiando yo, casi me matan a mí por haberla dejado embarazada y lo peor... cuando se enterasen de que ese niño era de Itachi Uchiha y que yo había mentido ¿Cómo se iba a armar? No sabía cómo iba a resultar esto al final.
Salí de la sala y Temari se marchó a su habitación a descansar mientras Gaara decidió seguir con el papeleo que tenía acumulado. A mí Shikamaru me cogió por el pasillo y me empotró con fuerza contra una de las paredes cogiéndome por el cuello de la camisa y le dejé, quería saber que tenía que decirme este imbécil que le había hecho daño a Temari.
- ¿Cómo has podido hacer esto Naruto? – me preguntó.
- ¿Cómo pudiste tú hacerle esto a mi chica? – le amenacé y empecé a fingir que realmente estábamos juntos.
- No mientas Naruto, vi a Itachi salir de su cuarto, ese crio no es tuyo – me dijo – no soy imbécil.
- Ese crío es mío, Itachi vino una vez a por mí – le dije – quería extraer al Kyuubi pero no lo consiguió, yo estuve con Temari aquella noche – le mentí – he estado con ella todas las noches, te oí salir de tu cuarto e ir a suplicarle que volviera contigo y nosotros... pasábamos de ti, me la follaba mientras tú suplicabas – le dije porque había escuchado como suplicaba por las noches, su habitación estaba cerca de la mía.
- Eres un desgraciado.
- Me quiere a mí y la quiero.
- No es cierto, ese crío no es tuyo, estoy seguro.
- Entonces te convencerás cuando veas a ese chiquillo rubio de ojazos azules – le dije sonriendo – sólo tienes que esperar nueve meses – le dije soltándome de su agarre y marchándome.
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