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Sullyoon P.O.V

Iba por la calle, una calle que olía muy mal y casi no se veía, era todo muy negro.

—¡Oye, no corras!—¿Como que no corras? Si yo iba caminando con toda la tranquilidad del mundo, gire para ver de dónde venía la voz.

Kyujin estaba siendo perseguida por dos hombres vestidos con camisa, pantalón y gorra de color beige, llevaban un logotipo de una hamburguesería en la camisa, trabajaban en un puesto de comida rápida.

Kyujin se giró, les dio un codazo en la cabeza a cada uno y después les dio un cabezazo, todo fue demasiado rápido, no entendí absolutamente nada de lo que pasó.

—Escuchame, uno ya no puede ir a comer una hamburguesa que ya lo buscan como si hubiera cometido un crimen—Dijo Kyujin mientras se sobaba la cabeza, seguramente el golpe en la cabeza le había dolido—Bueno, eso es lo que hice, cometer un crimen.—Les dio dos patadas a los dos hombres que estaban en el suelo—Ahora, por favor iros, no quiero que me volváis a seguir nunca más.—Puso su mano en el bolsillo y sacó un cuchillo, lo que me hizo gracia es que tenía una pegatina de my melody en el mango—Porque si no—Y se pasó la parte sin filo del cuchillo por el cuello, como no, los dos hombres salieron espantados.

Siguió caminando, cuando me di cuenta que la tenía que seguir, era la oportunidad perfecta para reclutar a mi próxima compañera.

—Kyujin—Empeze a correr detrás de ella. Joder, por mucho que yo fuera más alta ella caminaba mucho más rápido que yo.

—¿Qué quieres? ¿Tú también quieres capturarme? — Kyujin se giró hacia mí, me miraba con muy mala cara.

—Bueno, puede ser que si.—Kyujin me agarró por el cuello de la camisa—No, no de esa forma.—Un poco de miedo le tenía, ya que en menos de cinco minutos me podría matar.—Mi jefe me ha dicho que tiene una misión para ti.

—¿Cual?—Dijo mientras se sacudía el polvo de la ropa.

—¡Sullyoon!—Alguien me abrazó por detrás, Kyujin cambió su mirada por una con deseo, al saber a quien estaba mirando Kyujin hice una cara de desaprobación.

—¿Qué haces aquí, pequeña?—Gire todo mi cuerpo para abrazarme mejor a Jiwoo.

—Es que mi madre me dijo que saliera a comprar, para así acostumbrarme a salir sola. —Jiwoo empezó a jugar con sus manos, se veía apenada— Y me perdí.

—Acabo de hacer esto, y te ayudo a volver a casa—Volví a abrazarla—¿vale?

Entonces la vi, ahí estaba Haewon, se veía claramente que llegaba de la universidad, ya que iba muy bien vestida pero a la vez desaliñada, tenía unas ojeras un poco notables también. De ropa llevaba una camisa blanca y unos pantalones negros, nada más, era muy sencillo.

—¡Haewon!—Hoy era mi día de suerte, podría reclutar a dos compañeras a la vez.

—¿Quien eres?—Haewon levantó la vista del suelo, definitivamente se la veía muy cansada.

—Te necesito para una misión que me dio mi jefe—La agarré suavemente del brazo, pero se quitó de mi agarre, parecía que le incomodaba.

—¿Para qué?

—Ni idea, la verdad, pero te quiere ahí.

—Lo voy a aceptar de mala gana—Haewon arrastraba sus palabras por el cansancio, un día de descanso no le iría mal—Pero porque quiero un descanso de la uni—Hoy definitivamente era mi día de suerte—Pero tengo que decírtelo, solo de momento, quiero saber las reales intenciones de tu jefe.—Bueno, al menos ya era parte del equipo.

—¿Vestido rosa o azul?

—¿Eh?—Se miró confundida, yo solo le sonreí—Azul.

—Oyeme ¿Podemos hablar a solas un momento?—Kyujin se giró hacia mí, a saber que quería, pero si me acercaba a tenerla en la misión yo sería totalmente feliz.

Caminé unos pasos, hasta que Jiwoo me agarró del brazo.

—No me dejes por favor, está calle me da miedo—Su agarre era fuerte, si parecía que tenía miedo.

—Por favor, señorita Oh, cuide de ella—Agarre la mano de Jiwoo y le di un besito en los nudillos—Se llama Jiwoo, le gusta que la llamen Woo.

Y entonces seguí a Kyujin, si os dijera que esto me daba confianza probablemente os estaría mintiendo.

Llegamos a un callejón muy apartado, yo ya tenía el cuerpo de forma en que me fuera más fácil defenderme si quería hacerme algo.

Entonces vi cómo metió ese cuchillo con la pegatina de my melody en el bolsillo y metía su otra mano al otro bolsillo y de ahí sacaba un mechero y un paquete de cigarrillos.

—¿Fumas?—Aunque fuera totalmente normal que los delincuentes fumaran(Y más los que lo hacían desde jóvenes) ella no tenía el tipo de fumar, si, vestía ruda, con unos pantalones cin estampado militar negros y un jersey de color beige lleno de suciedad, pero su cara era muy tierna, si se veía seria pero se veía tierna a la vez.

—Si ¿Algún problema?—Podía por fin notar sus feromonas, eran de limón, un limón lo suficientemente ácido y agrio, en pocas palabras, era muy fuerte.

—No, ninguno, estoy acostumbrada a ver gente fumando, tranquila.

Se llevó el cigarrillo a la boca y lo encendió, entonces el olor a limón no fue lo único “desagradable” que inundó mis fosas nasales, ahora también olía ese cigarrillo.

—Quiero que me prometas algo—La miré atentamente, su expresión ya no era tan seria, si no que ahora era más relajada… no, estaba triste. Definitivamente era algo importante porque su expresión cambió muy repentinamente—En serio, es muy importante para mí, demasiado—Asentí, queriendo saber qué era lo que tenía que prometerle—Tengo una hermana pequeña de catorce, casi quince años, los cumple en noviembre, y me preocupa, mucho, la verdad.

—¿Por qué?—Esto de saber sobre la vida de los criminales era como saber pequeños chismes trágicos, era divertido.

—Mi padre es un maltratador, al punto de que alguna vez nos llegó a vender, por eso empecé con todo esto.—No me había explicado ni la mitad, pero ya sabía que eso sería una historia fuerte.—Mira, si no me vas a juzgar, te voy a explicar un poquito de mi historia, para que entiendas todo esto.

—No, claro que no te voy a juzgar, es más, si quieres también te puedo compartir mi historia, si eso te hace sentir más segura. —Me senté en un escalón de uno de los locales abandonados que había por ahí, Kyujin se sentó a mí lado.

—Tenía seis años cuando empezó a pegarme cuando las cosas no le iban como él quería, éramos una familia de escasos recurso, él trabajaba en negro, y a veces incluso no le pagaban, entonces me empezó a utilizar como un saco de boxeo.—Kyujin daba grandes caladas a su cigarrillo, se notaba triste, estaba segura de que estaba removiendo unos recuerdos que no le gustaban—Si te soy sincera no recuerdo mucho esa época, lo único que recuerdo era el miedo que me provocaba cada vez que pasaba por la puerta de mi habitación.

—Debió ser muy duro, pero ¿Tu mamá no te ayudaba?—Decía mientras me removía incómoda en mi lugar, entre que lo que me explicaba era fuerte y que mi culo estaba empezando a entumecerse por lo duro del escalón.

—Mi madre murió cuando yo tenía tres años, no pudo sobrevivir al parir a Kaylee.

—Entonces no tenías a nadie que te apoyará, ya que tú hermana era más pequeña que tú.

—Exacto, pero eso no es lo peor Sullyoon—¿De donde se sabía mi nombre? Ah, sí, Jiwoo me trató de Sullyoon cuando me vio.—Cuando vio que no podía ganar más dinero con el trabajo que tenía, empezó a venderme a hombres—Kyujin cerró los ojos, y al hacerlo, le salió una lágrima—Tenía tan solo catorce años, ahí fue cuando mate a alguien por primera vez, y la única, los otros solo fueron crímenes que se me inculcaron a mí por culpa de los amigos que tenía.

—¿Cómo paso? Tan solo tenías catorce, es imposible llegar a ese punto.

—No se si mi padre era tonto o que, prefiero creer que lo hizo por mi bienestar, pero dejo un cuchillo en la misma habitación que yo, a parte de qué en el instituto nos enseñaron técnicas de defensa personal porque se enteraron de lo que pasaba en mi casa y yo les dije que solo quería aprender a defenderme, no que me sacarán de su lado.—Tenía la suficiente lógica como para creerla, porque supongo que también tendría adrenalina en su cuerpo en ese momento.

—Entonces, ¿qué quieres que haga?—Suponía que lo que quería hacer era salvar a su hermana.

—Quiero que saques a mi hermana de ahí.—Kyujin se incorporó, se levantó y se fue al otro lado de la calle(No estaba tan lejos, ya que era un callejón estrecho), para tirar su cigarrillo ya terminado en la basura.

—No puedo prometerlo del todo, lo que sí puedo hacer es espiarla, descubrir cómo está, cuando termine todo esto entonces podré salvarla, intentaré enviar un equipo para sacarla de ahí—Kyujin me miró, su mirada estaba llena de esperanza.

Ahora sabía que no solo iba a proteger con toda mi alma a Jiwoo, si no que probablemente también terminaría protegiendo a Kyujin.

—¿Quieres que te explique un poco de mi?—Sabía que explicar la historia de cada uno era fuerte y difícil, así que quería ayudar a Kyujin a sobrellevar eso.—Te aviso que la mía no es tan trágica.—Kyujin rió asintiendo.

—¿Cuál es tu trágica historia?—Kyujin sacó el mechero de su bolsillo y se puso a jugar con él.

—Mi familia siempre se ha dedicado a todo esto de la delincuencia, en mi familia somos mi madre, mi padre, Mi hermana mayor llamada Tzuyu y yo, un día mi hermana mayor desapareció.—Kyujin abrió los ojos, preocupada—no fue nada grave, simplemente se fue a Japón, a hacer una nueva vida—Kyujin sonrio, entiendo perfectamente el alivio de saber que alguien ha podido escapar de este pequeño y asqueroso mundo llamado delincuencia.

—¿Y ahora cómo está?

—Bien, se ha casado con una omega llamada Sana y juntas han tenido una niña de un año llamada Sakura—Sonreí, feliz de la vida que pudo haber construido mi hermana—Soy tía.

—Bueno, tan trágica no es.—Kyujin rió, mirándome con un poco de tristeza.

—Lo sé, pero a veces extraño a Tzuyu, ella no era solo como mi hermana mayor, era la única persona que me hacía caso, era mi única amiga—Kyujin me pilló desprevenida abrazándome.

—Te entiendo

Estuvimos un rato más ahí, unos diez minutos más y volvimos a donde estaban Jiwoo y Haewon, las cuales estaban jugando al “Veo, veo”.

—¡Sully!—Jiwoo me abrazó, yo le agarre la cintura y le acaricié el pelo, me encantaba la manía que tenía de abrazarme cada vez que me veia.

—Me olvidé de algo—Dije mirando a Kyujin.

—¿Lo del vestido? No pienso llevar ningún vestido—Kyujin cruzó los brazos y negó con la cabeza.

—Pues tienes la suerte de que mi empresa también te ha preparado un esmoquin ¿Lo querrás con corbata o con pajarita?—Al terminar de decirle eso a Kyujin le di un beso en la frente a Jiwoo y me separé del abrazo.

—Solo voy a llevar la camisa, que lo sepas, ni chaqueta, ni pajarita, ni corbata, nada de eso, no soy tan elegante.

Todas sonreímos y seguimos hablando durante un rato, les di la calle y el edificio donde trabajaba y el día y hora que tenían que estar ahí.

—Oye Jiwoo ¿no crees que es hora de irnos a casa?—Jiwoo asintió.

—Adios chicas—Abrazo durante un buen rato a Haewon y después le dio un beso en la mejilla a Kyujin.

Jiwoo me agarró del brazo y empezó a caminar.

—Oye, yo aun no me he despedido.

Haewon y Kyujin solo se rieron y se despidieron, y cada una se fue por su camino.

Al final resulta que si eran lo suficiente agradables, no sé cuál será mi misión, solo sé que de momento estaré bien acompañada.

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