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La forma en la que lo veía no le agradaba para nada. Los sirvientes que estaban con ella mantenían la cabeza agachada, mostrando un respeto increíble.
Aunque no podía esperar menos de esa mujer si aparentemente era la madre de Sesshōmaru.
—¿Qué se le ofrece Madame Inu no Kami? —se adelantó a preguntar Hikaru.
—¿Mm, acaso no puedo venir a visitar a mi nieto? Me sorprende viniendo de ustedes.
Los gemelos permanecieron callados y al igual que los otros sirvientes, bajaron la cabeza.
Eso a Inuyasha no le pareció, antes de que pudiera decir algo, Irasue se le adelantó.
—Así que por fin tengo la dicha de conocerte, Inuyasha.
—¿Cómo demonios sabes mi nombre?
—¿Cómo no voy a conocer a quien se robo a mi nieto? Me sorprende que no lo hayas regresado con su verdadera familia.
Inuyasha gruñó ante esos comentarios, Haku se apegó más a él al sentir sus emociones. El vínculo que tenía con Inuyasha se fortalecía cada día, demostrando el gran cariño que le tenía.
Porque para Haku, Inuyasha era su madre, y era el único que podía portar ese título.
Inuyasha no se quedó callado.
—Para tu información tonta, no pensaba devolverlo a una familia que no se preocupó por él.
—Amo Inuyasha —le susurraron ambos hermanos con miedo.
Irasue sonrió ante aquel insulto, no esperaba menos de un híbrido.
—Lo que dicen de los Hanyō es verdad, ustedes no respetan a los Yōkai ni DaiYōkai como lo somos mi hijo y yo. Debería darte vergüenza.
A Inuyasha le dejaron de importar aquellos insultos desde hace mucho, pero pudo ver de reojo como aquel comentario afectó a Hikari.
—Vergüenza debería darle a usted tratar así a los híbridos solamente porque son diferentes, ustedes creen que tienen el privilegio de tratar así a los híbridos solamente porque ustedes son demonios completos.
—Amo Inuyasha mida sus palabras, la Madame Inu no Kami es la madre del Lord Sesshōmaru. Tiene la libertad de reprenderlo si ella lo considera.
—¡No me interesa de quien sea madre, eso no le da derecho a decir todo lo que esta diciendo, y para su información, si cree que voy a entregar a Haku esta equivocada, primero muerto antes de dejarselo a usted!
—Me sorprende que pienses eso, digo, sería lo más normal dejarle su nieto a la abuela para que ella se encargue de su crianza cuando la madre está muerta.
—¿Qué quiere decir con eso?
—¿Acaso no te lo contaron? Por dios, ¿quien crees que asesinó a la madre de Haku? Mi querido hijo fue piadoso con su muerte.
—¿Sesshōmaru fue...?
—Después de la traición de Ayo mi hijo no se iba a quedar de brazos cruzados, por el tiempo que llevas conviviendo con él deberías saber que no es un demonio que soporte las traiciones ni que lo utilicen. Si fue capaz de quitarle la vida a Ayo, imagina de lo que sería capaz en el futuro.
Inuyasha frunció el ceño, lo que quería aquella mujer era meterle miedo y que se echara para atrás con la responsabilidad que tenía con Haku.
Sin embargo no le iba a dar ese gusto. Primero muerto antes que dejar a Haku en manos equivocadas.
—No me importa lo que usted diga, Haku es mi cría y solamente yo tengo el derecho sobre él.
—Que equivocado estas, Sesshōmaru también tiene derecho sobre él, y como consiguiente, yo al ser su abuela también tengo derecho.
—¡Claro que no!
Irasue sonrió divertida al ver como Inuyasha defendía sus derechos como padre sustituto de Haku.
—En algún momento deberás renunciar a él y cedérselo a su único y legítimo padre.
—Madre.
Tanto los gemelos como las sirvientas de Irasue hicieron una reverencia ante la llegada de Sesshōmaru, el cual a pesar de no mostrar expresión se podía percibir como estaba molesto.
Si había algo que a Sesshōmaru le inquietaba, eran las visitas que su madre hacía a su palacio.
No tardó en ponerse al lado de Inuyasha, pasando uno de sus brazos por sus hombros en un abrazo protector, Irasue volvió a sonreír divertida al ver el comportamiento de su único hijo.
—Mi querido Sesshōmaru, me alegra mucho verte, tuve que venir a visitarte ya que tú no tienes la decencia de hacerlo.
—No vi la necesidad de hacerlo.
—Así como yo tampoco veo la necesidad de que permitas que un Hanyō se encargue de la crianza de mi nieto.
—Lo que haga o decida en base a la crianza de Haku, no es de tu incumbencia, es mi cachorro y el de Inuyasha.
Un sonrojo invadió las mejillas de Inuyasha, mientras que en el rostro de Haku se pudo apreciar una enorme sonrisa, satisfecho de haber escuchado esas palabras.
—Cállate tonto.
Sesshōmaru no dijo nada ante el insulto e Irasue tapó su boca con una de sus mangas de forma elegante, disfrutando de lo que veía.
—Tu padre estaría sorprendido por este comportamiento tuyo, tú que decías odiar a los humanos y ahora, emparejado con un Hanyō, lo cual es casi igual.
—Mis decisiones no te corresponden, madre. Además, tu sabes el porqué de mi odio hacia ellos.
Irasue permaneció callada por unos segundos hasta que soltó una pequeña carcajada que cubrió con su manga.
—Descuida Sesshōmaru, no es necesario que estés tan a la defensiva. Aunque si quiero externar que no me parece bien que un Hanyō se haga responsable de, ¿Haku? No estoy de acuerdo.
—Inuyasha puede hacerlo, tiene la capacidad para que Haku sea educado de buena manera.
—Eso dices, solo espero que no te equivoques.
—Yo nunca me equivoco.
—Ayo no diría lo mismo.
—El asunto con Ayo se presentó gracias a ti, ya que tú insististe en que tuviera rápido a mi primogénito.
—Eso es verdad, pues espero que Inuyasha siendo la madre de Haku sea una buena elección.
—Lo es.
Después de aquella pequeña conversación, Irasue se retiró a sus aposentos destinados cada vez que iba a visitar a Sesshōmaru.
Eso a Inuyasha no le agradaba ya que eso significaba que la tendrían ahí varios días.
—¿Ayo era la madre de Haku?
—Así es.
—Ella dijo que tu...
—¿La asesine? Evidentemente, no iba a permitir que se burlara de mi sin antes pagar las consecuencias que conlleva.
Inuyasha se puso nervioso al escuchar tal declaración. No sabía hasta donde sería capaz de llegar Sesshōmaru.
—Me dijeron que tuviste problemas con alguien de mi servidumbre, ¿puedo saber la razón?
—¿Para qué? De seguro ya te contaron todo.
Inuyasha no perdió tiempo y empezó a caminar, siendo seguido por los gemelos. Sin embargo Sesshōmaru no tardó en seguirle el paso, poniéndose a su lado.
—Quiero escuchar tu versión.
Si era así, eso quería decir que aquella sirvienta había hablado directamente con Sesshōmaru, lo cual no le agradaba.
—Aquella muchacha quiso darle a Haku alimentos que no son adecuados para su edad, y cuando le hice el reclamo prácticamente me dio a entender que yo no era nadie para objetar lo que ella hacía.
El ceño de Sesshomaru se frunció al escuchar eso, la sirvienta le había dado una versión completamente diferente, en la cual decía que Inuyasha la había insultado y la había tratado mal.
Y del tiempo que llevaba conociendo a Inuyasha, sabía que era alguien sincero, que a veces se pasaba de sincero.
Por lo que no dudaba de la palabra de Inuyasha.
—Me encargaré de eso, nadie puede objetar tus decisiones ni tu palabra. Si algo así vuelve a suceder no dudes en decirme y les recordaré a todos cual es tu lugar y tu posición.
Inuyasha no estaba tan seguro de eso, ya que no creía que un demonio como Sesshōmaru fuera capaz de hacer todo lo que decía que iba a hacer.
No dijo nada y permaneció callado, pero en todo momento, Sesshōmaru no se apartó de su lado.
Y Haku estaba feliz de tener los aromas de sus padres rodeandolo, con cariño y protección.
Como aclaración, en narración se usará el nombre de Irasue que es el que le dio el fandom, y en diálogos se usara su nombre oficial que es Inu no Kami
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