▬ CAPÍTULO TERCERO
❛ acidez ❜
⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀La universidad podía llegar a suponer un mundo complicado y aterrador para muchos, mas Inori la consideraba el menor de sus problemas y su oportunidad más grande para desarrollar sus habilidades sociales.
⠀⠀⠀⠀⠀⠀Explicarlo podía ser engorroso, pues Inori hallaba dificultades mayores allí, pero incluso con eso, la exigencia de las asignaturas y la gran cantidad de energúmenos con los que se veía obligada a compartir clases, ella aprovechaba y disfrutaba de esas oportunidades para desenvolverse de las ataduras del juicio y ser quién era. Los espacios para ser realmente Inori Amakura eran limitados.
⠀⠀⠀⠀⠀⠀Su extrema sinceridad y su afilada lengua eran bien conocidas entre sus compañeros de clases. ¿Se requiere de una opinión honesta? Inori era la persona indicada. Su carácter correspondía a una honestidad ruda en la mayoría de casos, permitiendo así un reconocimiento apreciativo de parte de sus compañeros. No era la favorita del salón en lo absoluto, pero en definitiva no llegaba a ser despreciada por ninguno. Inori era, en gran parte, una de las figuras más características del salón en el que estuviera.
⠀⠀⠀⠀⠀⠀Inori disfrutaba a su modo de su vida universitaria. Solía hablar con el alumnado que compartía y participar en las actividades que se realizaban; estas últimas siempre y cuando se llevaran a cabo en la universidad y dentro del horario de clases. Muchos le insistieron al inicio, pero ella respondía de tal forma que se hacía entender como si no fuera de su agrado o comodidad en vez de dar paso a la idea de que no la dejaban salir.
⠀⠀⠀⠀⠀⠀Prefería que fuera así, que pensaran que era algo malhumorada antes de que se entrometieran demasiado en su conflictiva vida familiar. Era lo suficientemente reservada con ese tema como para pulverizar las ganas de saber al respecto.
⠀⠀⠀⠀⠀⠀Durante ese día de clases, tenía una de las horas libres debido a la ausencia del profesor correspondiente. Como todo estudiante universitario sin clases pendientes, sus compañeros decidieron pasearse por las áreas comunes cercanas a su facultad, y naturalmente, Inori se vio tentada a ir detrás de ellos, dejándose llevar por el grupo hacia el campo verdoso, donde siempre se podía notar grupos de estudiantes pasando el tiempo charlando o jugando.
⠀⠀⠀⠀⠀⠀—¡Dios! Agradezco que no haya venido. Estoy harta de este tema y creo que hasta él también.
⠀⠀⠀⠀⠀⠀Fue el quejido de una alumna al sentarse en el pasto, suspirando de sumo y legítimo alivio. El círculo de chicas sentadas se hizo notar, la gran mayoría hablando entre ellas. Al principio estaban quejándose de las clases y algunos profesores, avanzando en chismes personales y acabando en hablar por los gustos de ellas hacia varones al azar. Este tema era uno en el que Inori no era muy versada, al punto de darle cierta incomodidad y sensación de lejanía.
⠀⠀⠀⠀⠀⠀—Ese que va por allá se ve bonito. Está como para llamarlo como a un perrito. —Las palabras fueron acompañadas del gesto, acabando en una risa.
⠀⠀⠀⠀⠀⠀La joven Amakura oyó con cierta consternación lo dicho. Ella solo atendía en silencio cada una de las palabras que decían, haciendo que su rostro denotara lo que su boca no. Era sincera, ya sea expresando su honestidad con palabras o no, por lo que la crudeza de su expresión fue percibida con demasiada sencillez.
⠀⠀⠀⠀⠀⠀—Inori está tiesa por nuestra culpa —señaló una de las muchachas, casi pidiendo disculpas con la mirada.
⠀⠀⠀⠀⠀⠀—Ah, no pasa nada —habló con una pequeña risa que simulaba ser nerviosa.
⠀⠀⠀⠀⠀⠀Agradecidamente para ella, el foco de la conversación cambió de nuevo. No había sido el tema lo que la hizo sentir nerviosa; aquello que le causó sumo asco fue la falta de prudencia. Comentarios de ese estilo le creaban náuseas, pues Inori era reservada y apreciaba eso.
⠀⠀⠀⠀⠀⠀La joven de cabellos cobrizos nunca sería capaz de hacer un comentario de ese tipo, incluso si lo llegara pensar. Era un orgullo inmaculado que no flaqueaba a lo largo de los años; tan solo se afianzaba y no cedía a los nuevos ciclos sociales que experimentaba a medida que maduraba.
⠀⠀⠀⠀⠀⠀El prejuicio en su forma de ser abundaba, siendo una extensión de sí misma. Sin él, la misma Inori consideraba que hubiera caído a un pozo sin fondo en el pasado. Ella aceptaba lo prejuiciosa que podía llegar a ser.
⠀⠀⠀⠀⠀⠀—Ante cualquier cosa, le decimos a Inori.
⠀⠀⠀⠀⠀⠀El escuchar su propio nombre le hizo alzar la cara y salir del pensamiento de rechazo en el que se sumergió. Las muchachas rieron porque verla confundida era algo común, tanto en clases como fuera de ellas.
⠀⠀⠀⠀⠀⠀—Estamos hablando del semestre superior.
⠀⠀⠀⠀⠀⠀Esa frase fue el contexto perfecto para hacerle entender. Los del semestre superior, en su mayoría, eran tratables; pasaban desapercibidos en gran medida a excepción de unos cuantos. Había uno en especial al que todos los del semestre de Inori detestaban. Era el tipo de persona que creía que agradaba a todo el mundo, que era de suma apreciación entre los semestres inferiores. Parecía vivir en una realidad utópica donde le caía bien a los demás, llegando a ser insistente con todos, al punto de acercarse para hacer notar su presencia.
⠀⠀⠀⠀⠀⠀—Dios, qué asco me da ese tipo. Superior o lo que sea, me repugna.
⠀⠀⠀⠀⠀⠀Las palabras de Amakura fueron emitidas con todos los ánimos de ofender. Le importaba poco, pues tenía consciencia de que el resto allí presente compartían el mismo desagrado por él, así que medir sus palabras era algo que no tenía margen de presencia.
⠀⠀⠀⠀⠀⠀—Escucha lo que ha hecho ahora. Fue a meterse en una conversación entre Narumi y Satoko porque sí. Estaban hablando de uno de los ensayos que tenemos pendientes y salió de la nada a decir que era fácil.
⠀⠀⠀⠀⠀⠀La muchacha de ojos amarillentos hizo cara de asco, murmurando dicha palabra como primera reacción. Podía imaginarse la escena a la perfección, donde aquel energúmeno —apodo impuesto por las compañeras de Inori— entraba a la conversación a presumir una habilidad cognitiva que no poseía, porque sí, aparte de molesto y vanidoso, era tonto. No había nada en él que se pudiera defender, pues ni siquiera el físico lo ayudaba a tener algo medianamente decente.
⠀⠀⠀⠀⠀⠀—A la próxima nos acercamos a donde estés, así no molesta.
⠀⠀⠀⠀⠀⠀—Por supuesto, qué ganas de acercarse le van a quedar cuando Inori le destruyó la autoestima.
⠀⠀⠀⠀⠀⠀Los presentes rieron una vez más, recordando el momento en el que él sufrió de la verdad más ácida de su vida universitaria, peor aún al venir de alguien ligeramente más joven que él. Por su forma de ser, estaba claro que en algún momento le iba a tocar una experiencia parecida, pero había tenido la mala suerte de provocar a una malhumorada Inori. Ella estaba frustrada e irritada por haber discutido con su madre al ella malinterpretar ciertas cosas y formarle un escándalo innecesario. El tonto sujeto tomó como objetivo a la muchacha de poca simpatía para molestar con sus comentarios que nadie pidió, acabando en una retahíla de palabras agresivas, ofensivas y cargadas de malas vibras para él, las cuales fueron escuchadas por todo el salón.
⠀⠀⠀⠀⠀⠀Él nunca se acercó más a Inori después de ellos hecho que ella catalogó como «un acto de sentido común en una malograda cabeza».
⠀⠀⠀⠀⠀⠀—Una segunda vez nunca le vendría mal —alegó la protagonista del relato con clara intención de alentar a las demás a ponerlo en su lugar por ellas mismas si seguía de tal modo. No podían depender de su presencia.
⠀⠀⠀⠀⠀⠀Las soluciones radicales a veces eran sus favoritas. Siempre podía contar con ellas. Eran una carta que nunca la decepcionaba y muchas veces aseguraba resultados primorosos para ella.
⠀⠀⠀⠀⠀⠀Ojalá el horario de clases pesadas fuera tan rápido como lo eran las horas libres. Pronto debían volver a su respectiva aula para asistir a la última clase que tenían.
⠀⠀⠀⠀⠀⠀Todas se levantaron del pasto y en grupo se encaminaron a sus aulas. Antes de entrar al salón, la joven de cabellos cobrizos recibió un mensaje que animó un poco su ser.
⠀⠀⠀⠀⠀⠀Ayano:
⠀⠀⠀⠀⠀⠀«¿Quieres ir a Diosnyses el fin de semana?»
⠀⠀⠀⠀⠀⠀La estudiante sonrió con cierta burla. Parece que debía mendigar por una migaja de permiso para vivir otro poco.
⠀⠀⠀⠀⠀⠀
⠀⠀⠀⠀⠀⠀Llegar a casa entre las siete y media de la noche todos los días era cansado, pero tenía la suerte de hallarse fuera de casa durante la mayoría del tiempo en el que su madre permanecía allí.
⠀⠀⠀⠀⠀⠀La estudiante dejó la mochila en su cama, sintiendo su cuerpo cansado por las largas horas que permanecía afuera. Se quitó los zapatos y reposó en la cama, suspirando con cierta pesadez al oír pasos acercándose.
⠀⠀⠀⠀⠀⠀—Llegaste —dijo su madre a forma de saludo, ingresando a la habitación para acercarse a la menor—. ¿Te fue bien?
⠀⠀⠀⠀⠀⠀Ella se sentó a su lado en la cama, colocando la mochila en sus piernas para comenzar a sacar las cosas que debían estar fuera en casa, como lo era la botella de agua. Parecía un gesto tranquilo, una muestra de ayuda e interés; empero, en realidad hacía eso de vez en cuando para asegurarse de que no trajera algo fuera de lo normal.
⠀⠀⠀⠀⠀⠀—Estuvo bien. El día pasó rápido —contestó con naturalidad, observando a su madre con sosiego.
⠀⠀⠀⠀⠀⠀—¿Menos estrés? —preguntó de vuelta, dejando el bolso a los pies de la cama al no hallar nada nuevo.
⠀⠀⠀⠀⠀⠀—Menos estrés. Mucho menos, de hecho.
⠀⠀⠀⠀⠀⠀Pese a las constantes discusiones de su madre, su relación no era del todo mala. Inori podía decir que la convivencia con su madre fallaba en un ámbito importante, la confianza, lo que llegaba a traer problemas de comunicación debido a la terquedad; pero fuera de eso, el vínculo que sostenían no era especialmente grotesco como podía llegar a aparentar.
⠀⠀⠀⠀⠀⠀—¿Te vas más temprano? —cuestionó la estudiante, queriendo abordar un tema diferente.
⠀⠀⠀⠀⠀⠀La mayor entre las Amakura se encogió de hombros, casi pareciendo perezosa ante el hecho.
⠀⠀⠀⠀⠀⠀—Me gustaría decir que sí, pero ya sabes cómo es tu padre.
⠀⠀⠀⠀⠀⠀Eso se traducía a que llegaría tarde a llevarse a su madre, pues ser poco puntual se le daba excelente en todo ámbito que se le presente, pero tenía el descaro de exigir —ni siquiera pedir— puntualidad. Usualmente, esa era la razón por la cual su madre regañaba a su padre, ya que debido a su ignorancia a la belleza de no hacer esperar a gente, acarreaba otros problemas llenos de irresponsabilidad.
⠀⠀⠀⠀⠀⠀—Bueno, ya sabes cómo es. Siempre te he dicho que no lo esperes a la hora que dice.
⠀⠀⠀⠀⠀⠀—No lo hago —negó todo, pero su única hija la miró con una ceja alzada, pues esa mentira usual sigue existiendo de una forma tan vaga a pesar del tiempo.
⠀⠀⠀⠀⠀⠀—Ni tú te lo crees —señaló con calma—. Solo debes cambiarte la camisa y colocarte los zapatos para irte. Estás esperando, ¿acaso no es eso lo que he dicho?
⠀⠀⠀⠀⠀⠀—Esta vez no es igual.
⠀⠀⠀⠀⠀⠀Inori sabía que eso era una muestra del orgullo de su madre al intentar rebajarle la innegable razón que tenían sus palabras. Al final ambas rieron por lo bajo, aflojando un poco más el ambiente.
⠀⠀⠀⠀⠀⠀En esa ocasión, la mujer parecía estar de buenas. Incluso ella podía notarlo y agradecía que esa aura calmada se haya instalado en la habitación, pues así podía dejar caer su petición con cierta ligereza, permitiendo que no sea tomada con tanta dureza de su parte. El mendigar siempre debía llevarse a cabo con suavidad pese al impacto lleno de descaro.
⠀⠀⠀⠀⠀⠀—Por cierto, mamá. —El llamado hizo que ella girará la cabeza, tarareando breve como señal extra de que le dedicaba su atención más allá de sus castaños ojos sobre ella—. Ayano me escribió hoy.
⠀⠀⠀⠀⠀⠀—Ah, ¿viene de visita?
⠀⠀⠀⠀⠀⠀—No, me invitó a salir el sábado a Diosnyses.
⠀⠀⠀⠀⠀⠀Dejó que el peso de su diálogo se hiciera presente, manteniendo su mirada amarillenta fija en la de su madre, sin querer demostrar duda o debilidad. De tal modo, pudo admirar con claridad cómo el celo de su progenitora se fruncía un poco.
⠀⠀⠀⠀⠀⠀—Otra vez. —No fue una pregunta, sino un señalamiento—. Fuiste hace dos semanas.
⠀⠀⠀⠀⠀⠀—Lo sé, pero me han invitado.
⠀⠀⠀⠀⠀⠀—Déjame ver.
⠀⠀⠀⠀⠀⠀Lo tenía previsto, sabiéndose cada parte de este protocolo, estando acostumbrada a él. La muchacha extendió su celular, sin la necesidad de desbloquearlo, ya que su progenitora tenía conocimiento de su clave. El silencio tenso se sumió en la habitación mientras la mayor revisaba el móvil, encontrando el mensaje de Ayano y su conversación breve. Se tomó un instante en ver los mensajes previos, los cuales no eran nada que vaya fuera de lo normal.
⠀⠀⠀⠀⠀⠀—¿Para qué van? —interrogó después de un momento.
⠀⠀⠀⠀⠀⠀—No lo sé. Probablemente Daisuke dio la idea... Como siempre.
⠀⠀⠀⠀⠀⠀La mirada filosa de su madre estaba fija en ella conmutando miradas en un desafío sosegado. Los pocos segundos se sentían horas, asfixiando la voluntad de Inori poco a poco.
⠀⠀⠀⠀⠀⠀—Ya veremos —sentenció, alargando un poco más la vergüenza de la estudiante de mendigar por un simple «sí».
⠀⠀⠀⠀⠀⠀Ni siquiera debía darle dinero o llevarla al sitio en cuestión, ya que sus amigos habían acomodado todo para que su margen de negación fuera mucho menor. La diferencia había sido mucho más significativa que en las primeras ocasiones, debido a que el abanico de excusas había sido reducido, creando una sensación de presión para que le dieran la respuesta afirmativa. Sin embargo, no era más sencillo en su totalidad, porque el denigrante proceso seguía siendo largo.
⠀⠀⠀⠀⠀⠀Inori, al escuchar su respuesta evasiva, apretó los dientes en un semblante duro por la resignación, mas su convicción seguía tan firme como para mantener el contacto visual, insistiendo sin emitirlo con su voz. Ella no lo sabía, pero sus orbes dorados rutilaban con la llama de la voluntad de recuperar lo que le pertenecía...
⠀⠀⠀⠀⠀⠀Las riendas de su vida.
⠀⠀⠀⠀⠀⠀—Bien. Avísame pronto.
⠀⠀⠀⠀⠀⠀La mujer mayor asintió, eliminando por su cuenta el contacto visual, desviándose para caminar por la habitación para llegar a la puerta de la misma.
⠀⠀⠀⠀⠀⠀—Si tienes hambre, hay fruta en la cocina. También dejé bollos preparados por si los querías como cena.
⠀⠀⠀⠀⠀⠀El cambio de ambiente se notó, siendo algo más ligero por el nuevo tema. Inori sonrió, actuando de tal forma que hacía entender que la espera no la desalentaba, siendo consciente de que así lo debía hacer; dar una visión más segura pese a la viviente angustia y la rabia por el rechazo.
⠀⠀⠀⠀⠀⠀—Está bien. Deberías relajarte y esperar a papá menos ansiosa. Vas a ver que se va a tardar. —Un comentario ligero y relajado, carente de rabia.
⠀⠀⠀⠀⠀⠀—Parece ser así.
⠀⠀⠀⠀⠀⠀Sin más nada que agregar, la adulta salió de la habitación, permitiendo que Inori por fin descansara la mirada. Suspiró ligeramente, sintiendo su propio pulso retumbar en sus oídos. Miró el techo un momento, prometiéndose a sí misma que en algún momento rompería sus ataduras, incluso si debía afrontarse al miedo y la desolación que eso podía acarrear.
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⠀⠀⠀⠀⠀⠀¡ actu rápida !
⠀⠀⠀⠀⠀⠀me sorprende a mí misma lo que tengo ya preparado de Crescendo, aunque sin pasar a limpio. Eso da la buena noticia de que sí seguirá en pie 😼✨ .
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