❛ percepciones ❜

⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀Acabar en casa de Ayano no era novedad para Inori en esos momentos de su vida. Sorpresivamente, era algo que también le permitían en esas situaciones, aunque la mente astuta de Inori se hacía la idea del porqué de esa extraña misericordia. 

⠀⠀⠀⠀⠀⠀La casa de Ayano, muy a diferencia de la suya, estaba llena de silencio y cierta calma. El único escándalo que podía causarse era cuando su mascota hacía una de las suyas. Era un espacio distinto y eso le agradaba, pues sentía que podía respirar en paz, aunque sea un poco.

⠀⠀⠀⠀⠀Amakura estaba recostada sobre la cama de Ayano en compañía de la misma, ambas charlando de cosas variadas, aunque en cierto momento, la muchacha miró a su amiga con las cejas alzadas y una sonrisa altanera cuando escuchó un «a qué no sabes qué hizo ahora Yuki». Inori sabía que escuchar el nombre de Yuki estaba ligado a una historia jugosa que siempre acababa por sorprenderla de una muy mala manera.

⠀⠀⠀⠀⠀⠀—Ahora en qué problema se metió por andar de tonta.

⠀⠀⠀⠀⠀⠀—Legítimamente, creo que esta es de las mayores estupideces que ha cometido en estos meses, no da para coronarse como la peor, pero dios, no se puede ser así de tonta.

⠀⠀⠀⠀⠀⠀Inori rio con mala gana. Ella conocía a Yuki de manera lejana, ambas estudiaron en la misma institución, mas no en el mismo salón como fue el caso de Ayano, Itsuki y Daisuke, además, nunca le cayó muy bien.

⠀⠀⠀⠀⠀⠀—Ambas sabemos que el cerebro no le funciona particularmente bien. —Sonaba cruel, pero el lenguaje crudo y directo era algo que podía admirarse en Inori.

⠀⠀⠀⠀⠀⠀—Bueno, qué te digo. —Ayano suspiró—. Sabes que te dije que ella tenía un amigo-novio, el mismo tipo con el que se puso a hacer sus cochinadas casi que a mi lado.

⠀⠀⠀⠀⠀⠀Su amiga ni siquiera había iniciado la historia que contenía el verdadero interés cuando Inori frunció el ceño y realizó una genuina mueca de asco. Recordaba a la perfección cuando Ayano la llamó cierto día, clamando por su ayuda para mínimamente distraerse de su martirio cuando se encerró en el baño para no presenciar nada íntimo. Ese día, la joven Amakura no tuvo que estar presente para sentir una pena repugnante hirviendo dentro de ella.

⠀⠀⠀⠀⠀⠀—Sí, el coso tan espantoso ese.

⠀⠀⠀⠀⠀⠀—Él es horrible, pero te decía. Yuki se peleó con la basura de su padre por teléfono, nada nuevo. La cuestión cae en que ella vive sola, porque el parásito de su hermano no cuenta, entonces el papá la amenazó con disminuirle su paga, que es con lo que ella se mantiene. ¿Tú sabes lo que ha dicho Yuki?

⠀⠀⠀⠀⠀⠀Amakura se lo pensó. Podía esperar cualquier cosa de ella, cada una peor que la anterior, pues desde que conoció a esa chica, parece no tener escrúpulos para cometer cada tontería disponible. Esa opinión seguía vigente después de tantos años de su primer encuentro, incluso iba en aumento tras saber de esa pésima relación que Inori consideraba una muy mala decisión que hacía honor a su dudoso razonamiento.

⠀⠀⠀⠀⠀⠀—No tengo ni la más mínima idea.

⠀⠀⠀⠀⠀⠀—Te tocará respirar, porque dijo que el mugre novio que tiene la iba a ayudar con todos sus gastos. ¡El novio, Inori! Ese que, en su cumpleaños, le regaló unos dulces cuando ella le había regalado una cafetera. Ella, la que vive por su cuenta manteniendo a la porquería de su hermano, ahorró para darle un regalo que a él le gustará.

⠀⠀⠀⠀⠀⠀Inori podía ver cómo Ayano mostraba clara decepción, después de todo, ellas habían sido mejores amigas en su momento, hasta que Yuki —gracias a una de sus idioteces— acabó separándose injustamente de Ayano. Sabía que más que contarle por entretenimiento, ella le compartía eso como un desahogo sincero y frustrado ante la impotencia de no poder hacer nada por lo que en algún momento fue una persona muy cercana. Inori comprendía de primera mano ese tipo de decepción tan amarga, mas aún cuando Ayano veía cómo Yuki no aprendía de sus errores y cada vez hundía más su vida en la miseria.

⠀⠀⠀⠀⠀⠀—No es novedad que Yuki se desviva por un hombre de turno que hace el más mínimo esfuerzo por ella. Es demasiado dependiente de aprobación afectiva —murmuró la joven Amakura, dándole una mirada que rozaba a ser compasiva.

⠀⠀⠀⠀⠀Quizá Inori podía ser algo cruda con sus palabras, pero podía llegar a sentir el pathos cuando a sus oídos llegaban las malas vivencias de Yuki al seguir sus impulsos más bajos por algo de mísera atención. Le provocaba lástima y cierto grado de compasión, mas no lo suficiente como para no definir todo ello como tonterías de una muy lastimada cabeza que no podía razonar con lógica.

⠀⠀⠀⠀⠀⠀Ayano se alzó de hombros y suspiró con pesadez. Por mucho que quisiera hacer algo, no podía. Su amiga podía hacer lo que quería si se lo proponía, ella no podía invertir en nada al ser una persona externa. Además, la última vez que la aconsejó de manera imponente, no acabaron en buenos términos.⠀

⠀⠀⠀⠀⠀⠀—Esto va a terminar en una decepción terrible para ella. Acabará volviendo con la cabeza baja a aceptar lo que le diga su padre. —Ayano acabó cambiando de tema.

⠀⠀⠀⠀⠀⠀A veces la joven Amakura se preguntaba cómo cabía la posibilidad de que tales casos ocurrieran tan seguido. Con consternación, ella juzgaba cómo podían vivir tal libertinaje sin alguna atadura medianamente moral de por medio. Le sorprendía de mala manera el desarrollo de diversas personas cercanas que alcanzó a conocer. ¿Acaso la noción del cuidado personal y de la ambición era un regalo divino que solo personas selectas podía conocer? Pues parecía que todo aquel que se disponían a realizar actos inmersos en libertinaje no cuidaban en lo más mínimo su futuro. Embarazos adolescentes, adicciones, imagen pública destruida; solo eran algunos ejemplos de todo lo que había visto.

⠀⠀⠀⠀⠀⠀Inori se preguntaba seriamente una cosa.
⠀⠀⠀⠀⠀⠀¿La discreción era la iluminación sagrada?

⠀⠀⠀⠀⠀⠀La muchacha de cabellos castaños creía que para proteger las ambiciones que anhelaban un futuro mejor, había que mantener una esencial discreción. Vivir y experimentar a tu modo, pero nunca exponer peligrosamente aquello que se mantiene íntimo. Si lo haces, has fracasado y dependerá solo de la astucia el cómo recuperar la dignidad perdida.

⠀⠀⠀⠀⠀⠀La dignidad es el eje central que protege tu discreción y en la dignidad se halla la ambición.
⠀⠀⠀⠀⠀⠀

⠀⠀⠀⠀⠀⠀La conversación entre ambas jóvenes adultas se extinguió cuando el celular de Inori comenzó a vibrar con intensidad. La dueña del dispositivo sintió un escalofrío al percatarse de que no estuvo al pendiente, mientras que Ayano se quedó callada, observando expectante y paciente.

⠀⠀⠀⠀⠀⠀—¿Te dejo sola? —le preguntó, pero recibió una respuesta negativa.

⠀⠀⠀⠀⠀⠀Inori suspiró, sabiendo lo que le venía a continuación. Ella se levantó y tomó su teléfono donde lo había dejado, atendiendo la llamada entrante...

⠀⠀⠀⠀⠀⠀No tuvo que pronunciar palabra alguna cuando escuchó la voz de su madre.

⠀⠀⠀⠀⠀⠀—¿Se puede saber dónde estás?

⠀⠀⠀⠀⠀⠀Su madre no le brindó ni un mísero saludo, provocando que la Amakura se preguntara qué fue lo que la condenó tontamente ahora.

⠀⠀⠀⠀⠀⠀—Hola, mamá —saludó de forma vaga y cansada. Su humor había decaído—. Dónde más voy a estar. Estoy con Ayano en su casa.

⠀⠀⠀⠀⠀⠀—¿Y si estás con Ayano por qué no respondes los mensajes? ¿Tengo que llamarte para que te dignes a dejarme saber algo de ti?

⠀⠀⠀⠀⠀⠀El tono de su madre era tan fuerte, que incluso Ayano podía alcanzar a oírlo, sin entender bien las palabras. La mencionada simplemente se dio la vuelta, evitando ver a su amiga para no hacerla sentir incómoda. 

⠀⠀⠀⠀⠀⠀Inori, por otro lado, se apartó un momento para ver la barra de notificaciones y en efecto, tenía al menos doce mensajes, todos de su madre.

⠀⠀⠀⠀⠀⠀—Estaba conversando con Ayano, así que no me fijé en el celular.

⠀⠀⠀⠀⠀⠀—Cómo no te vas a fijar. ¡Tenía rato escribiéndote!

⠀⠀⠀⠀⠀⠀Ella sabía que aquello no era cierto, pero si su madre lo consideraba así, debía resignarse a darle la razón con los dientes apretados de impotencia.

⠀⠀⠀⠀⠀⠀—De verdad no me fijé.

⠀⠀⠀⠀⠀⠀—Ubicación.

⠀⠀⠀⠀⠀⠀La muchacha suspiró pesadamente, no le importaba si su madre la escuchaba hacerlo, de hecho, podía hasta desear que lo hiciera y notara el cansancio que le provocaba. Ella apartó el dispositivo, enviándole su respectiva ubicación.

⠀⠀⠀⠀⠀⠀Los segundos en silencio fueron lo bastante tensos como para colocar la piel de gallina, pero ella ya estaba acostumbrada. Al final ella siempre acababa sintiendo algo mínimo de satisfacción al salir victoriosa de las acusaciones de su madre, mas no lo suficiente como para interponerse entre las otras emociones que eso despertaba.

⠀⠀⠀⠀⠀⠀—Bien, Inori, pero trata de contestar.

⠀⠀⠀⠀⠀⠀Sin más, su madre finalizó la llamada sin despedirse, permitiendo a la joven dejar caer el teléfono sobre la cama. Suspiró de nuevo con más fuerza, acostándose entre las almohadas como si esa llamada le hubiese consumido el ánimo.

⠀⠀⠀⠀⠀⠀—¿Agua? —ofreció Ayano después de haber escuchado en absoluto silencio, respetando el espacio de su amiga.

⠀⠀⠀⠀⠀⠀—Sería maravilloso... Gracias.

⠀⠀⠀⠀⠀⠀Cuando su amiga de cabello negro desapareció en busca de lo pedido, cerró los ojos con frustración. Siempre lo hacía, no importa cómo o dónde, su madre siempre lograba arrebatarle en gran medida el buen humor que obtenía. Le frustraba que pese a estar toda su vida viviendo bajo esos parámetros, aún seguía afectándose por ello. Mas no podía entender cuál era la necesidad de tener que actuar de esa manera tan intensa sin motivo alguno.

⠀⠀⠀⠀⠀⠀Sabía que todo eso la enojaba más porque apenas estaba testeando lo que es salir con sus amigos y disfrutar sin fingir, siendo ella misma. Era obvio y claro para ella, así como siempre estuvo consciente de que los cuidados de sus padres eran excesivos.

⠀⠀⠀⠀⠀⠀Inori no tenía paciencia infinita, había estado aguantando toda su vida aquel trato injusto, mas se daba a sí misma ánimos al decirse que solo era cuestión de aguantar más para poder realizar algo a su gusto... Y sin duda, lo obtuvo.

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¡ buenas !
aquí traigo un nuevo capítulo ♡

⠀⠀⠀⠀⠀⠀Como dije antes, el inicio es lento. Quiero mostrar quién es la protagonista a la que verán durante lo largo de la trama. Me gusta mantener la lógica y la credibilidad en mis fics, aunque sea un poco 😔✨