Epílogo
VOZ OFF - RUNA.
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A veces pensamos bastante en el final de nuestras vidas. Creyendo que otros sucesos tienen el poder por encima de nuestras vidas, pero otras situaciones como estás, que otra persona con aires de poder tiene el poder de hacer lo que quiere con nosotros porque se cree mejor o tiene las mejores cosas.
Siempre vivimos interiormente con esa inseguridad, y dejamos sin aceptarlo que hagan lo que quieran con nosotros por rendirnos antes. Sin embargo, yo no estaba preocupada por mi final ni por los daños colaterales porque estaba muy segura de que este no era el final para nosotros. Solo por ello, dejé que las cosas pasaran acorde como el destino quisiera, pero lo que no sabían ni mis compañeros u otros era que todo tenía un plan de reserva pero con un costo doloroso que soportar.
Sabía perfectamente sin siquiera menospreciar o sobrevalorarlos, que el Clan Vulturi podía matarlos en cuánto me negara a unirmeles. Cabía la probabilidad de que quisieran manipular mi existencia mediante mi esposo y sabía perfectamente que Leah podría ser el dolor colateral, que podía morir por mi culpa. Y eso, yo no quería por nada del mundo, sé perfectamente que todos aquellos que tuvieran la fantasía de reescribir sus vidas en Crepusculo, podrían haber tomado el dolor de perderla para sobrevivir como personaje principal o simplemente hacer de este caos un suicidio colectivo.
Pero no, ese no era ni fue mi plan desde el inicio. Sabía que en algún momento de despiste, ellos me encontrarían y harían de mis hipotesis una realidad. Sin embargo, ellos no sabían que tenía un plan que sabía que no fallaría pero que tenía un gran costo por todos los cambios que ya había hecho en la historia, nada era gratis, y una fantasía como la estaba viviendo no sería una más gratuita. Por lo que decidí que creyeran tener el poder absoluto.
Expuse una actitud despreocupada.
Tranquila y seria.
Soporte sus toques ante mi persona, aún cuando me diera repulsión. Oh, ¿Sabían que cuando una mujer es reclamada por un licantropo o lobo metamorfo todo tacto externo da un increible malestar? Produce arcadas estoicas y la infidelidad es imposible de tener sin matarse a sí mismo primero. Ya imaginarán que tener dos lobos que me hubieran marcado, me estuviera haciendo el estrago peor que el valor por una sola mordida.
Con tan solo recordarlo. Las manos de Caius en mi piel. Ardió como mil pinchazos ante una quemadura.
—¡No la toques con tus sucias manos!
Escuchar los gruñido de mi esposo. Y percibir las molestias en mi cachorra. Estabamos perdidos e inmobilizados, o eso era lo que parecía. ¿No?
___Leah se encontraba malherida,
___agarrada del cuello y brazos bajo
___la custodia de Alec Vulturi.
___Mientras que Thomas se
___encontraba bajo la misma situación,
___solo que agarrado por los cabellos
___por Demetri Vulturi.
—¡Cállate chucho!
Ese sonido de crugido. El jadeo de dolor, la fisura en el hueso. El golpe forzado de las rodillas chocar contra el suelo hizo que mi campanilla en la garganta se tensara. Mi mandíbula la sentí tan tensa que sentí como mis nudillos crugieron igual que sus rodillas y mis ojos ardieron tal como si tuviera rabia, miré de reojo hacia mi esposo, para luego retomar la mirada en Aro.
¡Maldito bastardo! Claro que se arrepentiría de haber dañado a mi corazón, mi vida y mi compañero.
El ardor de verlo retorcerse en dolor, generó ansiedad en mi ser. Lo anhelaba con tanta necesidad. Supe que lo había expresado bastante bien mi ira pura al momento que el pareció notarlo.
No perdonaría este hecho. Y se lo haría saber al momento que recobrara cada daño físico que este Clan hiciera.
___—Maravilloso, eres tan excéntrica
___ que hasta las características en
___tus ojos cambian. ¿Porqué no estás
___ protegiéndolos con tu escudo?
___ Según Edward, no podían
___ acercarseles—preguntó Aro,
___llevando sus manos a tomar la
___de ella. Pero no podía ver nada
___y aquello solo confirmaba que
___estaba en uso el don.
El motivo por el cuál no lo estaba usando era claro. Ocultando al máximo mi plan de su don, no expondría mi carta bajo la manga. Tonta no era. Tal como lo había suponía Aro.
Pero en cuánto mencionaron que yo los querría manipular, en verdad que me había emergido una tremenda gracia que me causaba tal idiotez pensada supuestamente por mí. ¿Yo manipular a ese Clan para mi beneficio? Ja, ni que me sirvieran para algo más de lo que ya estaban haciendo.
Todo lo que lo hacían mal, lo hacían perfecto. Mantenían el orden y equilibrio escondidos. Pero todo lo que podrían hacer bien con lo malo, lo hacían tan mal que daba vergüenza verlos hacerse con el cargo de reyes inmunes ante la cruda realidad de que no lo eran.
Deshacerse del agarre del rubio fue lo más liberador.
Sin embargo, que me manipularán a mi. ¡Lo que tenían de guapos, lo tenían de mongolicos! Mi vida actual no lo cambiaría por nada del mundo, si no hubiera conocido a Thomas o Leah, tal vez hubiera considerado el hecho de ser su Reina.
Sin duda temblé en cuánto vi emerger la actitud curiosa e interesada del Rey Marcus, aquel, que había perdido a su compañera. Tuve unas ganas increíbles de exponer a Aro ante el asesinato verdadero que hubo y no por los Rumanos. Pero me mordí la lengua en cuánto sentí que algo estiraba de mi hacia el trono.
Sabía que no era ese mi destino. No con ellos, y lo presentí desde que tuve esa conversación extraña con Leah, nombrando la palabra: despertar. Ese fue el primer índice que mi cerebro consciente dio a mi inconsciente... mente.
La ilusión nació tras la manipulación de Aro en Marcus. Verlo revivir no era algo como me lo había imaginado antes.
___Marcus levantó la mirada perdida
___y desinteresada, para luego
___ enfocarse en mí. Su mirada lo decía
___ todo, había llamado su atención, y
___ era la situación menos esperada
___ por mi parte. Confirmar mis
___ sospechas por la sonrisa tétrica
___ y satisfactoria de Aro, fue lo peor.
Mi esposo se interponía en la probabilidad de ser feliz en Marcus.
Y no pude acallar mi repudio sincero.
—Nada de lo que veas es cierto. ¡Nunca hemos existido aquí! Nunca voy a reemplazar a Didyme.
Y era cierto, Thomas y yo, nunca debimos existir en esta historia. Mi fanatismo a la misma parecía habernos extraído de la realidad para meternos en esta situación tan absurda y ficticia.
Al fandom de Crepúsculo.
___—Claro que podrás. —aseveró Aro, mientras mueve su mano en un gesto sencillo, dando una orden.
___Todo se mueve rápido. En cuánto
___ pude prever unos segundos antes
___ la intención de Aro hacia Demetri,
___ y este ir tan veloz hacia Thomas.
___Mi corazón pareció latir como una
___ punzada frenético. La adrenalina
___ movió mi cuerpo para protegerlo
___ como debía ser y siempre debió ser
___ mi destino. Demetri acató las
___ ordenes claras de su rey: Acaba con
___ él. En otras palabras, ¿Cómo
___matas a un ser vivo de raíz?
___ A través del corazón.
Con cerrar los ojos solo un segundo. Lo sentí atravesarme. Sentí como una gran ola gélida rompiera el muro de mi petrificada y calica piel de concreto. Un agujero que nunca podría sanar con facilidad por tal abrupto movimiento. Piel cristalizada y fragmentos grandes calleron y chocaron contra el suelo.
Si caigo yo. Nadie los tocará.
¡Aunque sea lo último que haga existiendo! Ellos no tendrán la consecuencias de mis acciones.
Con una sola mirada hacia Leah, enfoqué la mirada en Alec, mandandolo a volar y envolviendo con mi protección a Leah. Ya no estaba en contacto con Aro, podía protegerlos. Protegerme. Podría conseguirlo.
Solo debía protegerme lo justo y necesario para el momento.
___—Nunca jamás dañaran a mi pareja.
___ Nunca lastimaran a mi esposo,
___ nunca se los permitiré... ¡no tienen
___ el derecho de hacer nada
___ conmigo!—sisea totalmente ida
___ entre el dolor y la ira.
Sentía como el aire, mi cuerpo vibraba ante cada palabra decretada. Lo sentía en el ambiente, lo sentía en cada parte de mi cuerpo. El momento estaba llegando a su fin, y solo allí se vería el verdadero camino a mejor bien.
___Sus pupilas se habían estirado
___como si fuera las de un gato, el
___ campo de protección se había
___ adaptado alrededor de Thomas
___y de Leah como si estuviera
___hecho como una última medida
___de protección.
___—Estas ligada al trono.
___Tu destino es estar con Marcus
___ Vulturi y ellos obstruyen el camino.
___ Si realmente quieres cambiar
___ nuestra forma de hacer las cosas...
___ Es ese el camino —Aro dijo una vez
___ tocó la mano de Marcus, mientras
___ notaba como el hilo de vida de esa
___ mujer se perdía en el infinito,
___ cruzaba por los tronos pero no
___ hacia ninguno de ellos tres.
Demetri se deshace de mi como una bolsa de papa. Al suelo, herida sin una pieza faltante en él. Mi corazón. Ese muerto organo se encontraba entre sus manos y poco después reventado. E inexistente.
___—¡No la lastimes! ¡no hemos sido
___ ningún peligro para ustedes!
___ ¿porqué nos atacan?—gritó
___ histérica Leah, a punto de
___ transformarse en lobo con tal de
___ destripar al vampiro que dañó
___ a su impronta.
Sentía como todo cambio que había hecho, se iba condenando y liberando, por cada parte que iba faltando. Lo sentía en todo.
Por momento pudo escuchar las palabras de la discusión del juicio casi ya tomando su final único.
___—¿Tanto amas a tu compañero
___como para romper tu existencia?
___—Es más importante de lo que
___vuestras malditas existencias
___valen y la mía misma en este
___ universo. —contesté tan seria.
___—¿Y esa mujer que es para
___ ti?—pregunta Marcus mientras
___ mira a la nativa que le gruñe
___ temblorosa de ira— ¿También
___te importa así?
___Marcus levantó la mano en
___dirección a Leah y Demetri volvió
___a hacer el mismo acto. La intención
___ estaba en querer romperle la
___ columna a la mujer.
Pero una bala de aire lo golpea, manda a volar contra la pared.
___—Es mi amante, ¡mi alma gemela!
___—siseé molesta.
Demetri se levanta y con velocidad justa, fuerza mi cuerpo estático ante la bajada de fuerza involuntaria en mi cuerpo, logra atrapar un brazo y estirarlo. Lo siento horrible. Imposible de no mandarlo a la puta.
Lo había hecho. Primero sin corazón, ahora sin brazo. Me estaba quedando sin ninguna opción, al borde del caos.
Escuché, miré por última vez a mi esposo. Verlo tomar su forma lobuna, me hizo sentir el mismo dolor en el pecho, Leah también se convirtió poco después de él.
Mis hermosos lobos querían salvarme.
Pero les había pedido que no lo hicieran si veían que estaba en mal estado. Que esperaran por mi señal.
Una señal que solo cuando lo sintiera se los haría saber.
___—¿Morirías por ellos? Es eso lo
___ que nos dejas en evidencia —
___asevera Aro con amargura
___ y molestia.
___—Despertaría con tal de nunca
___ llegar a este punto de historia —
___siseó con una sonrisa deslumbrante,
___ segura de su decisión— Si voy a
___ reinar, Reinaré desde mi antojo.
___No a través de su yugo.
Justo tras esas palabras. Todo enmudeció, la oscuridad embriagó mis sentidos y no sentí nada mas que vacío. Vibraciones roncas y rasguñantes en mi ser percibí. Ya nada después.
Tal vez había pensado que tendría tiempo suficiente para hacerles saber que estaría bien... Pero se me escapó de las manos un detalle.
El tiempo.
[...]
—Este será tu destino... si te involucras con ellos. Ella volverá de entre las cenizas, y no serán capaces de evitarlo.—expresó Alice justo después de que Edward se fuera.
Aro no podía creerlo. Alice había visto lo que sería su futuro. Su final del reinado a manos de esa vampiresa que los evitaba con maestría. Presentía que esa mujer no era nada común ni de este mundo, y por ello, por más denigrante que fuera hacer caso a esta advertencia. Lo haría con tal de seguir gobernando a su antojo. Suspiró.
—Es increíble el futuro que has logrado ver, antes de que pudiera ocurrir. —expresa Aro sin soltar su mano— ¿En verdad ella sería capaz de reinar mejor que nosotros? ¿de extinguirnos con tal de existir y proteger de los suyos?—preguntó severo y cauteloso.
Caius y Marcus permanecían callados. No era un secreto que interrumpir a Aro en estos momentos sería tomado como un pecado, era serio.
Alice con pánico, bajó la cabeza. Sabía que si no se lo mostraba, su existencia acabaría ese mismo día.
—Lo he visto... Y no es algo digerible.
Aro volvió a investigar ese futuro...
Volver de la muerte a la vida. Pocos humanos servían de testigos. Pero nunca antes había existido una testigo vampirico que lo hubiera hecho. Apenas la cabeza de Aro se incendió, Caius y Marco intentaron acabar con los lobos descarrilados sin su impronta.
—¡Matarlos ya!—exigió Caius.
Sin embargo, Marcus fue el segundo en seguir el final de su existencia. No sé había resistido, Leah había erradicado si existencia de la faz de la tierra.
Demetri, Alec y Jane quisieron intervenir. Una figura voluminosa golpeó fuertemente en la cabeza de los lobos, tal como si fuera una roca de luz, pero esta sería imposible de doler pero si de arder, más no se veía aquello suceder.
Una vez los lobos noqueados en el suelo. La misma luz los envolvió y ninguno se lo pudo volver a ver en el suelo.
—Ellos no tienen nada que ver con vosotros. —dijo una voz tan conocida y armoniosa. Una que debería estar muerta, pero el ronroneo en su voz los alertó.
—¡Deberías haber muerto! Estar en cenizas!—gritó tan molesto Caius.
—A veces una pesadilla y orgullosa escena no es tal cual los villanos lo deseen. Yo manejo mis victorias y batallas, ¿Sabes porque no he muerto?
La vampira se alzaba frente a ellos como un ente de luz, uno que quemaba la vista con intentar fijar mucho tiempo su mirada en ella.
—¿Por qué?—gruñó impaciente Caius.
—Por que ustedes sois parte de un anhelo ficticio. Este es mi sueño y decido como lo quiero terminar, si yo quiero... El reino de los Vulturi se extingue hoy —expresa la mujer luminosa tal como un rayo de sol que ilumina sus pieles calcificadas.
—¡No eres nada para creerte así! ¿Que esperan para matarla? ¡Haganlo ya!—gritó Caius, pero su cabeza voló por los cielos, cayendo justo a la fogata donde su cabeza seguía ardiendo.
Jane, Alec y Demetri estaticos, dolidos y preocupados miran la fogata. Sus amos quemados, incinerados y el clan perdido.
—Hablen, sean sinceros. ¿Quiénes realmente quieren sobrevivir para ver la nueva era?—preguntó la mujer sentando en el lugar del difunto rey del trono medio. Con una mirada de supremacía.
Jane y Alec se miran abnegados.
—Nunca serás como ellos. ¡No eres digna de que sigamos tus órdenes! —gruñó Jane fiel hasta la médula.
—Yo... No necesito ver eso...—expresó Alec abnegado y dolido.
Sus pequeñas armas, tras esas palabras acabaron explotando justo frente a los demás testigos. Terminando desmembrados casi con el aire que exigía respeto a la vampireza.
—Demetri, Afton... Chelsea, todos quienes esten en mi contra pueden irse o bien acabar con sus existencias ahora. ¿Qué eligen? —pregunta la mujer.
Chelsea bajó la cabeza. Y no dijo nada. Afton siguió la misma acción. Y Demetri, siguió el mismo camino que sus reyes.
Pocos miembros del extinto Clan Vulturi quedaron en pie aquel día. Mientras que la especie vampirica terminó siendo reinado por una mujer que poco después cedió su gobierno a los Rumanos.
....
Aro suelta horrorizado la mano de la vidente, con evidente enojo y molestia.
—¿Qué has visto hermano?—preguntó por cortesia Marcus.
—Una evidente amenaza pasiva.
—Si es pasiva es fácil de eliminar. ¿Qué es lo que has visto?—preguntó impaciente Caius.
—Nuestra muerte. La de algunos o mayoria de nosotros como Clan. Si nos cruzamos en el camino o vida de la vampiresa que hemos estado buscando por tanto tiempo, el futuro que nos depara es la extinción. No hay nada que la pueda detener —expresa Aro horrorizado, molesto e indignado.
—¡Artificios! Esa mujer solo se quiere salvar es por eso que te ha mostrado todo eso—expresó Caius incrédulo.
—¡Todo lo que he dicho es real! —expresó Alice con pánico.
Aro gruñe por lo bajo. Caius también y Marcus sin problema. Su era estaba llegando al final, como toda monarquía debía pasar.
Sin embargo, aunque Caius debatió con Aro alrededor de cinco días ante la decisión definitiva para la vida de los Cullen, la mujer vampira de amenaza pasiva y todo lo se vería implicado. Todo culminó con una idea a votación.
Vivir para seguir liderando...
O
Morir para ver liderar a los anteriores reyes, los Rumanos.
Ninguna opción era digerible. Pero mejor era existir para seguir, que morir y ver aquel horror.
Siendo así, como Runa y sus lobos se habían salvado de reinar o morir.
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______—O como en otras palabras se podría decir... Desperté... Te vi, y supe que todo lo que creí vivir solo era un sueño. —expresó Runa hacia su esposo que la tenía entre sus brazos.
—Al menos no fue una pesadilla final. Aunque deberías hacer de esto una historia ficticia. Quedaría perfecto para una así. —resume Thomas, aliviado y enternecido por su mujer.
—No lo sé, se decepcionarán mucho en cuanto sepan que todo lo ocurrido fue un sueño de una lectora fanatica de Crepúsculo...—murmura sonriendo de los nervios.
—¿Y qué? Al menos lo disfrutarán. Porque lo que tu escribes es arte, así como los demás o mejor...—dice Thomas mientras la besa, tomando su menton en una suave caricia— Pruebalo, a lo mejor y consigues que otros disfruten de tu sueño tan aventurezco.
—Lo intentaré o probaré, pero no prometo nada...—responde avergonazada la joven mujer, enamorada de su esposo a cada instante.
—Bien, ahora toca dormir. Que las horas de sueño antes de volver al trabajo no nos esperaran —responde Thomas, mientras la abraza mimoso y protector en la cama.
—Dale, buenas noches mi thombon..
—Buenas noches mi princesa.
Y tras esas palabras dulces de amor. Y una última mirada al reloj digital, el cuál marcaba las 22 de la noche. La pareja Rossel prosiguió a dormir, ahora sin soñar con crepusculo pero si para descansar, que mañana lunes deberían volver a la rutina laboral.
FIN
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