Y volviste,
Te sentí cerca, a pasitos de mí,
Es extraño ¿sabes?
No estas aquí,
Y no te he vuelto a ver desde aquel jueves en que decidiste dejar de amarme,
O tal vez ¿me amabas?,
Prefiero no matar mi cabeza pensando en ello,
No quiero que muera algo dentro de mi otra vez,
Aún sigo arreglando el desastre,
Recogiendo esos fragmentos que todavía cortan mis dedos cuando los tomo,
Limpiando el polvo que irrita mi sensible nariz y provoca una que otra lágrima,
He intentado reordenar todo para que alguien más visite este lugar,
No puede entrar nadie hasta que me sienta feliz de mi nuevo hogar,
A veces me entorpece tus recuerdos y sigo colocando aquel florero en la mesa de siempre.

Aún estoy en busca de mi corazón,
Ese pequeño escurridizo que se oculta entre los escombros,
Tan buen jugador en este juego,
Ni una pista, ni una reacción, ni un palpitar
No logro hallarlo aunque pase horas corriendo las mañanas,
Lo he tentando, como si de un pez y una carnada se tratase,
Nuevos regalos, nuevos amigos, nuevas pasiones,
Pero todavía sigue oculto en este cascote,
Espero hallarlo pronto...
Quiero sanar sus heridas,
Decirle que no es el fin, que aquel desastre tan natural e inesperado es parte del amor,
Que lo hizo bien,
Que ganó aunque parezca todo lo contrario,
Quiero decirle...
Que mentí cuando prometí que no pasaría nada malo si volvía a confiar, si volvía a enamorarse...

No quiere escucharme,
Y alguien más ha estado preguntado mucho por él.