Capítulo 48

Mire aquel techo que estaba pintado como si fuese el cielo mientras que en medio habia un lampara en forma del sol. El ronquido de Giselle llamo mi atencion y gire a mi derecha donde la futura periodista dormía tranquilamente en su cama.

—¿Como demonios termine aqui?

Me pregunte a mi misma tratando de recordar lo que habia pasado el dia de ayer. Giselle había llegado a mi hogar con la tonta excusa de pasar mas tiempo con su nueva "amiga" lo que empezo como una simple charla entre mi madre, Giselle y yo termino convirtiéndose en un día extraño. Al parecer Giselle vivia sola con su hermano en un departamento y como Charlie saldria Giselle menciono que se sentiria sola por lo que me invito a una pijamada y yo sin tener la oportunidad de rechazar la invitación mi madre ya me habia sacado de mi propia casa. Giselle me llevo a arrastras a su departamento y despues de que ella terminara embriagandose terminó profundamente dormida en el suelo, no tuve otra opcion mas que arrastrarla hasta llegar a lo que era su habitación y despues buscar un lugar donde dormir, lo único que pudr hacer fue un tendido con un monton de sabanas y finalmente termine en el suelo. Ahora eran las siete de la mañana y no tenia ni una idea de que hacer en una casa ajena, ahora me sentia de la misma menera que Corey el primer dia en mi hogar.

Me levante de aquel tendido improvisado y recogido todo para finalmente marcharme a la cocina en busca de encontrar algo que comer.

—Hay un buen restaurante cerca
—cerre el refrigerador cuando escuche a Giselle hablar, ella se rascaba su estomado mientras soltaba un gran bostezo.

—¿Eso es un tatuaje? —pregunte cuando observe un tatuaje de un infinito con una rosa azul cerca de su ombligo.

—Una persona comete muchos errores estando ebrias —mencionó restandole importancia.

—Pareces mas un bebedor flojo, en cuanto te quedaste ebria caiste dormida —le recorde.

—Y si estas en malas compañías despiertas con muchos errores, aqui esta uno. ¿Quieres un baguette? Porque yo quiero uno.

—Si, ¿por que no?

—¿Vas a irte con esa ropa? —pregunto mientras me miraba de pies a cabeza.

—Te recuerdo que me sacaron a patas de mi hogar.

—Cierto —mencionó con una sonrisa burlona como si recordar aquello en verdad fuese chistoso para ella —. Solamente ire por mi billetera y nos vamos.

Despues de una corta caminata hacia un pequeño restaurante familiar, Giselle consiguió su baguette y yo un simple desayuno de huevo con tosino. En verdad esperaba algo diferente el dia de hoy.

—¿Por que esa cara larga? Es porque no pudiste tomar una ducha, ¿te molesta tener las mismas bragas de ayer?

—¿Por que siempre haces ese tipo de preguntas incómodas?

—La verdad no mata pero si incómoda —mencionó antes de dar un gran mordisco a su baguette.

—Lo mismo dice mi madre.

—Tu madre es sabia —me señalo con su baguette antes de dejarlo nuevamente en el plato —. Por cierto necesito que me acompañes a un lugar.

—No sé porque, pero el que digas aso suena bastante sospechoso.

—Ciertamente lo es pero no tienes ninguna otra opción.

—¿Que te hace pensar eso? —cuestione mientras me cruzaba de brazos.

—Golpear con un baguette duele mas que golpear con huevos fritos.

—Contigo no puedo tener conversaciones serias.

—Estas del lado de la diversión lindura —dijo tras un guiño. En verdad no sabia como habia terminado hasta aqui.

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—¿No crees que esto es demaciado? —pregunte mientras observaba a Giselle.

—Bla, bla, primeto te quejas por no tener las bragas limpias y ahora por tener un par limpias.

—Pero es demaciado, nisiquiera tengo dinero para pagarlo.

—Tranquilizante Coleman. Yo lo tengo todo cubierto, dinero es lo que me sobra. Ademas iba a venir con Charlie pero creo que ya se ha artado de venir siempre al spa conmigo.

—Pues me alegra serte de ayuda para no derrochar tu dinero—mencione sarcástica mientras observaba a Giselle quien se acomodaba en el sillon de masajes.

—Tan solo gozalo Coleman.

—Esta bien —dije con cierta inseguridad mientras me acomodaba en el enorme sillón. Bien esto era mucho mas de lo que espera sin mencionar que totalmente diferente a lo que imaginaba. Pense que iria algun lado extraño con Giselle o que molestarios a personas con sus extrañas e incomodas preguntas y comentarios, pero en definitiva esto era mejor.

—Asi que, ¿te gusta Corey? No es un tanto incomodo tomando el hecho de que saliste con su hermano mayor.

—Nunca lo e visto de esa forma, en especial porque su hermano es un idiota.

—Recuerdo ese día, yo también estuve aquella noche tambien me cayo algo de pintura en los zapatos tuve que comprar otros porque la mancha nunca salió— mencionó Giselle mientras observaba sus pies para despues mirarme —. Sabes desde aquel dia siempre me e reprochado por no haber hecho algo por ti, pude tan siquiera haberme acercado y preguntarte a quien deberia darle una paliza pero solamente me preocupe por mis zapatos. Vaya imbécil que resulte ser.

—No te culpo de nada, nisiquiera me conocias, ¿porque tendrias que haber hecho algo?

—Lo mismo solia decirme pero cuando veo a Corey Coxx se que no hace falta conocer a la persona para acercarte a ayudarla. No ayudas a los demas porque sea un deber, ayudas a las personas porque de esa manera marcas la diferencia en un mundo lleno de personas ignorantes. Un pequeño gesto puede hacer una gran diferencia.

—Y aún estas a tiempo de marcar la diferencia. Nunca es tarde para demostrar que eres diferente de lo que creen los demas.

—Ojala ese consejo les sirviera a ese par de idiotas. Mientras tu liviadas con un idiota deportista yo con un vago mediocre... Al parecer ninguna a tenido suerte con sus exnovios —Giselle solto un largo suspiro tras acomodarse nuevamente en el asiento.

—¿Tuviste un mal amorio? —pregunte con cierta sorpresa mientras giraba para observarla mejor.

—Si. Él es una buena persona pero toma decisiones bastante incorrectas solo porque piensa que es lo correcto.

—¿A que te refieres?

—Su primer error fue hacerse amigo de Frack Taylor, el tipo solamente es un niño mimado que cree que puede tenerlo todo, primero me quita a mi novio y después a mi mejor amiga.

—¿Como que te quito a tu novio? —cuestione con cierta intriga.

—Bueno, cuando ambos se hicieron amigos muchas disputas empezaron entre nosotros. Resultaba que él siempre terminaba en el momento equivocado con las personas equivocadas. Realmente fue un mal noviazgo y todo se fue a la mierda cuando peleo con Charlie. Al tratar de detenerlos me golpeo pero eso no me importó, nadie se mete con mi hermano asi que lo mande a volar.

—Parece que tambien tuviste un noviazgo dificil. Incluso mas difícil que el mío, siendo sincera mis discusiones con Dallas eran mas rabietas por capricho, su única equivocación fue hacer aquello en la fiesta. Sabes me hubiese bastando con que me dijese que no queria nada conmigo y lo habria entendido.

—Me siento culpable, supe que ese pesadazo de idiota que tenia por novio tambien ayudo en aquella broma aquel dia. Ojala le hubiese pateado las bolas con tantas fuerzas para dejarlo discapacitado.

—¿Y quien es ese pedazo de idiota?

—Liam Hayes—mencionó captando toda mi atención. No podia creer que Giselle Hamilton haya salido con él.

—Oh —me limite a decir al no estar segura de mencionar algo mas. Tal vez lo mejor seria guardar silencio por ahora.

—Asi es amiga, oh—repitió con el mismo tono que yo —. A veces me gustaria cambiar el pasado, ¿a ti no?

—Antes pensaba mucho en eso, en cambiar absolutamente todo pero ahora mismo no quiero cambiar nada porque si cambiara todo lo sucedido jamás hubiese conocido a Corey de esta manera y es algo que no quiero cambiar por nada en el mundo. Nuestro no sé que es especial.

—¿Como te diste cuenta que te gusta Corey? Es decir, ¿cuando empezo todo?

—No lo sé, nisiquiera yo misma se como este sentimiento cambio tan depronto. Siempre me decia a mi misma que era amigo y queria convencerme que era asi pero cuando lo bese por accidente todo se volvio tan diferente, me hice mas consciente de su presencia a mi lado o puede que incluso haya sido antes... Sinceramente no tengo una repuesta concreta a esto. Algo tonto, ¿no crees?

—Para nada. Creo que el amor que va surgiendo poco a poco es el mejor de todos, por que no solamente te enamoreste de algo físico te enamoras de algo que va mas alla del entendimiento, te enamoras de algo que sabes que no podras cambiar jamas y creo que ese es el tipo de amor mas sincero. Ves sus defectos pero no te molestan porque para ti sus cualidades son mucho mas grandes de cualquier error. No hay nada mas bello que enamorarse de la persona y no de lo creemos que es la persona.

—Es lo mas bello que e escuchado y debo decir que me sorprendiste por completo.

—Aun te falta conocerme un poco mas —ella me guiño su ojo izquierdo antes de regalarme una sonrisa traviesa.

—Si, creo que si... Entonces, ¿por que besaste a Bao Wang? Es decir fue por mero antojo o porque te cuestionó.

—Me gusta Bao, es un asiático de los candentes, debo admitir que me aproveche de la situación.

—Deberias invitarlo a salir. Se por una fuente confiable que desde ese dia alguien no te quita el ojo de encima.

—Y esa fuente confiable no mide mas de 1,80, con complexión ardientes, buenas posaderas y su nombre empieza con Corey y termina con Coxx.

—Tal ves —mencione tras soltar una risa.

—Pues tal vez aproveche la oportunidad, a quien engaño me voy a tirar ese asiatico.

No pude evitar soltar la carcajada al escuchar tal expresión sin mencionar el rostro de sorpresa y vergüenza de la senorita masagista que iba pasando por el pasillo. Creo qué no habia sido tan malo el terminar con ella aqui.

—Por cierto acabo de recordar algo importante —Giselle se levanto de un salto y se coloco enfrente de mi mientras se agustaba la bata.

—¿Qué?—pregunte con cierta gracia en espera de uno de sus tantos comentarios sarcasticos o incomodos.

—Felíz cumpleaños.

La observe con cierta sorpresa antes de sonreirle. Vi como ella extendió sus brazos antes de comenzar a mover sus manos pidiendome que me acercara.

—Prometo no morderte, anda ven y dale un abrazo a tu amiga
—me levante del sillon con cierta verguenza y abrace a Giselle quien me estrujo —. Por cierto te tengo una sorpresa.

—Pense que esto ya era una sorpresa.

—Facebook me acaba de recordar hoy asi que tengo que improvisar algo. Por lo mientras hay que aprovechar el resto del paquete del spa y despues te llevare a tu sorpresa.

—Tu honestidad me mata, pero bueno siempre e querido un sorpresa improvisada.

—Ya veras que te encantara—me aseguro mientras me soltaba para despues tomar mi brazo y llevarme a la siguiente habitación de masajes.

—Solo no me mates de un infarto.

—No prometo nada.

—Estas totalmente de suerte, somos de la misma talla.

—De hecho me aprieta un poco los pechos —mencioné mientras observaba mi reflejo en el espejo.

—Callate no te pregunte —ordeno Giselle antes de observarse los pechos y despues mirar los mios —. Te juro que todo el tiempo pense que eran pequeños.

—Olvidere ese último comentario y preguntare, ¿a donde me llevaras tan elegantemente?

—No lo sé, yo tan solo compre estos dos vestidos para decidir cual ponerme para después ir a un bar a bailar pero tu no pareces de ser de bares.

—No, no lo soy—admiti.

—Bien entonces, creo que puedo llevarte al nuevo cafe de viejos que abrieron.

—¿Y donde es eso?

—¡Sorpresa! —grito Giselle mientras levantaba sus manos para despues agitarla en el aire —. Por fin tengo tu sorprensa, el transporte Giselle dara su primera parada. Andando Coleman.

Giselle tomo mi mamo y casi a arrastrar salimos del spa para dirigirnos a su auto.

—Con esto sera mas divertido— ella me extendio una venda y tras darme la vuelta me coloco la venda para despues meterme a su auto.

—No es por ofenderte pero no puedo confiar contigo mientras no veo nada.

—Tan solo dejate llevar Coleman
—escuche decir mientras encendia su auto.

—Definitivamente ya me estoy arrepentimiento.

—Estoy segura que no lo haras.

El sonido de la musica era lo unico que escuchaba junto con el sonido del viento que golpeaba mi rostro. Sentía como Giselle conducía sin parar sin embargo no sentía que llegamos a ningún lugar.

—¿A donde vamos Giselle? Siento que has conducido por mas de dos horas y aun no llegas a ninguna parte.

—Ya llegamos —me informo mientras escuchaba como apagaba el motor de su auto.

—¿Ya puedo quitarme la venda?

—¡No!.

—Bien pero no me grites—le dije mientras tentaba para buscar la perilla de la puerta.

—Ahora sigueme Coleman —escuche como Giselle abrio la puerta y despues de sentir como sujetaba mi mano baje del auto para dejarme guiar con ella.

—¿No sera raro que entre al restaurante con una venda?

—No para nada. Al contrario impresionaremos a todos —aseguro mientras seguiamos avanzando —. Es aqui —me informo mientras nos deteniamos —. No sabes que tienes razón, la gente nos observaba raro. Quitate la venda.

—Te lo di...

—¡Sorpresa! —gritaron varias voces cuando me quite la venda. Mire con sorpresa mi alrededor, la cancha esta decodara con lamaparas chinas mientras varias mesas con manteles blancos con dorado estaban acomodados de una manera tan geometricamente perfecta con adornos de mesas de jarrones cristalizados con girasoles y rosas de diferentes colores. Habia una gran parrilla y una enorme mesa de postres mientras todo brillaba con luces blancas de navidad.

—Oh por Dios. Esto es tan—sentia como varias lagrimas amenazaban con salir mientras observaba a mis amigos y familiares—...me encanta.

—Fue idea de Corey —mi madre se acerco para darme un enorme abrazo para despues llenar mi rostro con besos—. Deberias darle un beso de agradecimiento.

—Ya basta mamá.

—Mi pequeña ya tiene veintidos años —mencionó mi papá con orgullo mientras me abrazaba—. Tienes a un buen chico detras de ti. No te hagas la dificil.

—Papá —mencione con cierta vergüenza y sorpresa. Eso si que no lo vi venir.

—Felicidades engendrito del mal
—mi tio me abrazo levantandome unos cuantos centimetros del suelo para despues soltarme del suelo.

—Veo que te convencieron de adornar tu precioso campo. Pense que este suelo jamas seria utilizado para otra cosa que no fuese futbol.

—Hay veces donde puedes hacer excepciones y tu eres una de ellas.

—Corey tiene un gran don del convencimiento —afirme a lo cual hizo un gesto en cuanto escucho su nombre.

—No me apagues la felicidad.

—¡Itzel! —grito Molly antes de abrazarme como si fuese lo más fragil del mundo.

—Si, mu..chas eso—Alice hablo con la boca llena, miro el panque que tenia entre manos antes dar otro gran mordisco—. Esto, muy rico.

—Es muy bueno verlas a ambas.

—Corey nos invitó —Molly sonrio con cierta picardia mientras pronunciaba su nombre.

—Espero que bebas y nos emborrachamos mucho—Dylan se acerco para empujar a su hermana lejos y despues abrazarme. Me solto para darme unas cuantas palmadas—. El chico se mere un Oscar al mejor amigo-novio de la historia.

—Y a todo esto, ¿donde esta Corey? —pregunte mientras miraba alrededor sin exito de encontrarlo.

—Esta preparando una sorpresa para ti —me confeso Bao pero yo tan solo observe alrededor.

—Creo que esta sorpresa ya es mas que suficiente.

—Nunca nada es suficiente—aseguro Giselle quien se colgo en el brazo de Bao—. El chico meresera mas que un buen beso esta noche, ¿verdad Bao?

—Si digo no, tal vez, no lo se. ¿Por que me preguntas a mi? —cuestiono el asiatico con todo el nerviosismo posible.

—En verdad que eres lindo cuando esta nervioso —aseguro la periodista provocando un enorme rubor en el jugador.

—Conozco a alguien que puede hacerte una limpia contra espíritus malignos.

—Cierra la boca Dylan o esta vez sere yo quien te provoque un "esguince".

—Me agrada la chica—aseguro Mollu mientras señalaba a Giselle—. Molly Davis un placer.

—¡Que comience la fiesta!—grito Charlie desde el microfono antes de colocar la musica y yo tan solo segui mirando alrededor en busca de aquel jugador que portaba mi numero favorito.

Corey

Mire alrededor y al no observar a Itzel a los alrededores termine de colocar la última fotografía.

—¿Que estas haciendo Corey? —su voz preguntanfo cerca de mi oido me sonbresalto. Me levante para observarla con cierto reproche.

—Se supone que tendrias que estar en la fiesta.

—No es divertido si no estas tu.

—Desde lejos vi a Dylan bailando arriba de la mesa eso me parece bastante divertido.

—Lo parece pero no lo es si no estas tú. Me organizas una fiesta sorpresa y luego te desapareceres, eso si que es triste.

—No tuve tiempo sufiente para terminar tu sorpresa —admiti pero al ver como se cruzaba de brazos sabia que no estaba conforme.

—La fiesta es mas que suficiente no necesito otra sorpresa.

—Te aseguro que te encantara. Ven acompañame— comence a caminar de espaldas y Itzel me sigio poco convencida. Mire como su atención viajo hacia el camino de luces que era adornado con algunas fotogragias que Carmen me habia brindado. Miraba su sonrisa de oreja a oreja y eso realmente me complacia. No pude evitar observar aquel vestido morado que portaba.

—¿Que tanto miras como tonto?

—A ti. Estas hermosa— entonces ella sonrio y supe que las personas realmente podian verse mas que hermosas en cuestion de segundos.

—Nos estamos alejando de la cancha de fútbol. ¿A donde me llevas?

—Una sorpresa que te encantara.
—me di la vuelta para seguir caminado, abri las cortinas que llevaban hacia la piscina y con mi mano le indique que pasara.

—Pero que caballeroso.

Fui detras de ella y mire como se detuve para admirar las luces que se encontraban en la piscinas sus pasos eran lentos mientras miraba en camino con petalos de flores y a pocos metros se detuvo a observar la barda donde estaba escrito su nombre con lucea y fotografías alrededor.

—Desde que supe la fecha de tu nacimiento me preguntaba sin parar que podria gustarte. Ideas venian y se iban sin parar hasta que finalmente me detuve a pensarlo a cuidado, ¿que es lo que mas ama Itzel Coleman? Y despues de averiguarlo supe de inmediato que hacer.

—Yo nisiquiera se cuando es tu cumpleaños.

—23 de noviembre— le respondi.

—Tampoco se lo que te gusta.

—Por el momento lo unico que quiero es verte sonreir... ¿no te gusta? —pregunte con cierta preocupación y cuando la vi negar no pude evitar sentirme tan incomodo.

—Me encanta —menciono haciendome sonreír—. Todo es tan perfecto.

—Itzel —la llame pero calle cuando el sonido de la musica se hizo presente. La suave melodia de la musica jazz se hizo presente, mire hacia la grabadora y de inmediato me arrepenti de haberle pedido de favor a Giselle que eligiera la música.

—¿Como sabias que es mi canción favorita? —pregunto Itzel soprendiendome por completo.

—Mera suerte —me sincere mientras observaba como ella movia su cabeza de un lado a otro con lentitud mientras disfrutaba de la musica.

—Lo preguntare yo porque es obvio que tu no entiendes las indirectas. ¿Bailarias conmigo? —ell extendio su mano hacia a mi y con cierta gracia incluso un nerviosismo a flor de piel la tome. La acerque hacia a mi para tomar sus manos para comenzar a movernos en un ritmo lento.

—Bailas bien—admitió Itzel.

—Tu tambien.

—Muchas gracias.

Menciono con una sonrisa antes de mirarme a la cara.
Y con tan solo mirar sus ojos, me hizo sentir tan perdido. Itzel Colemas es ese tipo de persona que solamente puedes tener el privilegio de conocerla una vez en la vida, es como una estrella fugaz, ella es ese algo que te hace sentir totalmente impresionado en tan solo un par de segundos. Itzel Coleman es el tipo de persona que te hace sentir tan afortunado y tan bendecido de estar vivo en ese mismo instante. Ella y solamente ella, es el tipo de persona que te hace desear ser mejor como persona, ella es el tipo de persona que sin razón alguna una enorme sonrisa se te escapa de tus labios, ella es el tipo de persona que causa una enorme revolución en tu interior, ella es el tipo de persona que te hace creer que todo lo imposible es totalmente posible, lo absurdo se convierte en lo mas lógico.
Itzel Coleman es el tipo de persona que hace creer que el amor verdadero aun existe.
Ella y solamente ella, es el tipo de persona que aun te hace creer en los milagros.

─¿En que piensas? ─pregunto con cierta gracia mientras una sonrisa adornaba su rostro. Veia en aquella mirada la curiosidad que brillaba mientras aguardaba en espera de una respuesta.

─En ti ─me atrevi a decir mientras mi mente pensaba en todas las reacciones posibles que mi respuesta le podia ocasionar. Desde un comentario sarcastico hasta una golpiza. Todo menos esa impactante respuesta.

─Interesante, tomando en cuenta que yo tambien pienso en ti ─sus brazos rodearon mi cuello para acortar un poco mas la distancia entre ambos, lleve mis manos a su cintura y nuevamente esa sonrisa aparecio ─. Aunque para ser mas específica pienso mas bien en un nosotros.

─Si ese nosotros, ¿es el mismo que yo pienso desde hace un mes, una semana y ocho dias?... Por que me encantaria saberlo.

─Es el mismo nosotros, el mismo que yo tambien e estado pensando desde ese beso accidental.

─¿Tengo que preguntarlo o doy por hecho ese nosotros?

─Las preguntas fueron creadas para comprobar una respuesta de una duda. Sin embargo los hechos son algo inminente que solamente necesitan un fundamento solido.

Mencionó y entonces la bese.
La bese de la manera mas torpe que pude haber hecho alguna ves en mi vida, pero aunque fue bastante torpe ese tacto entre nuestros labios senti como ella sonrio contra mis labios. Senti la manera en como una de sus manos fue a mi nuca para acercarme mas y como la otra recorrio mi pecho hasta detenerse donde se encontraba mi corazón, el cuál se encontraba revoloteando con confusión, alegria y cierta torpreza. Itzel Coleman era el tipo de persona que me hacia sentir una eternidad y reducción del tiempo. Ella y solamente ella me hacia volver a sentir aquello que creia muerto.

─Ese ha sido el fundamento mas solido para reafirmar un nosotros ─mencionó en cuanto nos separamos. Tome su mano que aun se encontraba en mi pecho y bese su frente antes de colocar mi frente sobre la suya.

—Y nisiquiera tuve que preguntar nada —me burle con cierta gracia. Ella se observo y se carcajeo al saber a lo que me refería.

—Mera suerte la tuya.

—¡Oh si! —grito una voz familiar. Ambos giramos para observar a la madre de Itzel bailando —. Paguenme mocosas incredulas.

—Oh maldicion —exclamo Molly en verdad decepcionada.

—Adios a mi pastel de la semana
—mencionó Alice mientras lanzaba el cartel con el se estaba cubriendo dejando al descubierto a todos los demas.

—¡¿Que demonios están haciendo todos aqui?! —pregunto apenada Itzel mientras me soltaba. Aunque creo que la pregunta correcta es, ¿desde cuando estan ahi?

—Perdiendo dinero por tu culpa, eso estamos haciendo Itzel —le respondio Dylan mientras la apuntaba con unos billetes antes de darselos a Carmen.

—¡Ya larguense! —ordeno Itzel y todos se levantaron para marcharse —. Tu también mamá.

—Bien pero sin gorrito no...

—Mamá —interrumpio Itzel con pena mientras Carmen le hacia un mal gesto a su hija.

—Adios yerno —grito Carmen antes de irse provocandome una sonrisa.

—Dios que vergüenza. Arruinaron este momento tan perfecto.

—Aun es perfecto— asegure mientras tomaba su mano y cuando observe esa tierna sonrisa en sus labios sabia que ella sabia a lo que me estaba refiriendo.

—Si, tienes toda la razón.

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