Debido al incidente de ayer, el coach de alguna manera mística habia pedido permiso a todos mis maestros para faltar a clases y estar con él haciendo sus deberes, al menos esta vez no me encontraba solo. Ahora tenia la compañía del jugador numero trece, Patrick Foster quien ahora es apodado el rompe piernas por el coach, lo cual es erroneo debido a que solamente le provocó un esguince al numero treinta y siete.

─¿Como puedes trabajar tanto sin quejarte? ─mire a Foster quien lanzo el trapo viejo con el que habiamos estado limpiando los balones.

─Creo que no sirve de nada.

─Cierto, pero libera el alma ─argumentó el numero trece mientras hacia ademanes hacia el cielo.

─Supongo ─mencione mientras guardaba todo. Me sente un momento para observar los vestidores que se encontraban completamente impecables─. Debo admitir que todo es mejor en compañía.

─Terminamos a tiempo, yo diría que incluso mucho tiempo antes. Sabes lo que significa ─me pregunto y yo negue mientras me sentaba enfrente de él ─ que tenemos tiempo para descansar... Sabes cuando dijeron que habia un nuevo Coxx pensé que serias igual que tu hermano.

─Por que no me sorprende ─mencione sarcastico mientras me acomodaba en mi lugar ─¿Por que todos piensan eso?

─Tienes la misma pinta que tu hermano cuando estaba en bachillerato. Luego paso todo eso con Coleman y finalmente bueno, es lo que es ahora.

Mire a Foster con intriga y cierta duda, él tenia cierta razón. Dallas no fue siempre la persona que es ahora, antes él era mas como yo, antes eramos mas parecidos, pero en aquel punto, cuando tuve que alejarme un poco y no pude visitar a Dallas durante cierta temporada fue cuando él cambio, al parecer fue durante ese lapso que estuvo saliendo con Itzel Coleman. Durante ese lapso de ausencia Dallas termino siendo lo que es ahora y todo se me ponia en duda.

─Eres mayor que yo, ¿verdad?.

─Tengo la edad de tu hermano.

─¿Conociste a mi hermano durante el bachillerato?

─Todo el mundo conocia a Dallas Coxx ─menciono con logica.

─¿Sabes lo que sucedio entre mi hermano y Itzel Coleman? ─pregunte tentando a la suerte y al parecer aquella suerte parecia ir por buen rumbo. El numero trece me miro en silencio y sabia mas que cualquier otra persona que los silencios podian significar mucho mas que las palabras.

─Realmente no ─respondio despues de varios segundos en silencio. Observe su lenguaje corportal y a diferencia de hace unos segundo ya no se veia tan relajado. Él me estaba mintiendo.

─¿Y que es lo que sabes? ─cuestione a lo cuál el sonrio.

─No las tengo aqui para que holgazaneen señoritas. Levanten sus tontos traseros y preparen el equipo para el entrenamiento ─el coach entro a los vestidores y aunque ya nos habia dado una orden mi cuerpo no se movio, solamente seguia a Patrick Foster con la mirada mientras me preguntaba que tanto me ocultaba y por que.

(...)

─¡Por la adorabilidad de los Cricetus cricetus! ─ oí desde mi lugar el enorme grito de expresión de Dylan Davis que por alguna razon habia decidido estar durante los entrenamientos y incluso aunque el coach lo esta utilizando como gabinete para dejar sus cosas a él no parece molestarle.

─¿Que es un cicretus eso? ─pregunto el numero once mientras se acercaba hacia donde se encontraba Dylan Davis.

─Ese salto fue increible Corey, ¿donde aprendiste a hacerlo? ─pregunto Dylan ignorando la pregunta en cuestion de Dunca. Aunque me atreveria a decir que incluso Dylan Davis no saber que el termino que utilizo es el nombre científico de los hámster.

─Cuando eramos niños, Corey tomo clases de ballet ─respondio Bao por mi haciendome recordar aquellos viejos tiempos donde tuve que usar esas mallas ─. Fueron buenos momentos de bromas.

─Tal vez para ti ─espete mientras observaba a mi amigo ─para mi no era nada divertido.

─¿Por que practicabas ballet? ─cuestiono Dylan Davis.

─Fue algo que mi madre me obligo a tomar, siempre decia que si iba a hacer algo lo hiciera bien. Por eso cuando me inscribio a fútbol americano tambien me inscribio en ballet.

─Tu mamá es una completo genio ─la alabó con sinceridad Dylan haciendome sonreír.

─¿Y aun prácticas esos pasitos Corey? ─preguntó en burla Sullivan a mis espaldas.

─Deje de practicae ballet cuando mis padres se divorciaron. Y como tuve que mudarme a otro pais junto con mi madre, nuestro presupuesto ya no alcanzaba para que yo siguiera practicando esos pasitos.

Oí un sonoro golpe pero nisiquiera me digne a girar a ver quien habia golpeado a Sullivan, pero conociendo a mi vecino y amigo de la infancia Bao Wang, algo me intuía que habia sido él quien habia golpeado a nuestro mariscal de campo por tocar un tema incomodo no solomente para mi si no tambien para todos.
Algo que habia aprendido durante estos años es que el divorcio entre padres era como hablar sobre la muerte de alguien querido. Resultaba incómodo, las disculpas por pena eran muchas y sin embargo las palabras correctas eran pocas.

─¡¿Por que siguen de pie?! ¡Entrenen señoritas! ─grito el coach llamando la atencion de todos para asi colocarnos en nuestros lugares ─Coxx, sigue asi.

Mencionó el coach a lo que podria yo llamar tu tono de voz suave, si no fuese porque pase a su lado jamas hubiese escuchado aquel intento de felicitación. Le sonrei antes de colocarme en mi posición y cerre los ojos en espera de las indicaciones de la siguiente jugada, pero lo unico que escucharon mis oidos fueron un grito un tanto melodioso, una voz melodiosa que en este mismo momento la portadora me causaba bastante intriga.

─Tengo la idea del año ─. Exclamo Itzel Coleman mientras se acercaba hacia nosotros. Me quite el casco para admirar ese vestido floreado que llevaba, era la primera vez que la observaba usar un vestido, tenia mucho vuelo y con listones en moño como si fuesen mangas, su cabello recogido en una coleta de caballo, podia notar desde mi lugar como sobresalian unos cuantos rizos que caian de cierta manera elegante sobre su rostro, nunca me habia parecido tan bonita Itzel Coleman hasta el dia de hoy.

─Te estan entrando las moscas. Cierra la boca ─Bao palmeo mi hombro mientras pasaba a mi lado y reia con cierta gracias. Me aclare un poco la garganta mientras observaba alrededor para notar las miradas acusadoras de mis compañeros.

─Creo que sera un largo dia ─exprese para mi mismo mientras me acercaba hacia aquella chica de hermoso vestido floreado.

─Jamas pense decir esto en mi vida ─menciono Itzel una vez que todos nos acercamos ─.Corey me alegro mucho de verte hoy.

─¿Enserio? ─preguntaron incredulos el equipo mientras me miraban.

─¡¿Que?! ─grito el coach.

─Tu seras nuestro metodo de ganancia. Hoy durante la mañana me dedique a escuchar a las chicas y adivina que Corey, eres mucho mas codiciado por las chicas que tu hermano, punto que tenemos a nuestro favor.

─¿Eso de que me sirve? ─ pregunte con confusión.

─A ti en nada pero a nosotros si ─menciono mientras giraba para observar a las porristas ─Ahora quiero que mires a las porristas y escogas a una.

Me ordeno a lo cual gire un poco para observar a las chicas entrenando, conocía a la mayoría de vista porque siempre estaban alrededor de mi hermano y sabia quienes ya habían rondado por mi casa, en definitiva no todas gozaban de una buena reputación, volvi a mirar a Itzel quien estaba en espera de mi respuesta.

─No puedo escoger solamente a una.

─Bien lo hare yo ─menciono antes de silvar llamando la atencion de las chicas ─¡Hey Samantha, Corey quiere decirte algo!

─No, no es cierto ─dije mientras la miraba. Vaya pero que grito, ahora veia que era de familia.
Mi vista viajo hacia la rubia que se coloco enfrente de mi antes de guiñarme el ojo, retrocedi unos cuantos pasos y Itzel se coloco enfrente de nosotros.

─30 dolares y dejare que le toques las posaderas a Corey Coxx.

─¿Ahora es de tu propiedad? ─pregunto con cierta arrogancia y fastidio la joven.

─Puede decirse que si... Ahora que lo pienso, por tu insolencia y por no haber aprovechado la oferta seran 50 dólares.

Mis compañeros rieron y no sabia si era por mi rostro de susto, agobio o el rostro de incredulidad de la rubia. Vi como ella se quito su tenis para sacar unos cuantos billetes, los conto uno por uno y se los extendio a Itzel, ella me miro y yo de inmediato me di la vuelta para correr pero ella sostuvo mi brazo y sabia que al querrer alejarla podria lastimarla por lo que gire para pedirle que me soltara pero en vez de eso senti la enorme enorme nalgada de la rubia.

─Lindas posaderas Coxx.

─Tenemos 50 dolares ─informo Itzel el claro hecho mientras introducía el billete en un bote.

─¿Ahora dejaremos que todas las chicas toquen el trasero de Coxx por dinero? ¿Eso no es prostitución? ¿No iremos a prisión por violar la ley? ─pregunto Dylan Davis mientras observaba el dinero y despues a las chicas -Agradecemos tu valiente sacrificio Corey Coxx.

─Oh no, no, no. No dejare que las chicas estén tocando mis posaderas por dinero ─espete a lo cual Itzel comenzo a reir.

─Tranquilo cuidare tu trasero, te lo digo de la buena manera ─ menciono mientras observaba de reojo al coach, tomo mi mano y me alejo un poco de su tio antes de continuar ─. Como decia, Corey es muy codiciado por las chicas, por lo que si tan solo las dejamos ver un poco creo que podria funcionar mejor.

─¿Eso no sigue siendo prostitución? ─pregunto Dylan Davis insistiendo en el tema de mi aparente explotación comercial.

─Le dire a Foster que lo proximo que te rompa sea la boca para que Coxx te ponga una satura y asi dejes de hablar ─amenazo Itzel a Dylan Davis por lo que el comenzo a retroceder lentamente ─. Volviendo al tema principal, los chicos de baloncesto son unos idiotas y estoy segura que aun no saben ni que hacer, ni sabran que hacer. Por lo que empezaremos con el tipico negocio rustico y tradicional que es el lavado de autos, pero conociendo al equipo que son unos idiotas y bastante holgazanes como para pensar en sus propias ideas se que nos copiaran esa idea, por lo que tengo un plan b que nos hara ganar mucho mas dinero.

─¿Y cual es ese plan b? ─pregunto Sullivan a Itzel, a lo cual ella me miro con una sonrisa. Lo cual era bastanre aterrador tomando en cuenta que ella jamas me sonreia.

─¿Que? ─pregunte preocupado.

─Él es nuestro plan b... Ahora muchachos no pierdan el tiempo. Tenemos mucho dinero que ganar y un maldito equipo que derrotar.

Ahora mas que un problema, Itzel Coleman se habia convertido en todo un enigma que necesitaba resolver.
Ella se habia convertido de victima a la sospechosa.