Entre a la oficina de mi tío tal como había estado haciendo las últimas semanas solo que estaba vez me encontraba sola, no tenía la intimidante presencia de mi tío y mucho menos la irritante presencia de Coxx. Tome mi cartera y la abrí para observar unos cuantos billetes, la credencial de la escuela, estaba aparentemente todo, todo menos las llaves, lance la cartera al escritorio y tome mi mochila para sacar todas las cosas, no podía creer que había perdido las llaves. Era mujer muerta.
La puerta se abrió sobresaltándome mi tío entro a su oficina y detrás de él se encontraba Coxx.

─ ¿Que es este desastre Itzel?

─Estoy buscando algo.

─Coxx limpia el desastre de mi sobrina ─le ordeno antes de acercarse a su gabinete ─ ¿Dónde deje esas tontas llaves?

─ ¿Que llaves? ─pregunte haciéndome la desentienda mientras seguía rebuscando entre mis cosas.

─Las llaves ─respondió como si tuviese lógica ─. Mis llaves con mi llavero favorito.

─ ¿Son estas coach? ─pregunto Corey mientras les mostraba unas llaves llamando toda mi atención.

─Debí haberlas arrogado al escritorio ─menciono más para sí mismo que como un dato informativo para nosotros, le arrebató las llaves a Coxx y salió de su oficina.

─Parece que hoy solamente seremos tu y yo ─menciono Corey mientras tomaba mi cartera y me la devolvía.

─ ¿Dónde encontraste esas llaves?

─ ¿Eso importa? ─pregunto restándole importancia al asunto. No sabía cómo o cuando, pero podía estar segura que Coxx sabia la importancia de esas llaves, incluso algo muy dentro de mí me hizo pensar todo lo que él estaba dispuesto a hacer con tal de ayudarme por esas estúpidas llaves.

─Tienes razón, no importa... ¿Hoy no entrenaras?

─El coach repasara jugadas con su equipo. No necesito estar ahí.

─Pero eres parte del equipo. Eres un jugador más, ¿por qué no necesitas estar ahí? ─pregunte tratando de razonar a la lógica por su comentario tan absurdo. Él me observo y una sonrisa se dibujó en su rostro antes de encogerse de hombros.

─No necesito ser un genio para saber que no le agrado al coach es más ni siquiera le agrado a mi equipo. Bajo solo me habla porque somos amigos y vecino desde niños, en cuanto Dylan, supongo que es un tipo bastante particularmente carismático.

─Y el hecho de ser un disgusto para los demás, ¿es razón suficiente para no ser participe del equipo al que perteneces?

─No lose... Pero ahora mismo tengo cosas más importantes del cual preocuparme, como por ejemplo que nuestra maqueta tiene una proporción desigual y poco armoniosa. Necesitamos arreglar eso con urgencia.

Menciono mientras tomaba asiento en el lugar de siempre, tomo su mochila y la abrió para sacar unos cuantos materiales, yo observe mis cosas que se encontraban desordenadas en el suelo y eso de alguna forma me hizo compararlo con la mente de Corey Coxx.

─Yo no lo creo una razón suficiente. Eres parte del equipo les guste o no, es algo que todos tienen que aceptar, incluso tu Coxx.

Sentí su mirada sobre mi espalda mientras seguía guardando las cosas a mi mochila, pero, aunque esperaba alguna otra después él no menciono nada. Algo dentro de mí me hizo girar a verlo tan solo para comprobar si él me estaba observando con una sonrisa, pero en su lugar vi su espalda, volví mi vista hacia mis cosas algo decepcionada, pero todo pensamiento se esfumo de la misma manera en la que había venido a mi mente...
Y aunque sus palabras y acciones no parecían la gran cosa me hizo darme cuenta que en realidad Corey si tenía una enorme diferencia entre él y su hermano. Tal vez no era tan estúpido como él.

🏈🏈🏈

Mire a Corey, él mordía su labio inferior levemente un par de veces de manera constante, paso su mano derecha sobre su cabello negro y una leve sonrisa se dibujó en su sonrisa fue en ese momento cuando mi mirada viajo a nuestro proyecto. La maqueta tenía colores vivos, con pequeñas palabras claves que podían entenderse a la perfección, con figuras en 3D y fue en ese momento cuando yo también sonreí, ambos estábamos complacido con nuestro trabajo.

─Creo que quedo perfecto.

─Concuerdo contigo Coxx. Hemos terminado justo a tiempo, ahora tendrás tiempo para concentrarte en tu primer partido.

─De hecho yo...

Un gran grito agudo nos sobresaltó a ambos, compartimos miradas al seguir oyendo el grito, nos levantamos de un salto y ambos corrimos hacia aquel grito. Corey se adelantó dejando atrás por mucho, al llegar observe a Dylan Davis en el suelo haciendo alguna clase de ritual exorcista mientras creo que estaba llorando.

─ ¡MALDITA SEA FOSTER! ¡ACASO TIENES MIER.!

─ ¿Que sucede aquí? ─pregunte abriendo camino entre los jugadores, observe a Corey quien auxiliaba a Dylan.

─Foster tenía que taclear a Dylan y en vez de eso parece que le rompió una pierna ─Bao se acercó mientras hacia una mueca.

─Su pierna no está rota, pero si algo dislocada ─Corey tocaba su pierna con cuidado.

─Veo una luz, Corey busca a mi hermano y dile al maldito que ni muerto le perdonare que comiera mis panqueques de esta mañana y mi espíritu lo atormentara por ello.

─Lo que vez es la luz del sol ─respondió Sullivan ─ya deja el drama.

─Va a dolerte un poco ─advirtió Corey mientras tomaba la pierna del moreno con ambas manos.

─ ¿Que? ─pregunto con cierto pánico a Corey quien con una sonrisa jalo su pierna haciendo que Dylan soltara un gran grito.

─Estarás bien, pero aun asi tendrás que ir a revisión al hospital para conseguir algún analgésico.

─Ahora si te odio Coxx ─menciono Dylan antes de volverse a tirar al suelo.

─ ¿Quieres que te lleve a la enfermería? ─pregunto Corey mientras se levantaba.

─Solo déjame descansar un poco.

─Estará bien coach, su pierna sanara ─informo Corey una vez que se acercó a mi tío y miraba a Dylan desde la distancia.

─ ¿Ahora también eres medico Coxx? ─. Sabía que mi tío de alguna forma se sentía agradecido y algo orgulloso por tener un jugador capaz, sin embargo, no era algo que admitiría y mucho menos sobre un Coxx ─. Foster serás mi nuevo esclavo y en cuanto a ti Coxx ─lo señalo con amenaza ─ve por el uniforme entrenaras y participaras en el partido.

─ ¿Porque Coxx no iba a participar en el partido? ─pregunte y todos me miraron. Si bien no me agradaba del todo, podía reconocer cuando alguien tenía talento y el hecho de que alguien quisiera desperdiciarlo me irritaba ─. Que no dijiste que era bueno en lo que hace, entonces, ¿porque desperdiciar su talento?

─Ve a terminar tu proyecto Itzel ─me ordeno mi tío para evitar el seguir aquella conversación frente a sus jugadores.

─Entiendo que no te agrade, entiendo que los chicos tampoco les agraden y que no lo quieran en el equipo, siendo sincera tampoco me agrada y no es porque ─guarde silencio al notar que casi lo mencionaba a él por lo que aclare mi garganta y trate de continuar ─. Lo que trato de decir es que cuando una mina tiene oro debe ser explotada y usar el oro como beneficio.

─No tendremos esta difusión aquí Itzel.

─No es una discusión, coach ─mencioné para que notara la seriedad del asunto─ y tampoco quiero que pienses que lo estoy defendiendo. Solo trato de dialogar con la lógica.

─Me parece bastante lógico lo que menciona Itzel ─comento el numero 13 a lo cual el coach lo observo con amenaza.

─Cierra la boca Foster. Y tú Coxx, ¿acaso esperas a que te ruegue que te pongas el uniforme?

─No Coach ─menciono mientras se marchaba hacia los vestidores. Lo observe y él igual a mí a excepción de que él me sonreía con cierta ternura mientras se marchaba. Mire a mi tío quien me observaba con seriedad al igual que ciertos jugadores.

─Creo que ya me siento un poco mejor. ¿Podrías acompañarme a la enfermería Itzel? ─pregunto Dylan mientras cojeaba su pierna izquierda.

─Claro, déjame ayudarte ─mencione mientras colocaba su brazo sobre mi hombro para que me sostuviera como basto. Comenzamos una caminata lente, pero segura y al estar a una distancia considerable de los jugadores y el coach, Dylan soltó una enorme carcajada.

─Sabía que te darías cuenta que es un buen chico ─menciono Dylan, pero yo no comente nada al respecto y no es porque no tuviese una respuesta negativa o afirmativa hacia sus palabras. En verdad estaba muy confundida ya que no sabía cuándo fue que mi punto de vista hacia a él comenzó a cambiar tan drásticamente.