XVI
Capítulo 16
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Noche fuera.
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_____Narrador_____
Habían pasado unas horas desde que Sanemi entró a la habitación de Akemi, mientras que Aoi e Inosuke estaban a cargo del local de comida de la rubia.
Si bien Inosuke molestaba más de lo que ayudaba allí, su buen estado físico atraía a mucha clientela, en su mayoría mujeres, pero que a veces las espantaba también al hablar...
Sin muchas vueltas Aoi estaba muy feliz de poder ayudar a su amiga, pero no podía negar que sentía mucha curiosidad de lo que sucedía ahora mismo en esa habitación... ella no quería pensar cosas indebidas pero su mente ha estado muy corrompida este último tiempo con pensamientos de ese tipo gracias a esos momentos que vivió con Inosuke.
Negó muchas veces con la cabeza para hacerle fin a su imaginación y poder concentrarse en la comida, cuando de repente detrás de ella llegó otra vez el pelioscuro, pero esta vez traía unas flores muy pequeñas que encontró en el jardín de atrás.
- ¡Mira, mira!. -Gritó el oji esmeralda mientras apuntaba las florcitas, para luego acercarlas hasta la punta de la nariz de la pelinegra.- ¡Huelen como Aoi!.
Aoi se sorprendió ante aquella observación pues ella no sabe si realmente tiene un olor especial, pero al ver las flores las reconoció de inmediato, a su vez también dió una respuesta a por qué huele como ellas.
Son flores que crecen entre las hierbas, y ella al salir casi todos los días a recolectar diferentes tipos de plantas y hierbas, valga la redundancia, para la finca Mariposa. Seguramente su olor se le pegó en la ropa...
- Oh, eso es muy lindo de tu parte, Inosuke...-El sonrojo visible en la cara de Aoi dejo al gritón muchacho en silencio observando aquella expresión... Cosa que la peli negra notó e intentó cambiar el tema.- Es bueno saber que no solo Tanjiro tiene buen sentido del olfato, eh?.
Solo eso bastó para hacer al ojiesmeralda una competencia infinita sobre que él es mejor que sus ayudantes.
Entre risas y algunos gritos una peli rubia junto a el Ex-Pilar del viento observaban la escena entre esos dos desde la puerta de la cocina. Sanemi al ser mucho más alto no tenía problemas para mirar sobre ella, pero algo lo tenía algo incómodo.
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_____Aoi _____
Inosuke estaba con su cabeza apoyada en mi hombro mientras estoy cortando algunos cuando sentí que se giraba como si fuera a pelear otra vez...
A penas lo sentí hacer eso me giré también, pero solamente era Sanemi-san y Akemi-san en la puerta. Sin mentiras me sentí muy avergonzada porque lo más probable es que vieron a Inosuke encima de mi...
Aún no podía siquiera sonrojarme cuando los gritos de Inosuke ya hacían eco en mi cabeza.
- ¡Oe, tú, vamos a pelear afuera!. ¡Veamos quién es el más fuerte Ahahahahaha! -Este chico no entiende, espero que Sanemi-san no lo tome en serio.
- ¡Ja!. Está bien, mocoso. ¡Veamos quién lo es! -Oh, me equivoqué, bueno, eso es interesante pero no negare que su tono de voz me dió escalofríos.
Miré hacía un lado y ví como Akemi estaba muy nerviosa ante el encuentro extraño de ambos en la cocina, asíque solo necesito...
¡Echarlos!.
- Bueno, ¡si quieren matarse haganlo afuera!, nosotras queremos estar en paz en el trabajo. -Y sin más patee el trasero de inosuke.- ¡Ya, largo!.
Ambos salieron de la cocina sin decir una palabra al respecto, solo espero que no se maten...
Una suave voz interrumpió mis pensamientos.
- Ah, Aoi-san, ya me siento mucho mejor... Yo puedo continuar, ve a descansar un poco. Te lo mereces, sé que no es fácil este trabajo jajaja. -Oh, es la primera vez que la veo tan radiante... definitivamente debe sentirse diferente al no tener las cadenas.
- Estoy segura que cuando llegues a tu casa no querrás entrar a la cocina, me sucede mucho al terminar mi trabajo del día, voy a cocinar mi cena pero odio tener que volver a cocinar jajaja...-Akemi sigue hablando tan relajada, creo que ayudarla ha sido una muy buena experiencia para ambas.
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_____Narrador_____
Mientras Inosuke y Sanemi peleaban en un bosque cercano a la casa de Akemi-san, la rubia y Aoi conversaban tanto como les permitían sus cuerdas vocales, el día no tardó en llegar a su fin dejando ahora a ambas jóvenes organizando los cubiertos, limpiando mesas, lavando loza, etc.
El sol había desaparecido por completo dejando una luna grande y luminosa en su lugar, sorprendiendo a la pelinegra pues ella debía haber vuelto a casa antes del anochecer.
- Ay no...-Aoi tenía una mueca de preocupación en su rostro pues no le gustaba para nada viajar de noche, menos con Inosuke que recuerda sus tiempos en la montaña y comienza una especie de supervivencia, dejándola a ratos sola.
- ¿Ocurre algo malo, Aoi-san?.-La peli rubia dejó las últimas cosas dentro del local antes de cerrar sus puertas con seguro.
- Ah, bueno... me preguntaba si podrías darnos alojó a mí e Inosuke aquí en tu casa, Akemi-san... ¡Obviamente si esque no somos una molestia!. -Akemi dejó salir una risita al ver la expresión alterada de Aoi.
- Ah, Aoi-san no te preocupes por eso!, hay una habitación de invitados aquí en la casa, pero está algo pequeñas si eso no es problema. -Aoi relajo sus músculos al oír eso, estaba muy agradecida de no tener que caminar entre la oscuridad y sonidos extraños en el bosque.
- Realmente estoy agradecida con ustedes hoy...-Aoi levantó su vista hasta la cara de Akemi quien parecía estar muy emocionada al punto de tener lágrimas acumuladas en sus ojos claros.- Yo, estoy libre gracias a ustedes... han hecho mucho por mí, incluso ocuparse de mantener mi rutina de trabajo, cosa de la cual yo me mantengo. Muchísimas gracias, Aoi-san. -Al finalizar aquella oración Akemi hizo una gran reverencia ante la peli negra.
Aoi levantó su cabeza con ambas manos hasta enderezar a la rubia. y dejando antes sus manos en sus caderas para de hablar dijo.
- Akemi-san, no debes sentirte en deuda con ninguno de nosotros si eso estás pensando, nosotros te ayudamos porque lo mereces, eres una gran persona, con un corazón muy puro. Espero podamos seguir siendo amigas...-Sin más Aoi y Akemi se dieron un abrazo reconfortante otra vez en aquella cocina.
Unos moreteados y ensangrentados muchachos se dejaron caer a la entrada de la puerta trasera, causando un estruendo al tener cuerpos tan pesados.
La peli rubia junto a Aoi se separaron rápido y corrieron a ver qué sucedía afuera. Al asomarse solamente suspiraron, pero antes de poder decir alguna cosa, la peli negra agarró de una oreja a Inosuke y se lo llevó a una de las mesas del local para poder limpiar el desastre en su cara y cuerpo.
Dejando a Sanemi junto a Akemi.
La pequeña ojiverde estaba nerviosa y se notaba, aún rondaba en su cabeza todas esas cosas que hablaron. Sacudió un poco su cabeza antes de dirigirle la palabra.
- Yo... puedo ayudar a limpiar sus heridas si lo necesita..., Sa-sanemi-san. -Un pequeño golpe mental por parte de ella misma al ponerse nerviosa al hablar fue suficiente para hacerla reaccionar.
Pero él es un hombre muy atractivo obviamente debe atraer a muchas mujeres...
Un suspiró salió de la boca de Akemi, en serio ella estaba siendo muy imaginativa ahora mismo.
Ahora con la consciencia más tranquila pues el saber que es imposible ser de su tipo, le dió algo más de confianza.
- Le ayudaré a levantarse, Sanemi-san. -Sanemi abrió los ojos con sopresa al oír palabras tan seguras y firmes viniendo de ella, se le hizo extraño pero algo aún lo tiene incómodo respecto a ella...
Pasando uno de sus fuertes brazos encima de aquella pequeña muchacha le hacía pensar que podría desarmarla si quisiera. Obviamente él no quería eso entonces fue como caminar cojeando y encorvado hasta llegar a una de las mesas, pero no quiso decir nada, pues ella se veía muy tierna haciendo fuerza para ayudarlo.
Esa escena le sacó una sonrisa al peli blanco, ella es una buena persona, definitivamente.
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Ya con ambos ex cazadores completamente curados y parchados, era hora de preparar las habitaciones para Akemi.
- Aoi-san, por favor acompañeme para poder mostrarle su habitación y el baño. -La peli negra se levantó de la mesa y dejó el botiquín de emergencia en la despensa. Necesita tener esos utensilios cerca si Inosuke ronda por ahí.
- Ahora te sigo, Akemi-san. -Sin mirar atrás las dos jóvenes muchachas se perdieron de la vista del par de brutos, dejándolos en silencio.
Un incómodo silencio.
- Jajajaja...-Inosuke frunció el ceño ante la repentina risa del Ex-Pilar.- Ah... no creí que el señor Rey de la Montaña tenía una dueña tan mandona, no, creo que me sorprendió más verte callado cuando ella te gritó. Realmente me sorprendes, muchacho.
Un suspiró es lo único que escuchó Sanemi a su intento de discusión que le lanzó al oji esmeralda.
- ¡Te ríes porque no tienes una Reina que te grite como ella, HAHAHAHAHA!...-El peli blanco abrió los ojos al oír aquella respuesta, si bien era completamente torpe el objetivo de esta si le había dolido.
- Mira-... -El Ex-Pilar no pudo terminar de hablar porque Inosuke lo interrumpió.
- Cuando tengas a quien se preocupe por ti, no te importarán esas cosas. ¡Cada vez que Aoi me grita sé que lo hace porque yo le preocupo!. ¡Y eso hace feliz al Rey de la Montaña!.
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_____Aoi _____
Akemi-san me cedió la habitación de invitados en su casa y es bastante acogedora, tuvimos que sacudir algunas cosas y limpiar el piso para poder armar los futones.
- Akemi-san, eres muy amable, espero poder volver estos días a visitarte... -Me acerqué un poco más para poder susurrarle.- Intentaré venir sola, así no causaremos ningún problema, ¿está bien?.
Vi como ella sonrió suavemente mientras negaba con su cabeza.
- No se preocupen por eso Aoi-san, sus visitas con su novio son muy entretenidas.
Bueno, en eso tiene razón, con Inosuke es como tener a un niño de 5 años corriendo por todos lados y comiendo todo lo que pilla ...
Una imagen mental bastante graciosa de un Inosuke bebé corriendo por doquier me hizo mucha gracia y fue inevitable no soltar una risita haciendo que Akemi me mirara extraño.
- jeje, ¡lo siento!. Estaba pensando en algo tonto... -Me avergoncé al haber pensando eso, pues no sé si sea el hecho de imaginarlo a él o un bebé en general...
La voz de Akemi me sacó de mis pensamientos.
- Aoi-san, ya está lista la habitación, si quiere puede usar la bañera primero, yo iré a despedirme de Sanemi-san...-Vi en su rostro una expresión rara...
Creo que ella...
No terminé siquiera de planear qué responder cuando ya no estaba en la habitación. Bueno, mañana hablaré con ella.
Tomé el cambio de ropa que Akemi me entregó y fui al baño, necesito un baño urgente.
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_____Sanemi_____
Las palabras de ese muchacho me dejaron pensando... Odio decir que el mocoso tiene razón, pero quizás yo, ¿debería hacer algo al respecto?. No lo sé.
Recordando las palabras que me dijeron cuando creí que moriría, ¿yo realmente merezco vivir con alguien a mi lado?.
Literalmente soy un asesino, no soy atractivo, no tengo la mejor personalidad ni paciencia. Estoy seguro que ninguna mujer se sentiría atraída hacia mí en estos momentos.
Mis pensamientos fueron interrumpidos por unos ligeros pasos que provenían antes de entrar al comedor.
Ella otra vez, esa clara cabellera al igual que sus ojos me hace sentir muy extraño...
¡Maldición!, debería haber aprovechado este tiempo a solas para preguntarle esto a Inosuke.
- Ya está lista la habitación, Inosuke-san. -Tiene una voz muy suave, me recuerda a la voz de mi madre... Pero, ¡¿qué mierda extraña estoy pensando ahora mismo?!.
Ví como Inosuke salió corriendo en busca de Aoi seguramente, o irá a dormir a la habitación. No lo sé y no me interesa, ¡pero está maldita situación me tiene perdido!.
Agaché mi cabeza tratando de ocular mi cara pero solo sirvió para llamar más la atención, sentía ambas miradas sobre mí... AAAAAHG!
- ¿Se encuentra bien, Sanemi-san?. -Ella... ¿Desde cuándo ya no tartamudea mi nombre?, ¡me pone muy nervioso que hablé así!.
- Si, lo siento por preocuparte, yo creo que ya debería irme a casa. Es tarde y bueno, de todas formas mi misión aquí ya está completa. -Me levanté bruscamente de mi asiento haciéndola saltar de la impresión, y coloqué una mano en la su cabeza antes de despedirme.- Ya lo hablamos, ¿cierto?.
Sonreí lo más sincero que pude pero sus ojos ahora estaban brillando demasiado... Si pudiera ver con claridad estoy casi seguro que están así porque ella está sonrojada.
Bueno, creo que al menos una mujer que no estaba dentro de la Organización fue amable conmigo, eso es algo bueno para mí también.
No quiero seguir alargando está despedida. Saqué mi ma no de encima y me dirigí hacia la puerta de salida.
Estaba por llegar cuando unas pequeñas manos atraparon mi muñeca derecha.
Traté de hacer una mueca intimidante pero su cara es realmente agradable, me es imposible.
- Ahora yo soy quien pregunta, ¿sucede algo Akemi-san?. -Sentí como sus manos temblaron al oír mi voz, me hizo gracia.
Ví como aún sin responderme algo, bajó su cabeza pero aún no soltaba su agarre en mi muñeca.
Me giré casi por completo quedando de pie frente a ella.
- Estarás bien, ya nadie vendrá a hacerte daño Akemi-san.
- Yo... tengo miedo, Sanemi-san... -Asi que eso era...
- Eso es normal Akemi-san, no tienes que avergonzarte por tener miedo, levanta la cabeza. -Al levantar su cabeza pude verla otra vez, esos ojos claros y brillantes, ahora humedecidos por los recuerdos...
Sonreí un poco inconscientemente, pero ahora.
¿Qué se supone que debo hacer?.
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_____Aoi _____
Me estaba relajando en la bañera cuando sentí a Inosuke entrar a la habitación corriendo, me asustó un poco pero a fin de cuentas así es él...
- ¡Aoi!, ¡¿dónde estás, mujer?!. -Mh hace tiempo no me debía así jaja, quizás qué sucedió.
- Estoy aquí en el baño, pero ni si te ocurra entrar, voy a salir en un rato. Espérame si quieres. -Mi cuerpo estuvo de pie todo el día, solo quiero dormir.
Estaba otra vez en paz cuando sentí como Inosuke entraba al baño, sin pedir permiso y ¡desnudo!.
- ¡Inosuke!, ¡¿pero qué te pasa!?-...-No terminé de preguntar cuando ya estaba dentro de la bañera conmigo.
Está loco.
- ¡Quiero darme un baño con Aoi!. -Su manera tan extraña de ser es realmente cautivadora a veces jaja.
- Ah... está bien, pero deja de gritar está bien?, recuerda que Akemi-san dormirá en la habitación de al lado, y que Sanemi-san está aquí aún.
Inosuke se acomodó detrás de mí en la bañera y me apoye en su cálido pecho me sentía tan cómoda que podría dormirme aquí mismo.
- Creo que deberíamos ir a la cama Inosuke, me estoy quedando dormida aquí adentr-... -Antes de poder decir algo más Inosuke ya me tenía en sus firmes brazos mientras salía de la bañera.
El frío no tardó en pegarse en mi piel desnuda haciendo que inconscientemente pegará todo mi pecho sobre Inosuke pues él se siente muy calentito.
- Ah... Aoi...-Levanté mi cabeza para mirar a Inosuke, pero para mí sorpresa su cara estaba roja como un tomate!...
Al verlo así, de inmediato tapé mi pecho con mis manos.
- ¡Ah!, lo siento, Inosuke. ¿Te incomodó?. -Saqué una de mis manos para tocar su cara, cuando de repente me dejó en el suelo y se fue corriendo de vuelta en la habitación...
Estuve de pie unos segundos antes de acercarme a buscar mi cambio de ropa, mi mente no deja de pensar en por qué huyó Inosuke.
Terminé de vestirme y secar un poco mi cabello, entré a la habitación y me encontré con Inosuke acostado en un futón boca abajo, eso algo extraño.
Él ama dormir boca arriba.
- Oye, Inosuke... -Susurré en su oreja por si está durmiendo.
Al no tener respuesta solo me iba a levantar y recostarme en el otro futón, pero el agarré de Inosuke me tiró ahí mismo con él...
- Aoi... tengo un problema. -Oír a Inosuke con ese tono de voz me dió escalofríos, y creo que sé a lo que se refiere pues hay algo ahora mismo punzando en mi estómago.
- ¿Y cómo quieres qué te ayudé con eso, Inosuke?. -Sentí como se tensó todo su cuerpo al escucharme, cosa que me hace muy feliz...
Ni siquiera me respondió alguna torpe como yo esperaba, simplemente me besó, un beso bruto y hambriento...
No esperó a que las cosas se calentaran de a poco, claro que no. Pues su lengua ahora mismo abría paso dentro de mí boca como nunca. Pasé a estar recostada a su lado a estar debajo de él siendo devoraba verozmente.
Mis manos ahora estaban aferradas a su nuca, quería más de él, sentirlo más cerca de mí.
Cuando Inosuke está conmigo así, nada importa, solo somos nosotros dos y nuestro amor.
Pero, hoy no estamos en casa, y recordé eso.
- E- espera, Inosuke...-Levantó su cara pidiendo una respuesta a mi llamado... pero el verlo así me dejó por un segundo perdida en sus ojos...
- ¡Ah!, ¡ya recordé!. -Acerque mi boca hasta su oreja y dije.- No podemos hacer eso aquí, está Akemi-san, ¡de hecho esta es su casa!.
Lo ví levantarse y respirar, no paso más de un minuto cuando se lanzo sobre mí otra vez para besarme.
¿Qué le pasa a éste?.
- No hay nadie en casa, Aoi...
Ooh, ahora lo entiendo. Hizo una postura hace un segundo para asegurarse de eso.
Al ser así, quizás Akemi-san y Sanemi-san fueron a otro lugar, pero... ¿dónde, y por qué juntos?.
Mi cabeza estaba hecha un lío hasta que Inosuke comenzó a mordisquear mi cuello...
Un escalofrío recorrió mi cuerpo, me siento tan segura en sus brazos, no creo que esté mal querer hacer esto luego de un largo día...
Pero, hoy será diferente a la primera vez. Me levanté rápidamente sorprendiendolo, cuando sin apuros me fui desvistiendo de a poco frente a él, prenda por prenda. Escuchaba su respiración agitada y sus suspiros en el proceso, cosa que me ponía cada vez más encendida...
Sin esperar una acción por parte de él, al estar completamente desnuda me deslicé hacía su cuello, mordisqueando y lamiendo algunas partes. Sentía el cuerpo de Inosuke muy relajado y entregado a la situación, cosa que me hacía mucha gracia.
Pensé en algo audaz que oí alguna vez en el pueblo, y no dudaré en intentarlo. Quizás cuándo tendremos otra vez la oportunidad de tener una noche a solas...
Bajé dando besos desde el cuello hasta el pecho de Inosuke, antes de seguir lo empujé dejándolo recostado con medio cuerpo fuera del futón, pero da igual.
Su cara de sorprendido la tiene desde hace rato y no deja de hacerme gracia, creo que me gusta ser dominante con él.
Volví a besar su cuerpo, bajando ahora por sus abdominales bien marcados hasta llegar al límite, desatando ese nudo de la bata y él estará completamente desnudo.
No lo pensé dos veces y desate aquel nudo mal hecho de su bata, liberando a su firme amigo. Se veía tan duro que podría jurar que es doloroso...
Toque la punta con mi dedo verificando que ya está algo húmedo... Sentí como Inosuke se movió y al levantar mi mirada estaba apoyando sobre sus brazos observando todo. La situación me intimidó un poco pero no me iba a detener.
Saqué mi lengua y tratando de acumular la mayor cantidad de saliva posible la pasé sobre su punta y al rededor lamiendolo lentamente mientras a su vez miro la cara de excitación de Inosuke, mi interior se sacude al ver esa expresión...
Sigo haciendo mis movimientos estimulantes cuando inconscientemente metí todo lo que pude dentro de mí boca, es como si mi cuerpo supiera exactamente qué debe hacer y cómo. Los sonidos comenzaban a resonar en la habitación, los gemidos de Inosuke me hacían un lío en mi cabeza, me vuelven loca...
Estaba lamiendo, chupando, y masajeando suavemente el miembro de Inosuke cuando su mano de repente me sujetó la mandíbula y me levantó de un salto, no me esperaba eso y me sorprendió bastante.
Lo miré buscando una respuesta a ello pero no me dió tiempo pues en un segundo ahora era yo quien estaba recostada en el futón. Sin decir mucho sentí como Inosuke entraba lentamente en mí, se sentía muy diferente, comparado con la última vez ahora no ardía ni me molestaba en absoluto. De hecho sentía demasiado bien.
Como si hubiera estado esperando a que él me llenara, no hubo más de dos minutos que él estuvo quieto, una mirada directamente a mis ojos me hizo ver su sinceridad... Con un beso largo comenzaron esas firmes embestidas por parte de Inosuke, llegando tan adentro que me deja sin aliento...
Los sonidos en aquella habitación se mezclaban entre sí, el crujido del piso de madera, los golpes de nuestros cuerpos al unirse una y otra vez, los sonidos roncos por parte de Inosuke junto a su fuerte respiración en mi oído, para terminar todo están mis gemidos inevitablemente saliendo de mi boca y desde el fondo de mí garganta.
Sentía como se comenzaba a crear aquella sensación en mi vientre, ese nudo a punto de soltarse...
Cuando siento como me levantan y giran, quedando apoyada sobre mis rodillas y brazos sobre el suelo... Una posición muy extraña y algo vergonzosa, Inosuke puede ver todo desde atrás...
- Eh... Inosuke, ¿qué quieres hacer?. -Pregunté aún con mucha vergüenza, hasta olvidé que casi llegué al climax hace un minuto.
Sentí un peso sobre mí y seguido unas palabras que me dejaron sin aliento...
- Quiero hacerlo así, Aoi...-No supe qué responder, pues también me da curiosidad.
Sentí su punta rozar mi entrada y cuando entró, fue algo totalmente nuevo..., si antes ya llegaba muy adentro ahora mismo sentía que me llenaba por completo. Dejando escapar un grito de placer, Inosuke continúo su vaivén exquisito en mí.
Hasta el sonido que hacen nuestros cuerpos es distinto al anterior, suena mucho más marcado y obseno...
Está posición aún al ser algo incómoda, me estaba llevando a ver estrellas, las estocadas de Inosuke se vuelven cada vez más fuertes, mientras a su vez apreta mi cintura con sus fuertes manos, podrían dejarme fácilmente una marca de sus dedos.
Comencé a sentir aquel nudo en mi vientre otra vez...
- I-inosuke, ya casi... yo-... -Una de sus manos giró mi cara hacia atrás robándome un profundo beso mientras las embestidas subían su velocidad y fuerza, llevándome a la locura.
- ¡Yo-yo también, Aoi!. -Eso bastó más que mi nudo de desatara explotando en mí el placer, mientras que Inosuke callaba sus gemidos mordiendo mi hombro y descargando todo en mí...
Nunca habría imaginado que alguna vez tendría la oportunidad de hacer el amor, y mucho menos con Inosuke.
Nos dejamos caer juntos en el desorden causado por nosotros.
Pero antes de poder ceder al sueño, debíamos tomar un baño.
- Hey..., Inosuke, ¿estás despierto?. -No me respondió con palabras pero movió su cabeza en respuesta.
- Y... ¿puedes mover las piernas?. -Giró su cara con una expresión de duda en ella al escuchar la pregunta, fue inevitable no reír débilmente ante ella.
- Eh, bueno verás... Creo que fuiste algo rudo conmigo y ahora me duelen las piernas, de todas maneras necesitamos un baño así que, ¿tú podrías cargarme hasta la bañera?... -Como por arte de magia en menos de un minuto estaba dentro de la bañera en el baño, a veces olvidó lo rápido que es Inosuke.
- La próxima vez avísame cuando sea muy rudo contigo, Aoi.
Fué lo último que escuché antes de quedarme dormida en los brazos de Inosuke dentro de la bañera.
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Okay, solo decir que este
capítulo no lo había terminado solamente porque me dormía 😞,
yo solo escribo en la noche
porque durante el día soy una máquina ª, no mentira.
Pero es algo muy similar, no hay descansos 💔. Solo ruego perdón de ustedes, que son muy fieles,
esto es una relación muy tóxica, amikxs 🥺💖Muchas gracias por todos sus votos y comentarios,
siempre leo todosss.
Mucho amor, ufopy.✨💕
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