XI

Capítulo 11

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Movimientos
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_____Narrador_____

Estaban ambos sentados en un rincón de la habitación de Inosuke, en donde a penas entraba la luz por la ventana, haciéndoles el favor de ver que aún era de día allí en la Finca Mariposa.

Sentados ahí frente a frente, Aoi e Inosuke evitaban sus miradas inconscientemente.

Aoi lo hacía porque sabía que tenía que hacer algo muy atrevido ahora mismo, y en el caso de Inosuke era más porque le dolía saber que hay una parte de su cuerpo de la cual no está siendo capaz de recuperar él solo, hiriendo así un poco su orgullo como Rey de la Montaña, pues hasta el momento sí había sido capaz de recuperarse de muchos de sus malestares corporales al concentrarse lo necesario, pero ahora no lo estaba logrando.

(No está de más aclarar que sus heridas en pelea eran demasiado para él, al estar en un momento de tensión pues ahí no lograba estar concentrado en eso.)

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Y volviendo al incómodo silencio creado entre ambos jóvenes sentandos en aquél tatami, Aoi recuerda que debía actuar rápido, pues su sensei ya le había explicado que para un hombre aguantar este tipo de situaciones hace muy mal a futuro en sus órganos sexuales...

Con un suspiro largo y pesado como manera autoapoyo por parte de ella a sí misma, levantó sus manos en dirección al pecho ancho y firme de Inosuke.

Él al sentir las calidas y pequeñas manos de Aoi se exaltó un poco haciendo así que su piel se erice, aquella reacción calmó un poco a la pelinegra, ya que el cuerpo de Inosuke está captando lo que ella quiere, y también porque necesita que este esté estimulado para poder terminar lo más rápido posible.

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La pelinegra comenzó a crear un camino con sus manos en dirección al vientre del oji esmeralda, pasando lentamente por encima de sus músculos y abdominales bien definidos.

Esto podría calificar de igual forma como una tortura para Aoi, puesto que al terminar ella sería quien se quedará exitada...

Para no pensar más en esas cosas, decidió que debía concentrarse en lo que tenía que hacer por su amado compañero.

— Inosuke, ¿estás bien con esto?. —Se atrevió a hablar Aoi, ya que ahora mismo la tensión no es buena, lo ideal en esto es la relajación del cuerpo.


— S-si, estoy bien, tú...ehmm, ¿p-puedes seguir?. —Eso sorprendió a nuestra pelinegra, significa que le gusta el tacto dado por ella, y que está reaccionando bien a la estimulación.

— Yo voy a bajar ahora mis manos... Aún más, Inosuke. Y te lo digo porque debes estar preparado para esto... —Terminando así de hablar, Aoi bajó lentamente una mano hasta el primer botón del uniforme de Inosuke, haciendo que el muchacho jabalí soltará un suspiro pesado mientras agachaba la cabeza casi automáticamente.

Aoi mientras está tratando de ignorar todas las reacciones faciales y sonoras emitidas por Inosuke básicamente para evitar perder control de la situación, porque ella también está muy emocionada ahora mismo también...


La oji azúl continuó soltando los botones del pantalón, dejando así a la vista la ropa interior de Inosuke, haciendo sonrojar hasta las orejas a nuestra pelinegra.

Aún consumida en su concentración para poder hacer las cosas bien y rápidas, inconscientemente se fijó en el gran bulto que se encontraba allí...


Y su concentración voló por los cielos, haciéndole subir la mirada en busca de esos ojos esmeralda que tanto le gustaban para poder calmarse y seguir profesionalmente.

O eso espera pues...


Si bien Aoi es una profesional y aplicada tanto como enfermera en jefe y como persona... Inosuke es hasta ahora la única persona que logra sacar pensamientos y deseos que nunca habría imaginado antes.

Cómo por ejemplo ahora mismo, pues en su cabeza está la loca idea de besarlo y ayudarlo con su problema sin vergüenza alguna, pero si lo hace teme de que se deje  llevar y no pueden llegar hasta el final, porque principalmente, está todavía la posibilidad de ser descubiertos en el acto.

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Tantos planes e ideas creados en un minuto en su cabeza que no se fijó que su cuerpo había quedado en un estado un tanto extraño, pues mantenía su mirada sobre el pecho firme de Inosuke, sus manos aún sobre el pantalón del mismo y su cuerpo completamente congelado arrodillada frente a él.

Esto inquietó un poco al pelinegro, quien al no saber qué hacer, decidió sentarse mejor y recto para llamar la atención y sacar a Aoi de su trance... Pero Inosuke al enderezarse, quedó con ambas piernas separadas, dejando a la pelinegra entre ellas... Al observar esta situación, Inosuke tuvó una idea.

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Las manos de Inosuke hicieron un largo recorrido por las piernas de Aoi, (Las cuales han estado a hincadas frente a él un rato...) específicamente sus muslos, así hasta llegar a sus caderas, hasta finalmente dejándolas así, apoyadas pero firmes a la vez sobre la espalda baja de la ojo azul.

Sin esperar comenzó a ejercer fuerza arrastrando fácilmente en cuerpo de Aoi.

Quien con un rápido movimiento de Inosuke quedó sentada encima de él. Dejándole ambas piernas de la pelinegra a los costados de las suyas...

Si bien para Inosuke esto no significa nada extraño, pues netamente él solo quería sentirla lo más cerca posible porque ahora mismo era como si su cuerpo tuviera más poder que si mente, solo de pensar vagamente en algo y en un segundo hacerlo.

Aoi no reaccionó de inmediato... Porque con los primeros toques que hizo Inosuke sobre sus piernas la tensó y nublo su mente lo suficiente, pero no de una mala forma sino todo lo contrario...

Sintió como algo allí abajo estaba reaccionando, lo reconoció fácilmente ya que era algo totalmente diferente y nuevo a lo había sentido jamás.

Mientras la mente de Aoi debatía sobre si aquello era una sensación pegajosa o no,  Inosuke daba el primer paso, otra vez. Agarrando con la mano derecha la mandíbula de Aoi logrando que hicieran contacto visual por unos segundos, pero los suficientes para que ambos se sonrojaran.

Sin perder la voluntad el muchacho atacó ferozmente los labios de su amada... El calor de sus cuerpos ahora casi pegados uno del otro se les estaba subiendo a la cabeza en cada movimiento y respiración que mantenían entre ellos.

Inconscientemente el cuerpo de Aoi ya estaba relajándose encima de las caderas de Inosuke, quien de nuevo estaba recostandose sobre la pared de su habitación.

Sin imaginar qué pasaría algo diferente está vez, Aoi se recostó completamente sobre Inosuke...

Pero, en ese momento hubo algo de lo que sucedió entre ellos, fue algo nuevo y sorpresivamente satisfactorio para ambos jóvenes.

Si bien el roce que ocurrió no fue muy prolongando, si fue lo suficientemente estimulante para que la pareja se haya separado unos centímetros de sus labios para liberar unos gemidos de placer desde lo más profundo de sus gargantas, reacción que ocasionó aquel repentino momento.

Al ocurrir eso, ambos abrieron los ojos. Aoi sabía qué había sucedido pero, no pensó que realmente éstas cosas que algún día las vió como actos altamente repulsivos y asquerosos, como ahora que eran algo tan placenteros que llegan a hacer tu mente volar mientras suceden, casi sacandote de la realidad.


— Aoi. ¿Te dolió algo?. —La pelinegra levantó su mirada para concentrarse en su compañero, quien a pesar de estar excitado, (Y sin saberlo.) se preocupó por ver que ella se encuentre bien y cómoda con la situación.

Pues, ella ya le había dicho hacia un rato que no siguiera demostrando su amor. Entonces ahora Inosuke se preocupa de que Aoi pueda tener un respiro de este.

— ¿Eh?. No, no me dolió nada... —Ya sin poder aguantarse más, Aoi se daba por vencida...— Inosuke, realmente... sí me sucede algo.

La mirada de Inosuke cambió a una de duda y algo de preocupación al escuchar a Aoi, esperando que por favor no sea que se arrepintió de aceptar su amor.

— Yo ahora mismo..., me sentí muy bien contigo. Y ehm, cómo te lo explico... —Aoi puso sus dedos sobre su cien para pensar en palabras fáciles de entender para Inosuke.— ¡Ah!. —Aoi abrió los ojos preparada para hablarle directamente sobre lo que piensa.

— Bueno... ahora mismo nosotros hicimos un roce, allí abajo, ¿cierto?. — Inosuke confirmó con su cabeza para que Aoi continuara.— Y ese sonido que salió de nuestra garganta es algo que sucedió porque a ambos nos gustó demasiado. Entonces... A ti, ¿te gustaría seguir intentando eso?. *Y de esa forma ambos estaremos satisfechos después...* —Susurrando lo último, Aoi ya había ideado el plan perfecto para que no haya un contacto completamente directo entre ella e Inosuke.

O mejor dicho sus partes íntimas...

Sin tener una respuesta dicha, Aoi sintió como desde su cintura una mano la acercaba lentamente de vuelta hacia el cuerpo de Inosuke y en cuanto a la otra mano del pelinegro, está estaba en su nuca atrayendo de ella suavemente hasta juntar sus labios otra vez en un beso ni muy lento ni muy rápido.

Sin esperar ni perder más tiempo solamente en besos, Inosuke comenzó un movimiento extraño debajo de Aoi, pero que extrañamente estaba haciéndola sentir bien a ella también... Pues sentía como algo duro y grueso rozaba por encima de su uniforme, justo en aquella zona íntima suya..

Perdida en el momento empezó a seguir el ritmo de Inosuke, moviéndose por encima también, buscando ahí su punto perfecto de estimulación al igual que Inosuke.

Cualquiera que entrase en aquella habitación quedaría tan sorprendido que de seguro se desmayaría al ver qué ocurría. Inosuke con Aoi encima de él, mientras que ambos se rozan entre ellos como si fueran animales en celo, una situación completamente fuera de lo común.

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Aún así, sin pensar en nada ni nadie, la pareja seguía en lo suyo con aquellos movimientos. Ni siquiera cuando en unos momentos los besos ya no estaban siendo capaces de aguantar los gemidos de placer que emitían ambos jóvenes, escapándose más de alguno al aire.

— Ah~, Inosuke... Esto se siente, m-muy bien. —Aoi intentaba hablar para no perder la cordura, pero en el caso de Inosuke está a completamente consumido por el placer que le causan los roces con Aoi...


El olor de ella, su cabello lacio, sus ojos azules, sus caderas sobre él... para él está a en el paraíso, en su propio paraíso.

— Aoi. —La pelinegra hizo contacto visual con él, pero sin imaginar que vería por primera vez una mirada de excitación por parte de Inosuke. Le dió escalofríos.— Aoi, ¿p-podemos movernos más rápido?, me estoy sintiendo muy bien... —La voz de Inosuke estaba más ronca de lo normal, y a pesar de la timidez en su petición no evitó dejar a la pobre Aoi más aún en las nubes.

Aún sorprendida por la petición del pelinegro, Aoi solo asintió con la cabeza, la verdad ella también se sentía muy bien y juzgando por el sol entrando en la habitación ya era de tarde y debía irse pronto...

Sin esperar mucho más, Inosuke enterró sus dedos (Sin llegar a hacerle daño a la pelinegra.) sobre sus caderas, haciéndole sacar un suave gemido al aire, siendo a la vez atrapado por la boca del oji esmeralda, quien sabía que no podían hacer mucho ruido.

— ¡Ah!~ I-inosuke... A-ahí, sigue así... —Inosuke sin más comenzó a hacer más presión dónde le está a indicando Aoi, sin saber realmente por qué, él solo lo hizo.

Pero para su sorpresa al hacer ese movimiento tan repentino y brusco por lo demás, hizo que su ropa interior de bajara lo suficiente para que aquella punta tan sensible de su cuerpo rozará directamente el uniforme de Aoi, justo en aquella zona que emitía un extraño pero atrayente calor, obviamente percibido por Inosuke.

Las manos de Aoi al sentir que algo dentro de ella hacía una presión extraña solo reaccionaron a envolver el cabello de Inosuke, jalando un poco de el inconscientemente...

Esta acción por parte de Aoi causó que Inosuke cada vez sintiera algo que estaba cerca de salir, casi como la sensación de orinar. Pero que a la vez, no lo era

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Pasaban los minutos entre los dos allí y ahora los gemidos de ambos se estaban saliendo de control. Inosuke ahora estaba con su cara escondida en el cuello de Aoi, y viceversa. Pues la pelinegra estaba enterrada en el cuello firme de Inosuke, sintiendo su sudor y músculos de la espalda tensarse en cada movimiento le hacía sentir algo muy bien dentro de ella...

Sus manos aún estaban jugando enredandose con cabello, cuando sintió como de repente su trasero fue atrapado por las grandes y duras manos de Inosuke, haciéndola restregarse más directamente a él.

Aquel momento fue el climax, pues la actitud brusca y extraña de Inosuke se debía a qué se sentía más y más al límite de su placer.

E al igual que Aoi quien unos movimientos después de que las manos de Inosuke no soltaran más sus glúteos, la llevó directo al límite.

— Ah~... —Ambos jóvenes terminaban su primer contacto "no directo" de algo que era cercano a tener relaciones...

Aoi al terminar descansa su cuerpo sobre Inosuke, quien a su vez se sentía muy bien como para querer moverse de esa posición.

Las piernas de la pelinegra estaban temblando, cosa que se le hacía muy extraño a Inosuke.

_____Inosuke_____

Aoi debe estar muy cansada, a penas logre recuperarme totalmente la acostaré en la cama.

Ya iba a levantarnos cuando sentí una cosa viscosa sobre mi vientre... Pero, ¡¿qué rayos es esto?!.

_____Aoi _____

Ah... Ahora que estoy más relajada, realmente no puedo creer que acabo... No, ¡Que acabamos de hacer!.

Aish soy una tonta.

Debí haberme ido de la habitación a penas ví su erección... Pero se sintió tan bien, si tan solo pudiera mover mejor mis piernas ya estaría en el baño, está ropa interior está empapada.

Mis pensamientos fueron interrumpidos cuando sentí a Inosuke tensarse frente a mí, levanté la mirada en busca de sus ojos esmeralda pero en cambio encontré otro escenario, Inosuke eyaculó por primera vez entre medio de ambos...

Genial, mi uniforme de enfermera quedó arruinado por hoy. Espero Tanjiro no sienta el olor extraño y vaya pregunté cosas raras.

— Aoi, lo siento, es mi culpa... —¿Ah?, ¿por qué se disculpa Inosuke?

— Tranquilo, jabalí. —Puse mi mano derecha sobre su cabeza y despeiné un poco su cabello bicolor.

Realmente no es gran problema lo de las manchas, de todas maneras lavo la ropa de Inosuke a diario.

Le di mi sonrisa más calmada con el fin de que se relaje igual que yo.


— Me iré yo primero a cambiar, ¿está bien?, no debes preocuparte. Es solo... eh, una mancha. —No tengo tiempo para explicarle ahora sobre qué es el semen.

Intenté levantarme pero mis piernas no me ayudaron haciendo que casi me cayera al tratar de levantarme...

¡¿Por qué ahora?!.

He hecho cosas peores, entrenamientos agotadores con Shinobu-sama y nunca tuve las piernas así de dormidas...

— Inosuke, tengo un problema... No puedo levantarme. —Hablé mirando el suelo, quizás si soy débil...

Casi no terminé de pensar cuando Inosuke ya me estaba cargando hasta recostarme en su cama, me sorprendió mucho que él ya esté totalmente repuesto luego de nuestro encuentro...

— Lo siento, Inosuke. —No quería verlo a la cara quizás está decepcionado de mí, pensó que yo era más fuerte...

— ¡¿Ah?!, ¿de qué hablas?. —Levantó mi cabeza con su dedo para que lo mirara a los ojos.— Si lo dices porque no pudiste pararte, ah... —Suspiró para rápidamente volver a mirarme directo a los ojos.

— Oye, estuviste con tus rodillas sobre el piso todo el tiempo, las piernas dobladas haciendo todo el peso en tus rodillas, además de que estaban siguiendo los movimientos. Tu sangre fluyó hacia esas zonas, tus músculos se tensaron y soltaron mil veces, ¡tus músculos están cansados es obvio!. Y además, tú eres la que es inteligente aquí. Deberías saber yo que tengo la razón. —Terminó de hablar cruzándose de brazos, mientras sigue sentado en la cama frente a mí.

No pude evitarlo asíque solamente me acerqué un poco y lo besé, si bien fue porque tenía la razón, también es más por mi amor a sus labios y cómo me hace sentir cuando me besa...

Antes de que el beso termine en algo como hace rato, me separé. Dejando juntas nuestras frentes antes de sentarnos otra vez como al principio.

Uno frente al otro.

— Bueno, en eso sí tienes razón. Pero, ¿ahora cómo lo voy a hacer con esto?. —Pregunté apuntando mi uniforme de enfermera el cual seguía manchado con la "escencia" de Inosuke.

— Sácatelo y yo se lo doy a las niñas para-... —Al ver mi mirada de desaprobación miró rápidamente hacía un lado y dijo.—  O también podría dejarlo en la ropa sucia...?

Sonreí al ver que entendió mi mirada... jaja.

— Eso será lo mejor. Pero debes dejarla en una canasta vacía, y separada de la demás ropa porque podrían mancharse también. Luego yo iré a lavarlo, asíque no te preocupes. —Al bajar mi vista me di cuenta de que el pecho de Inosuke estaba sucio aún, casi lo olvidaba.

Saqué un pañuelo que siempre llevo en el bolsillo, por si algo se ensucia en la cocina u cualquier otro lado, y comencé a limpiar el pecho de Inosuke.

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Sin pensarlo ni demorarme demasiado en ello, terminé lo más rápido que pude limpiando el pecho de Inosuke, dejándolo sin rastros de sustancias extrañas e inmediatamente desabroché mi uniforme de enfermera para entregárselo a Inosuke.

Ahora sí, ambos ya estábamos libres de suciedad.

Inosuke se fué con mi uniforme y quedé a solas sentada en su cama mientras espero a que mis piernas me respondan mejor, y no parezca que tengo alguna enfermedad extraña que me hace caminar así.

Antes de poder seguir pensando algo más, sentí como la puerta corrediza de la habitación de abrió.

Sin prestarle mayor atención, seguí con mis masajes en las piernas, pues di por hecho que era Inosuke quien entró, ya que su misión era traerme un uniforme limpio para poder salir e irme al baño.

Pero...

— Aoi. ¿Qué sucedió?. —Mi piel de erizó de escuchar esa voz, y más aún en aquel tono de voz en Kanao...

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Bueno hasta aquí el cap,
espero haber captado
mi objetivo, no quise ser
muy invasiva aún...
Ojalá y les guste🥺
¡Lo escribí todo en una hora!
jaja Me inspiré 😎🤙🏻
Cuídense, chiquxs.
Mucho amor, ufopy ❤️

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