Capítulo 9

°

Enamorados
°

_____Narrador_____

Inosuke aún mantenía a Aoi y sus cosas en brazos pues no le daba importancia alguna. Él quería hablar con ella y esa era su mejor solución, mantenerse lejos y relativamente acorralada a su presa.

Aoi aún estaba algo impactada al pensar que Inosuke quería tener una conversación humanizada con ella, pues siempre que ella lo había intentado por alguna u otra razón siempre terminaban en gritos.

¡¿Y cómo no podría estar más nerviosa aún si estaban allí en su habitación!.

Esto estaría muy mal visto, pero viniendo de él, era algo normal. Pues no es alguien que siga el orden de la mayoría, será siempre a su gusto y decisiones propias las acciones que hará.

Volviendo a la realidad, ambos habían quedado en silencio después de aquel grito de Inosuke, que fue algo incómodo pues él también se había avergonzado.

— Está bien, hablemos. —Aoi cedió a tener aquella conversación, quizás sea algo bueno.— Pero, por favor bájame. Necesito estar cómoda para que podamos conversar mejor. ¿No lo crees?.

Y como si esas hubieran sido unas palabras mágicas, Inosuke la bajo con el mayor de los cuidados. Haciendo sonrojar aún más a su acompañante, quien las mariposas en su estómago la estaban matando por estar en la habitación de el chico que le gusta...

Inosuke aún siendo indiferente a aquellos pensamientos de la pelinegra, si que estaba  nervioso también, solo que él no sabía porque sus manos sudaban y su corazón estaba palpitando como loco.

"Solo debe ser un resfriado", se repetía en la cabeza de nuestro chico jabalí. O eso creía...

_____Aoi _____

No puedo creer que me haya traído aquí para poder hablar, pudo haberme llevado al dojo, allí no se acerca ningún alma. Pues los entrenamientos seguramente les creó algún trauma.

Inosuke al bajarme dejo su mano en mi espalda, estaba muy cálida, casi podía sentir  como si calor se pasaba.

Antes de seguir pensando cosas raras, debo comportarme. Di una mirada rápida al rededor y rápidamente hice una limpieza.

¡Ni siquiera Zenitsu haría esto tan rápido como yo, jajaja!.

— Oi, no hagas eso. No ahora. —Su voz sonó tan seria que un escalofrío recorrió mi espalda. Solo atiné a sentarme en el tatami que había alcanzado a despejar en la habitación, el espacio era suficiente como para estar sentados en uno al otro... Mala idea haber limpiado.

Iba a levantarme para sentarme en otro lugar pero el ruido brusco de Inosuke al sentarme en el suelo me desconcentró.

Ahora estando sentados frente a frente me sentía más ansiosa aún, no podía dejar de tocar mis dedos y mirar mis manos. Debía evitar el contacto visual con esos ojos grandes color esmeralda si quería salir viva de aquella habitación.

— Mh, eh... Yo estaba esperándote hoy. —Eso que dijo Inosuke me sorprendió, ¿de verdad espero por mí?.— Y es porque Monitsu me dijo que tenía que decirte todo... No sé qué es "todo", pero te diré lo mismo que le dije a él y a Tontaro.

Esto me tiene la piel de gallina, seguramente me dirá que ya está enamorado y no puede corresponder mis sentimientos...

Mmh, ¿Es que acaso yo debería interrumpirlo? Realmente no quiero oír cuando me diga que no me ama...

— Le dije a Monjiro y a Monitsu qu-... —Tapé la boca de Inosuke con ambas manos, no creo poder soportar seguir viéndolo todos los días después de haber sido rechazada de esta forma... No estoy preparada.

Mis brazos y todo mi cuerpo comenzó a temblar el imaginarlo con una mujer... Seguramente ella si es fuerte y capaz, si él está enamorado de ella debe ser por esos rasgos, él no merece menos tampoco.

Cada pensamiento dentro de mi cabeza hace que mis ojos se sigan humedeciendo estando en su límite, era cuestión de tiempo para que las lágrimas cayeran cuando en un movimiento rápido las manos de Inosuke levantaron mi cabeza para verlo a los ojos.

Su mirada se veía extraña, era de las pocas veces que no podía leerlo como antes, qué será lo que pasa por su cabeza ahora mismo?, viéndome en esta posición no debe ser algo muy positivo, que patética me debo ver.

— Discúlpame, pero no podré aguantar oir esto, prefiero que estemos como antes. Antes del beso antes de ir a comer juntos todo eso. Quiero seguir siendo bienvenida en tu vida como una amiga... Por favor. —Ya en esta instancia mis lágrimas y mi voz no cooperaban con el objetivo, espero Inosuke me haya entendido.

No quise seguir viéndome de aquella manera frente a él, asíque me levanté rápidamente en dirección a la puerta corrediza de la habitación.

No di más de un paso después de haberme levantado del piso cuando la mano de Inosuke agarro mi muñeca de manera desesperada...

Pero, ¿qué le sucede ahora?, pensé que había quedado claro mi posición.

— Aoi. —Aish... ¿Por que tienes que decir así mi nombre?.

— Aoi, déjame hablar a mí también. Yo aún no he dicho nada. —Buen punto, quizás me estoy preocupando demasiado y solo me dirá que quiere que le lave la ropa...

— Tienes razón, en ese caso... ¿Me siento otra vez?. —Casi como si fuese un cachorro volvió a su posición inicial, esperándome sentado con las piernas cruzadas y una sonrisa... Necesito adivinar qué piensas.

— Yo le dije a Monjiro que me duele el pecho cuando estoy cerca tuyo, le dije que estaba enfermo pero ellos me dijeron que eso es amor. —¿En serio, Inosuke?. Esta manera tuya de ser directo me dejó impactada por unos segundos...

Procesando...

¿O sea que Inosuke me quiere a mí?!

AHHHH

GRITOS Y BAILES INTERNOS

— Espera y eso, ¿tú cómo lo sabes?, digo eso es lo que ellos dijeron pero, ¿cómo sabes tú que es verdad?. —No puedo ilusionarme aún...

— Mmh creo que no estoy seguro cuándo fue, pero si que cuando besé tu boca y luego huiste, me quedé ahí afuera pensando. —Cielos... entonces si ha estado diferente estos días.

Me sorprendes cada vez más, Inosuke...

— Cuando estoy con Aoi, además de la sensación en el pecho, me da mucha paz. Siento cómo mi cuerpo sale de su estado continúo de pelea. No creo que entiendas pero he podido encontrar mi pareja, y eres tú. —Creo que morí.

He muerto.

¿Dónde aprendió a hablar así?, seguramente los muchachos le enseñaron... Pero haberlo memorizado hasta ahora me saca de la realidad.

No aguanté mi felicidad más tiempo y me lancé a darle un abrazo, envolví su cuello con mis brazos dejando un espacio para poder meter mi cara entre medio, quedando junto a su oreja.

¡¿Cómo es posible que hasta esa parte de su cuerpo sea perfecta?!

— Ah...Tenía tanto miedo-...—Mi voz se quebró un poco al hablar, pues en serio la ansiedad me estaba matando.— Y-yoo pensé que ibas a decirme que no podías amarme, pues ya tenías a alguien más...

Sentí a Inosuke poner sus brazos alrededor de mí, los cuales hasta el momento habían estado a sus costados como piedra luego de que lo abracé, apegándome así más y más a su cuerpo con aquel abrazo...

Ay Aoi, debes pensar en cosas lindas y NO en los brazos firmes de Inosuke..

— ¿Por qué pensaste eso?. —El que hablara me sorprendió un poco, pues me sacó de mis pensamientos sobre sus músculos y me avergoncé inconscientemente como si pudiese saber lo que yo estaba pensando...

— Yo no conozco a nadie más que a ustedes. Los inútiles, las niñas, los pilares agonizantes y tú. —Bueno, creo que en eso creo que tiene razón.— Y si preguntas. Yo obviamente elegí bien, elegí a Aoi; ¡Y estoy seguro, como que mi nombre es Inosuke Hashibira, el Rey de la Montaña!...—Hizo una pausa que se me hizo extraño.— ¡Tú ahora serás la Reina de la Montaña, Aoi!.

Reí al oírlo terminar así su discurso, pues verlo otra vez siendo así, con la personalidad explosiva que me enamoró me pone de buen humor, esa personalidad me hizo seguir adelante aún en tiempos difíciles...

Estaba consumida en mis pensamientos de Inosuke cuando decidí recostarme en sus piernas un momento, pues mis rodillas ya estaban doliendo al mantenerme a hincadas en ese abrazo.

— Lo siento, Inosuke, ahora mismo me levantaré. —Casi no termino de hablar cuando sentí como inosuke atacó mis labios con un beso salvaje.

Definitivamente a su manera.

Estaba aún sentada encima de sus piernas mientras él me apretaba más y más hacia su cuerpo, estaba en las nubes cuando sentí de repente la mano de Inosuke en mi espalda baja y otra en mi nuca, dejándome sin escapatorias posibles.

No es que yo me esté quejando, pero ahora me estoy quedando sin respiración.

Unos segundos más duro ese apasionado beso, el cual a penas terminó hizo que ambos demos un respiro de alivio, haciendo después una pausa y volver a como estábamos.

Cada beso que pasaba más se acercaban nuestros cuerpos, probablemente Inosuke no lo sabe pero si seguimos así quizás esto termine en otra cosa...

— Ah... Inosuke, t-tenemos que parar. —Intenté hacerlo volver en sí cuando repentinamente sentí como su nariz rozaba la mía, para luego bajar hacía mi cuello haciendo un recorrido con su nariz sobre el mismo, llegando hasta el espacio de mi cuello y mi uniforme, dónde mi piel estaba a la vista se detuvo dando una mordida allí, pero...

¡¿Por qué hizo eso?!, ¡¿y por qué se sintió tan bien?!

— I-Inosuke no hagas eso. —Vi como levantó su cabeza con una mirada triste en ella, ay no... cómo puedo decirle que no a esa carita.

Estaba cerrando los ojos para volver a lo que estábamos cuando Inosuke se separó un poco de mí, abrí los ojos dudosa de por qué se alejó cuando con un gesto extraño me dice.

— Aoi, creo que estoy enfermo. —Eso que dijo Inosuke me sorprendió bastantes, pues casi nunca se enferma gracias a su buen control físico, y temperatura corporal, él sabía regular lo que necesitaba en su cuerpo.

Se me hizo muy extraño y mi cara lo expresaba.

—A ver, déjame hacer una revisión rápida. — me levanté un poco para poder tocar su pulso, también la temperatura..pero no había nada raro.

— Inosuke, estás bien, estás sano.—Al decirle eso seguía sin verlo convencido pues bajo la mirada, al verlo así se me apretó el pecho. Quizás si le pasa algo...— Bueno, ¿puedes decirme  qué te sucede?, para poder anotarlo y ayudarte. —Es lo mejor que se me ocurre en este momento.

— Yo... no sé por qué, pero con el primer beso también enfermé...—Aún no me dice que le pasa... pero me dió vergüenza oírlo decir eso.

— ¿Pero, a qué te refieres con enfermarte, Inosuke?. —Ahora mismo la curiosidad de qué sucede me puso nerviosa.

— Me duele aquí cuando estoy cerca de Aoi, mi estómago hace cosas raras, como si tuviese que ir al baño...Pero ya dijiste que es amor pero, también me dolió aquí...—Vi cómo su cara se sonrojaba demasiado al decirme eso, apuntando a su pecho, supongo que sería su corazón y luego su estómago.

Pero dejé de presentar atención por la ternura que me dieron sus palabras... Realmente le costó y aún así lo hizo.

No pude aguantarme la risa, no porque me pareciera chistoso sino que era demasiado tierno...

Él está sintiendo lo mismo que yo, los nervios, la ansiedad al estar cerca, las mariposas en el estómago, etc.

Sentí su mirada sobre mí al terminar de reír, haciéndome sonrojar un poco más de lo que ya estaba, ahora sí le diré qué le sucede.

— Ya sé qué es lo que tienes-...—No me dejó terminar, pues agarró de mis hombros, y me miró fijamente para luego soltarme y alejarse unos pasos hacia atrás...

— ¡No puede ser!. Estoy enfermo, ¡maldición lo sabía!. Aoi, alejate, no quiero que te enfermes también. La Reina de la montaña debe seguir viva. —Estaba cada vez más atrás casi llegando a la pared de la habitación cuando me armé de valor y me acerqué hasta unos centímetros de su cara.

— No estás enfermo, tonto. Déjame terminar.—Ahora teniendo toda su atención, seguí hablando.— Estás enamorado solamente, eso es parte del amor, y todo eso que tienes tú, el dolor del pecho, las cosas raras en tu estómago, también las siento yo cuando estoy contigo, en conclusión eso significa que estás enamorado. —Lo miré directamente a los ojos, y sin vergüenza ni timidez agarré su cara con ambas manos mientras más me acercaba a él...

Un poco antes de fundir mis labios sobre los de él le susurré como punto final de la conversación.

— Estamos enamorados. —Terminando así con un beso a nuestro ritmo, primero lento con movimientos suaves y buen manejo de nuestras respiraciones... para luego aumentar el ritmo, e ir abriendo nuestras bocas para sentirnos el uno al otro, como si nuestras bocas quisieran amarse también, el jugueteo de nuestras lenguas y las mordidas repentinas que da Inosuke en mis labios.

Amo todo de él...

Inosuke se comenzó a inclinar sobre mí mientras pasaba el beso, yo no me quedaba atrás pues mis manos ahora viajaban por su pecho y sus hombros anchos, sentía como si su piel descubierta me quemara las palmas de mis manos. Sentía mi cabeza adormecida, estaba en las nubes. Ni siquiera estaba preocupada por si alguien nos descubría.

Y... ¿Qué importa si eso llegara suceder?

Aún consumida por el momento con Inosuke, no pude ignorar la sensación de calor emergiendo de mi cuerpo, ciertamente llevar tanta ropa ahora mismo me estaba molestando.

El roce del pecho firme y caluroso de Inosuke sobre mi busto me está haciendo perder la cabeza, y más aún contagiando su calor calor corporal sobre mi.

Iba a sacarme solamente el uniforme de enfermera, pero al separarme pude razonar lo que estaba por suceder ahora mismo...

¡No podemos seguir!.

— Inosuke, debemos parar. —Recibí una mirada triste de su parte, efectivamente yo también lo estoy pero no siquiera es de noche y las niñas pueden venir a buscarnos...

— Haré esto fácil de entender, Inosuke. ¿Está bien?. —Ví como solo asintió con la cabeza y seguí.— Si seguimos así, a ambos nos da calor, y nuestra ropa estorba, ¿cierto?. Bueno pues, no podemos sacarnos la ropa, aún está de día, las niñas pueden estar buscándome y ellas podrían venir aquí. ¿Entiendes que eso sería malo?

Algo dudoso confirmó con su cabeza otra vez, alejándose un poco de mí...

Pero para mí sorpresa alguien además de Inosuke estaba al pendiente de mí.

_____Narrador_____

Al ver que Aoi retiró su mirada haciéndola a un costado luego de haber echado un vistazo inconscientemente a su pantalón, Inosuke bajó la mirada curioso al por qué de la acción tan repentina de ella...

Pues acaba de sucederle algo nuevo a su cuerpo al parecer.

Los nervios se estaban apoderando de él, no estaba como solía ser, ahora era más grande y no entendía por qué...

— Aoi, ayúdame. Te dije que me sentía enfermo... Aún duele. —Aoi con su cara sorprendida y sonrojada sin saber que hacer o decir, estaba pensando en fingir su muerte allí mismo.

La pobre pelinegra ya no sabía dónde poder escabullirse de ahí, hasta que razonó que posiblemente él no sabe que le sucede.

— Inosuke, y-yo no puedo ayudarte con esto... —Mientras trataba de crear un buen argumento y fácil de comprender para él, se le acababan las ideas para ayudarlo.

Hurgando en su memoria, recordó algunos consejos dados por Shinobu-sama, quién le explicó e hizo clases de cómo debía comportarse en esa situación u alguna parecida, pero el fin era el mismo...

Era algo definitivamente muy vergonzoso, pero era lo más rápido y efectivo para que eso se alivie pronto y así Inosuke deje de sentir dolor u incomodidad allí abajo.

— Inosuke, yo... creo que sí puedo ayudarte, pero es muy vergonzoso para mí... Y además necesito tu aprobación para poder hacerlo.

— Aoi, por favor. E-esto duele... Hazlo, por mí. Tú dijiste que también sentías esto...—Aoi aún estaba sorprendida por lo que dijo Inosuke, pero debía concentrarse en calmarlo a él primero, luego podrían conversar sobre eso... y ahora, él ya ha aprobado que la pelinegra haga la magia.

Lamentablemente Aoi carece de práctica, pues sería su primera vez haciendo algo así.

— Está bien, ahora que estás de acuerdo... Me toca ayudar, ¿no?.

Los nervios se estaban comiendo por dentro a la oji azul, mientras que Inosuke recostaba su espalda en la pared y a la vez echando sus cadera hacía delante...

Pronunciando así aún más el lugar causante de su malestar.

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Hola, solo queda decir
que odio Wattpad a veces.
No sé porque se mezclo el
capítulo con otro título no sé,
pero me llegó a dar rabia,
porque tuve que borrarlo
y en mis notas que es donde
tengo los capítulos no estaba
la original que subí.
Ya que suelo complementar
el capítulo mientras
lo voy editando.
Bueno eso, solo quería
desahogarme.
Prepárense porque he
estado exprimiendo algunos
limones para el finde.

Mucho Amor, ufopy ❤️