EXTRA
Sanemi y Akemi
Side history.
"Charla."
_____Narrador_____
Estaba la pequeña rubia en su habitación luego de un traumático episodio vivido aquella tarde, tratando aún de respirar pausadamente y dejando su mente el blanco tal y como le indicó su amiga Aoi, Akemi ya estaba logrando procesar muy bien lo que sucedía, o al menos de su alrededor en ese momento.
Lastimosamente no encontraba el lugar en blanco en su cabeza aún, seguía pensando en el sujeto responsable de sus peores experiencias, estaba casi con un dolor de cabeza de tanto maldecir su existencia, pero ella sabía que no sería algo fácil deshacerse de sus recuerdos sobre culpable de atormentar su corta vida... Quizás esto lo haría una mala persona frente a las personas, pero ella se sentía feliz al saber que ahora podrá tener una vida más cercana a la común.
No le importaba la muerte de él.
Podrá tener un local de comida más grande, quizás más variedad en platillos si el negocio crece. O quizás tener una familia, amigas, mascotas...
Mientras sonreía al pensar en todas las cosas que podrían suceder en su vida, una imágen fugaz apareció entre medio.
Shinazugawa Sanemi.
El Ex-Pilar del viento irrumpió en su cabeza, pero, ¿por qué él?. Ella no sabía cómo representar aquellos pensamientos sobre el peli blanco.
Ella quien fué obligada a vivir con un hombre y sobrevivir a cosas horribles por culpa de todos los que ella conocía, obviamente aún no confiaban del todo en ellos.
Entonces ahí volvía aquella pregunta.
¿Por qué él?.
Mientras comenzaba un dolor de cabeza otra vez para la rubia, se recostó totalmente en su futón con las manos en sus ojos.
— Ah... Ni lo pienses, Akemi. —Ella misma se repetía aún con sus ojos tapados, tratando de tranquilizar su activa imaginación.
Antes de poder volver a decir algo, una voz se oyó detrás de la puerta de su habitación.
— Ho-hola, Akemi-san... Vine porque Aoi-san me habló sobre que necesitabas mi presencia... ¿Puedo pasar?. —La torpeza al hablar de Sanemi hizo sonrojar a la rubia, creando también nervios ahora peor en ella.
— Sa-sanemi-san..., si, puede pasar.
_____Akemi_____
Aah..., ¿justo ahora tengo que ponerme nerviosa?, me siento ridícula... pero, ¿¿yo qué iba a decirle a Sanemi-san??.
Oí como se deslizó la puerta de mi habitación, dándome escalofríos y malos recuerdos entre esos, intenté mirar hacía arriba pero estoy segura que me veré extraña. Mejor solo me levantaré.
Intenté levantarme del futón cuando mis piernas decidieron traicionarme hoy. Simplemente no sentía fuerza en ellas... Caí sobre mi trasero en el intento.
— Auch... —No mires hacía él, no lo mires, si se está riendo... lloraré.
Antes de pensar en levantarme de nuevo, las manos de Sanemi-san aparecieron.
— Espera, no te levantes. Yo puedo sentarme aquí, no hay problema en eso. Ahora dime, ¿de qué tenemos que hablar?. —Oh, ya no hay tartamudeo en absoluto, desearía poder tener ese autocontrol.
— Ahm... Bueno, yo... —Ay no, me sudan las manos, que horrible.— Yo quería darle las gracias Sanemi-san, usted junto a Aoi-san y su novio, me ayudaron sin siquiera pedir algo a cambio y ahora... Me siento libre. —Lo dije al fin...— Nunca pensé que podría tener la oportunidad de elegir algo para mí futuro, jamás. Porque no era una opción en ese momento, mi vida siempre fué de otras personas por sobre mis deseos... Espero entienda, porque realmente no sé explicarlo jaja. —Vi cómo sonrió sutilmente para luego asentir con la cabeza dejándome continuar.
— Entonces, ahora mi vida al fin me pertenece, tengo ideas en mente y quizás proyectos. Ojalá algún día dejar esta casa y vivir en paz, es lo único que deseo ahora...
Una de las manos de Sanemi-san atrapó la mía rápidamente, haciéndome levantar la vista hacía él, sumando mi sonrojo y el sudor de mis manos, no sé qué es peor.
— Eso es lo mejor que puedes hacer por ti misma. Eres joven y... bueno, ya sabes... —Lo miré tratando de comprender lo que quería decir pero no resultó.— Tienes mh- digo, tendrás muchas otras oportunidades de hacer realidad tus nuevos deseos para tu nueva vida...
— Muchas gracias, Sanemi-san... yo ehm... ¿Puedo preguntarle algo?. —Eso que acabo de hacer era un pregunta de todas maneras. ¿Lo dije bien?.
— Claro, dime y trataré de ser útil en responderte. —Los ojos de Sanemi-san me están haciendo sonrojar demasiado, voy a atrapar un resfriado con tantos cambios de mi temperatura.
— ... ¿Puede volver?. —... Ahora me arrepiento de preguntar. Mi estómago se apretó.
Sanemi-san en vez de extrañarse en torno a mi pregunta solo sonrió y asintió con la cabeza.
— No tengo ningún problema en volver, Akemi-san. No me perdería sus platillos de comida por nada. —Y ahí va mi cordura, como por tercera vez en esta conversación... ¿Qué es lo que tiene que lo hace tan diferente?.
Me avergoncé al pensar en él de esa manera, si bien es alguien muy atractivo, yo no debo verlo de esa forma.
— Antes de que se retire... ¿Podría contarme sobre los demonios?... —Se sorprendió ante aquella pregunta, no pensé que sería extraño.
¿¿Y si arruiné el momento??.
Su cara cambió de sopresa a una sonrisa nostálgica.
— ¿Segura que quieres saber?, es una larga historia... —No quise interrumpir, asíque asentí con la cabeza un par de veces.
—Jajaja... Mmh, está bien, pero debes prometer que no te dormirás. —¿Acaso está jugando conmigo como si fuera una niña pequeña?.
— ¡No lo haré, no soy una niña!. — Abrí los ojos igual que él ante mi comentario, no creí que un pensamiento así me haría sentir mal... Pero sin poder seguir pensando en ello, Sanemi-san comenzó el relato que seguramente duraría un tiempo allí.
Mientras lo escuchaba relatar sobre cómo él se unió a la Organización Caza Demonios, yo me dediqué a respirar, buscando mi lugar en blanco y gracias a su suave tono de voz me fué bastante sencillo.
Me sentía muy en paz con su presencia.
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— Y algo muy extraño sucedió el día de la batalla final... Podría jurar que fuí pateado de vuelta a la vida. —Por su expresión en la cara al hablar puedo decir que él está diciendo de la verdad.
Ni siquiera sé cuánto tiempo ha pasado aquí pero durante la conversación el ambiente se siente muy cálido gracias a él.
Estaba hundida en mis pensamientos cuando sentí que Sanemi se levantó de mi lado.
— Bueno, creo que ya es hora de retirarme, y tú deberías descansar, hoy fue un día duro para ti y mañana el local de comida no puede estar cerrado. ¿Sino quién me cocinará una deliciosa comida?.
Su comentario me hizo sonreír, no tenía mucha energía para sonreír, si bien no dormí con su relato aún me siento débil en general.
Iba a cerrar mis ojos cuando unos gritos nos asustaron a ambos, tanto fué mi miedo que salté en un segundo tropezando en un segundo con Sanemi-san.... Incómodo.
— Ah, yo lo siento... Lo siento mucho, Sanemi-san... —Hablaba mientras trataba de levantarme por mí misma, pero aún era difícil.
Unas manos en mis cintura fueron lo único que necesite para estar de pie en un momento.
Me gustaría tener tantas habilidades geniales como Aoi-san, quizás podría impresionar a Sanemi-.... PERO QUÉ ESTOY PENSANDO.
Sacudí mi cabeza en negación haciendo reír a Sanemi-san. ¡¿Sabrá lo que estaba pensando?!.
— Si no quieres estar sola aquí podemos ir al local y ayudar, porque si oímos gritos quizás el chico jabalí está dándole problemas a Aoi.
Creo que tiene razón, además cocinar me distraerá, comer me hará sentir mejor ¡y estar con Aoi-san también!.
— ¡Está bien!, voy a levantar mi futón e iré... —No terminé de decir lo que quería cuando Sanemi-san ya estaba limpiando mi habitación rápidamente, tanto que hasta me costaba seguirle el paso con mi vista...
— Ah... listo, vamos. —Di media vuelta frente a Sanemi-san tratando de arreglar y poco mi cabello, caminando un par de pasos más adelante me fijé que Sanemi-san no avanzó desde que habló por última vez... me pareció extraño.
— ¿Sanemi-san...?. ¿Ocurrió algo?. —Levantó su vista hacía mí como si quisiera decirme algo, pero solo sonrió y nego.
Siguiéndome el paso terminamos extrañamente observando por la puerta hacia la feliz pareja. Yo estaba un poco agachada asomando solamente mi cabeza por el marco de la puerta, y Sanemi-san al ser alto no necesitó esforzarse tanto para observar solamente se inclinó casi encima de mí para poder observar.
No quería interrumpir su momento pero ahora mismo mi corazón se oía más que mis pensamientos... Puedo sentir la respiración de Sanemi-san demasiado cerca y no entiendo qué me sucede.
La piel de gallina que tengo cada vez que siento que él se acerca a mí no debe ser algo normal. Estaba totalmente concentrada en Sanemi-san cuando me di cuenta que el bajó su vista hacía mí...
No sé cómo Aoi-san nos descubrió, pero al mismo tiempo me alivie un poco al ver cómo como ambos hombres salían de la cocina dejándonos a solas.
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No había pasado mucho desde que dejaron la cocina y Aoi se veía bastante agotada, sé que mi trabajo es difícil, porque realmente no hay descansos, sentí mucha culpa de tenerla ahí asique pensé en que lo mejor sería que no se vaya esta noche y pueda descansar lo suficiente.
Duramos unas hora más hasta que el sol desapareció, noté la expresión de preocupación en la cara de Aoi-san, ¡olvidé por completo pedirle que se quedará aquí en casa!, me dejé llevar conversando otras cosas con ella...
— Ay no... —Supongo que es mi momento para ofrecerle alojamiento, pero no sé cómo hacer la pregunta sin que suene poco natural.
— ¿Ocurre algo malo, Aoi-san?. —Le pregunté lo primero que pensé mientras terminaba de cerrar el local.
Tengo que comenzar a acostumbrarme a tener invitados en casa si no quiero estar sola todo el tiempo, es hasta algo aterrador de pensar.
Antes de poder decir otra cosa Aoi-san ya me había preguntado si podía alojar aquí en casa, cosa que obviamente acepté.
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_____Narrador_____
Aoi y Akemi estaban abrazándose luego de unas pequeñas aclaraciones pero muy significativas para ambas cuando ambos muchachos con problemas de ira cayeron fuera de la puerta de la cocina.
Con heridas y moretones por todos lados no se sabía quién estaba peor.
Akemi vió cómo Aoi jalaba de la oreja a Inosuke para ir a curarlo dejándola sola junto Sanemi.
Con sus nervios saliendo de los poros Akemi se ofreció amablemente a ayudar con las heridas del Ex-Pilar del viento.
Caminaron juntos hacía la mesa más cercana para limpiar aquel desastre en la cara del peli blanco.
Una tensión muy fuerte tenía a Sanemi en completo silencio, ver que alguien se está a preocupando así por él era extraño, demasiado para gusto y aquellos ojos verdes de la muchacha le hacían sentir extraño el estómago.
Definitivamente nada agradable.
El peli blanco estaba hundido en sus dudas y pensamientos extraños cuando en un segundo ambas chicas corrieron hacia quién sabe dónde.
Frunció el ceño mientras miraba al chico jabalí frente a él. Cómo un chico de ese carácter podía estar con una enfermera tan... diferente a él. No lo podía entender aún.
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— Ahora soy yo quien pregunta, ¿sucede algo Akemi-san?.
...
Sucedían mil cosas en la mente y en el corazón de la rubia ahora mismo, una respuesta no sería suficiente para expresar todos aquellos nuevos sentimientos y cosas nuevas que él le estaba haciendo sentir.
En algún rincón en la mente de Sanemi él sabía que debía abrazarla o darle un tipo de apoyo y que pueda contar con que aún si él se va ella podrá hacerlo sola.
Pero al momento en que esos ojos brillantes observaron dentro de lo más profundo de su ser, fue como si todas esas preguntas y dudas desaparecieran por unos segundos.
Además de aquella pequeña sonrisa apareció la pregunta real.
¿Debería seguir adelante con esa interacción?.
Siquiera pensarlo el Ex-Pilar sintió algo extraño dentro de él, como si fuera a perder algo importante.
No entendía.
Antes de decir algo más, sintió como fue Akemi quien dió el paso, arrojándose al firme pecho del peli blanco, la pobre chiquilla rubia no sabía dónde podría esconderse luego de ese acto tan atrevido de su parte.
Mientras la rubia se hundía más y más en su pecho, Sanemi sentía que su corazón iba a reventar de lo rápido que estaba latiendo.
Aún seguía sin corresponder el abrazo, asíque rápidamente prosiguió a envolverla por completo con sus brazos.
Se sentía tan suave y dulce todas esas cosas que ella hacía por él...
Entonces, ¿qué haría él por ella?.
Aún sin separarse de aquel abrazo, Sanemi sonrió al recordar una cosa.
— Si quieres podemos ir a ver un lugar especial al que solía ir... Cuando sentía que no podía más, creo que te servirá a ti también. —Akemi no respondió pero si movió su cabeza aún apoyada en el pecho de Sanemi, una risa salió de imprevisto de el peli blanco, sorprendiendo hasta él mismo...
Akemi se separó de Sanemi, y limpiando un poco su cara ella esperó la señal del Ex-Pilar para salir.
...
Llevaban una caminata de ya unos 15 minutos cuando de repende el sonido de una pequeña cascada captó su atención.
— Oh, llegamos. —Fué lo único que Sanemi dijo antes de que la rubia se fuese corriendo a aquel mágico lugar, alumbrado naturalmente gracias al reflejo de la luna en aquellas aguas cristalinas.
Ese lugar no era grande, pero tampoco pequeño, y lo mejor y de lo que estaba muy seguro es que nadie se atrevería a entrar allí por la mala fama de aquel bosque.
Fama que él mismo creó para que la gente dejará de ir a aquel mágico lugar, antes al ser muy concurrido comenzó a deteriorarse todo el lugar, no habían cuidados de ningún tipo por parte de los visitantes y eso lo molestó.
Rió al recordar la gente hablando sobre un supuestos mounstro o demonio en el bosque.
Sus recuerdos vivos dejaron de hacerlo sonreír cuando se fijó en la imagen frente a él ahora mismo.
Akemi estaba de pie, mirando hacia arriba directamente a la Luna llena, aquella luz reflejada en su cara y sus facciones...
Dejaron sin aliento al peli blanco. Jamás se arrepentiría de haberla llevado a conocer su lugar.
...
Pasaron unos minutos y Sanemi comenzaba a pensar en volver.
— Akemi-san, deberíamos volver a casa... —Apuntando con su pulgar en la otra dirección.
— Oh, bueno... Antes de irnos, ¿podría hablar un momento con usted Sanemi-san?.
— No tengo ningún problema en responderte pero hacer unas horas literalmente te conté toda mi vida con lujos y detalles.
Akemi de sonrojó y rio ante el comentario, si bien está en lo cierto, ella necesita aclarar una duda.
— Lo sé, no tiene que ver su vida..., yo quisiera saber por qué se pone tan tenso por mi culpa. Lo sentí cuando estábamos abrazados, también en ese momento en la puerta... Si usted no se siente cómodo junto a mí, pido mis disculpas. —Akemi estaba por hacer una reverencia en señal de disculpa cuando sintió que su cuerpo era arrastrado, terminando en un abrazo.
Los ojos de la rubia casi se salieron de la sopresa... pero ahora tenía más dudas que antes.
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Wa, Lo siento tanto por desaparecer... había pedido la clave de mi cuenta al cambiar de teléfono, me quería morir( ≧Д≦). Pero volví y aquí uno de los primeros capítulos de los momentos de estos dos tortolos.
Es difícil plantear situaciones de ambos dentro de la historia original soooo, yo creo que haré tres capítulos extras de Akemi y Sanemi (con partes deliciosas obviamente.).
Ojalá no decepcionarlos con los nuevos capitulos que tengo escritos, dentro de estos días si o si los corregiré y listo.
Mucho amor, ufopy ✨💖
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