Pov _____:
Nos habíamos puesto el reto de hacer un escrito sin la letra "o", era bastante interesante ya que era algo difícil. Al menos el silencio en el aula era calmante.

Nuestra concentración fue interrumpida por una llamada, el teléfono de Satori sonaba y tuvo que responder.

-¿Hola? -respondió Satori-. Si, soy yo, ¿qué pasa? -miró el techo-. ¿De nuevo? Oh, voy en seguida -se veía preocupado-. Si, muchas gracias -colgó la llamada-. Debo irme -comenzó a recoger sus cosas-.

-Pero, Satori, falta una hora más -comentó Moniko-.

-Lo lamento, debo ir al hospital -me miró-. Tú quédate aquí, ¿alguien puede llevarla a casa? -miró a los chicos-.

-Yo puedo, si no hay ningún problema -se ofreció Yuki-.

-De acuerdo, solo porque no tengo mucho tiempo, llévala directo a casa, usen el camino directo -me miró-. Te veo más tarde -se fue-.

-¿Qué le pasa? -cuestionó Naruki-.

-Su madre tiene asma, le llamaron del hospital por eso -suspiré-. Creí que ustedes lo sabían, ya saben, conocen a Satori incluso antes de entrar al club.

-Nunca ha hablado de su familia, de hecho tu eres, emm... ¿su hermana...? -preguntó Moniko confundido-.

-Digamos que si, crecí junto a Satori.

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-Bienvenida, siéntete como en casa -habló Yuki y yo agradecí-.

Cuando llegó la hora de volver a casa, Yuki y yo salimos juntos del instituto. Íbamos directo a mi casa pero Yuki comentó que debía hacer las compras cerca de allí y prefería que fuéramos a su casa para que no diera una vuelta doble; su casa estaba más cerca que la mía de la escuela.

-Que cómodo se ve todo -comenté-.

-Tardo unos dos o tres minutos en cambiarme, ¿me esperas? No curiosees mucho, algunas cosas no son mías, como ese jarrón -señaló un jarrón-. Es de mi tía pero lo dejo aquí porque se está mudando.

-Entiendo, no le haré nada malo ni a tu casa ni a las cosas qué hay -sonreí-. Ve a cambiarte para que podamos irnos.

Había bastante orden con el acomodo de las cosas, parecía que Yuki era una persona muy ordenada.

Decidí caminar un poco por la casa sin alejarme mucho de la puerta para no perderme o hacer enojar a Yuki.

Un brillo en el sofá llamó mi atención, habían algunas pequeñas almohadas encima del objeto que vi brillar; moví una a una hasta que pude ver un cuchillo con sangre seca.

¿Se trataba de los cortes que tenía Yuki? Me puse tensa de imaginar que realmente fuera un asesino en serie pero después sentí preocupación por recordar los cortes; no he escuchado o visto a ningún gato.

Pov Yuki:
Me cambié lo más rápido posible y busqué a Wayne en la entrada principal pero no la vi, así que decidí buscarla por la casa para saber si no se había perdido o había visto algo que no debía.

-Wayne -sonreí cuando la encontré-. Ya estoy listo.

-Yuki... -me mostró el cuchillo con el que me hacía mis cortes-. ¿P-Por qué hay sangre seca? -de nuevo esa mirada de miedo-. ¿Fue por tus cortes o...? -la interrumpí y me acerqué a ella-.

-¿Quieres saber lo que me pasa? -ella asintió-. Esto es culpa tuya -la tomé del brazo y con mi otra mano la tomé del mentón haciendo que no dejara de mirarme-. Si, es por mis cortes, los cuales tienen tu nombre y apellido.

-¿Q-Qué?

No dejes de poner ese rostro, ni esa mirada, Wayne. Jamás podría imaginar que ella me causara estas sensaciones y emociones, era bastante placentero verla tener miedo.

-A veces me preguntó qué se sentiría un corte tuyo... ya me has golpeado y fue bastante agradable, ¿sabes? -sonreí un poco-.

-¿Y-Yuki? -se alejó un poco-. ¿P-Por qué dices eso?

-Porque me gustas, Wayne -hice que chocara contra la pared y la acorralé-. Quiero que me dañes, pégame, apuñálame, maltrátame -la miré en silencio por unos segundos-. Yo no te dañaré si no lo quieres, pero quiero que me hagas sentir dolor.

-¿P-Por eso estuviste preguntándome eso? -comenzó a tratar de calmarse-.

-Si, realmente si -sonreí un poco-. Eres tan linda -acaricié su mejilla con mi mano-. Quiero que seas mía.

-El dolor no es bueno.

-El dolor es bueno para alguien como yo, lo necesito -me alejé de ella-. Vámonos ahora, debes ir a casa.

Expresarse no era bueno.