5| Weird.
CAPÍTULO 5
"Antes de que pierda el control.
(Sálvame)"
•
La reacción de Tony Stark fue la que más le divirtió de entre todos los presentes. Ambos se conocían, claro que se conocían. Cuando eres uno de los hombres más ricos del mundo obviamente vas a ser visitado, y hasta asaltado, por la mercenaria ladrona más buscada en el mundo. Era algo así como Cuestión de fama, los buenos famosos atraen a malos famosos, o algo así. Eso le gustaba creer a Ellionor.
Comprobó con una sola repasada que los únicos que parecían conocerla eran el susodicho Tony Stark y Clint Barton. Suponía que el resto solo conocía su nombre y en lo que los iba a ayudar según lo que les haya contado la pelirroja. La rubia estaba segura de que Natasha no se había molestado en ocultar su archivo criminal y les había dado una copia a cada uno, porque las miraditas que le echaba Bruce Banner eran de incomodidad pura.
Ella se había quedado inusualmente callada después de saludar, había cruzado los brazos tras su espalda y los observaba a todos con agudo detenimiento, las comisuras de sus labios apuntaban hacia arriba y sus ojos grises estaban vidriosos. Todos comenzaron a presentarse, exceptuando a Stark, quien le dedicaba una mirada cautelosa al mismo tiempo que tecleaba algo en una tableta trasparente. Ellionor ya los conocía, así que no les presto atención y solo se concentró en seguir analizando silenciosamente a cada uno.
Natasha la miraba de tanto en tanto, asegurándose de que aquella expresión que tenía la francesa en la cara no fuera para nada malo, era difícil saber que pasaba en su cabeza, podría tener un ataque de impulsividad y escaparse. Algo como, hacer estallar uno de los ventanales y saltar al vacío solo porque si. Y si lo hacia estaba segura de que se las ingeniaría para sobrevivir a los metros que les separaban del suelo.
Cuando el último en presentarse fue Thor, él se levanto de su asiento haciendo uso de su galantería con las chicas para acercarse a aquella rubia guapa parada tranquilamente frente a ellos.
Extendió su mano hacía ella sonriendo —Soy Thor, hijo de...
—¿Usas acondicionador de frutas? — le interrumpió de pronto haciendo la pregunta sin ni siquiera mirarle, estaba muy ocupada dirigiéndole una mirada curiosa a Barton.
Aquello desconcertó un poco a Thor, quien quedo con la mano paralizada en el aire y frunció su ceño confundido. Era obvio que nadie ahí, excepto quizás Romanoff, sabía como actuar o que esperar de ella. Habían leído su expediente, sí, pero este pareció ser muy limitado, solo estaba subrayado y redondeado lo más importante. Esa aparentemente sonriente mujer estaba quizás un poco mucho, ida de la cabeza. Demente. Aquello, había dicho la pelirroja, era lo más importante que debían saber. Pocos de los allí presentes sabían que esta tuvo que esconder muchas de las cosas preocupantes del expediente de su "amiga" para que el resto del equipo no la devolvieran inmediatamente a su celda.
Y ahora la tenían allí, preguntando algo banal en lugar de saludar al afamado Thor hijo de Odin. Ellionor dejo de, literalmente, incomodar a Clint con su mirada y puso sus ojos en Thor, agrandando una sonrisa en su rostro.
—Hueles a frutilla — le aclaró, pestañeando repetidamente como lo haría una niña buena.
Entendía que aquel comportamiento era un tanto inesperado para ellos, seguramente todos esperaban que le saliera otra cabeza que inhalada fuego y que los terminara chamuscado a todos, algo que entrara en los estándares de Demencia que ya asumían ella poseía. Pero no, Ellionor sabia fingir la simpatía muy bien aveces.
—Bueno, eeh... El acondicionador — Thor movió las manos tratando de explicar —Es...Oloroso.
—Sí — respondió ella con simpleza y, como había hecho en un principio, paso de él volviendo a mirar hacia los otros. El rubio alzo ambas cejas, no acostumbrado a que las mujeres lo ignorarán de aquella forma, así que solo frunció el ceño y se volvió a sentar en su anterior asiento.
El ambiente se volvió incomodo cuando nadie hablo, Natasha aprovecho el momento para resoplar y caminar hasta ocupar uno de los asientos libres haciéndole una seña a la rubia para que lo hiciera también, recibió una negativa con la cabeza y solo pudo rodar los ojos dejando caer con pesadez su cuerpo en la silla. En la sala de reuniones solo estaban, Bruce, Clint, Tony y Thor. Al parecer Steve se había tenido que retrasar debido a un repentino compromiso, pero había prometido volver cuanto antes a recibirá a su nueva "Visita".
En algún momento del silencio, Tony se harto y dejo de mala gana la tableta sobre la mesa alargada, su mirada se puso completamente en Ellionor, quien dándose cuenta de sus movimiento también le devolvió el gesto solo para sacarle la lengua de forma infantil.
—Romanoff, ¿No me dijiste que era alguien importante y útil? — recalcó la ultima palabra con intensión. Apuntó a la rubia con un dedo —No la novia de Chuky.
Ellionor fingió la mejor de sus carcajadas asiéndolo con total sarcasmo para que el castaño se diera cuenta. Cuando se enderezó quito unas imaginarias lágrimas de sus párpados y lo miro fijamente sonriendole —Vaya, Stark. Ya veo cual es tu papel en los Vengadores — llevó un dedo a su barbilla fingiendo pensar —¿El de payaso, no? — hizo un puchero con sus labios que lo hizo bufar.
—¿Por qué no le echamos de mi Torre lanzándola de la terraza? — preguntó Tony a los demás que miraban la escena como si fuera un partido de tenis muy entretenido. Solo Thor y Clint alzaron las cejas por su comentario, Bruce torció el gesto con una sonrisa incomoda negando con la cabeza hacia su amigo.
Ellionor no se corto al hablar —¿Tu Torre? ¿No era de todo el Club? — frunció el ceño haciéndose la tonta —Que decepcionante... — miró a los otros —Mantenidos.
—Cállate, Ellionor — intervino al fin su niñera auto-designada, Natasha. Se giró hacia ella mirándola mal —No te metas con ellos.
—¿Por qué me regañas? — preguntó con indignación —Son ellos los que no me hablan directamente por miedo a que... ¿Les salte al cuello, quizás? — alzo las cejas cuando Bruce se encogió un poco en su asiento apenado porque, si, solo se habían presentado de lejos sin ánimos a acercarcele, a exención de Thor.
El Doctor estaba al tanto de que ella era un peligro hasta para ellos, los ayudara o no. Había revisado sus estudios psicológicos, y podía decir que desde que la vio entrar a la sala actuó cauteloso y decidió mantenerse lo más lejano posible a cualquier conversación. Pero su comentario le hizo sentirse un poco culpable por juzgarla tan rápido.
—Y... ¿Lo harías? — se aventuró a preguntar curioso, atrayendo la mirada glacial de ella hacia él. Ellionor alzo una ceja —Digo... Eh, ¿Lanzarte a nuestros cuellos?
Ellionor no bajo su ceja a lo largo de esa pregunta. Con una seriedad algo preocupante, se quedo viéndolo con atención —Probablemente — se acercó al hombre y al estar frente a él al otro lado de la mesa, se inclino en su dirección y rió con diversión —Solo no me fastidies.
—Excelente — se quejó Tony echándose hacia atrás en su silla —Trajimos a una loca a hacer nuestro trabajo.
—¡Eh! — se giró en su dirección al este estar en su costado —Nadie me trajo aquí, yo me traje sola y, ¡Oye! No se le dice loco a un loco, ¿estas loco?
Tony la miró con el ceño fruncido por un momento antes de hablar —¿Te tiró tu mamá de chiquita?
La rubia solo rió, no iba a negar que le agradaba ese hombre, solo no lo diría, probablemente nunca, en voz alta —Oh, Stark. Si sigues mirándome así, pensaré que me odias — se rió mirando su ahora ceño fruncido mientras llevaba una mano a su pecho —Y eso dañaría mi bondadoso corazón — hizo una mueca —Y sí, me dejo caer algunas veces, pero eso no influyo en mi. En cambió tú, por otro lado...
Antes de que Stark pudiera mandarla a la mismísima M, alguien estro a la sala. Steve Rogers había por fin dejado sus otros compromisos en orden para poder llegar hasta ahí, no era de los que se perdía una reunión importante, mucho menos de los que llegaba tarde, sin embargo entraba por las puertas de cristal a una mala hora, por lo que al tan solo cruzarlas dirigió una rápida mirada a la habitación hasta pasar sus ojos sobre una pequeña maleta en el suelo y luego dejo su atención a unos pasos de esta, más cercana a la mesa y a un lado de donde estaba sentada Romanoff, en su dueña.
Ellionor había pasado algunos años dentro de la pequeña celda de cuatro paredes que constituyo su mundo por aquel tiempo, por lo que su contacto con el exterior fue escaso, casi inexistentes. Lo que la llevo a solo enterarse del milagroso descubrimiento del "fósil" fosilizado del Capitán América cuando con discreción escuchaba conversaciones ajenas. Supo de su hallazgo y posterior des-congelamiento, pero nunca se dio a la tarea, o le pico lo suficiente la curiosidad, como para conocer el aspecto del héroe más conocido de América. Ni siquiera se molesto en visitar su homenaje en el museo ya que las dos veces que había pisado la ciudad tuvo que salir corriendo de esta con rapidez sin la oportunidad de un tur.
Por eso fue inevitable su primer pensamiento al ver a Steve Rogers. Quería un pedazo de esa Capipaleta.
Quizás se pudo tratar de su tiempo recluida, o porque aquel semejante rubio de ojos azules llamaría la atención hasta de un ciego, tal vez fuera porque se había acostumbrado a los rostros europeos de los guardias que pululaban a su alrededor como mosquitos, o que llevaba buen tiempo sin ver a alguien realmente atractivo, que hizo que un rostro americano pudiera llamar su atención de inmediato. O quizás, su último quizás, fuera porque al segundo de verla, le sonrió.
No una mueca curiosa, ni un gesto cauteloso y serio, una pequeña sonrisa. Muy inesperada a su parecer.
Steve se detuvo un momento solo para analizarla, fue solo un momento, pero en su cabeza se sintieron como más. No iba a decir que existía un modelo exacto de como debería lucir un supuesto sociópata o un peligroso criminal, pero sintió un tanto ridículo que la delgada y delicada figura que miraba fuera capaz de hacer cualquiera de las cosas que había leído de ella. ¿Sorprendido? Sí, se había sorprendido. Debía decir que la idea que había tenido Natasha al solicitar ayuda de una fuente, usando sus propias palabras, poco fiable, provocó que de su boca saliera un No que creyó era definitivo hasta que la rusa le recordó el poco tiempo que les quedaba para recuperar el cetro. La idea de trabajar con ese tipo de personas, del tipo al que solían meter tras las rejas, le desagrado por completo. Pero la urgencia de la situación fue mayor, así que hizo lo que seguramente no volvería a hacer jamas, aceptar la ayuda de un criminal.
Cuando concluyó su repasada, termino pensando que quizás aquella mujer desconocida no era quien realmente esperaban. Por ello y porque parecía inofensiva, se acerco y extendió su mano en su dirección dándole una tranquila sonrisa.
—Soy Steve Rogers — estiró su mano hacia ella —Un gustó.
Ellionor, quien no reaccionaba aún por estarle analizando de arriba a bajo con ojo critico y calculador. Miro la mano varonil que apuntaba en su dirección y luego al dueño dos veces antes de sonreír. Una gran sonrisa coqueta. Natasha desde donde estaba, alzó una ceja sabiendo lo que venía a continuación.
—Y yo soy soltera — soltó al fin, tomando su mano y sacudiéndola con una energía que descoloca al dueño de la mano —Muy soltera y dispuesta en lo que qui... ¡Auh! — paró su monólogo sobre su estado civil al sentir un fuerte puntapié en el tobillo.
Steve tenía buena cabeza para saber actuar en una guerra, pero era incapaz de conectar dos neuronas para poder hablarle con naturalidad a una mujer, más si era una mujer bonita que al parecer a la primera que le conocía, tenía el valor para coquetearle. Y era que decir que solo era bonita sería una broma, aquella rubia parecía brillar como lampara.
Pero lampara mata mosquitos.
Fuera de cualquier zona de confort que podría tener, el Capitán desvío levemente la mirada confundido al resto de los presentes, para luego devolverla hacia ella. Aclaró su garganta y parpadeo dos veces en su dirección, abrió la boca, pero la volvió a cerrar nuevamente mientras fruncía el ceño ante su falta de palabras ante aquello que había dicho. ¿Qué se supone que debía decir ante una indirecta tan directa? La rubia lo había puesto en una situación incomoda con su supuesto coqueteo inofensivo, quizás eso decía mucho de ella y su influencia allí. Tuvo que girar hacia la pelirroja y dedicarle una mirada de ceño fruncido como diciendo ¿Segura que es ella de quien me hablaste? A la cual Romanoff respondió con un asentimiento ya que le fue fácil entender aquel ceño fruncido.
Soltando un suspiro y volviendo a donde se había quedado, le presto atención a la mujer frente a él queriéndole responder lo mejor posible para no ser tan descortés. Como ya suponía lo estaba haciendo al estar haciendo muecas hacia los demás teniéndola delante de él.
—Eh... ¿Qué? — y vaya que no supo que decir.
Por otro lado Ellionor estaba teniendo un largo monólogo interno dentro de su cabeza, lo cual había hecho que pasara por alto el comportamiento del rubio; No se porque el pensamiento de que la palabra "Secuestralo" y "Steve Rogers" me rimaban mucho. ¿Qué tan ilegal seria secuestrar al Capitán América para tenerlo solo para mi? Ash... No, fuera instintos de idiotez. Aquél nombre y aquella voz me hicieron sentirme repentinamente mareada, ese mareo que te da al ver como un tipo que esta más bueno que la palabra bueno hablandote. Podía cambiar un gran pedazo de chocolate por un gran pedazo del Capi América. ¿Tenía que recalcar lo bueno que estaba? Bendita sea su madre, que ojasos.
Sus ojos se entrecerraron levemente mientras las comisuras de sus labios subían ante sus no tan puros pensamientos —He escuchado mucho de usted — soltó después de un silencio de tres minutos muy densos.
Steve no pudo no alzar una de sus cejas interrogante, por lógica sabia que ser una leyenda viviente lo hacia muy conocido, pero eso no quitaba que sintiera curiosidad de como exactamente ella lo conocía.
Al ver su gesto, Ellionor continuó —Digo, cuándo buscas patriotismo en el diccionario aparece su nombre — rió y llevó su mano hacia su cabello para empezar a jugar con un mechón de este. Lo miró de arriba a bajo —Lastima que no aparezca una foto...
—Me alegra... — se corrigió rápidamente —Nos alegra que pueda ayudar — dio un asentimiento que Ellionor, muy divertida con la situación, imitó —Nosotros... No solemos trabajar así.
Y allí empezó a hablar lo que importaba, el por qué estaba ella ahí. Natasha le había aclarado que aquella mujer francesa, llamada Ellionor Andreotti, podría tener los suficientes contactos al otro lado de la línea como para encontrar el cetro con mayor rapidez que ellos. Y cuando decía La otra línea, se refería a, definiéndole con precisión, los malos. Por un momento en sus pasadas conversaciones con Ramonoff al respecto había propuesto hacerlo como se suponía se debía, buscar a Andreotti he interrogarla para obligarle a dar los nombres de las otras personas que se tenían que capturar, si era necesario, para también interrogarlas hasta así llegar al Cetro de Loki. Pero la ex Espía había sido muy especifica, debía ser de aquella forma porque aquella rubia era tan obstinada que al interrogarla no les diría absolutamente nada.
Allí estaban ahora.
Ellionor soltó una risa como si lo dicho por él hubiera sido un chiste —Capitán, ya lo se — soltó un mmjuh cerrando los ojos, frunciendo los labios y asintiendo con la cabeza como si fuera una niña. —Ustedes son los buenos, hacen cosas buenas porque tienen caritas de buenos... Excepto Stark — hizo un además y se preparó para picarle —Él tiene cara de idiota, porque es un idiota.
El nombrado gruñó con la vista puesta en la tableta nuevamente en sus manos —Estoy a tres segundos de echarte de aquí.
—Uuih mira como los cuento. Que amenazota, como tiemblo.
—Ellionor — y como la madre mediadora entre los hermanos impertinentes que se odian, Natasha intervino —Stark, por favor, no le busques más la lengua.
—Viuda, no me reproches a mi. Tú la trajiste aquí.
Ellionor rodó los ojos y volvió su atención a lo importante, Steve —Solo le pido, Capitán, que aguante su vena de justicia y no Me meta en prisión — recalco la ultima frase con la intención de que la pelirroja le escuchara, y lo hizo, porque sintió su bufido —Amaría ver a la gente que frecuento como "apoyo" en prisión, como ellos armarían meterme un tiro... Yo también, pero — puso una mano en su pecho —Yo tengo otros valores.
Estaba demás decir que ninguno allí le creyó.
Con un suspiro, Steve solo asintió —Solo le pido se comporte. Y sea buena.
La rubia no tardo en poner lo último con doble sentido —Solo si usted me lo pide, podría ser muy buena — alargó el muy subiendo y bajando las cejas —O muy mala, así soy mejor.
—¡Oh por Dios! — se quejó Tony en voz alta atrayendo su atención —¡Lo va a violar aquí mismo!
—Cállate, Anthony — lo miró mal —¿Andas celosito? — el castaño abrió la boca listo para decirle una grosería, pero ella no lo dejo —En fin, los ayudaré tarados — dirigió una mirada a los otros con una sonrisa en sus labios —No por que quiera, sino porque me dan lastima — otro fuerte puntapié en su tobillo le saco un gemido de dolor. Giró la cabeza hacia Natasha articulando un "perra" con sus labios, la otra la volvió a patearla —¡Ay!
Iron Man la señaló apuntándola con un dedo —¿Si sabían que tenemos a una psicópata con un expediente que dice que tiene cinco cadenas perpetuas? — soltó aquello mirándola directamente a los ojos con toda la intención de hacerle enojar. Ellionor entrecerro los ojos en su dirección —Y esta aquí, frente a nosotros totalmente libre y coqueteando con el Cap.
La mención de su expediente criminal les devolvió a los presente la realidad de a quien tenían allí presente. Más de uno se tenso, Thor y Bruce se removieron en sus sillas mientras Clint parecía no inmutarse ante todo lo que ocurría ahí permaneciendo de brazos cruzados y con la mirada puesta en el suelo, Natasha solo hizo una mueca. Y Steve, el trato de volver a mentalizarse para sobrellevar aquello. Todos tenían diferentes pensamientos revueltos en sus cabezas cuando la escucharon, un cantarina risa divertida, que de cierta forma, los sobresalto a todos haciendo que dirigieran con rapidez sus cabezas a la dueña de aquella carcajada.
Ellionor reía como si lo último que dijo hubiera sido una broma. Y lo era para ella, de cierto modo, ya que dos de aquellas "cadenas perpetuas" eran por haber sido culpada por algo que no hizo. Aunque tenía claro que en algo se las merecía. No podía negar que lo dicho por Stark le había hecho retroceder los pasos que hasta ahora había dado con el equipo, desde un principio trato de quitar la tensión de ella ante su presencia con comentarios innecesarios y un comportamiento aparentemente tranquilo. No es que hubiera obtenido confianza de ellos, pero si les había distraído bien de lo que realmente era. Y gracias al chismoso de Tony tenía que tratar otra vez.
—¿Y tú de que te ríes? — pregunta Natasha dándole una mirada que la rubia no tardo en entender "¿Podrías comportarte y no hacer que te esposen a la mesa?"
Sin embargo, como casi siempre, no le presto atención a su advertencia —¿Qué quieres? ¿Qué llore? — volvió a soltar otra risita más pausada y apoyo su cuerpo en la mesa —Dos de esa cadenas perpetuas son completamente injustas. Haces algo mal y la gente te culpa he incrimina de todo... Oh, el diputado de Alemania se cayo, es culpa de Andreotti — hizo un falso sonido de llanto de bebé —Pedazos de hijos de...
—¿Sabes que no me creo? — volvió a hablar Tony cruzando sus brazos, había dejado la tableta en la mesa —Tu papel de victimaria, Burbuja — el apodo lo soltó haciendo elusión a la rubia de las chicas Súper poderosas. La apunto con su dedo —A personas como tú las metemos en cajitas chicas de las que no pueden salir.
El ceño de Ellionor se frunció, pero no le temió a la amenaza, ella nunca le temía a las amenazas. Solo las respondía con ironía —¿Cuál? ¿Una caja de zapatos? — puso los ojos en blanco —Cállate, ¿Sí? Me agradabas, ahora solo quiero dispararte... — un carraspeo y una mirada fulminante de Natasha fue lo que obtuvo como regaño —Pero no lo haré, porque me agradas.
Todos escucharon el resoplido de Steve —Me gustaría que pudiéramos concentrarnos en lo que importa.
—¿Y que clase de habilidades ilícitas tienes que nos sean útiles? Digo, ¿Cuales son útiles en tu lista de habilidades ilícitas? — sin intención de mantenerse callado, Tony continuó tratando de molestarle ignorando a propósito a Steve, quien le dedico una mirada impaciente y molesta cruzándose de brazos —No creo que ser una esquizofrénica sea un súper poder.
—Oh, gracias por tu comentario. Escribirbelo en un trozo de papel y pasatelo por el... ¡Ahs! — miró a la pelirroja con fastidio —Va siendo hora de que dejes eso — inhaló y exhaló cuatro veces para tratar de controlar su temperamento, sabia que si perdía el control ahí no seria complicado que Thor o hasta el increíble Hulk le noquearan con un puñetazo. Trato de volver a su aparente estado de calma y tranquilidad.
—Esta bien, imbéciles... Quiero decir, cariñitos — sonrió con falsa dulzura enderezándose en su lugar —Comencemos otra vez, ya que como decía mi psicóloga. Has la paz y no la guerra... — le fue imposible no cuestionarse así misma —Aunque siempre supe que había algo mal en esa frase. Más por esa doctora...
Ante el comentario, la curiosidad no pudo con uno de los más listos del grupo —¿Y que tenía eso de malo? — preguntó Bruce Banner, frunciendo las cejas —¿Dónde esta ella? —Quizás se arrepentiría de preguntar, sobre todo por la sonrisa que creció en el angelical rostro de ella. Malvado rostro angelical.
—Muerta — respondió con simpleza. Ante la mirada que le dieron se apresuro a agregar —Eh, que yo no tuve nada que ver. Ella lo hizo solita — rodó los ojos —Quizás se levanto una mañana, se miro al espejo y se dijo "Ey, hoy tengo ganas de atarme una bomba y emplotarme en mil pedazos frente al Arco del triunfo" — abrió grande los ojos y negó con la cabeza —La gente tiene gustos extraños.
Natasha, la niñera, estaba perdiendo los estribos ya con cada comentario que salia de su boca, ¿Es que el "Callate que te van a apresar" no lo entendía? De que le servía a la francesa su presumida inteligencia si no la usaba para algo útil. Se puso de pie y la tomo de los hombros ante la mirada expectante de todos, hasta la de ella, y la sentó con algo de brusquedad en uno de los asientos libres.
—¿Por qué no te sientas y te callas para que así no pongas de los nervios a todos? — le gruñe, Ellionor cruza sus brazos y finge un puchero infantil que provocó que la ex Espía deseara zamparle un golpe ahí mismo.
El Capitán, parado desde donde aún estaba sin moverse ni un centímetro, miraba y escuchaba las discusiones que tenían delante de él con bastante incomodidad he impaciencia, él quería ir al punto y resolver la situación cuanto antes para que aquella peligrosa mujer no tuviera que estar al rededor de todos llenando el ambiente de tensión y incertidumbre.
—Bueno, creo que hoy no se podrá tomar enserio las verdaderas conversaciones que necesitamos tener — miró de reojo a Stark dándole a entender al castaño que él tenía parte de la culpa de que no hayan llegado a nada después de las presentaciones —Creo que la señorita Andreotti necesita descansar después de un largo vuelo — lo último lo dijo mirándola, aquella mujer era un imán para ser su foco de atención. De alguna extraña manera.
»—Natasha, ¿Por qué no le indicas a Ellionor donde ubicarse? — a la pelirroja no le hizo falta mas indicaciones, ya estaba dispuesta a empezar a jalonear a la rubia lo más lejos de ellos posible, quizás la encerraría en la ultima y más recóndita de las habitaciones que tenían disponibles allí.
—Oh no, no, Capitán — se apresuró Ellionor a responder dándole un manotazo a su supuesta amiga cuando se percató de sus intenciones. Se escurrió de su agarré levantándose de la silla y pasando por su lado de manera rápida y escurridiza, cuando Natasha se quiso dar cuenta, esta ya estaba sentándose al otro lado de la mesa. Sobre la mesa.
El otro rubio en la habitación alzó una ceja, tanto porque ella se había sentado sobre la mesa casi frente a él como también por su repetida imper-actividad —¿No se encuentra cansada?
La mujer alzo una de sus cejas casi blancas en su dirección, era prácticamente la tercera vez que Thor le dirigía la palabra —Descansaré solo cuando este muerta — le sonrió, inclinándose un poco hacia él —El insomnio y yo tenemos una relación no sexual algo tóxica — se giró hacia los otros dedicándoles una sonrisa algo maliciosa —Lo importante ahora... — bajó de un salto de la mesa tomando su maleta —Es saber donde están esos maldito — sacó un arma de la maleta quitándole el seguro con un rápido movimiento.
Aquella acción hizo que todos salieran como resortes de sus asientos, la primera en lanzarse hacia ella fue, obviamente, la que más la conocía y quien le gritaría sin ningún miedo.
—¡Eh no, no, no! — chilló Natasha alarmada.
Ellionor se giró hacia ella con confusión fingida —¿Qué? — preguntó con un tono meloso y divertido antes de que la otra mujer le arrebatara el arma de las manos —¡Ey!...
—¡Nada de armas en esta habitación! — le regañó recibiendo una mirada indignada de Ellionor —Ni en ninguna otra, menos para ti...
—Mierda, que aburrida eres, no voy a... — se giró hacia Tony y lo observó con una sonrisita —... Dispararle a nadie.
Steve se acerco con rapidez a ambas mujeres y le pidió a Natasha que le cediera el arma. Ellionor veía como su arma pasaba de mano en mano con una mueca inconforme en su rostro. El Capitán alzo la mirada hacia ella ¿Aquella escena debía ser la primera alarma de que aquello era una mala idea? Como lo veía, ya no había vuelta a tras.
—No creo que sea conveniente que posea un arma — comenzó a hablar —Dado su... Expediente.
La rubia alzó ambas cejas y bufo —Eso es rasista hacia los que lucramos humildemente en el lado oscuro... — dijo fastidiada, aunque el tono de su voz era de desinterés total. Entrecerro los ojos y dio los pasos que los separaban para quedar cerca de él. La diferencia de altura no era demasiada con los tacones que llevaba ella puestos, así que recorrió todas las facciones de su rostro con la comisura derecha de su labio alzada —Pero te perdonó, porque te quiero comer, y no precisamente del comer del tipo canibalismo.
Steve no se resintió, así que ignorando el comentario de doble sentido, soltó lo que tuvo que soltar a continuación —Si te veo...
—¿Haciendo algo malo? — le interrumpió con una gran sonrisa en su rostro. Ella sabia lo que diría incluso antes de que lo pensara, era obvio, estaba en el "Deber ser patriótico y justo del recto Capitán América" —Mi amor, ¿No lo sabias? — dio un pasó mas cerca —Yo soy maldad.
Dicho eso y antes de que Steve pudiera prevenirlo, o imaginarlo incluso, la rubia deposito un rápido pico en sus labios antes de alejarse hacia las puertas por donde desapareció sin más, dejándolo ahí parado más que sorprendido por su pequeña osadía de darle un pequeño beso en los labios. Estaba que no se lo creía, y los demás estaban que también dejaban caer sus mandíbulas al suelo.
De pronto una risa los saco de su silencio incomodo. Las cabezas giraron de forma sincronizada hacia Clint, quien era el dueño de la risa y miraba a Steve con gracia y diversión.
—Sí, esto sera interesante.
|EDITADO: 2019|
| SEGUNDA EDICIÓN: 30/03/2020|
Más que edición, fue un cambio total lo que hubo en este capitulo.
Espero les haya gustado.
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