|16| Tension.
CAPÍTULO 16
"Espera, espera un minuto"
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El vértigo no era algo que el sintiera. Si ni siquiera se podía embriagar. El vértigo era algo desconocido desde que se volvió un súper soltado. Pero estaba seguro de que si había una sensación similar, pero mucho más sofocante y desagradable, sería la que sintió en aquel momento. Tuvo que poner sus pies firmemente sobre el suelo para no irse de frente hacia el césped que apareció bajo él.
Creyó escuchar gritos, susurros. Y tuvo frío, mucho frío. Fue sofocante y su cabeza de alguna forma se había llenado de imágenes desagradables.
Aquello fue terrible.
Ellionor no le ayudo mucho cuando pasando por alto su estado palmeo su hombro con brusquedad, complicando más su estabilidad.
—Se te quita después — dió un paso a adelante y extendió sus brazos señalando frente a ellos con gesto ceremonioso —Buenos, aquí estamos.
Tratándose de aguantar la mala mirada que le quería dirigir, Steve frunció el seño y alzó la mirada para encontrarse con una casa que no había visto en su vida. Confundido observó a su alrededor, ahora estaban en lo que parecía ser una granja con extensos terrenos verdes. Sin embargo no se sentía exactamente allí, sentía aún muy ajeno de ahí. Fuera de la realidad.
Encerio, ¿Qué había sido aquella teletransportación, o lo que fuere, entre sombras?. Pensó, sacudiendo la cabeza.
—Dónde... ¿Dónde estamos? — murmuró para si mismo, pero la otra lo escucho. Le miró por sobre su hombro y le sonrió.
—Aquí se esconden tus queridos amigos. Muy acogedor para mi gusto.
Los ojos de Steve se entrecerraron un poco, nuevamente no se sentía para nada bien. Pero a diferencia de un dolor físico se sentía más bien extraño. Como si aún estuviera viajando por aquella oscuridad.
—¿Y dónde se supone... que estábamos antes?
Tenía curiosidad por saber que tan alejado podía estar su anterior ubicación de esta. También desconfiaba de aquella nueva habilidad que la rubia había dejado ver. Era desagradable y estaba seguro que no quería volver a repetirla. Ellionor pareció mosqueada por aquella pregunta. Pero la respondió con algo de recelo, entendiendo lo que este pensaba.
—Ah, ningún lugar importante —sonó su garganta —Madripoor... Oh, vienen tus amigos, que dicha.
Y se avecinaba también el escándalo, pensó la rubia aguantando una risita.
El primero en poner un pie fuera fue el primero en amenazarle, y como no, aquel fue Tony. Quien junto a los demás había sentido y también visto la extraña atmósfera de afuera. Sobretodo porque el día se había puesto oscuro de la nada. Detrás de él venía Barton nada contento con aquella repentina aparición de aquella mujer en su casa. Estaba dispuesto a avanzar más, pero Natasha se hizo presente junto a él tomándole del brazo y deteniendo sus pasos. El hombre le miró con el seño fruncido, a lo que un movimiento de la cabeza de la pelirroja hacia la casa le recordó a quien debía poner seguros en caso de que algo realmente violento empezará allí. Clint solo retrocedió sin quitarle su mirada cautelosa a la rubia que les observaba a todos con una ceja en alto, pero sin una pizca de preocupación en su rostro.
Natasha le dirigió su atención a ella y luego a Steve, encontrándose con esté tras ella con el rostro ligeramente pálido y su escudo a sus pies. Que al parecer había dejado caer. Avanzó hasta colocarse a un lado del Stark, quién tenía su palma extendida en dirección a Ellionor. Apuntando en su dirección con el guante de su armadura.
—Uh, la reacción hostil es buena — soltó Ellionor señalando con un dedo hacia ellos —Me dice que están bien alertas... Y ligeramente traumados.
—¿Disculpa? — Tony se hizo escuchan alzando un poco la voz para callarle la boca. Habló con clara ironía —Lamento no tener globos y una piñata para tí como recibimiento — miró a Steve, quién parecía más ido que lucido, frunció su entrecejo —¿Cap?
Ellionor también dirigió su mirada a su espalda dándole un rápido vistazo antes de devolverla al frente. Cruzo sus brazos, el efecto de su viaje por las sombras no se le quitaría de inmediato. Era una experiencia que dejaba ido a más de uno.
Natasha también se preocupo por aquella reacción de Steve.
—¿Steve? — también llamó. Tratando de llamar su atención para así alejarle de Ellionor, quién seguro le había echo algo para dejarlo en aquel estado.
En primer lugar, se lo había llevado aprovechando su inconsciencia. Aunque ella en el monumento no hubiera podido hacer nada para impedirlo ya que se había encontrado en el mismo estado que él. Una lastima que Steve se hubiera vuelto presa fácil en el peor momento, estando Ellionor presente. Quien parecía haber empezado a tener cierto interés en él, cosa que sabía de antes y no le daba buena espina en lo más mínimo.
Por experiencias pasadas y hasta propias.
Los intereses por alguien de Ellionor resultaban ser, en su totalidad de veces, enfermizos. Solo esperaba que Steve no entrara en aquella categoría y que su desaparición hubiera solo sido una movida considerada de parte de ella para resguardar su vida.
Lo dudaba, definitivamente.
El rostro de Ellionor se relajo hasta dejarle inexpresivo.
El capitán salió de su letargo sacudiendo la cabeza para alejar todo pensamiento que apareciera dentro de esta por lo anteriormente vivido y dió un pisotón al escudo a sus pies, provocando que este se elevará y volviera a estar firmemente en su brazo. Dió un paso a adelante ubicándose junto a la rubia, su mirada fue a dar a sus alterados compañeros frente a ellos.
—Todos, cálmense — alzó una mano apuntando su palma hacia bajo. En una clara señal de que se detuvieran.
Ellionor rio a su lado —Sí, al suelo perritos.
—Ellionor — Steve le dirigió una mirada sería. Invitandole a permanecer callada. Sus provocaciones no ayudaban a aligerar el tenso ambiente.
Ella llevo una mano a su boca fingiendo cerrarla con un cierre. Se encogió de hombros y empezó a patear el césped a sus pies.
Steve volvió su atención al frente, dónde les observaban con atención, sin perder sus poses alertas.
—Ella prometió comportarse.
—¿Uh?, pero si yo nunca...
—Ellionor.
—Digo, sí, si. — asintió repetitivamente con la cabeza abriendo mucho los ojos y alzando el dedo pulgar hacia ellos.
El resoplido de Tony se escuchó seguido del sonido del guante al preparar el disparo. —La voy a golpear.
—¡Oye, eso es grosero! — chilló indignada.
El que se consideraba el mediador en todo aquel escándalo, soltó un casi inaudible quejido por tener que aguantar a aquellos dos mientras se le ocurría una forma de convencerles de que aquella mujer junto a él no venía con intenciones asesinas.
—Basta — habló haciéndose oír por sobre las voces de aquellos dos —Necesitamos toda la ayuda posible. Se que no estamos en buenos términos con ella — señaló a la susodicha —Pero no tenemos tiempo ni un plan de acción aún. Además... — le echo una mirada de reojo antes de poner sus orbes celestes sobre los verdes de Natasha, quién se mantenía callada en su lugar. —Sus habilidades para conseguir información podrían sernos útiles ahora.
Cómo siempre, el primero que libero su ataque verbal fue el ya considerado antifan de la, en sus palabras, Barbie psicópata.
—Debes estar pasando por un fuerte síndrome de estocolmo. O te lavo el cerebro — bufó —¿Necesitas que te refresquen la memoria, capipaleta? La demente que quieres devuelta al grupo nos atacó a todos antes de escapar. Dejándonos presos y con un hueco en mi torre. Por cierto, gracias eh.
—De nada — no dudo en contestar con aburrimiento la acusada. Provocando más molestia en el hombre —En mi defensa, cabeza de lata, me trataron muy mal y me amarraron a una silla después de ayudarles. Hipócritas, lamento si no lanzo rosas por dónde caminan... — buscó un buen insulto —Putos.
Otra ronda de insultos estaba dispuesta a aparecer allí nuevamente. Pero el sonido de la puerta de la casa siendo abierta y firmes pasos acercándose llamaron la atención de todos los involucrados en aquel pleito.
—Muy bien niños, basta de pelear entre ustedes por un rato — la persona dueña de la voz detuvo su avance apoyándose en una de las vigas del porche -Demosle el beneficio de la duda, a la rubia. Por ahora.
Ver a aquella persona allí sin duda no se lo había esperado. Siquiera Steve se lo espero, quién observaba al hombre con el seño fruncido y una ligera expresión de sorpresa, contrario a Ellionor, que mordió su labio con fuerza para callar una carcajada.
—Ay, mamá... Veo gente muerta — balbucea de forma graciosa fingiendo sorpresa en dirección de aquella persona —Hola Niki.
Y Nick Fury puso su ojo en blanco.
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El grupo se había dividido en torno a la casa después de una sería conversación con respecto a los acontecimientos, ignorando y aceptando a regañadientes la dudosa participación de Ellionor en la misión. Solo porque era mejor tenerle cerca y ver sus movimientos a dejarla moviéndose entre las sombras, hablando en lo literal de aquella palabra como también en lo no literal.
Está se encontraba con la cabeza apoyada en el marco de la ventana escuchando con clara expresión aburrida el intercambio de palabras entre los líderes de los Vengadores, el Capitán América y Iron Man.
—Ya chicos, déjenme pasar. Llevo una hora aquí afuera. —se quejó desde afuera de la casa. Había pasado toda la conversación del grupo mirándolos desde las ventanas más próximas a ellos ya que no la dejaron pasar los muy imbéciles. Ese era un especie de castigo por sus acciones pasadas.
Cómo les detestaba.
—No. — Tony puso los ojos en blanco —Deja de fastidiar y tomate tu jugo mientras los grandes hablan.
Soltando un bufido molesta, pero haciendo caso llevo el pitillo de la cajita de cartón con jugo de manzana hacia sus labios dándole un buen sorbo haciendo ruido para fastidiar al de la armadura. Muy amablemente la esposa de Clint se lo había ofrecido con una sonrisa apenada por dejarle afuera.
Muy considerado de su parte después de haber engañado a su hija cambiándole una galleta por un botón de su camisa.
En voz de la pequeña aquel botón tenía forma de flor.
—Si Ultrón esta creando un cuerpo — decía Tony volviendo a su conversación con Steve —Este se hará más poderoso que cualquiera de nosotros juntos.
Ellionor dejo escuchar una risita.
—Pobres héroes más poderosos del mundo. Ahora sí que te la jugaste, ¿Eh?, ¿Antonio?
—Cállate o te quito tu jugo.
—¡Ya me callé!, ¡Ya me callé! — se apresuro a agregar aferrándose a la cajita y comenzando a beber de ella con entusiasmo mirándole con recelo. Invitando a una batalla campal por aquel jugo si se atrevía.
Steve junto a él, dejo salir un suspiro al presenciar aquel intercambio de su parte. Parecían nunca parar aquellos dos. —Tendrán que aprender a cooperar por esta vez. — dijo mirándolos con cansancio.
—Prefiero comer piedras/No trabajo con idiotas — dijeron a la vez, sin mirarse.
El hombre dándole la espalda a la ventana por dónde la rubia se asomaba y ella ignorando su presencia, terminando con su jugo aplastando la cajita contá su cabeza y luego lanzando esta a un sentó cercano como si se tratara de un balón de baloncesto. Celebro cuando lo metido sin fallar alzando un puño al aire.
El capitán se ahorro cualquier comentario contra ellos.
—Echo de menos esa época en la que lo más raro que había creado la ciencia era yo.
Los ojos de Ellionor se entrecerraron con picardía, metió medio cuerpo por la ventana. —Y que creación, ¿Eh? —dijo y subió y bajo las cejas cuando él la volteo a mirar con el ceño fruncido —Y no te hagas el desentendido —lo señaló de pies a cabeza —Sexy.
Al ver la expresión en el rostro del Capitán, que no pasaba de ser incómodo por el morboso comentario, otro sumado a los que ya le había echo en anteriores momentos y de los cuales no estaba seguro como tomarse, siquiera como sentirse al respecto. Seguia siendo un hombre fachado a la antigua, literalmente. Tony rodó los ojos por aquella reacción, si bien no le caía bien aquella mujer, le fastidiaba que Steve no se diera cuenta que está le echaba los perros cada que podía.
Si le hubieran coqueteando a él, a su él de hace algunos años que siempre estaba totalmente listo para una mujer bonita, desde un principio estaba seguro de que contestaría los coqueteos con más coqueteos y eso terminaría con un buen revolcón. Suerte que no era a él al que la rubia le coqueteaba, y además, a su Yo pasado no le gustaban las locas, fueran o no bonitas.
Lo que no le gustaba para nada es que al parecer aveces, se había dado cuenta para su pesar, que la mirada que Steve dirigía a la rubia cargaba cierto interés en ella que no era para nada favorecedor. Porque no creía que Steve tuviera esa clase de gustos en mujeres.
Esperaba que no. Porque no eran compatibles en nada y tener al capitán prendado de una desquiciada no traería nada bueno.
—Ustedes me dan asco. — hizo una mueca —Coqueteos cochinos, y tú qué te dejas Steve.
El nombrado bufó —Preocúpate de la misión y no de suposiciones absurdas.
Alzando una ceja empezó a caminar —Cap, la negación no te lleva a nada. Aleja a esa garrapata de ti antes de que te arrepientas — palmeo su hombro mientras se alejaba —Me llevo a la loca, dejarla junto a ti es un peligro. Te robará el juicio, y si te descuidas, la virginidad.
—¡Te escucho perfectamente desde aquí tarado imbécil!
Sigueme♥
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