|15|Are you here.
CAPÍTULO 15.
"El mundo esta en fuego y no te podría importar menos"
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—¿A dónde quieres llegar exactamente con esa pregunta? — la pregunta salió de la boca de Steve amargamente. Astiado de la situación —¿Es otra de tus bromas?
Ellionor se hizo la ofendida. —¿Broma?... ¿Tengo cara de payaso o soy Tony Stark? — bufó descontenta —Te hice una simple pregunta, no es tan difícil responderla.
Steve suspiro, ahora más que frustrado o molesto, estaba cansado. Ellionor tenía la capacidad de agotarte mentalmente sin siquiera proponérselo. Y es que ya le había quedado claro que para ella aquella situación era más un juego que otra cosa. ¿Cuál otra razón tendría para llevarlo hasta aquel lugar? Lugar aún desconocido. Sabía que la respuesta a la pregunta que le hizo era un Sí, e utilizaba eso como una clase de burla para él.
Estaba claro, desde ahora repeleria mucho de aquellos poderes de la Maximoff que le habían dejado en las manos de aquella extraña mujer con aspecto de angel y personalidad de demonio.
—Al parecer, unos son más difícil que otros.
Aquello que dijo hizo a Steve fruncir el seño confuso de lo que tenía que ver eso con lo que estaban discutiendo. Trata de no perder la compostura nuevamente, se relajo todo lo que pudo -que no fue realmente mucho- suspiro y luego le hablo. Le hablo como lo harías a alguien que amenaza a punta de pistola con matar a su rehén.
Sí, con calma y miedo de hacerle explotar.
—¿Qué es difícil, Ellionor?
Aquel tonito no le pasó desapercibido a la rubia. Por lo que alzó una de sus cejas y respondió seriamente. —Hombres. —le miró directo a los ojos al decir aquello —Y no me hables como si en cualquier momento fuera a saltar a morderte el cuello. Fuí paciente de psiquiátricos toda mi vida, sé como nos tratan.
El hombre se ahorro cualquier comentario al respecto, sobre todo porque no sabía que realmente decir. Ya aquello era un tema muy ajeno a él.
—Por otro lado si quieres que te muerda el cuello, tú solo avisa. —le sonrió con picardía.
Ante el comentario tan de repente, Steve sintió incomodidad con una extraña mezcla de nerviosismo, que le dejo desconsertado. Reacción que le hizo fruncir el seño ligeramente. Al parecer, aquella mujer ocasionaba más reacciones en él de las que esperaba. Y estás eran, en cierto grado, preocupantes. Ya que se suponía que debía ser completamente firme a su indiferencia con ella. Parpadeo, tratando de quitarse aquellos pensamientos, pero lo que vio delante suyo casi le hace jadear de sorpresa.
No supo en que momento ella había llegado mucho más cerca de él hasta tenerla a la suficiente distancia como para tener que bajar un poco la cabeza para mirar aquellos increíbles ojos.
Se perdió allí en esos ojos grises sin querer. Realmente desde que le había mirado por primera vez le había pasado. En aquella sala de reuniones en la torre, creyó ver a la mujer más bella que había visto desde que Peggy ya no era parte de su vida. Era como un auténtico angel, su cabello platinado parecía brillar junto a las dos perlas que tenía por ojos. Quedó fascinado sin quererlo.
Pero la realidad había matado su ilusión como si hubieran pinchado un globo con un alfiler cerca de su oído. Esa era la imagen de la persona altamente peligrosa con la que debían tratar, no se lo pudo creer por completo. Su bonita sonrisa, era acribillada por sus acciones. Por su descontrol mental. Y eso había hecho que se prometiera no involucrarse con ella de ninguna forma, y más importante, no caer en ninguna de sus trampas.
Pero era una tarea complicado aveces. Y lo supo aún más cuando la mano de ella se acercaba lentamente hacia su mejilla.
La detuvo tomando su mano entre la suya, que era considerablemente más gruesa a diferencia de aquellos finos dedos que está tenía.
—Ellionor, basta de esto. — pidió, su voz casi fue un susurro debido a que no había la necesidad de alzarla debido a la cercanía. Soltó su mano y colocó las suyas en sus hombros, poniendo distancia. —Perdemos el tiempo necesario para actuar contra Ultrón. Déjame ir.
Mujer resopló con fastidio.
—Te dije que no eras un rehén.
Steve termino aceptando el que si quería salir de allí debía mantener la calma y no alterarse como minutos atrás. No quería seguir su juego, pero si podía hacerle entender la verdadera urgencia de su situación.
—¿Si eso es, entonces por qué me retienes así? — aquella pregunta era muy sincera. Quería entender el porque había recogido su cuerpo inconsciente y lo había llevado hasta... Donde sea que estuvieran, en aquella habitación las ventanas estaban cubiertas por gruesas cortinas.
Ellionor le observaba pensativa, inclinando un poco su cabeza y golpeando un dedo contra su barbilla. —Mmh. — detuvo su movimiento he entrecerró un poco los ojos —Te digo algo, la verdad me importa un comino que el mundo termine siendo una enorme bola de fuego deforme.
Aquel comentario provocó que al rostro de Steve volviera una expresión de seriedad. Le siguió escuchando atento.
—Este mundo no a hecho nada por mí. Solo está lleno de muchas porquerías...
—Sabes que no tendría que ser así — le interrumpió, negando con la cabeza —Todo ese mal. Si solo tú...
—¿Cambiará? — lo interrumpió de igual modo que lo hizo él —Cap — le miró con atención antes de reír —El discurso evangelizador te lo guardas, cállate.
Retrocedió, riendo y avanzando más cerca de la cama. Steve la siguió.
—¿Piensas que no puedes con la verdad? — continúo —¿Te molestaría dejar de ser lo que eres? — su tono había cambiado a uno más tosco y molesto.
Ellionor se detuvo en seco al escuchar aquello último. Steve quedó a sus espaldas, ambos a un costado de la cama y de frente a una de las cubiertas ventanas. La rubia se giró para enfrentarle, dándole su mejor rostro incrédulo.
—Lo que soy, ¿Eh? — le observó con lentitud, desde los pies hasta la rubia cabellera —¿Una chica mala e ilegal que ama los Cheetos? Porque te digo, ja sí, totalmente ma faute mon amour.
Soltó una risita con diversión, llenando la habitación con aquella suave melodía que producía escalofríos. Tanto buenos y malos.
—¿Crees que está bien lo que haces? Matar, destruir, robar — la amargura en su voz ya era palpable —Todo eso es divertido para ti, ¿No es verdad?, Acaso piensas... Que está vida que llevas, ¿Te dejará vivir mucho tiempo?
Ante la mención de la muerte, su sonrisa no tembló ni un poco. Permaneció inmutable. Verdaderamente no le importa ni un poco eso.
—Alerta de spoiler, bombón. Algún día todos moriremos. — hizo un ademán —y segundo; Qué sabrás ... — se acercó más a él —Tú.. — empezó a hacerle retroceder sin siquiera él darse cuenta —De... — bajó la mirada, observándola nuevamente a los ojos —Diversión.
Y al finalizar, metió su pie con rapidez tras el de él y con una fuerza que Steve le desconocía, tiro de este, haciendo que perdiera el equilibrio. Pero sus sentidos de súper soldados eran más que eso, por ellos Ellionor empujó su pecho con ambas manos empujándolo hacia atrás. Provocando que cayeran sobre la cama.
Ella arriba de él.
Ellionor no perdió tiempo y coloco sus manos a cada lado de su cabeza y con su largo cabello cayendo como cortina a los lados de su cabeza, le dedicó una sonrisa que termino de quitarle el aliento que había perdido cuando le empujó sorpresivamente hasta esa posición.
Ella bajo con lentitud su cabeza, dejándola ha centímetros de su rostro, el cual recorrió con sus grisácea mirada hasta parar en sus labios. Su sonrisa no podía ser más maliciosa en aquel momento. Steve había quedado mudo de la impresión, cosa bastante ridículo viniendo del único e inigualable Capitán América. No se pudo resistir, sus ojos bajaron a sus labios viéndolos tan cerca y rosados, ella se acercaba cada vez más y el parecía un papanatas absorto de su propio cuerpo.
De repente Ellionor se desvío, o eso pensaba él ya que no sabía que dirección iba a tomar. Llegó hasta su oído y le dijo unas palabras que le hicieron despertar de golpe.
—Quedate conmigo.
El hechizo se fue con rapidez, recordándole a Steve las verdaderas prioridades ahí, y más importante, su promesa de no caer en aquella trampa de ojos grises. Se levantó con brusquedad, lanzandola a un lado en la cama para ponerse en pie de un salto.
—¿Pero que es lo que estás... — por alguna razón él, el hombre que podía correr metros y metros sin cansarse. Parecía haber corrido la maratón más larga de su vida.
—Oh, wow. ¡Mira que te has escandalizado! — se rió a carcajadas, desparramada en el colchón de forma desordenada.
—Basta de esto — soltó molesto, y avergonzado, pero no dejaría ver lo último —Me voy ahora.
Y fue lo que dijo antes de caminar a paso pesado hacia las puertas. Ellionor se apartó el cabello de la cara de un manotazo.
—Ey, ey. Espera, ¡Espera! — le gritó con rapidez poniéndome de pie en la cama y saltando de esta. Aterrizó frente a él y se sostuvo de su brazo para no dar de golpe contra el suelo —Calmate un poco, yo te llevaré.
—No.
—Ay, por favor. Quita esa cara de virgen traumatizado y no te muevas — extendió sus brazos a sus costados frenandolo al verle querer seguir avanzando.
Steve estaba encerio molesto y arto de tanta estupidez. Sus amigos perdidos en no sabía dónde y el siendo presa de los juegos de aquella mujer sin escrúpulos. Se iría de allí así tuviera que romper una de esas ventanas.
—No quiero tener que pelear contigo — sentencia. Hablaba pero no le miraba, sus ojos estaban puestos sobre las puertas de salida, incapaz de mirarla a la cara.
Ellionor bufó, pero no sé movió.
—Esta bien, sí. El mundo me importa una jodida mierda. Ultrón puede jugar al hijo con problemas paternos cuánto quiera. Pero... — habló con algo de rapidez. No queriendo que este se fuera sin escucharla —Pero si me lo pides, te ayudaré a detenerle.
Steve dejo de verle lo interesante a la puerta y la miró, con el seño fruncido en confusión. Aquello si que debía ser la original broma del momento.
—No necesitamos tú ayuda — casi le gruñó —No te necesitamos después de lo que nos hiciste.
—Vaya, ¿Con que derecho dices eso? — lo que dijo si que le molesto. Bajo sus brazos he hizo sus manos puños —Ustedes fueron los que, a la primera oportunidad, me encerraron en una cajita de cristal. Hipócrita.
Él le observó con seriedad. —Fuimos cautelosos, sabíamos tus intenciones de escapar de nosotros. ¿Por qué íbamos a confiar en tí tan fácilmente con todos tus antecedentes?
—Eso es... Sabio. — rió con nerviosismo rascando su mejilla —Neh, la verdad si me les iba a escapar. Me tenían fatigada con esa cosa de; ¡Vengadores, unidos! Y Stark... ¿Cómo le aguantan? —hizo una mirada pícara —Es porque les paga todas sus cucherias, ¿Verdad?
—No te quiero cerca de nosotros.
—Lastima — miró sus uñas —Ve, ve con ellos... Aunque — alzó la mirada observándolo con aburrimiento —Buena suerte descubriendo dónde están.
Steve resopló —Lo averiguaré.
Ellionor asintió con la cabeza —Entiendo, entiendo. De acuerdo, supongo que Ultrón detendrá su plan malvado para esperar por tí — dijo fingiendo estar convencida de eso —Ya me la puedo imaginas; UH, ¡Ey! ¿Dónde está el Capitán del equipo?... Ouh, rayos. Habrá que esperarle, tomemos juguito y veamos una maratón de Crepúsculo. ¡Viva el teamEdward!
Se burló sin descaro de él. Todo bajo la mirada sería que le dedicaba. Ni siquiera trato de entender todo lo que soltó.
—No te llevaré conmigo — sentencia y dió un paso adelante más cerca. En un vago intento por intimidarle —Pero me dirás dónde están.
—Claro sí, eso suena como un trato justo — ironizó.
Un paso más y una mirada más intensa e "intimidante". Ellionor parpadeo alzando una ceja.
—No me intimidaras con esa carita, bombón. — sonrió —Pero si provocas otras cosas.
—¡Ellionor! Por una vez, toma encerio las cosas — estaba arto —Acaso soy para ti una...
—Si dices "una broma" te besaré — dijo risueña adelantándose a lo que iba a decir.
—¿Nunca entiendes?
—Siempre, pero soy terriblemente terca — sonrió. Aquella conversación se le estaba haciendo entretenido.
Pero la verdad Steve tenía razón respecto al tiempo, debían ponerse en movimiento ahora.
—Me llevarás, ayudaré y me defenderas ante los demás cuando traten de impedirlo — la seriedad había aparecido de repente en su rostro.
Su mirada fija en la de Steve, quien sintió un pequeño dolor en su cabeza que le obligó a sacudirla un poco. Su vista se puso borrosa por unos segundos y creyó ver una extraña sobra sobre la mujer delante suyo, pero el malestar se fue tan rápido como llego que no le pudo apreciar bien.
Cuando volvió a la normalidad le observó confundido. Pero su respuesta a su petición ya estaba firmemente en su cabeza.
—De acuerdo.
Al decir aquello, frunció su seño. Pero no lo refutó. Ellionor dió un único aplauso al aire, contenta.
—Perfecto, mon amour. — con una energía que siempre parecía tener. Corrio hacia uno de los sofás de la habitación y extrajo una mochila detrás de este. Steve alzó una ceja. —¿No pensara usted Capitán que lucharé contra el mal en vestido?
Avanzó hacia donde estaba antes, quedando frente a frente. Cuando Steve se disponía a poner distancia, ella lo detuvo colocando una mano en su hombro.
—La forma en la que viajaremos es muy poco convencional — dijo. Y Steve no pudo apreciar a la primera cuando un humo tan oscuro como las misma sombras empezaba a salir de la mano en su hombro. De repente Ellionor se detuvo —Ah. — se apartó de él alzando un dedo en alto. Volvió hacia la cama y se agachó en el suelo, sacando algo debajo de esta.
Cuando el escudo hizo acto de presencia, su dueño le miró sorprendido y anonadado. ¿Cómo era posible que hasta ahora no se acordará de él?
No dijo nada hasta que Ellionor volvió frente suyo. —Tu plato — le tendió el escudo. A lo que Steve se apresuro a cogerlo algo receloso —Ahors sí. Cierra los ojos y ni se te ocurra respirar.
Steve alzó una ceja —¿Por qué deberí...
Antes de poder responder, las oscuridad les había envolvió de golpe. Y una sensación de vértigo terrible invadió al Capitán de América.
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Oh, ¿Miren esto?, ¿Es un pájaro? ¿Es una avión? ¡No!
¡Soy yo actualizando el día que prometí!
Los milagros si existen, al fin cumplo una promesa.
Bueno ya, no exagero.
¿Qué les pareció el capitulo?
Quiero su sinceridad aquí.
Por otro lado.
¿Cómo creen que va el acercamiento de estos dos? ¿Muy lento?
¿Se dieron cuenta de lo que hizo Ellionor al final?
Sino pues mal.
Gracias por leer.
El capítulo nuevo, el lunes próximo.
(≧▽≦)Sígueme y te sigo(≧▽≦)
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