Capítulo dedicado para:
Fany-Nya

-¿Me llamó?- Dijo Ink al entrar a la oficina de su jefe.

Era de mañana, apenas iniciaban las horas laborales.

Y un trabajador había llamado a Ink diciendo que el jefe lo solicitaba.

-Es correcto.-dijo Error desde su asiento, apartando la vista del papeleo y solo observando a Ink.

-¿Qué sucede?-

-Me quería disculpar por irme de la cita, de verdad quería darte una grandiosa cita.-

-Oh, no te preocupes, súpongo que surgió algo importante. No hay problema.-

-Claro que lo hay, No podía dejarte simplemente así.que apenado me siento de mi mismo.-

-Esta bien, No hay problema.-

-En ese caso... ¿Me dejas invitarte a otra para compensarte?-

-Lo pensaré.-

-¿Eso es un sí?-

-Tal vez.-

Error sonrió.

-Oh, Claro que es un sí.-Dijo Error.

-Bien, simplemente estaba probandote. ¿Algo más?-

-¿Te quieres ir tan pronto de aquí? ¿No me quieres hacer algo de compañia?-

-No aquí. No. En absoluto.-

-Oh vamos, estoy muy solo.-

-Pues te ves mejor así.-

-Bien. Ya nada.-

Ink sonrió.

Luego pensó por un momento, dudando si estaría bien sacar el tema a relucir.

-¿Qué... Fue lo que pasó esa noche?- Se atrevió a preguntar Ink.

-Súpongo que estabas algo borracho, eh-

-Sí... No recuerdo mucho, se lo que... hicimos, pero... no se como comenzó, en que momento... -

-...Está bien, no es nada importante.-

-Parecias decepcionado cuando te enteraste de que no me acordaba. ¿De qué exactamente?-

-No es importante.-

-¿Estás seguro?-

-Totalmente. Así que no te preocupes, déjame ser un caballero.-

Ink rodó los ojos.

-Bien, Bien, Tú ganas.- dijo Ink.

-Bueno, anda, Ve a trabajar.-

-Esta bien, ¡Adios!- dijo para luego retirarse.

La sonrisa de Error se esfumo.

Y sacó del bolsillo de su saco, en su billetera, Una foto.

-Está bien que no recuerdes, no fue nada importante despues de todo, Shorty...-

-Así que... ¿Lo conoces?-Preguntó Lust.

-No lo sé, ¿Quizás?- dijo Ink.

-Lo conoces o no, no hay termino medio, cariño.-

-Ugh, ¡No sé! El solo me dijo que hablamos antes de... ya sabes.-

-Hm... Ahora que lo mencionas...-

-¿Qué?-preguntó Ink interesado.

-Tu te fuiste con el un tiempo luego de llegar y beber un poco.-

-¿O sea que no me tiré desesperado a el?-

-Es correcto, sino mal revuerdo pasé a verlos por curiosidad y...-

-¿Y qué?-

-Me llevé una gran decepción al ver que solo hablaban.-

-Oh... Así que hablamos.-

-¿No te acordabas de ello? Oh, Claro, pero si te acuerdas de la diversión, Pillín.-

-¡C-Callate!-

-Bueno, entoces mi teoría es que hablaron de algo antes y quizas se enamoraron, yo que sé.-

-¿Eso crees?-

-No sé que más podría haber sucedido. Lo flechazte como a Night.-

-¡No comiences denuevo con eso!-

-Anda, admite que tengo razón.-

-No le gusto a Nightmare.-

-Por favor, ¿Enserio crees que me tragaré esa mentira? ¡Preguntale a cualquiera! Yo lo sé y ní trabajo en tu asquerosa empresa.-

-¡Ya deja de hablar del tema! Ugh... y yo que solo vine a ahogar mis penas... -

-¿A mi casa? Hay algo llamado Bar. Y tambien otros lugares llamados clubes nocturnos, ¡Oh! Es más, ¿Porqué no vas y te ecuentras a tu sexy jefe?-

-...Sabía que era mala idea venir donde tí.-

-Me ofendes, Cariño. Solo trato de ayudar.-

-¿Ayudar?¿Cómo?-

-Mira, Se que desde que terminaste con... ya sabes quién. Te he visto fatal. Me preocupas, Ya sabes. Pensé "Debería aprovechar la despedida de soltero tambien para tí". Y aquí estás, Sin saber que hacer con tu jefe que por lo que escuche, le tienes tremendas ganas. ¿Qué tan grande lo tiene?-

-¡No saques ese tema así por así! ¡Estoy perfectamente bien!-

-No lo pareciera, pero como tú digas.-

Hubo silencio un momento.

Lust solo supiro.

-Mira, lo siento. Pero de verdad me preocupas, cariño. No sabes lo que me parte el alma verte triste, y pensé que de verdad lo que necesitabas era... relajarte, pensar en otras cosas.-

-Lust. Me llevaste básicamente donde mi jefe, ahora no lo puedo ní ver a la cara, maldita sea. ¡Necesitaba todo menos eso!-

-Lo sé. Lo siento.-

-No, no, ese no es el problema es... Ugh..-

-¿O sea que sí te gustó?-

-...No tengo comentarios ante ello.-

-Oh, Lo sabía. Era imposible que te negarás a caer ante sus encantos.

-Solo callate, no sabes lo avergonzado que me siento de mi mismo.-

Lust solo dió una leve risa.

-Sea lo que sea que hayan hablado, ya quedó en el pasado. Crea nuevos recuerdos y no te preocuparas por los viejos.- aconsejó Lust.

-...Tienes razón.-

-¿Ah que sí? Debí ser filósofo.-

Ambos rieron.

-Gracias, Lust.-

-Oh, No hay de qué, siempre puedes contar conmigo, ahora anda a tu casa, mañana tienes trabajo y no queremos que te despiertes tarde y mal arreglado por no dormir a buena hora.-

-Si, Si, Lo que tu digas "mamá". Bueno, ¡Adios!- se despidió para luego retirarse del hogar de Lust.

El que quedó solo, simplemente suspiro mientras se acostaba en su sofá con la mirada en el techo.

Nuevamente solo.

Pero sonrió.

Adoraba poder ayudar a que otros no quedaran como El.