-No sé que hacer, Error...-Murmuró Horror sentado en uno de los sofá de la oficina de Error del club nocturno.

-Haber, déjame ver si entendí. Viniste hasta aquí... ¿Para hablarme de tu falla amorosa?-

-¡Somos amigos!-

-¡Claro que lo somos! Pero por dios, Horror, estás en hora laboral.-

-Te cogiste a un cliente en hora laboral.-

-Es diferente, era trabajo.-

-No lo era, era Ink.-

-Bien, tu ganas la discusión. Anda, te escucho.-

-Verás. Pensé de verdad que lo mio con Lust funcionaba... ¡Pero no fue así!-

-¿Cómo que no? ¿Que mierda hiciste?-

-¡Nada! Eso es lo peor, ¡No hice nada malo! Lo traté bien, use coqueteos, fui agradable...-

-¿Y?-

-Dijo que no funcionaba, ¡Que nisiquiera lo intentaba! Que solo eramos compañeros de copas... Un stripper más.-

-¿Haz intentado... Hablarle de tus sentimientos?-

-¿Mis qué?-

-Vaya, ya decia yo que algo iba mal en tu relato... Mira, cabeza hueca. Si quieres hacerle entender a alguien tu punto de vista, dile como te sientes.-

-¿O sea... Le digo que me siento bien?-

-No, imbécil, eso no. Me refiero... Hablale de que lo amas, que quieres ser algo más, ¡Lo que piensas de su relación!-

-Yo... No sé si funcione.-

-Yo tampoco, la verdad. Pero nada pierdes intentandolo, a mi me sirvió.-

-Gracias por su sinceridad.-Dijo sarcástico.

-Para eso estamos. Es más, Lust ya debe estar en el bar, ¿Porqué no vas y hablas con él? Resuelvan las cosas.-

-...Bien, lo haré.-

-¡Eso! Ahora, fuera de mi oficina.-

-Si, jefe.-

En el bar, ciertamente allí estaba Lust, sentado tomando una copa de vino mientras veia los bailes de los strippers.

Horror se acercó hacia el y le tocó el hombro.

-Oh, Horror, ¿Qué tal?-Saludó sonriendole.

-Hey, yo... Quería hablar contigo.-

-Ouh, ¿Qué pasa, cari?-

-¿Puede ser... En un lugar más tranquilo?-

-Claro.-

Ambos salieron del bar, para luego ir a otra habitación de presentaciones vacia. Tomaron asiento en unos sofás, quedando uno frente al otro.

-Dime, ¿Qué sucede?-Preguntó Lust.

-De verdad me gustas, Lust. No quiero ser solo una aventura.-

Lust se quedó en silencio, dejó su sonrisa de un lado y se quedó serio viendole.

-No sabes de lo que hablas, Horror.-

-¡Claro que lo sé! La cita de la otra vez con tus amigos... De verdad disfrute pasar el rato contigo. Amo todo de tí.-

-No, no amas "todo de mi", estás ciego. Simplemente te gusta follar conmigo y crees que es amor, o simplemente quieres disfrutar de ese "privilegio".-

-No es así. Amo escuchar tu voz, siempre que hablas de tus amigos se te ve tan feliz, adoro escucharte. Siempre eres tan atento con los tuyos, te preocupas por muchos... No sé porqué estás solo, sí eres tan precioso. Eres como... una gema, ¿Sabes? Me siento tan suertudo de estar cerca de tí, pero tengo miedo de que alguien más te tome.-

-No pasará, Horror. No volveré a caer en ese truco otra vez... Palabras bonitas sin sentimientos, dulces coqueteos vacios... Conformate con una buena follada, joder. No es gracioso esta broma.-Dejó su copa en una mesa y se tapó el rostro con sus manos, estaba comenzando a dejar salir lagrimas.

-Mis palabras no son vacias. Y mis sentimientos no son falsos. De verdad quiero hacerte feliz, yo... No sé por lo que hayas pasado pero... ¿Puedes, mirarme mientras te digo lo que siento? Tú decides si es una mentira, Lust.-

Lust bufó, estaba irritado, sus lagrimas no paraban, volvia a recordar cosas que no queria, necesitaba beber más, perder la sobriedad.

Miró a Horror, quien le miraba sin dudar.

-Te amo, Lust. Quiero ser el que se encarge de embriagarte, pero de amor. ¿Podrías... darme esa oportunidad?...-

Lust lo observaba bien, Horror no parecía mentir, y eso solo le hizo llorar más, para luego ir a sus brazos y abrazarlo.

¿Podía... De verdad confiar?

-...Sí, te doy esa oportunidad, Horror.-

Aún si hay una posibilidad de que sea una mentira... Queria creer en sus palabras que eran hermosas, y aquellos brazos que le rodeaban tan sinceros.

-Gracias.-