Error estaba totalmente nervioso.

Hace mucho se la pasaba viendo su reloj y a la vez viendo si Ink llegaba a su puesto.

Sin embargo, no fue así.

En todo el dia, Ink no apareció.

No lo pensó dos veces para luego salir del trabajo e ir directo a la casa de su pareja.

Todo estaba perfecto ayer, ¿Porqué faltaría sin avisar?

Al llegar, comenzó a tocar de manera insistente la puerta.

-¡Ink!-Llamaba, de verdad que estaba preocupado.

Estaba por tirar la puerta, hasta que escuchó como era abierta solo un poco, mostrando solamente el rostro del albino, sin abrir enteramente la puerta.

-Por dios, que susto me has dado... ¿Estás bien?-Preguntó Error.

-Estoy bien.-

-Déjame pasar, quiero verte.-

-Yo... Ahora mismo no estoy presentable.-

-Oh~ ¿Estás en ropa interior o algo así?-

-No, solo... Deberías irte.-

Error sabía que algo no iba bien, no se molesto en insistir, simplemente abrió la puerta y entró.

No esperaba encontrarse con Ink lleno de moretones y con un brazo vendado de manera torpe.

-...¿Qué te pasó?-

-No es nada... Yo... Solo vete.-Respondió  sin siquiera verle.

-Ink, por dios... ¿Quien te hizo esto?-

-Fue un accidente.-

-No fue un accidente, sé cómo es un accidente y esto no lo es.-

-Estoy bien, por favor... Vete.-

-...¿Fué tu ex?-

-¿Qué?...-

-Lust me dijo algo así. ¿Volvió, no es así? ¿Él te lastimo?...-

-...Son mis asuntos, yo... yo puedo encargarme.-

-Claro que son tus asuntos y puedes hacerle frente. Pero esto no aplica aquí, Ink, esto se está pasando de la raya.-

-...No tardará en venir, se va a molestar, solo... solo olvida que me viste.-

-Me voy a quedar aquí.-

-¡No! ¡Te puede lastimar!-

-¡Mírate, Ink! Nisiquiera fuiste a un doctor, ¿Verdad? Joder, ese maldito infeliz...- Error tomó suavemente de las mejillas a Ink, acariciando su rostro con sumo cuidado.

Sus ojos solo reflejaban preocupación, Ink se dejaba cuidar, tratando de aun aguantar sus ganas de llorar en los brazos de su pareja.

-Esta bien tener miedo, Ink.-

-...Yo... Quería que todo esto acabara... Pensé que podia hacerlo solo y...-

-Shh... Está bien.- Se acercó y besó su frente, luego lo abrazó.

Su dulce momento fue interrumpido cuando la puerta de aquella casa fue abierta sin cuidado alguno, dejando pasar a un Mafia muy molesto.

-Inky, cariño... ¿Te dejo un puto rato solo y ya le hiciste ojitos a otro hombre? Parece que tendré que enseñarte una lección.- Dijo Mafia, empujando a un lado a Error y preparando con su otra mano un golpe hacia el albino.

Sin embargo, el golpe nunca llegó, ya que Error agarró su mano y se la dobló, dejandolo hasta su espalda, a lo que Mafia solo dió un quejido de dolor.

-¿Así que tú eres la jodida rata asquerosa que lastimó a Ink? No me hagas reir...-Dijo mientras le veía y le escupió en la cara.

Sin dejar a este acomodarse o hacer algo, Error le dió una patada en el estomago, para luego agarrarlo del cuello de su camisa y lanzarlo al suelo, luego lo pisó.

-A las cucarachas como tú, hay que asegurarse de matarlas muy bien... Que lástima tener que desperdiciar mi caro zapato en pisar a algo tan asqueroso como tú.-

Mafia no pudo hacer nada, cada que trataba de levantarse, Error volvia a darle otro buen golpe. Lo levantaba y lo lanzaba a las paredes.

-¡Error, no lo vayas a matar!-Dijo Ink, tomandole del brazo.

Este solo suspiró y asintió.

Lo volvió a lanzar al suelo y comenzaba a darle puñetazos en el rostro, luego de ver suficiente sangre, lo agarró del cuello, comenzando a ahorcarlo.

-Mira, hijo de puta. Estás vivo porque él me lo pidió. Pero, sí te veo cerca otra vez, aunque sea una puta llamada o ir al mismo restaurante... Te voy a llevar yo al puto infierno, ¿Me oyes, insecto? Ahora largo.-

Lo soltó y se levantó, haciendose a un lado.

Mafia rápidamente se puso de pie y salió de aquella casa.

-Gracias...-Dijo Ink.

-Por ti lo que sea, Kiki.-

Ink sonrió.

-¿Te quieres quedar a dormir?-

-¿En el sentido sano o en el otro sentido?-

-Pervertido.-

-Vamos, tú comenzaste.-

Ambos rieron. Error cerró la puerta y fueron a la cocina.

Disfrutaron una agradable cena juntos, para luego dormir en compañia del otro.

Finalmente en paz.