Luego de que Ink le dejara solo de camino a su cena romántica, decidió ir a su segundo trabajo.

Se sentía demasiado irritado.

No por el hecho de que lo dejaran botado, sino por no lograr hacer mucho por su pareja.

Se estacionó en su lugar especial y bajó de su carro, entró al club nocturno y fue a los camerinos, necesitaba cambiarse y pensar en otras cosas.

Sentía que su mente estaba abrumada, quizás trabajar le ayudaría a despejarse.

Salió de allí con su traje de mayordomo puesto y fue al bar principal, lugar donde estaba la barra y varias zonas de baile. Mucha gente se encontraba en mesas, observando y tirando dinero a los bailarines.

Si que habia gente que le encantaba gastar.

-Pero miren a quien me encuentro.-

Conocía esa voz, se giró a ver en una silla de la barra del bar, era Lust, con una copa de vino en la mano.

-Vaya, pero si es nuestro cliente estrella.-Dijo Error, tomando asiento a su lado.

-Hace un tiempo no te veia por aquí, Ink debe de disfrutar mucho, ¿No?-

-Bueno, somos oficialmente una pareja.-

-Ustedes si que saben como iniciar una buena relación, ¿No?- Lust comenzó a reir.

-Debo decir que soy afortunado al haberle conocido...-

Al terminar de reir, Lust puso una cara más seria, comenzó a jugar con la copa en su mano, moviendolo de lado a lado.

-¿Sabes? Al principio dudé mucho el dejarte a Ink. Sin embargo, las palabras que me dijiste antes me convencieron.-

-¿Te refieres a cuando te pedi que me lo presentaras?-

-¿Gracioso, no? Me pides presentartelo y termino encargándotelo para luego descubrir como se divirtieron más de lo debido. La verdad me hubiese molestado mucho si Ink no terminara tan feliz.-

-Entiendo que te preocupas por él.-

-Ink es una muy buena persona, un gran amigo. No soportaría saber que hice algo que le lastimara. Solo me preocupa que alguien más le haga daño.-

-Habia escuchado de su ex antes... ¿Qué tan malo fue?-

-Fue la peor experiencia de su vida. Aún tengo unas ganas tremendas de arrancarle todos los dientes a ese estúpido.-

-¿Qué le hizo?-

-La pregunta es: ¿Qué no le hizo?, ese imbécil... Destruyó a Ink mentalmente. Se habia mostrado tan cariñoso al inicio, como si solo le importara Ink... La verdad es que estaba loco. Solo hizo sufrir a mi querido Ink.-

-Un completo imbécil.-

-De los peores, sí. La cosa es que... Fue una ruptura muy complicada para Ink, ¿Entiendes? Solo quiero que sea feliz, ¿Lo estás haciendo feliz?-

-Yo diría que sí. Cada dia lo veía feliz, pero... Hoy actuaba muy raro.-

-¿Cómo?-

-Alguien llamaba a su telefono insistentemente, Ink no contestaba. Parecia nervioso. Pensé que sabias algo.-

-...No. Pero ya hablaré yo con él. Mira, Error. Te estoy dando un voto de confianza enorme porque al conocerte se veía que de verdad te preocupabas por él. Ahora, mi consejo es que sigas a su lado. Apoyalo un poco. Dile como te sientes y demuestrale que puede confiar en tí. Recuerda que tampoco es fácil para él.-

-...Entiendo.-

-Ahora, sirveme otra copa y estamos a mano.-

Error sonrió.

-A la orden.-

Luego de aquella charla, Error estaba más claro de la situación. Mañana hablaría con Ink, se encargaria de sincerarse aún más.

Por otra parte, hubiese deseado romperle los dientes a aquel infeliz que le hizo sufrir.