8:30pm.

La princesa se encontraba contando las ganancias muy concentrada, cuando de repente fue interrumpida por la llegada de su novio a la tienda muy alterado.

Chester: ¡Mandy!, ¡mis sospechas eran ciertas!.

La morena no quiso responder, porque realmente estaba más concentrada en su trabajo.

Chester: princesa, escúchame... - se acercó hacia su trono estampando sus manos contra el mostrador.- ese Buster es un mal amigo. ¡Yo tenía razón!.-

Mandy: creí que ya habíamos dejado ese tema atrás.

Chester: si lo sé, pero es que me tope con él y me enteré que le gustas.

Mandy: ¿Que dices?...

Chester: ¡Si!. - exclama.- ¡Le gustas!, ¿puedes creerlo?. Pero yo no voy a permitir eso.-

Mandy: ay Chester... -suspira hondo.- no quiero discutir otra vez. Déjame terminar mi trabajo.-

Chester: p-pero Mandy... Estoy diciendo la verdad...

Mandy: mira Chester, tengo responsabilidades que hacer como princesa y no estoy para perder mi tiempo en hablar tonterías. - se levanta.- cosa que tú también deberías entender, porque muy pronto serás un príncipe.-

Chester: s-si eso lo sé... Nos vamos a casar...

Mandy: exacto. - se acerca a su novio.- no hay que pensar en eso, solo pensemos en nuestro futuro juntos...

Chester: y-yo solo tengo miedo a perderte mi princesa...

Mandy: yo también tengo ese miedo...

Ambos jóvenes se dan un cálido abrazo muy sonrojados, ese sentimiento era bonito cuando estaban juntos.

Mandy: bobo... - ríe ligeramente y deposita en beso en su mejilla.- ahora déjame tranquila hacer mi trabajo ¿si?.-

Chester: como ordené mi princesa.~

Él bufón supo entender y dejó a solas a Mandy. Sus inseguridades lo estaban consumiendo y tenía que ser más fuerte por el bien de ambos.

Por otra parte unos clientes se estaban acercando a la tienda, ellos eran Gus acompañado del proyectista Buster. Inmediato Chester se fijó de su presencia y fue directo hacía ellos impidiendo el paso a la tienda.

Chester: ¡Hey!, ¿que hacen por aquí?. - sonriente los miraba.-

Gus: vamos a comprar dulces, ¿no es obvio?.

Buster: hola de nuevo Chester. ¿Ocurre algo?.

Chester: oh pues solo él niño puede entrar.

Ambos se quedaron viendo al bufón extrañados y confusos.

Gus: pero yo quiero entrar con Buster...

Buster: seguramente el bufón, está bromeando. ¿No es así?...

Chester: No. Esto no es una broma. - serio dijo.-

Las miradas de ambos chicos se enfrentaron. Una tensión se formó en el momento.

Chester: ven pequeño niño. Entremos juntos. - decía tomando el brazo de Gus.-

Buster: él viene conmigo. - dijo reteniendo a Gus a su lado.-

Chester: pues lo siento. Solo yo y él niño entraremos. - jalaba del brazo.-

Buster: que ridiculez... - suspira- mira, no sé qué problema tengas conmigo, pero esto ya no me está gustando.

Chester: ¡Jaja!, ¿problema contigo?, ¿como crees?. - reía sarcástico.-

Buster: entonces déjame pasar con Gus. Después de todo él viene conmigo. - tomó el brazo del niño jalandolo a su costado.-

Chester: hey, ya dije que solo los niños están permitidos entrar. - volvió a jalar de su otro brazo.-

Gus: ¿P-por qué pelean?...

Buster: ¿En qué momento se estableció esa orden?. Yo eh venido muchas veces aquí para ver a Mandy.

Eso disgusto mucho al bufón que tuvo que aguantarse las ganas de explotar de celos.

Chester: ¡Pues se estableció hoy!. - vociferó irritado.- ya no insistas, ¿que no entiendes?.- espetó.-

Siguieron discutiendo sin dejar de estar forcejeando con él pequeño Gus cual no entendía que ocurría.

Darryl: ¿Que está pasando aquí?. - se manifestó en medio de la discusión.-

Buster: él bufón de la princesa no me deja entrar a comprar dulces con Gus. - explicó.-

Chester: soy su novio y futuro príncipe. - añadió corrigiendo.-

Buster: vaya de príncipe no tienes nada...

Chester: ¿Que dijiste?. - miró ceñudo a su contrincante.-

Darryl: basta. - pidió.- tú Chester, vete de aquí. Yo soy el guardián de la princesa. Yo sabré a quien dejaré pasar.-

Chester: p-pero yo solo quería...

Darryl: vete por favor. Aparte Buster es amigo de la princesa. No entiendo que te pasa.

Él bufón no pudo hacer nada más y solo le quedó a resignarse ante la llamada de atención de Darryl.

Después de todo se puso a pensar sobre su actitud y se sentía avergonzado por ello.

Miércoles 12:40pm.

La princesa seguía planeando lo de su boda. Todo para ella debería ser perfecto.

Solo faltaba pocos días para que se diera su gran sueño, casarse con el chico que tanto ama. Eso la ponía muy emocionada y ya se veía un futuro lleno de prosperidad.

Chester: Mandy.

Aquella voz lo interrumpió de sus pensamientos.

Mandy: ¿Que ocurre Ches?.

Chester: ¿Puedo ayudarte en algo?. Estoy realmente aburrido...

Mandy: oh si claro. - le sonríe.- hazme el favor de traer del almacén un paquete de chocolates.-

Chester: como ordené mi princesa.~

La princesa observaba como se retiraba su bufón. Nunca pensó estar enamorada de ese tipo que decía odiar con todo su ser.

Pasaron casi media hora y lo más extraño es que Chester no se aparecía con el paquete de chocolate que ordenó. Mandy ya sospechaba algo malo.

Mandy: que raro... Solo le pedí un simple paquete de chocolates...

Muy preocupada se levantó de su trono y decidió ir buscarlo al almacén. Cuando se asomaba más por donde se dirigía escuchaba unos ruidos, dando entender que hay alguien ahí.

Ya entrando se encontró con la escena del delito.

Mandy: ¡Te encontré infraganti!. - le señaló con enojo.-

Chester: infra...¿Que?... - dijo confuso.-

Él bufón se estaba comiendo el paquete de chocolates que ordenó la princesa.

Mandy: que te pille idiota.

Chester: ohh... Entiendo. ¡Jaja!.

Mandy: ¡¿Que se supone que haces?!. - exclamó indignada.-

Chester: ohh caramelito, lo siento... - apenado dice.-

Mandy: sabes muy bien que los dulces son para los clientes. ¡No para ti!. - le arrancha aquel paquete.-

Chester: discúlpame amor. Enserio se me antojo mucho...

Mandy: ¿Cuando piensas cambiar Chester?. Ese comportamiento tuyo no es adecuado. Recuerda que cuando tú y yo nos casemos te volverás un príncipe.

Él bufón no dijo nada, optó por quedarse callado ante la regañada de su princesa. Aunque eso del casamiento no le convencía del todo.

Mandy: ¿Tú crees que un príncipe se comportaría de esa manera?.

Chester: ehh... ¿Si?. - dijo con una sonrisa esperanzado.-

Mandy: ¡No!. - negó.-

Chester: pero caramelito, cuando llegué a ser príncipe, yo haré lo que quiera ¿no?.

Mandy: solo tendrás responsabilidades que hacer y serás juzgado por tu comportamiento.

Ahora él pelirrojo se sentía más preocupado con lo dicho de su novia.

Mandy: solo quiero lo mejor para nosotros. Necesito de tu ayuda Ches, para eso quiero que tomes enserio todo esto...

Chester: pero yo quiero seguir siendo un bufón. - se cruza de brazos haciendo puchero.- entonces ser príncipe es aburrido.-

Mandy: tal vez sea un cargo muy grande para ti.

Aquel comentario de la princesa hirió un poco el ego del bufón.

Chester: ¡puff!, pues ser príncipe no creo que sean tan difícil. ¡Será pan comido!. - dijo optimista.-

Mandy: yo solamente depositaré mi confianza en ti, porque te amo. - se acerca para abrazarlo.-

Chester: y-yo... También... - sonrojado por el inesperado abrazo.-

La morena seguía abrazándolo, para luego separarse y depositar un beso en su mejilla. Chester solo se quedó mirándola embobado de amor.

Mandy: por cierto en la reunión de Buster, anunciaré a todos nuestros amigos para invitarles a nuestra boda.

Al escuchar aquel nombre de ese brawler, le causaba un total disgusto.

Chester: ¿Eh?...

Mandy: ya sabes la reunión de Buster, que nos invitó. - le aclaro.-

Chester: oh si eso...

Mandy: ¡Oh Chester!. Estoy tan emocionada por el gran día de nuestra boda. ¿Tú no lo estás?. - lo miro fijamente con ese brillo en sus ojos.-

Chester: estoy estallando de emoción, ¡Jaja!. - contestó riendo nervioso.-

Por dentro él bufón no sentía la misma emoción, solo sentía una sensación, eso era miedo. Porque todo involucra "responsabilidad".

10:30pm.

La princesa en su trono se encontraba sentada realizando uno trabajos en su portátil.

Chester: Mandy, preciosa.~ - llamándola pícaro.-

Mandy: ¿Que sucede?. - solo dijo.-

Chester: ¿Está noche vamos a ver Netflix?~

Mandy: pues lamentablemente no puedo.

Chester: ¿Eh?, ¿Por qué?...

Mandy: tengo trabajos que terminar esta noche, así que me quedaré unas cuantas horas más aquí en la tienda. - le explico.-

Chester: ay, no puedo creerlo... - se recuesta sobre el mostrador.- ¿no te aburres hacer tanto trabajo?...

Mandy: es mi deber Chester. - contestó.-

Chester: uh, pues supongo que está bien...

Mandy: ve a casa. Conociendote te vas aburrir aquí esperándome. - ríe un poco.-

Chester: ¡Jaja!, me conoces muy bien Mandy, pero no te dejaré sola.

Mandy: solo hazme caso. ¿Si?.

Chester: No Mandy. ¿Dejarte aquí sola?, ¿estás loca?. - decía preocupado.- yo me quedó contigo.-

Mandy: Chester, no sé si te habrás dado cuenta pero estamos en Candyland. ¿Que malo podría pasarme?.

Él bufón se lo estaba pensando, pero tampoco quería dejarla sola.

Mandy: solo hazme caso. Ve a tu casa. Es una orden. - seria dijo.-

Chester: yo sé que eres una princesa muy ruda~

Mandy: si, lo sabes bien~ - le guiña.-

Chester: está bien. Me iré a casa, no sin antes hacer esto...

La princesa confundida le miró. Entonces recibió un inesperado cortó beso en sus labios.

Chester: ¡Jaja!, nos vemos mañana, ahora si tendré dulce sueños~

Muy ruborizada se quedó con las mejillas ardiendo. Él bufón feliz ante su cometido se retiró.

Mandy: es tan lindo... - dijo tocándose la comisura de sus labios.-

La princesa de inmediato se puso postura firmé y olvidando lo sucedido. Tenía que terminar con sus deberes.

Las horas pasaron y ya era media noche, pero por fin había terminado con su trabajo. Cansada se dispuso a levantarse de su trono, pero al hacerlo sintió un fuerte mareó que la hizo tambalear. Tuvo que esperarse unos minutos que se le pasará y así fue.

Tomó sus cosas para luego salir de la tienda y poder cerrarla como correspondía. Ya afuera sintió una extraña presencia que la observaba. La morena miraba a su alrededor pero no había nada.

Mandy: mmm... Que raro...

Colette: tú y yo tenemos que hablar princesa.- se manifestó detrás de ella.-

La morena se llevó un susto por aquella aparición de la brawler. Retrocedió por su cercanía y se le quedó viendo con extrañeza...